⚘. ▎18
❝Deja que te ayude a superarla.❞
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KIM HAENUL
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Lunes, 18 de noviembre del 2019
10:56 hrs
Creo que la mayor desgracia humana que puede existir...es la incapacidad de amar. El amor es la mayor fuerza que rodea el universo, y sin ella nos encontraríamos vacíos.
—No, no, no me dejes por favor —pidió en un sollozo.
—Lo siento tanto —lloré—, no quiero dejarte...pero debemos hacerlo.
Rápidamente el pelinegro me abrazó con todas sus fuerzas, como si intentara nunca alejarme de su cuerpo mientras leves sollozos salían de sus labios.
—No, no lo hagas, por..
—¡Paren! Ya terminen que estoy a punto de llorar —avisó la profesora.
Al instante JungKook se separó de mí, observando a la maestra de teatro con esos ojos llorosos.
«Vaya, excelente actuación.»
—¿Lo hicimos bien? —pregunté.
—¡Estuvo perfecto! Hice un buen trabajo al elegirlos como una pareja —halagó la señora.
JungKook y yo sonreímos ante sus palabras e hicimos una leve reverencia hacia la mujer.
—Mañana volveremos a repetirlo, así que practiquen —avisó justo antes de salir del lugar.
Sin previo aviso JungKook me cargó entre sus brazos, dando vueltas al mismo tiempo que pequeñas risas salían de mi boca. Cuándo se dignó en soltarme, comenzó a bromear como siempre hacía.
—Actúa bien, señorita Kim —habló con ese tono pícaro.
—Lo mismo digo, joven Jeon —jugué.
Las risas no tardaron en llegar, cosa que hizo el ambiente más cálido y cómodo. Ambos procedimos a bajarnos del escenario para recoger nuestras cosas y salir del ahí. Estando fuera seguimos con nuestra conversación sobre las clases, olvidándonos del mundo como siempre solíamos hacer.
Había pasado un mes desde aquel día, y era impresionante saber que ya nos encontrábamos a mediados en Noviembre. Las cosas estaban bien; nuestra relación se veía más....¿reforzada? Pues éramos mucho más cercanos con cada día que transcurría.
¿Y con TaeHyung? Esa es otra historia. El chico había estado mucho tiempo conmigo, y era lo más probable luego de esa cena. Muchas veces pasaba las tardes con él ya que solía encontrarse en mi casa o a veces hacíamos planes para vernos. No había mejoría; TaeHyung no se dejaba ayudar a pesar de que ya conocía algunos de sus gustos.
Por ejemplo: su color favorito es el rojo, le encanta la comida, disfruta leer y escuchar música, odia los lugares llenos de gente, es inteligente y si se preocupa por sus calificaciones, le gusta estar solo y dice existir una razón para su comportamiento.
Era un avance muy pequeño, pero significativo. Había deseado matarlo en varias ocasiones, no obstante, tuve paciencia. Al final de cuentas, no se veía tan molesto como parece.
Las horas pasaron demasiado rápido, logrando que ahora mismo me encontrara frente al auto de Carlos.
Durante el viaje comencé a repasar los diálogos que había mencionado la profesora de teatro. Al unirme al club debíamos practicar diferentes tipos de actuaciones con una pareja asignada: JungKook en mi caso.
Notaba en las clases como el chico se desarrollaba en la actuación. ¿Había algo que él no supiera hacer? Probablemente no. Ponía todos sus sentimientos cuando de la actuación de trataba, tanto que incluso sus expresiones eran tan perfectas para creerle.
Al llegar a casa pude visualizar aquel auto negro que tanto había visto estos días, bufando con cansancio al saber quién se trataba. A paso lento me introduje en mi hogar, escuchando a lo lejos las voces de mis progenitores, viéndolo ahí en el momento en que llegué a la cocina.
—Oh, hija, ¿cómo te fue hoy? —preguntó papá.
—Bien, estuvo un poco ajetreado pero nada más —sonreí.
Mis ojos cayeron sobre el peligris, el cuál me mostró una leve sonrisa como saludo; sin embargo, estos se desviaron de él al ver a otra presencia.
Un chico de cabello rojizo estaba a su lado, manteniendo una expresión seria y relajada. Rápidamente lo reconocí como el mejor amigo de Tae: YoonGi.
Min YoonGi
Apenas lo estaba conociendo, pero por lo que había visto en este mes, YoonGi era el fiel amigo de TaeHyung. Una persona con una personalidad semejante a la del chico desconocido, pero mucho más cálido como diferencia.
—Hola a ambos —saludé.
—Hola, señorita Olivia —saludó con una leve reverencia.
