⚘. ▎23
❝Sé mi princesa.❞
╰─────╮•╭─────╯
—No está sola, señor Kim, o mejor dicho... DongJu.
Aquella voz femenina me hizo estremecer mucho más, ya que de alguna forma se había escuchado terrorífica. Mis ojos por pura inercia se posaron sobre mis progenitores, siendo testigo de cómo la tensión era parte de su cuerpo. Nunca en mi vida los había visto con tanto miedo en el rostro, y ahí supe que algo estaba sucediendo.
—Lawai Manoban...que sorpresa vernos de nuevo —mencionó mi madre hacia la señora.
—Lo mismo digo, Hyo-Ri.
La mujer y el señor se acercaron a mis padres para estrechar manos con mucha frialdad.
—Vaya, sus hijas han crecido un montón —comentó el hombre—, en especial ella, creo que nunca nos hemos visto —dijo ésta vez hacía mi.
De repente y como si estuviera obteniendo un aviso tuve ganas de vomitar, pero las contuve al tenerlo frente a mí dispuesto a darme la mano. Mi mandíbula tembló notablemente mientras dudaba entre tomar o no aquella diestra, pero esa mirada que sus ojos poseían me hizo obedecer a su obvia petición.
—¿Verdad que sí, Somchai? —habló mamá con notables nervios.
—Muy hermosa —susurró antes de despeinar mi cabello.
—Tu hija también...es muy linda —comentó papá con el mismo tono de voz que mi madre.
—Y si que lo es ¿verdad Lalisa?
Pude notar como la rubia asintió con un poco de nervios por las palabras de su mamá antes de sonreír falsamente.
—Muchas gracias, señores Kim —habló con mucha amabilidad.
—Eh...debemos irnos, hay algunas cosas que debemos resolver en la empresa —expresó mi progenitor.
¿En que momento hay que ir a la empresa? ¿Por qué está mintiendo?
—Oh, está bien —sonrió el hombre—. Esperamos volver a vernos, familia Kim.
Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo ante esas simples palabras. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué me sentía de esa forma?
—Ojalá y así sea.
Y sin más que decir salimos del restaurante no sin antes posar mis ojos sobre los de Lisa, notando la misma expresión confundida que yo poseía. Una vez estuvimos dentro del coche solté lo que me estaba volviendo loca.
—¿Qué ha sucedido ahí?
Ante mí pregunta el ambiente volvió a ser tenso, provocando que me preocupara el doble al no obtener respuesta.
—No pasó nada —aclaró Jennie—, solo un momento incómodo —rió—. Pero ya, olvidemos eso y concentrémonos en nuestra compra de ésta tarde.
Ella guiñó un ojo en mi dirección, así que asentí levemente para luego posar mi mirada en la carretera, pero por más que lo intentaba no podía quitar ese mal presentimiento de mi mente, causando que en ese momento solo pudiera pensar en una sola cosa.
Debo descubrir que ha sucedido ahí.
∙ · • • • ❀ • • • ∙ ·
Lunes, 25 de noviembre del 2019
08:23 hrs
—Buenos días~ Olivia —canturreó la pelirroja una vez estuvo frente a mí.
—Hello~. Vaya, hoy estás contenta por lo que veo —mis cejas subieron y bajaron en un sugestivo movimiento.
Rosé sonrió con timidez antes de golpear levemente mi hombro.
—¿Qué estás diciendo?
—Lo que veo, Rosita.
Ambas reímos ante el apodo.
En un silencio cómodo procedimos a guardar nuestras cosas dentro del casillero. Hoy era lunes, el comienzo de la escuela luego de éste tan abrumador fin de semana. El ambiente estudiantil se notaba en todos lados, o tal vez no en todos, ya que aquellos adolescentes que no se preocupaban por estudiar realmente lo veían como la mayor desgracia de éste mundo.
—¡Ahora sí! Cuéntame que sucedió el sábado luego de la reunión de Jeon —susurró con una gran emoción.
