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Capítulo 22

Stiles

Mis puertas y ventanas estaban cerradas. Leo y yo habíamos movido los muebles que no llevaríamos con nosotros para bloquear las puertas, en caso de que alguien se las arreglara para forzar la cerradura. Era mi día, y estaba decidido a levantarme como yo quería. En el par de meses pasados, había sido bombardeado con planes de boda. Esos Hale no hacían nada a medias, así que terminé envuelto en una descomunal cantidad de decisiones por tomar.

Afortunadamente, tenía a Liam. Él estaba ahora de vuelta en la Universidad, pero hacía visitas frecuentes para lavar su ropa, meterse conmigo, y pelear y besuquearse con Scott. Fue él quien trajo nuestro brillante sistema de toma de decisiones. Dardos. Podía elegir las opciones que me gustaban, Liam las colocaba aleatoriamente en un pizarrón de corcho, y nos turnábamos para arrojar los dardos. Donde quiera que aterrizara, se lo hacía saber a las damas. Se impresionaron con mis habilidades para elegir rápidamente, hasta que descubrieron cómo lo había hecho.

Solo hubo tres cosas que elegí: los colores, el pastel, y al novio. Para todo lo demás, busqué la ayuda de otros. Talia me ayudó con la locación, Lidya me ayudó a encontrar el traje perfecto, y Allison supervisó al resto de los hombres con sus tareas. Ella tenía el trabajo más pesado.

Había estado en incontables pruebas, fiestas y despedidas. Derek y yo trabajamos juntos para tener su casa lista para que Leo y yo nos mudáramos junto con Boster y el maldito gato. También tuvimos que mover la casa del árbol. No había manera de que la dejáramos atrás. Todo estaba listo y planeado. Todo lo que tenía que hacer era vestirme y decir 'Acepto'.

Rodeé sobre mi costado y abrí mis ojos, solo para encontrar un par de pequeños pies. Leo y yo tuvimos nuestra última noche para nosotros dos solos, así que jugué juegos casuales con él hasta que se pasó a mi cama. Aparentemente, se había girado en algún momento de la noche. Bajé la mano y cosquilleé ligeramente la parte de debajo de sus pies para despertarlo.

Sus risitas adormiladas alcanzaron mis oídos, así que me bajé y lo jalé para voltearlo y poder verlo. -Necesitamos levantarnos y ponernos en marcha. Si vamos a ser Hale, tenemos que aprender a estar a tiempo para las cosas.

-Necesito algo de café-dijo Leo, estirando sus brazos sobre su cabeza.

-Tú no bebes café. - contesté, haciéndole cosquillas otra vez.

Bajó sus manos, como un intento de bloquearme. -De acuerdo, de acuerdo, tomaré jugo.

-¿Tienes todo empacado?- pregunté. Él, Ethan y Sophie iban a pasar la semana con sus abuelos, mientras Derek y yo nos íbamos a nuestra Luna de Miel.

-Sí, Capitán-contestó.

Me senté. -Entonces, pongámonos en marcha, chico.

Cepillamos nuestros dientes y tomamos algunas cosas que no habíamos llevado a casa de Derek. No íbamos a vivir en esta casa nunca más, pero podíamos seguirla visitando. Alegando que le había gustado el vecindario, Theo la había comprado con todo y los muebles que no me iba a llevar. Le deseé suerte. Esas personas estaban locas. De hecho, probablemente él iba a encajar muy bien.

Aparqué afuera de la casa de Jordán. No estaba permitido que entrara ya que Derek estaba ahí, así que le envié a Jordán un mensaje de texto para hacerle saber que había llegado. Salió en poco tiempo con Sophie en sus brazos.

Me incliné y besé a Leo en la mejilla. -Sé bueno. Te veré en la boda.

Él sonrió. -Está bien, papá.-Me besó de regreso. -Te amo.

Ese niño en serio sabía cómo derretir mi corazón. -También te amo -le dije antes de que se bajara de la camioneta, saludó a Jordán y corrió hacia adentro.

-¡Hey, hermano!-sonrió Jordán. -¿Listo para ser enganchado?

-Solo si el novio se presenta-contesté.

-¿Estás bromeando?-rió. -Isaac tiene que sostenerlo para mantenerlo dentro. El pobre bobo actúa como si con una mañana apartado de ti lo fuera a matar.

Sonreí y salí de la camioneta para darle al grandote un abrazo. -Trata de mantener a mis niños fuera de problemas. Los quiero a todos en mi boda en una sola pieza.

-No te preocupes. El Jefe viene en camino. Estoy seguro de que los mantendrá a raya,-contestó. Entonces, me pasó a Sophie.

