17 de septiembre

"¡Minho!"

"¿Sí, Jisung?"

"¿Recuerdas cuando dijiste que matarías cualquier araña por mí?"

"Sí, lo recuerdo"

"La puerta está abierta".

"Está bien, estaré allí en un segundo."

Minho se quitó las cobijas y se levantó de la cama. Rápidamente se puso una camisa antes de salir de su apartamento y dirigirse a la casa de Jisung. Se preguntó brevemente por qué el chico había dejado la puerta sin llave, pero apartó el pensamiento cuando entró en el apartamento.

Miró alrededor de la habitación. Sin ver al rubio por ningún lado, se dirigió a su habitación. Minho abrió la puerta y se encontró con un Jisung de aspecto cómodo con la capucha levantada sobre la cabeza y las sábanas cubriendo su cuerpo.

"¿Dónde está la araña?" Minho preguntó, escaneando las paredes y el techo. Sus ojos parpadearon de nuevo a Jisung mientras permanecía en silencio. Vio como los labios del menor se curvaron hacia arriba en una sonrisa.

"No hay una, solo quería que vinieras."

Minho se quedó allí, mirando al chico con incredulidad. Jisung se rió de su expresión.

"¡Pero estuve aquí esta mañana!" Minho protestó. Jisung se encogió de hombros.

"Supongo que te extrañé", dijo en broma, haciendo que el mayor pusiera los ojos en blanco.

"Jisung", suspiró Minho."¡Es tan tarde y tengo mucho sueño!"

"Está bien, puedes dormir aquí". Dio unas palmaditas en la cama junto a él. "Ni siquiera tienes que hablar conmigo. Sólo quería que estuvieras aquí, supongo".

Las mejillas de Minho se tiñeron de rojo ante las palabras del rubio. Realmente no podía encontrar ninguna razón de por qué no debería quedarse a dormir, y podía asumir que Jisung lo entendía mientras le sonreía a Minho.

Derrotado, Minho se acercó a la cama.

"Bueno, deslízate entonces."

La cara de Jisung se iluminó con una sonrisa, moviéndose para dejar espacio para Minho. El mayor se subió a la cama junto a él, acostado de espaldas.

"Oh Dios mío", gimió Minho. "¿Cómo duermes con tantas almohadas? Creo que me acabo de romper el cuello". Jisung se rió de él, rodando hacia Minho.

"¿Cómo puedes dormir solo con una?" Preguntó a cambio.

"Es mucho más cómodo de esa manera", dijo Minho, sentándose para mover una de las almohadas al suelo. Se recostó, dejando escapar un suspiro de satisfacción. "Buenas noches."

"Buenas noches, Minho." Jisung le sonrió. "Gracias por venir".

"No hay problema." Minho le devolvió la sonrisa.

☆ ━━━━━━━━━━━━━━━ ☆

18 de septiembre

Cuando Minho se despertó a las 4:27 debido a un coche ruidoso pasando por el edificio de apartamentos, se había olvidado por un momento de dónde estaba. Fue cuando sintió que Jisung se movía en la cama a su lado que recordó que lo habían convencido de quedarse en el apartamento del menor.

Minho miró por encima del hombro a Jisung, que estaba sentado en la cama, con la cara iluminada por la pantalla del teléfono. Minho frunció el ceño.

"Jisung," su voz salió como un susurro, ya que acababa de despertar. El chico lo miró. "¿Has dormido?" Minho preguntó.

"Un poco." Jisung respondió. Sonrió, pero Minho pudo ver lo cansado que se veía, el cansancio escondido detrás de sus ojos. La luz blanca de su teléfono sólo acentuaba sus círculos oscuros. Minho frunció los labios antes de abrir los brazos y golpearse el pecho. Una mirada de confusión se apoderó del rostro de Jisung.

"¿Qué?"

"Ven a dormir. Tienes que estar muy cansado", murmuró Minho. Jisung hizo una pausa por un segundo, antes de apagar su teléfono y dejarlo en la mesa junto a la cama. Se arrastró hacia Minho, colapsando encima de él. Jisung lo miró fijamente, una sonrisa apareció lentamente en sus labios.

Los dos rieron ante la proximidad de sus rostros, las puntas de sus narices se rozaron brevemente antes de que Jisung se alejara, dejando que su rostro descansara contra el cuello de Minho. Las mejillas del mayor se enrojecieron por la acción, e instintivamente envolvió sus brazos alrededor de la cintura del rubio.

Se quedaron así, Minho sosteniendo a Jisung con fuerza en sus brazos, trazando formas aleatorias en su espalda, hasta que el rubio finalmente se quedó dormido, poniendo una sonrisa de satisfacción en el rostro de Minho. Ahora que su Jisung se había quedado dormido, él también podía quedarse dormido.