Mis mejillas se tiñeron de un color carmesí cuando los recuerdos de aquella noche salieron a la luz en mi mente. Sin poder evitarlo sonreí con timidez bajo las burlas de mi amiga.
—¡Yah~! No pasó mucho.
—¿Estás segura de eso? Porque tú emoción en esa llamada fue todo lo contrario —rió.
>> Además de lo que me contaste sobre el juego y que Jungkook te pidió un beso~ —me codeó—, que más sucedió.
—Primero que todo —aclaré—: el beso no era en los labios —o eso quiero creer— y....ya, no pasó más nada.
—Ni tu misma lo crees, Oli —bromeó.
Sin remedio a su insistencia opté por caminar a su lado directo al salón, pero como si el destino estuviera de mi lado, una voz masculina llamó nuestros nombres.
—¡Hey! Olivia, Rosé.
Volteamos nuestros rostros hacia aquel rubio a unos cuantos metros de nosotras, el cuál mantenía una sonrisa socarrona en su rostro bajo las miradas penetrantes de sus amigos, especialmente la de un pelinegro.
—Callate imbécil.
La voz de JungKook con ese tono fastidioso me dió muchísimas ganas de reír, pero me contuve cuando estuvimos frente a los cuatro chicos.
—Hola —saludamos al unísono.
—Buenos días hermosas señoritas, espero que hayan tenido un agradable fin de semana —comentó JiMin con un tono divertido.
—JiMin, ¿puedes dejar de bromear? —dijo Nam soltando una risa nasal.
—Exacto, ¿puedes parar de ser tan idiota? —secundó Kook.
—Agh, gruñones que son, ¿acaso no saben cómo tratar con unas señoritas? —bufó el rubio.
—Ninguno de los tres es bueno tratando con las chicas —mencionó el pelinaranja con burla.
—En eso estás en lo correcto, Hobi —jugué, causando que el aludido sonriera.
—Olivia, estás ofendiendo a JungKook.
La voy a matar.
Observé de reojo a la pelirroja asesinándola con la mirada, pero eso no fue nada, ya que las burlas por parte de los demás no faltaron.
—Vaya, ¿que quiere decir eso, Olivia? —cuestionó JiMin.
—Que son unos malditos imbéciles.
Luego de esa respuesta, JungKook tomó mi mano y me jaló hacia algún lugar un poco más apartado de los chicos, obviamente recibiendo un montón de chiflidos por parte de estos, pero siendo ignorados para no crear un problema. Una vez que tuvimos un poco más de privacidad él me observó con esos oscuros ojos llenos de brillo y me mostró una genuina sonrisa.
—Aquí estamos mejor —rió—. Buenos días, my pretty princess.
Me fue inevitable no sonreír ante ese tan cariñoso apodo, sintiendo mis mejillas arder y un gran timidez inundar mi cuerpo.
—Buenos días, mi príncipe conejo...
—Basta~, deja ese apodo, por favor —refunfuñó como un bebé.
—No, no lo haré —reí con inocencia—. Y no creas que he olvidado tu reto.
Rápidamente la cara de JungKook mostró pánico total, recordando lo sucedido hace dos días.
—Venga ya, ¿en serio me harás esto? —cuestionó impresionado.
—Ajá —comencé a buscar dentro de mi mochila el sombrero de conejo que había traído, mostrándolo al muchacho una vez di con él—. Mira lo que traje.
—Mierda —susurró—. Olivia no seas mala.
—Si lo soy —reí—. Ahora toma esto y acercate ahí.
Puse el sombrero sobre sus manos y le di un pequeño empujoncito para que llegara al centro del pasillo. El muchacho me observó con súplica, pero simplemente lo ignoré al mismo tiempo que alzaba mis dedos para darle apoyo. Reí inconsciente al ver su cara de fastidio, y es que él realmente no sé imaginó que haría esto de verdad. Sin tener otra opción optó por colocarse el sombrero en su cabeza bajo la rara mirada de sus amigos a unos cuantos metros, pero antes de hacer algún movimiento, aquella gruesa y tan conocida voz resonó a mis espaldas.