-¡Hola, papi!-dijo emocionadísima.

-Buenos días,-sonreí. -¿Estás lista para apartarte de todos esos chicos?-pregunté, y ella asintió vigorosamente.

Jordán rió y besó primero a Sophie y luego a mi en la mejilla. -Los veré más tarde, caballero, dama.

Abroché a Sophie en su asiento, y Sophie y yo fuimos a reunirnos con las señoras en el salón. Liam se encontró conmigo en la camioneta. -¿Tenías que invitarla? Me está volviendo loco. -se quejó mientras levantaba a Sophie.

-Liam, es nuestra madre. Tiene que estar en mi boda-contesté.

-¡Mi bebé se está casando!-nuestra madre chilló mientras corría hacia mí con sus brazos bien abiertos. Ella trató de apretarme hasta sacarme la vida.

-Hola, mamá-me las arreglé para soltar.

Claudia me besó sonoramente en la mejilla antes de girarse. -Y esta debe ser la pequeña Sophie. ¡Oh, eres tan adorable! ¡Me dan ganas de comerte!-Sophie no sabía qué pensar sobre la rara mujer.

Liam dio un paso hacia atrás. -No asustes a la niña, mamá.

-Shush, Liam. -reprendió gentilmente.

No pude evitar reírme por la mirada amenazadora en la cara de mi hermano. -Vamos, Liam, damas. Vamos adentro.

Pasamos el día, al menos las damas, arreglándose el cabello y las uñas. Por suerte, yo sólo tuve que cortarme y peinar mi cabello en punta. Talia arregló para que almorzáramos en el salón, así que no fue necesario que saliéramos. Aparte de Claudia quejándose con Liam sobre sus luces, todo pasó tranquilamente.

Lidya sobornó a Sophie con dulces para mantenerla sentada el tiempo suficiente para que la estilista arreglara su cabello. Ella iba a ser la niña de las flores, por supuesto. Ethan y Leo pensaron que eran demasiado mayores para llevar los anillos, así que en lugar de eso pidieron ser quienes acomodaran a las personas en sus lugares. Theo prometió que se aseguraría de que ellos sentaran a todos en sus asientos, pero confiaba más en los chicos que en él.

-¿Cómo estás, querido?-Talia preguntó dulcemente.

-Estoy un poquito nervioso -admití.

Ella acarició mi mano. -Eso es perfectamente normal, pero te aseguro, no hay razón para estarlo. Definitivamente, estás haciendo lo correcto casándote con mi hijo.

-Oh, no es por eso que estoy nervioso -contesté. Me miró curiosa. -Simplemente no quiero caerme en el arrollo mientras trato de llegar al mirador.

Entonces, Talia rió. -John no dejará que eso suceda. Vas a estar bien.

Cuando su cabello y maquillaje estuvo terminado, y mi cabello en perfecto estado, movimos nuestra pequeña reunión a la casa de Derek... nuestra casa. Allison me ayudó con mi traje. El traje gris oscuro con mi camisa blanca y una corbata a juego con mi chaleco. -Ahora-dijo, girándome para ver un espejo. -¿No te alegra no haber usado los dardos para elegir tu traje?

-Quéjate lo que quieras-dijo Liam. -pero eligió los suyos.

Hubo un fuerte golpe en la puerta. -¿Damas y caballeros están decentes?-gritó Theo.

-Ven aquí, bocón-dijo Lidya en broma.

Asomó su cabeza hacia dentro y escaneó el cuarto hasta encontrarme. -¡Demonios, S! Te ves bien-sonrió. -Mis compañeros acomodadores quieren verte antes de que nos vayamos.-Se hizo a un lado para dejar pasar a Ethan y a Leo.

Leo ajustó su pequeño saco. -Buenas tardes, señoras.-Inmediatamente, fue atacado con besos en las mejillas.

Ethan corrió hacia mí. -Te ves muy guapo, papi.

Nunca me cansaría de que me llamara así. Derek y yo íbamos a adoptar oficialmente a los niños cuando regresáramos. Ya venía una fiesta en camino para cuando eso pasara. -Gracias-sonreí. -Y tú igual te ves guapo.

-Como que pica-me dijo, tirando de su cuello.

-Este también- contesté, señalando mi traje. -¿Quieres intercambiar?

Sonrió y sacudió su cabeza. -No, gracias. Me quedaría muy grande.-bromeó.

Leo finalmente vino hacia acá y me silbó. Cuando le eché una mirada, me sonrió orgullosamente. -Tío Jordán me enseñó a hacer eso.

-Cada vez que él les enseñe alguna cosa, vengan conmigo antes de hacerlo-contesté. -Eso también va para sus otros tíos, pero incluso más con Liam. Los dos rieron y asintieron.

