Jeon Jungkook

Finalmente era hora de volver a la oficina junto a Taehyung...

Y yo no estoy listo para enfrentarme a Soobin. Aunque a estas alturas ya me da igual, pero aún así me sigue doliendo...

Pero por alguna extraña razón me siento conforme estando al lado de Taehyung... Es como si él me hiciera olvidar acerca de YeonJun. Algo me dice que solo debo prestarle atención a Tae y con toda razón del mundo: él necesita de mi ayuda.

Y me alegra de sobremanera que algo me esté dando resultados: no es que Taehyung se la pase el día entero ofreciendo sonrisas por ahí, pero lo noto un poquito menos decaído, sobre todo desde que le hice mimitos en la espalda el otro día.

Por alguna razón, dejó de pedirme que me fuera de su casa, lo cual me alegró mucho.

— ¿No vas a ir? — me pregunta Taehyung mientras me da un leve empujón para abrir la puerta de su oficina. — no va a matarte ¿Sabes? Conozco bien a Soobin, él es muy responsable, estoy seguro que no se lo tomara a mal.

—¿Tu crees que YeonJun le dijo que yo soy su ex?

—Bueno... A juzgar por cómo Soobin te evadió hoy cuando lo saludaste en el ascensor, estoy mas que seguro.

Me paso las manos por la cabeza con total frustración y cuando menos me doy cuenta, Taehyung me saca fuera de su oficina y cierra la puerta con seguro para no dejarme entrar.

Maldito seas Hyung...

Me dirijo hacia el cubículo transparente en el que Soobin se encuentra y golpeo el vidrio suavemente.

—Ah... Jungkook... ¡Hola! — su cara se pone roja y yo creo que estoy peor aún.

—Soobin Hyung... Seré breve, seguro ya sabes lo de YeonJun y yo.

Soobin se levanta de su silla y se acerca a mi. Su altura supera la mía por poco.

Luego me ofrece una reverencia con la cabeza gacha.

—Lo siento tanto, Jungkook. Jamás pensé que tú serías el novio de YeonJun. ¡No pretendía robartelo si es lo que estabas pensando, lo juro! Simplemente... Mira, él y yo nos conocimos de un club de arte y bueno... Las cosas surgieron. De verdad lamento tanto haberme interpuesto entre su relación.

—Descuida, Soobin. Solo quería pedirte que lo cuidaras por mi. YeonJun es alguien que necesita sentirse querido todo el tiempo, así que por favor, amalo y cuídalo tanto como puedas.

—¡Daré lo mejor de mi en honor a ti! Yo... —baja la voz un momento y le cuesta mirarme a los ojos —¿Tu y yo podemos ser amigos? ¿Estás enojado?

—¡Claro que podemos ser amigos! Y tranquilo, no estoy enojado pero sí algo... Decepcionado podría decirse: no volveré a pasar todo ese tiempo con YeonJun, a pesar de que trabajemos en la misma pizzería y en el mismo horario, ya no será lo mismo.

—Me vuelvo a disculpar si hace falta.

Soobin saca de debajo del escritorio una caja llena de...

—En verdad me siento mal al respecto, así que le pregunté a YeonJun qué te gustaba. ¡Te compre una caja entera de leche de plátano!

Tomo la caja de cartón con fuerza y lo miro con una sonrisa, Soobin está verdaderamente dolido.

—Estás más que perdonado con ésto.