—Vaya, vaya, así que ésta es la famosa J.Y.S High School.
Giré sobre mis talones para comprobar mis sospechas, sonriendo levemente al confirmar que se trataba de nada más y nada menos que de TaeHyung y YoonGi.
—Oh, ya están aquí —comenté con un poco de emoción.
—¿No es obvio?
Mordí mi lengua para no pegarle al peligris, el cuál se veía muy guapo con ese uniforme y el cabello alborotado, por cierto. Mi mirada reparó en el pelirrojo, quien me observaba con una sonrisa.
—Hola, Olivia.
—Hola, bienvenidos —sonreí con amabilidad—. Vengan, les presentaré a mis amigos.
Hice un ademán con mi cabeza para que me siguieran, y así hicieron. Una vez estuvimos frente a los chicos, procedí a presentarlos.
Los trataron con amabilidad, para de esa forma crear un ambiente cómodo. Cada uno se presentó a si mismo, creando alguna que otra sonrisa en los muchachos. Rápidamente observé al pelinegro detrás de mí, dándole una mirada para que se acercara y saludara, cosa que hizo a regañadientes.
—YoonGi, TaeHyung; bienvenidos a la J.W.S High School, espero que su estancia en el instituto sea larga y agradable —dijo con total amabilidad.
—Gracias, Jeon —murmuró TaeHyung, sorprendiéndonos a ambos por su repentina amabilidad.
—Olivia —llamaron.
Giré nuevamente sobre mis talones, dando con una persona que jamás imaginé ver.
—Oh, señorita JiSoo —reverencié—. ¿Cómo se encuentra?
—Muy bien, tes ves muy bonita —sonrió con amabilidad.
—Gracias —reí con timidez—. ¿Qué hace aquí?
—Oh, vine a traer a ese mocoso de ahí —señaló a TaeHyung—. Por favor, si se comporta mal, pegale, yo te doy permiso.
—JiSoo...—llamó su hermano.
—Shhh, silencio Tae.
Reí ligeramente al presenciar ésta pequeña pelea de hermanos, sintiendo algo raro en mi pecho al recordar momentos como éstos con mi hermana.
—Lo haré, señorita Kim —avisé guiñando un ojo en su dirección.
—¡Genial! Ahora debo irme, llegaré tarde a una reunión.
—Oh, claro, que tenga un excelente día —deseé, viéndola alejarse.
—Gracias, tu también —y sin más desapareció por los pasillos.
El timbre indicando el comienzo de las clases sonó por todo el lugar, causando que todos los estudiantes —incluyendo a nosotros— se dirigieran a sus respectivos salones. Frené mi paso al notar que JungKook no venía con nosotros, observándolo con rareza.
—¿No vienes? —pregunté.
—Debo dar un pequeño anuncio, ahora los alcanzo en el salón —avisó al mismo tiempo que desaparecía por el pasillo.
Segundos después llegué a mi aula, la cual en estos momentos se encontraba un poco llena. Sin tener nada que hacer comencé a juguetear con mi lapicero hasta que la profesora llegara, pero el anuncio mencionado por el pelinegro interrumpió mis acciones y las de todo el salón.
—Buenos días, damas y caballeros, ¿como se encuentran? ¡espero que de maravilla! Quiero dar este anuncio para informarles que próximamente tendremos los exámenes para el final del semestre, y con ésto también la llegada de la navidad~: una festividad llena de amor y esperanza, ¿no creen? Bueno, para llegar al punto; se hará, como todos los años el baile de invierno. Así como escuchan, aquí tendrán la maravillosa oportunidad de invitar a la persona que les gusta para luego confesar sus sentimientos y compartir saliva...
Las risas por parte del salón no tardaron en llegar, incluyéndome debido al comentario del muchacho. ¿Como podía decir ese tipo de cosas con tanta naturalidad sin sentir un poco de vergüenza?
