Se habían reunido todos en el loft de Derek para distribuirse y así poder buscar a Stiles.

Decidieron no decirle nada a John para no preocuparle más de lo debido, Scott le llamó diciéndole que Stiles pasaría la noche en su casa. Pero avisaron a Parrish, a Chris a Braeden, Melissa, a Mason y a Deaton.

Se separaron en parejas para abarcar más territorio.

Malia y Braeden fueron hacia la parte más profunda del bosque.

Kira y Mason buscaron por los alrededores y por los caminos que llevaban al instituto.

Liam y Chris se mantuvieron por la zona donde habían comido.

Melissa y Deaton aguardaron en la casa de Melissa por noticias.

Parrish y Lydia cubrieron la zona cerca de su casa intentando no ser vistos.

Derek y Scott se quedaron por los alrededores del Loft.

Había pasado tan solo una hora cuando por todo el bosque se escuchó el grito de Lydia, el grito de una banshee. Aunque más bien parecía un llanto, era un grito triste, desesperado y el más fuerte que habían escuchado.

Nada más escucharlo todos salieron corriendo en dirección al grito.

El grito de una banshee no solía traer buenas noticias, pero ese grito era mucho peor. Necesitaban encontrar a Stiles ya.

Melissa ,que había escuchado el grito y sabiendo lo que eso significaba, rompió en llanto.

Stiles siempre había sido como un segundo hijo para ella.

A su lado Deaton intentaba no derrumbarse.

.................

STILES

-Mierda mierda mierda- vale puede que haberle arrojado una piedra a la bestia no haya sido su mejor idea. Pero era la única.

Estaba agachado intentando esconderse del monstruo que le acechaba cuando sintió una respiración en su oreja. Asustado se dio la vuelta intentando no perder la calma, pero lo que vio le dejó sin habla.

Un zorro ,bastante grande cabe decir, se encontraba apoyado sobre sus patas traseras mirándole atentamente.

Lo que le faltaba ahora, que apareciera un puñetero zorro enorme para alegrarle el día.

Un momento le estaba...¿oliendo?

Antes de que le diera tiempo a decir nada escucho un gruñido cerca de donde estaba escondido, con temor asomó un poco la cabeza viendo que la bestia se acercaba a su escondite.

De inmediato volvió a agacharse pero, para su sorpresa, el zorro que segundos antes estaba junto a él había desaparecido.

Mierda. Se sentía más seguro con ese animal al lado, aunque no sabe porque.

No le dio tiempo a preguntarse dónde se había metido el animal cuando sintió que tiraban de él hacia arriba. La bestia le había encontrado.

Sintió su espalda crujir al ser empujado contra una de las paredes.

El monstruoso animal le tenia sujeto del cuello con una garra mientras le golpeaba una y otra vez contra las paredes intentando dejarlo inconsciente.

Empezó a sentir que su cuerpo no le respondía, sus parpados empezaron a cerrarse. Unas garras se clavaron en su costado derecho, las mismas garras le hicieron un corte desde el pecho hasta la cintura.

El olor a sangre le llegó de golpe mareándole aún más.

Antes de caer inconsciente pudo distinguir un grito, el grito de Lydia.

Al momento vio unas cuantas personas entrar a la cueva gritando su nombre, después se escucharon unos cuantos rugidos y sintió que la bestia caía sin vida soltándole en el proceso.

Sonrió débilmente, sus amigos habían ido a buscarle.

Luego, todo fue silencio y oscuridad para él.