—Hija, YoonGi y TaeHyung irán a una convención de videojuegos hoy, por lo que ambos vinieron personalmente a invitarte —anunció papá sin quitar sus ojos del periódico.
Y al caer en cuenta de lo que eso significaba, mis ojos se abrieron como platos.
Oh no, esto es feo, muy feo.
—Eh...yo...
¿Como les explicaba que Jungkook me había invitado al mismo lugar hace unos 30 minutos?
—¿Tienes planes, cielo? —preguntó mi mamá.
Con un poco de incomodidad la tomé del brazo alejándola de los chicos para poder conversar a solas.
—Es que....Kook me invitó —susurré para ella.
Automáticamente se impresionó y guardó silencio, buscando una respuesta para ello. Y en cuanto divisé una sonrisa en sus labios, me imaginé lo peor.
—Entonces...pueden ir los cuatro.
—No es buena idea, mamá —aclaré ante su propuesta.
—Olivia, debes ir con ellos también.
—Lo sé —suspiré agotada—, está bien, lo haré.
—Genial, ahora ve a vestirte.
Asentí con pesadez para comenzar a subir por las escaleras hasta dar con mi habitación. Me posé frente al gran armario y sin mucho trabajo escogí las prendas que usaría: unos jeans ajustados, una camisa blanca holgada y unos converse negros, buscando con esto un estilo casual y cómodo.
Luego de darme una rápida ducha y prepararme, bajé hacia dónde se encontraban los chicos. Estaba nerviosa, ¿la razón? El encuentro de JungKook y TaeHyung.
Realmente esos dos no se iban a llevar bien, eso estaba claro. Jeon sabía sobre él, pues le había comentado un poco sobre nuestros encuentros; llegó a aceptarlo, pero era algo diferente que lo conociera, y ahí se encontraba el motivo de mi descontrol mental.
Carlos nos llevó hasta el lugar donde se haría la convención; un local grande y lleno de personas apasionadas por los videojuegos.
—Vaya, mira cuánta gente —señaló el pelirrojo.
—¿Aún me estoy preguntando que haces aquí? —cuestionó TaeHyung hacia mí ignorando a su amigo.
—Se supone que ustedes me invitaron, ¿cierto? —respondí
—Fue él —señaló a YoonGi.
—Y tu también, tonto —acusé.
Yo me mantuve tranquila con cada palabra, pero TaeHyung parecía perder la paciencia poco a poco.
—¿A quién llamas tonto?
—Al único que tiene cara de serlo —lo observé—: Tú.
Escuché un bufido de su parte. Así nos habíamos pasado la mayoría del tiempo, peleando sobre cosas sin sentido. TaeHyung sin duda....era algo difícil de comprender.
Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no fui consciente de cuando unas manos rodearon mi cintura y unos labios se posaron sobre mi mejilla. Instantáneamente observé al causaste de ese acto, sintiendo el calor subir a mis mejillas cuando fui consciente del pelinegro parado a mi lado.
Y de repente me entraron una inmensas ganas de llorar por lo hermoso que podría verse en cualquier ocasión. JungKook estaba vestido completamente de negro, y cuando digo completamente es en todo el sentido de la palabra. Llevaba un pantalón ajustado y una sudadera de ese color, mientras sus pies lucían unos converses. Para completar, su cabello no se encontraba para nada peinado, dándole un toque más rebelde.
Pero eso no fue todo, el desgraciado me regaló esa sonrisa de lado que tanto revoltijo causaba en mi interior. ¿Cómo podía ser tan atractivo?
—Hola —dijo en un tono de voz leve y ronco.
Ay mamá.
Mi sistema nervioso no estaba preparado para esto, eso era más que notable, pues estaba temblando como gelatina. Con el poco aliento que contenía intenté saludar de la misma forma.
—Hola.
—Maldita sea —maldijo observándome de arriba a abajo, causando un cosquilleo a lo largo de mi columna—, estás preciosa.
Y esas simples palabras me llevaron a lo más profundo del precipicio. Si no fuera por el agarre de JungKook en mi cintura, yo ya me encontraría en el suelo. ¿Por qué me estaba poniendo tan nerviosa?
—Hey, hombre, ¿quién eres? —se escuchó la voz del peligris.
Rápidamente los ojos se Kook pasaron a los suyos, dejando ese brillo de lado y convirtiéndolo en algo confuso.
—¿Eso no debería preguntar yo?
Se que odio los improperios pero....¡Demonios! Nada iba a salir bien de aquí.
—Mh... JungKook, él es TaeHyung —presenté, sintiendo como el pelinegro suspiraba un poco aliviado—, TaeHyung, él es JungKook.
El peligris lo observó con indiferencia como siempre, para luego posar esa mirada en otro lado y restarle importancia.