—En fin~ que me estoy desviando del tema —continuó carraspeando su garganta—, las entradas se estarán vendiendo en el salón del teatro a partir de la próxima semana al igual que en ese momento comenzarán los preparativos. Será un mes ajetreado, así que como su presidente del consejo estudiantil espero que puedan sobrellevarlo todo. Ahora sí, sin más que decir...
Hubo un silencio por apenas unos segundos, y fue el suficiente para comprobar lo que JungKook estaría a punto de hacer.
—Se despide su........¡agh! Maldita sea no puedo...
Y se cortó.
Se escuchó una risotada por parte de mis compañeros, y me fue inevitable no hacerlo al darme cuenta de que el pelinegro había perdido.
Minutos después el susodicho entró al salón, ganándose algunos chiflidos por parte de los chicos debido a todo lo dicho en el anuncio y los suspiros de la mayoría de esas féminas en el momento en que acomodó su uniforme y llevó su cabello hacia atrás.
Jodidamente atractivo.
Con mucha seriedad e ignorando a sus compañeros se sentó en su asiento, acomodando sus cosas y esperando a la profesora de la misma manera que todos nosotros.
Tomé un pequeño papelito dentro de mi libreta y escribí algo en él para después pasárselo al muchacho.
¿Que sucedió, Kookie?
Fui consciente del momento exacto en que su lengua golpeó el interior de su mejilla, viéndose muy hermoso con éste acto. Con mucha tranquilidad escribió algo en el papel y lo pasó hacia mi mesa.
¡Lo lamento! Realmente no pude hacerlo, así que seré consciente de las consecuencias (•‿•)
Sonreí inconscientemente ante su respuesta para escribir algo más.
Deja que te llame de esa forma por el resto de mi vida.
El chico mordió su labio levemente cuando leyó y procedió a dejar otro mensajito.
Perfecto, pero debes saber que solamente tú me puedes llamar así. ¡Ah! y también hay una condición.
Fruncí mi ceño cuando noté lo último, observando al muchacho de reojo y siendo testigo de su socarrona sonrisa.
¿Qué condición?
Cuando Kook leyó mi pregunta, sonrió con grandeza para escribir algo y pasarme por última vez el papel, dejando a mi corazón desbocado por completo con sus simples palabras.
Sé mi princesa♡
El calor subiendo por toda mi anatomía hasta llegar a mis mejillas fue muy notable. De repente una sonrisa estúpida se formuló en mis labios al mismo tiempo que mi respiración comenzaba a cortarse.
—Tu corazón es demasiado frágil, ¿no crees? —susurró cerca de mí, causándome un escalofrío al sentir el aliento proveniente de su boca chocar contra mi mejilla y como su voz sonaba tan ronca y atractiva.
En ese momento la profesora entró al salón, logrando que JungKook se alejara completamente, y llevándose consigo una gran calidez. Oculté mi sonrojo bajando la cabeza, concentrando a mi mente en los trazos que mis dedos realizaban e ignorando lo que sucedió en ese momento.
Los suspiros y ligeros gritos de las chicas causó que alzara mi rostro con duda, pero ésta se desvaneció al ver lo que ocurría.
Vida, ya matame de una vez, por favor.
TaeHyung y YoonGi estaban entrando por la puerta del salón, dándome a entender que les había correspondido éste. Por pura inercia posé mis ojos sobre JungKook, siendo testigo del momento exacto en que su lengua golpeó su mejilla.
—Buenos días niños, hoy tenemos a dos nuevos estudiantes —anunció—. Introduzcanse a sus compañeros.
Ambos chicos se observaron con singularidad, siendo el pelirrojo el primero en presentarse.
—Mi nombre es Min YoonGi, espero que nos llevemos bien —limitó a decir.
Luego de eso, todas las miradas cayeron sobre el peligris quien se mostraba indiferente ante éstas. Fue el pequeño golpe de YoonGi que logró hacerlo hablar.
—Soy Kim TaeHyung —dijo, y luego de eso un largo e incómodo silencio reinó el lugar—. ¿Ya podemos sentarnos?