Theo resopló. -Sigo sin ver por qué no puedo ser tu padrino. Yo te agrado más que el Monstruo con problemas de ira.

Liam lo miró feo. -Sigue hablando-amenazó. -Traigo gas pimienta escondido en mi traje.

-Theo, te verías ridículo, pero sería interesante. -pensé-¿Qué tal si eres mi dama de honor?-bromeé, haciéndolo negar. -Y Liam, suelta el gas pimienta.

-Si Jordán es el padrino, podría necesitarlo-protestó.

Sacudí mi cabeza y me giré de vuelta a los chicos. -¿Ven a lo que me refiero? No dejen que les enseñen cualquier cosa.

-Sí, señor-contestaron.

-Vengan, chicos-dijo Theo. -Tenemos un trabajo que hacer.

Leo me abrazó primero. -Buena suerte, papi. No te caigas en el arrollo.

-Largo de aquí-reí, enviándolo con Theo.

Ethan me abrazó después. -Gracias por casarte con mi papá.

Besé su mejilla. -Gracias por querer que lo haga.

-Gente, ustedes son tan malditamente adorables-dijo Liam.

-Liam- lo regañó Claudia. -Lenguaje.

-¿A qué diablos estás jugando?-contestó. -Mi primera palabra fue mierda, gracias a ti.

Sus ojos se abrieron, pero puedo decir que estaba tratando de no reír. -Eso no es verdad.

Liam rió. -Tienes razón. Fue miércoles, pero todos sabemos lo que quiere decir.

Lidya revisó la hora. -Necesitamos ponernos en camino. Vamos, chicos. -Tomó a mi adorable niñita de la mano y siguió al resto de las mujeres hacia afuera.

-¿Quién iba a saber que secuestrar niños me iba a conseguir un marido?-suspiré mientras me miraba una vez más en el espejo.

-¿Stiles?-me giré para ver a John. -Te ves...genial.

Corrí hacia él y enrollé mis brazos alrededor de su cuello. -Gracias, papá-dije suavemente.

Me dio golpecitos en mi espalda antes de hacerse para atrás. -Traigo mi arma. Ese prometido tuyo sigue pensando que le dispararé. Me tiene miedo. Me gusta eso.

-Te diría que la dejaras, pero Claudia está ahí afuera. No te dejaría indefenso ante algo como eso-contesté.

-Aprecio eso-dijo, ofreciéndome su brazo. -Supongo que es momento de llevarte para allá.

Caminamos brazo con brazo hacia afuera para encontrar a Theo esperándome en un carrito de golf. -Quería llevarte para allá en una todoterreno, pero Mamá Hale no me lo permitiría.-Viéndolo detrás del volante, casi decido irme caminando. Los invitados lo habían hecho, y no estaba tan lejos. John me ayudó a subir y se aseguró de que Theo no condujera como un desquiciado. Derek no era el único al que le asustaba que le disparan.

Pude escuchar la música en vivo cuando Theo detuvo el carrito. Estuvimos a tiempo para ver a la pequeña Sophie dirigirse hacia el improvisado pasillo, arrojando pétalos de flores mientras avanzaba. John suspiró, -Ya seguimos.

Me aferré a su brazo. -No me dejes caer.

-Eso ni soñarlo-soltó una pequeña risita.

Talia nos había puesto una maldita mampara, así que no pude ver hasta que llegué al arco. Por supuesto, eso hacía que ellos tampoco pudieran verme. Nunca había sido fanático de ser el centro de atención.

Busqué a Derek tan pronto como llegué al pasillo. -Demonios-susurré cuando lo vi. Sentí que John me sacudía ligeramente con su codo por maldecir, pero no pude evitarlo. Mi prometido era un tipo sexy. La mirada que me lanzó de regreso me dio esa ridícula sensación de calidez y confusión. ¿Qué diablos? Era el día de mi boda. Podía ser un bobo. ¿Cómo me las arreglé para hacer que ese hombre se viera tan malditamente feliz? No tenía idea.

-Te lo dije-susurró John.

Aparté la mirada un instante de Derek y me sorprendí al darme cuenta de que ya habíamos cruzado el pequeño puente. -Mierda,-susurré, ganándome otro codazo.

-Stiles, no puedes maldecir en una boda-dijo John.

-Al diablo que puedo. Es mi boda,-susurré de vuelta. Volví a mirar a Derek. Ahora se veía divertido.

