11 de septiembre

"Hey Minho, casi es mi cumpleaños".

"Oh, bueno, feliz cumpleaños anticipado, entonces. ¿Cuándo es?"

"En tres días. Cumplo 19 años".

"Lindo."

Minho tomó nota mental de salir mañana por la mañana para poder comprar algo para el cumpleaños de Jisung. Le hubiera gustado salir en ese momento, pero eran casi las nueve, lo que significaba que tenía que llegar a su clase muy pronto. Jisung ya había regresado de su clase y estaba charlando con Minho a través de la pared mientras el mayor se ponía ropa decente y juntaba sus cosas.

Una vez que hubo reunido todo y decidió que se veía al menos algo presentable, Minho anunció a Jisung que se iría a clase.

A lo que Jisung respondió: "¡Está bien, haz tu mejor esfuerzo! ¡Creo en ti!" Lo que hizo sonreír a Minho.

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"Jisung, ¿Estás despierto?" Minho llamó, dejándose caer en su cama, ya habiéndose duchado y cambiado a ropa cómoda.

"Por supuesto que estoy despierto, son solo las once y algo".

"Qué tonto yo, ¿Qué estaba pensando?" Minho sonrió. "Es solo que estabas tan callado, no estaba seguro si estabas durmiendo o no".

"Te dije que soy capaz de estar callado, simplemente no me creíste". Jisung se rió. "Te escuché cantar en la ducha, por cierto."

"Oh, Dios mío", Minho sintió que sus mejillas ardían ante las palabras de Jisung, avergonzado de que su vecino lo hubiera escuchado.

"Las paredes son delgadas, ¿Recuerdas?"

"Por supuesto que lo recuerdo, no estaría hablando contigo ahora mismo si no lo fueran". Minho agarró la almohada que no estaba usando y se la puso en la cara, queriendo desaparecer en la tela.

"Tienes una voz realmente agradable, de hecho. Casi me quedo dormido escuchando, y eso es realmente decir algo".

"Gracias."

"Me gusta, en realidad."

"Gracias."

"Lo que estoy diciendo es que deberías cantar de nuevo".

"¡No puedo, estoy tan avergonzado!" Minho dijo, abrazando la almohada cerca de su pecho.

"¿Ah, por favor? si no lo haces, yo... ¡Iré y te obligaré!" Jisung dijo con picardía.

"Buena suerte, la puerta está cerrada". Minho se rió entre dientes, sonriendo al escuchar a Jisung quejarse en respuesta.

"¡Maldito seas, Minho, por seguir mi consejo!" Dice en broma, quedándose en silencio después de hablar.

Pasaron unos segundos y Minho gimió.

"¿Qué quieres que cante?" Realmente no podía decirle que no a Jisung, después de todo.

"Cualquier cosa que quieras." Jisung respondió. Minho podía imaginarse perfectamente su sonrisa. Pensó por un momento, luego se decidió por una canción llamada serendipity.

Comenzó a cantar en voz baja, todavía sintiéndose avergonzado, ya que no era el más confiado en su voz.

Cantó la canción, de principio a fin, quedando en silencio al final.

"¿Jisung?" Minho preguntó, sin recibir respuesta.

Porque Jisung, el chico que nunca parecía dormir, se había quedado dormido tranquilamente escuchando la voz de Minho.