Si no tuviera autocontrol me hubiera echado a reír por el rostro de la señora al escuchar eso. Realmente TaeHyung era increíble, y eso todos lo sabían. Fui consciente de la pequeña sonrisa que se formó en el rostro del pelinegro, dándome cuenta de que también estaba aguantando sus ganas de reír.
—No, pues ésta primera hora estarán con su guía correspondiente, el cuál les mostrará toda la institución.
—Mierda —musitó JungKook ante eso, bajando su cabeza para ocultarse vagamente.
—¿Jeon JungKook?
Y en ese momento la realización de lo que esto significaba me golpeó con fuerza. El chico a mi lado se tensó un poco antes de alzar su rostro y mostrar una falsa sonrisa.
—¿Si?
—¿Podría ser el guía de ellos?
—Eh...si, si claro —balbuceó, levantándose de su asiento.
—¿No cree que es mucho trabajo cargar con ambos? —cuestionó la señora con preocupación.
—No, no es ningún problema...
—Oh, tal vez para que no sea demasiada carga para tí podría también ser otra persona —propuso TaeHyung, interrumpiendo al pelinegro y mostrando una sonrisa.
Mi ceño se frunció levemente sin entender que era lo que tramaba el muchacho.
—¿Quién sería esa persona? —inquirió la mujer de 30 años.
—Mh....—observó a todos lados— ¿la señorita Kim Olivia está aquí?
Todo mi cuerpo se detuvo en el instante en que mi sentido del oído captó eso, sintiendo como la respiración comenzaba a fallarme y como mis manos sudaban. La cara de todos los presentes pasó de una confundida a impresionada, incluyendo al propio JungKook quién parecía tener un tic nervioso en su ojo izquierdo.
—¿Olivia?
Alcé mi mano con timidez, causando una sonrisa en el rostro del peligris.
—¿Está de acuerdo con esto?
Asentí con duda ante la pregunta de la profesora, levantándome de mi asiento para llegar a ellos; sin embargo, la voz de una chica llamó mi atención.
—¿Por qué siempre la eligen a ella, oppa? —cuestionó una muchacha del salón hacia JungKook.
Automáticamente todos posaron sus ojos sobre ella, incluyéndome a mí. Jeon alzó sus hombros levemente mientras hacía una mueca.
—Todos la eligen a ella, te tengo envidia, linda —murmuró con un leve puchero.
¿Por qué me siento culpable?
Baje mi cabeza ligeramente para ocultar el sonrojo en mis mejillas, causando una que otra leve risa. No obstante, pude ver claramente como Kook guiñaba un ojo en dirección a la chica para sacarle una sonrisa, pero increíblemente, yo también lo hice.
—Bueno, ya váyanse —dijo la profesora.
Los cuatro asentimos antes de hacer una leve reverencia y salir del salón, quedándonos estáticos fuera de éste en completo silencio, hasta que JungKook lo rompió.
—Olivia, ve con YoonGi, yo me encargaré de éste...
—Hey, ¿por qué yo no puedo ir con ella? —quiso saber Tae.
—Porque no quiero —aseguró.
—Kook —llamé—, déjame ir con él.
El muchacho negó con su cabeza antes de acercarse a mí y depositar un beso en mi mejilla.
—No. Tranquila, me comportaré...o al menos lo intentaré.
Solté una leve risita antes de asentir.
—Cuidadito Jeon.
El chico sonrió de vuelta antes de tomar a TaeHyung por los hombros y sacarlo de nuestra vista.
—Mientras no se maten todo perfecto —la voz de YoonGi me sacó de mis pensamientos.
—Espero que no sea así...
Pero, ¿que seguridad había de eso?
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Buenas noches 👀
¿Qué e les pareció?
¿Que creen que sucederá con esos dos ahora juntos en el mismo colegio?
Yo pienso que un infierno jaajajj.
Y bueno, ya no tengo nada que hacer aquí 👀 así que...bye. Cuídense!! Y tomen mucha awita.
Psdt: Mi hermosísima "Perry" apareciste en el cap 🤭
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