El Reverendo Weber se paró al lado de él. Jordán se había ofrecido a casarnos, pero no confiábamos en que no sacara chistes de Mr. GS a la mitad de la ceremonia, así que lo fijamos como padrino en lugar de eso. Isaac, Liam y Scotty fueron los otros tres padrinos. Pensamos que era adecuado para Scott ser parte de nuestra boda, ya que éramos amigos, y él había estado ahí la primera vez que nos encontramos. Había estado ahí para arrestarme, pero eso se salía del tema.

Cuando fue momento de que John me dejara ir, besó mi mejilla. -Te amo, Stiles. -Entonces, tomó asiento junto a mi ya llorosa madre.

-Hola-dijo Derek.

Sonreí como un maldito tonto. -Hey.-Estaba bastante seguro de que el Reverendo estaba hablando. Esperaba que alguien estuviera filmando esto porque algún día iba a querer saber qué fue lo que dijo.

No arruinamos la boda para la sorpresa de todos, incluyendo la nuestra. Hablamos cuando se suponía que teníamos que hacerlo, y nos las arreglamos para decir las cosas correctamente. La sonrisa tonta nunca dejó mi cara, y sus ojos nunca dejaron los míos.

-Y ahora, yo los declaro casados. Puedes besar al novio.- Bendijo el Reverendo.

-Ya era hora-susurró Derek antes de presionar sus labios con los míos. El público aplaudió y Leo silbó. -Te amo-dijo Derek antes de besarme de nuevo. Las cosas iban perfectas, hasta que caminamos de regreso por el pasillo. -Bueno, Stiles la Bestia, ¿qué se siente ser Trasero Lindo Hale?

Lo miré boquiabierto. -No puedes maldecir en una boda.

Rió. -Hipócrita. Tú dijiste mierda cuando cruzaste ese puente. Estoy bastante seguro de que hasta el Reverendo te escuchó.

-Oh-sonreí. -Whoops.

Cuando pasamos por debajo del arco, Derek me jaló hacia él otra vez. -Larguémonos de aquí. Esas personas pueden tener una fiesta sin nosotros. Te he echado de menos todo el día.

Sacudí mi cabeza. -Lo siento. Estaría feliz de huir contigo, esposo, pero no he probado el perfecto pastel de bodas.

-Me gusta cuando me llamas esposo-dijo Derek.

-No te acostumbres. Estoy seguro de que pronto te llamaré lobo amargado otra vez,-contesté en broma.

-Ustedes dos ya no tienen que coquetear más-dijo Jordán, viniendo detrás de nosotros con Liam. -Están casados. Ya no tienes que esforzarse. -Lidya, quien estaba caminando con Isaac, lo golpeó en el brazo.

Isaac soltó una risita y suspiró. -No lo escuches. Solo recuerda asentir con tu cabeza y decir 'sí, querido', en tu caso, y estarás bien.

-Cállate, Isaac. -resopló Allison.

-Sí, querida-nos guiñó un ojo.

-Me casé con una familia de lunáticos-le dije a Derek.

-¿De verdad quieres comparar nuestros niveles de cordura?-preguntó. -¿Te acuerdas cómo nos conocimos, verdad?

Sabía que iba a sacar eso a relucir. -Vamos a ver ese pastel.

La recepción estuvo perfecta, aún y aunque alguien se coló en una pequeña máquina de karaoke. Derek y yo estábamos a mitad de nuestro primer baile, cuando Jordán y Isaac empezaron una terrible interpretación de 'At Last'.

-Permítame por un segundo, Sr. Hale. -dijo Derek. Se paseó casualmente, cruzando el patio, desenchufó la máquina, y la arrojó a la alberca, causando las risas y aplausos agradecidos de nuestros invitados. -Ahora sí, ¿en dónde estábamos?-sonrió, jalándome de vuelta hacia él.

-Son los momentos como este los que me hacen amarte mucho más-reí.

Ya que fueron demasiado flojos para escribir sus propios discursos, Jordán y Liam se fueron por el lado sentimental y dejaron que los niños hicieran el brindis.

-Si tuviera que compartir a mi papá, sería feliz si fuera contigo-dijo Leo.

-Gracias por hacer feliz a papá, y hacernos felices a nosotros también-dijo Ethan.

-Tal vez tu vida estará llena de alegría y un montón de sonrisas y diversión,-dijo Leo, mirando abajo, al pequeño papel que los dos sostenían entre ellos.

-Porque sus días de solteros se han terminado, pero nuestra familia recién empieza,-dijo Ethan.

Ayudaron a Sophie a pararse en una silla. Con una enorme sonrisa, sostuvo su pequeña taza con ponche. -¡Por los papás!

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Muero de ternura TuT

Un poco mas y ya no actualizaba hoy (╥_╥)

Ahora ya solo falta el epílogo :(
Espero que les haya gustado este capítulo :)

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