—Un gusto —susurró JungKook confundido por el comportamiento.
A lo que Tae sólo alzó sus hombros.
—Lastima que no siento lo mismo.
Jeon rodó los ojos disimuladamente antes de posicionarlos sobre los míos, dándome una sonrisa incómoda que sin duda pude comprender.
—Oh, eres Jeon JungKook —afirmó YoonGi.
—El mismo —contestó el pelinegro, posando toda su atención sobre él.
—No se si me recuerdes, pero nos conocimos en una junta de nuestras familias hace un año atrás —mencionó YoonGi.
Jungkook pareció hacer memoria durante unos segundos, hasta que un bombillo imaginario se encendió al lado de su cabeza.
—Claro que te recuerdo, terminaste con las sodas ese día.
—Si...—afirmó un YoonGi tímido.
—Es un placer verte de nuevo —Kook estiró su mano.
—El placer es mío —correspondió el pelirrojo—, y perdona a mi amigo, es un poco... molesto.
—Si, Olivia me ha hablado de él —declaró con un poco de incomodidad.
Ambos chicos siguieron conversado un poco mientras nos adentrabamos entre la multitud. Participé en la plática en algunas ocasiones, debido a que mi mente no estaba concentrada en ellos, sino en el peligris que se veía aislado.
Sin alejarme mucho de los demás me acerqué hasta él, siendo testigo del momento en que rodeaba sus ojos.
—¿Qué? —cuestionó, bebiendo de la soda que había conseguido.
—No te comportes mal~.
—Soy así, no te quejes —respondió con simplicidad.
—Se que eres así por naturaleza, y créeme que nunca te diría que cambies tu forma de ser.
—Entonces....¿qué haces ayudándome?
Guardé silencio por unos instantes para luego soltar un leve suspiro y dirigir mis ojos junto con los suyos.
—Te ayudo a dejar de ver el mundo oscuro, TaeHyung —aclaré.
—No todo es rosa, Olivia.
Y tanto que conocía eso.
—Tae... sé eso —dije con tranquilidad—. La vida me ha demostrado de muchas formas que es asquerosa, pero... si lo miras desde otro punto de vista, es bueno conocer su oscuridad y aceptarla, ya que eso nos hace más fuertes y capaces de enfrentar futuras situaciones —sonreí sin mostrar mis dientes—. Esta es una parte de la madurez, así que deja que te ayude a superarla —finalicé.
Di unas palmaditas en su hombro para acto seguido acercame nuevamente hacia JungKook y YoonGi, mismos que estaban concentrados en uno de los juegos.
El resto de la tarde fue... intensa, pues cuando el chico desconocido se unió a los demás todo prendió fuego. Él y Jungkook no se llevaban para nada bien; ambos estuvieron peleando la mayor parte del tiempo, lo que llevó a mí y a YoonGi a reírnos un poco con sus ocurrencias.
La convención había llegado a su fin a las horas, y por ende, nuestro encuentro también. Nos encontramos en la salida del lugar, teniendo un debate mental sobre algo que en un principio no pensé.
—¿Cómo nos vamos? —cuestionó el pelirrojo.
Eso era. Carlos estaba con nosotros, pero no podía llevar a todos a nuestras casas, razón de esta discusión.
—Podría pedir un taxi...—propuse.
—No —negó el pelinegro—, tengo una idea, mi chófer nos puede llevar a ambos a casa —nos señaló— y Carlos puede llevar a YoonGi y... a este a la suya.
El bufido de TaeHyung se escucho, pero fue ignorado.
—¿Está de acuerdo, señorita? —cuestionó Carlos hacía mí.
—Si, no se preocupe, él me llevará a casa —tranquilicé.
Carlos aceptó y guío a ambos chicos para que entraran al auto. Nos despedimos de ellos con amabilidad, cosa que no se esperó de Tae.
—Adiós, dulzura —dijo a mí—. Adiós....niño raro.
—Es JungKook —aclaró este.
—Si, como sea —entró al auto.
Cuándo los tres desaparecieron por la carretera, sólo pude reír por el rostro fastidioso del pelinegro.
—Lo siento, en serio —intenté calmar mi risa—. Cuándo llegué a casa ellos me invitaron, no me quedó de otra que venir así.
—No te disculpes —sonrió—, es entendible.... excepto ese chico.
Volví a soltar una carcajada, cosa que provocó una mala mirada del chico hacia mí.
—Sabía que no se llevarían bien.
—Es que...¿cómo lo soportas? —abultó sus labios.
—Es un don —jugué, comenzando a caminar.
