21 de septiembre

Era el día 5 de Minho y Jisung inventando estúpidas excusas para que el otro fuera a dormir en su cama con ellos.

Minho se había dado cuenta de que tal vez se había sentido un poco solo viviendo el mismo y extrañaba tener a alguien con quien pudiera compartir una habitación, como lo había hecho en los dormitorios de la universidad. Tenía a Jisung para acompañarlo, pero Jisung no siempre estaba en casa; tenía cosas que hacer, por supuesto, y también Minho. A menos que tuvieran un día de descanso, lo cual era poco probable a menos que fuera un día festivo, la única cantidad significativa de tiempo que Minho y Jisung podían pasar juntos era por la noche después de que ambas clases habían terminado. Minho decidió que sería estúpido no aprovechar la solicitud de Jisung para la pijamada. quería pasar tiempo con él, después de todo.

Jisung parecía estar en la mente de Minho a todas horas del día. No se estaba quejando exactamente de eso, pero le preocupaba que pudiera estar teniendo sentimientos por el chico. Se dijo a sí mismo que no lo estaba, pero todavía tenía la sospecha de que realmente lo estaba.

Era la 1:29 am y la pareja estaba en la cama de Jisung, Minho apoyando su cabeza en el regazo de Jisung mientras el rubio jugaba con su cabello.

"¿Quieres hacer algo divertido?" Preguntó Jisung. Los ojos de Minho parpadearon para encontrarse con los del menor.

"¿Como qué?" preguntó a cambio, sentándose mientras Jisung se arrastraba debajo de él.

"Sígueme", sonrió, levantándose y haciendo un gesto a Minho para que lo acompañara.

"¿Tengo que vestirme primero?" Todavía estaba usando su pijama, después de todo.

"Nop", respondió Jisung. decidiendo que se estaba demorando demasiado, agarró a Minho por la muñeca, lo sacó de la cama y lo arrastró fuera de la habitación.

"¿A dónde vamos?"

"Haces demasiadas preguntas", dijo Jisung, guiando a Minho fuera de su apartamento por completo y al pasillo.

No pasó mucho tiempo hasta que los dos llegaron a su destino: el techo del edificio de apartamentos.

"¡¿Incluso se nos permite estar aquí?!" Minho exclamó, con las mejillas enrojecidas por lo cerca que estaba Jisung de él cuando se dio la vuelta para mirarlo. El rubio se encogió de hombros y apretó su agarre en su muñeca, tirando de él más hacia el techo.

"Solía ​​venir aquí todo el tiempo", dijo Jisung, finalmente liberando el control mortal que tenía sobre Minho. Se sentó cerca de la repisa, tirando de las rodillas hacia el pecho. Minho se sentó a su lado, contemplando la ciudad que tenían ante ellos.

"Es bonito." Minho comentó, recibiendo un zumbido de acuerdo de Jisung. El rubio se movió, dejando que sus pies colgaran del costado del edificio. Minho miró por encima del borde. Mirar al suelo le hacía sentirse mareado. Estaba bastante abajo. Echó una mirada furtiva a Jisung. El chico miraba hacia el cielo, admirando las estrellas (que eran relativamente difíciles de ver debido a las luces de la ciudad, pero no obstante eran bonitas).

Minho se acercó al chico, agarrando su mano y entrelazando sus dedos. Jisung volteó la cabeza para mirar a Minho, sus ojos se abrieron con sorpresa.

"Tengo miedo a las alturas", explicó Minho.

No lo tenía.

Jisung asintió y se volteó, sus mejillas se tiñeron de rojo y sus labios se curvaron en una sonrisa.

Fue entonces cuando Minho decidió que, sí, la vista de la bulliciosa ciudad por la noche y las estrellas en el cielo eran hermosas, pero no tan hermosas como Jisung.