Taehyung

Al finalizar la cena decidimos que lo mejor sería dar un largo paseo por la ciudad casi vacía. 

Jungkook está a mi lado tomándole foto a todo lo que ve con mi celular. De vez en cuando me lo quedo viendo embobado, notando como disfruta con placer tomarle fotos a las cosas a media noche. La luz de la luna no es muy buena para la calidad de las fotos pero yo le enseñé unos trucos que mi Iphone puede hacer y las fotos se ven de mucha mejor calidad. 

Él me tomó un par de fotos a mi también, varias de hecho. Añoraba sentirme como un modelo, así que posé para él y él posó para mi. 

A veces lo miro y me pregunto qué tal quedaría su bello rostro pintando en un cuatro o hecho en arte digital como si él fuera un ángel. 

Su sola presencia me hace sentir mejor y yo solo puedo dejarme llevar sin siquiera pensarlo con anticipación. 

Llegamos al puente y ya quedan pocas cuadras para llegar a donde dejé el auto estacionado. Jungkook se queda mirando la autopista debajo de nuestras narices. Desde lo alto del puente las estrellas relucen en sus ojos, reflejadas como un espejo. 

Como un galaxia. 

— ¿Te he dicho que tus ojos celestes son preciosos? — cuestiono mientras doy unos pasos hacia él para colocarme detrás y poner mis manos en su cintura. Jungkook se acerca a mi cuerpo sin pensarlo y el calor me invade de pies a cabeza. Qué hermoso.

En verdad deseaba sentirme así.

Felíz. 

Aunque sea por un escaso momento, en verdad me agrada. 

— Tus ojos color miel también me gustan mucho, Hyung. — Jungkook apoya su cabeza en la parte de mis clavículas y yo sin darme cuenta, aprieto un poco más las manos en su cintura. — eres hermoso, aunque te vistes como un viejito. 

Suelta una carcajada y yo me aparto de él con una sonrisa irónica en los labios. Jungkook se voltea a verme de frente, quedando apoyado en el barandal del puente.

— ¿Cómo que me visto como un viejo? 

— Usas ropa con colores muy opacos y son demasiado holgadas tus prendas. Creo que te quedaría mejor un estilo ceñido al cuerpo. 

— ¿Ah sí? Pues tú te vistes como un pastelito de crema y chispas... — me acerco a sus labios y susurro: — creeme, tengo que hacer un esfuerzo por no comerte a besos, mi niño.

Jungkook hace una media sonrisa y me toma de mi chaqueta para besarme. 

Es dulce, realmente sabe a un pequeño pastelito. 

Cuando nos separamos reprimo un "te quiero", porque sería absurdo soltar tales palabras cuando apenas nos conocemos y recientemente estamos teniendo una cita. 

— ¿Crees que es muy tonto querer a una persona en poco tiempo? 

Jungkook se alza de hombros. 

— No lo sé. ¿Es tonto?

— Ni idea. 

En sus ojos puedo ver que me esta gritando que yo le gusto. Puedo notar que no quiere decirlo porque sería muy repetitivo. 

Pero a mi no me molesta. Podría escucharlo hasta el día de mi muerte y nunca me cansaría. 

— Dilo. — susurro dándole un beso en el cuello, frágil, sencillo y tierno. 

— Me gustas, maldita sea Hyung. ¿como sabes que quiero decirlo?

— Por que se ve el anhelo en tus ojos. Repitelo cuantas veces quieras, todos los días que quieras... así podrás hacerme feliz. 

Los ojos de galaxia de Jungkook se encienden como fuego y esboza una sonrisa de oreja a oreja. 

— Te lo diré todos los días a partir de ahora. 

— Gracias, mi niño. — susurro dándole otro beso en los labios — gracias por estar construyendo mi vida nuevamente.