JungKook se unió a mi lado segundos después, mostrándome esa sonrisa que tanto admiraba en él. Y de repente sentí la necesidad de disculparme por una razón que tanto había rondando en mi cabeza.
—Kook —llamé capturando su atención—, perdón en serio; de seguro querías que este día fuera solo nuestro y yo lo arruiné, lo...
Los musculosos brazos de JungKook alrededor de mi cintura detuvieron por completo mis palabras, causando que mis mejillas tomaran ese color rojizo que sólo él podía causar.
Él me estaba abrazando, y se sentía tan bien.
Mis manos se mantuvieron quietas durante unos interminables segundos, hasta que con mucha inseguridad y timidez las coloqué en sus hombros, correspondiendo así a su acto de cariño.
—No tienes que disculparte, Olivia —susurró en mi oído—. Me hubiera encantado que las cosas sucedieran así, pero no es tu culpa, preciosa. Tenemos muchos días más para salir y disfrutar.
Me iba a dar algo si no me alejaba de él, pero mi cuerpo no reaccionaba ante las órdenes de mi subconsciente; el efecto JungKook.
Estuvimos así unos segundos hasta que el pelinegro decide alejarse un poco, esta vez haciendo contacto directo con mis ojos, y ahí noté que el brillo que siempre contenían volvió a aparecer.
De repente las palabras de mis padres antes de salir resonaron en mi cabeza, dándome una idea descabellada que por un momento no pensé proponer....
.... Pero...¿y si lo intentaba?
—Bueno....la tarde aún no ha terminado —murmuré.
JungKook posó toda su atención en mí cuando esas palabras salieron de mi boca, siendo testigo de cómo sus labios se alzaban en una sonrisa ladina. Rápidamente comencé a reír con mucha timidez y nervios.
Metí la pata.
—Vaya señorita, que indirecta más directa —jugó Kook, causando cortos circuitos en mi interior.
—Basta —pedí sin eliminar la sonrisa de mis labios.
—¿Que me quisiste decir, jovencita? —se hizo el tonto.
Golpeé su hombro, causando que soltara una risa mientras las palabras de mis progenitores seguían andando en mi cabeza.
—En serio, ¿que planeas? —cuestionó con curiosidad.
«Vamos Olivia, llénate de valor.»
—Pues....yo....
La mirada de Jeon estaba puesta sobre la mía, impidiéndome hablar con facilidad.
—¿Mh?
—Antes de salir de casa...mis padres anunciaron que tenían una reunión importante y que no se encontrarían—comencé con los nervios a flor de piel—, por lo que pensé en... si quisieras quedarte a cenar.
Cerré los ojos con fuerza ante los nerviosa que me encontraba, pero los abrí inmediatamente cuando los labios de Jungkook tocaron mi mejilla.
—Obvio que acepto —pronunció separándose completamente de mí.
Sentí como el alma me volvió al cuerpo en ese momento. Con rapidez nos dirigimos al auto donde KyungSoo nos esperaba, ganando una sonrisa por parte del señor.
—Hola, señorita Kim —saludó amablemente.
—Hola, señor Choi —hice una leve reverencia.
—¿A dónde los llevo? —preguntó dentro del auto.
—A casa de la señorita —anunció JungKook con una sonrisa.
∙ · • • • ❀ • • • ∙ ·
18:25 hrs
—Wao....Olivia, tu casa es hermosa —halagó el muchacho.
La mirada de JungKook brillaba intensamente al ver desde la entrada de la propiedad la gran casa en la que vivía. Acabábamos de salir del auto, ahora nos dirigíamos a la entrada de mi hogar mientras el chico observaba los alrededores.
—Si, me sorprendí mucho cuando llegué —reí levemente.
Abrí la puerta de la casa, dejando que JungKook pasara primero para luego entrar yo. Todo se encontraba apagado y en silencio, pareciéndome muy raro.
—Siéntete como en tu casa —dije, tocando el interruptor para encender las luces.
Y lo que pasaría después no me lo imaginé nunca. Sin duda, el universo tenía algo hacia mí.
—¡Sorpresa! —gritaron mis padres y aquella familia tan conocida para mí.
Quería que la tierra me tragara, porque en ese momento solo pensé en que JungKook reconocería los rostros de mis progenitores, pero la cabellera naranja que apareció frente a mí logró que mis ojos se llenaran de lágrimas.
—Hola, Olivia.
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I'm back 😎
¡Holi chikis!
¿Como se encuentran hoy? ¡Espero que súper!
¿Que les pareció el capítulo de hoy? ¿Tienen idea de quién es él pelinaranja? UwU
¿Me quieren matar por el comienzo? XD
My god, me iré antes de recibir el golpe de una chancla voladora XD.
¡Tengan un hermoso día! <3
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