Narrado por Tiffany

En cuanto Danny respondió que aceptaba, todos comenzamos a aplaudir.

Se besaron y dieron un fuerte abrazo celebrando el compromiso al que ahora habían pasado en sus vidas. Me ponía muy feliz de ver a dos de mis mejores amigos siendo sumamente felices, el uno con el otro unidos hasta el final.

Volvieron a su lugar y Danny no quitaba su sonrisa del rostro. Era como si todo por un momento se hubiera detenido y solo nos concentráramos en ser felices.

—Estoy tan feliz por ustedes —dije en cuanto Danny volteó a verme.

—Ustedes tres deben ser las damas de honor estelares, y tú también Megan —dijo volteando a ver a esta última—. Quiero que seas parte de uno de los mejores momentos de mi vida.

—Claro que sí Danny, será todo un gusto.

—Que tan escondido lo tenías, eh Dylan.

—Caroline me ayudó ayer, por eso nos ausentamos un momento.

—Ahora todo tiene sentido.

—¿Y qué se siente ser el que dice las palabras? —preguntó Amber sin quitar la mirada de ellos.

—La verdad es que sí estaba un poco nervioso. Las palabras simplemente fueron fluyendo y al escucharlas, en mi mente pensaba que lo estaba haciendo bien. Todo lo que dije fue de corazón.

—Yo lo sé Dylan, lo vi en el brillo de tus ojos —respondió Danny sonriéndole.

Nos quedamos viendo cómo irradiaban una felicidad inmensa. Hasta cierto punto sentí envidia de verlos tan felices, pero era algo que necesitábamos en estos momentos. No importaba que fuese temporal, se sentía bien pensar en cosas felices y no en lo que todavía nos faltaba por estar aquí, en casa.

La música sonaba en medio de la pista de baile. Todos aquellos que no eran parte de nuestro baile de media noche podían estar en el centro, nosotros debíamos esperar a que diera la hora.

Megan se levantó y dijo que un momento regresaría. Porque tenía que ayudar a los demás a la entrega de unos regalos especiales para todos nosotros que habíamos regresado a casa.

—¿Qué piensas Caroline? —pregunté al verla muy seria, mientras volteaba a todos lados.

—Está aquí, solo intento saber quién es.

—¿Estás segura?

—Me lo dijo cuándo nos reunimos. Dijo que me vería en la fiesta, pero es imposible reconocerlo. Todos llevan antifaces, es inútil que siga buscando.

—¿Quieres que nos levantemos a ver?

—¿Podrías...?

—Claro, vamos.

Les dijimos a los demás que volveríamos en un momento. Caroline caminó en frente de mí y empezamos nuestra búsqueda.

Íbamos de mesa en mesa intentando identificar a Evan. Caroline me describió cómo se veía para poderlo encontrar fácilmente, pero no había ninguna persona que tuviera esos rasgos.

¿Y si realmente le dijo eso para asustarla?

Aunque, una parte de mí sabía que él estaba aquí. No iba a dejar que así sin más, disfrutáramos una fiesta.

Recorrimos todo el sitio y no logramos dar con nada. Era inútil buscar una aguja dentro de un pajar. Caroline decepcionada me dijo que regresáramos a nuestros lugares, que lo mejor era disfrutar de esta noche de tranquilidad temporal.

Al llegar a nuestros asientos Megan ya había dejado una caja en nuestra mesa. Danny dijo que los abriéramos al mismo tiempo para saber qué eran.

Tomé mi cajita y al abrirla había un collar muy bonito. Caroline y Amber también habían recibido uno parecido al mío. En cambio, Dann y y Dylan habían encontrado un reloj dentro de sus casas.

Eran regalos del comité de la fiesta. Se habían encargado de dar las gracias con ello, y realmente se habían lucido.

—Se los deben poner, es parte de su outfit —dijo Megan sentándose a un lado mío. Ella ya llevaba su collar puesto, el cual me había gustado más que el que me habían dado a mí.

—¿No gastaron mucho en esto? —preguntó Danny una vez que terminó de ponerse su reloj.

—No importa Danny. Trisha y los demás miembros de las familias originales quisieron que fuera así. Al final, es su forma de agradecerles su presencia esta noche.

—Bueno, pero aun así parecen objetos costosos.

—Y lo son, pero no te preocupes. De verdad, solo úsenlos.

Continuamos en nuestros lugares viendo como la noche seguía avanzando con toda la demás gente invitada. Hasta cierto punto me estaba aburriendo de únicamente estar sentada, esperando a que comenzara la entrada y posteriormente nuestro baile a la media noche.

Sin embargo, traté de no pensar tanto en esas cosas. Seguí observando a todas las personas con el objetivo de encontrar a Evan, pero seguía siendo inútil buscarlo. Caroline incluso me hizo una negación indicándome que ya lo dejará ir, pero algo dentro de mí me decía que estaba cerca. Solo tenía que estar muy atenta a su aparición.

Trisha volvió a tomar el micrófono, haciendo que todos los invitados regresaran a sus asientos. Agradeció mucho el hecho de que estuvieran poniendo ambiente en lo que todo daba inicio.

—Todo el comité está agradecido con cada uno de ustedes. Ahora, debo dar unos pequeños anuncios que tomarán relevancia en los siguientes meses en Stewartville.

Número uno. El toque de queda quedará anulado. Ya fue suficiente tiempo en el que hemos permanecido ocultos después de una hora. Es momento de disfrutar nuestras vidas y nadie va a detenernos.

Número dos. La zona abandonada de Stewartville se convertirá en un parque de atracciones. Es importante que dejemos todo lo malo que ha pasado, es importante que continuemos nuestras vidas sembrando la confianza que antes teníamos como ciudad.

Número tres. El laberinto que está cerrado desde hace años, será demolido para construir una zona escolar nueva. Se piensa en el desarrollo de nuestras futuras generaciones y que tengan las herramientas de crecer en casa para después, salir al mundo externo.

Todo lo que comentó, me pareció muy acertado. Estaba feliz de ver a mi hogar progresando y sanando las heridas que dejaron los acontecimientos que vivimos. Era importante cerrar el ciclo que Malcolm había iniciado desde que los ocho nacieron, era importante continuar nuestras vidas.

—Se está acabando nuestra historia —dijo Danny sonriendo—. Después de todos estos años, dejarán que la historia de este lugar quedé atrás.

—Ya era necesario Danny. No podían pasar el resto de sus vidas viviendo del pasado en el que estuvimos involucrados.

—Lo sé, solo lo decía porque me siento feliz de que después de todo esto podamos continuar nuestras vidas sin mirar atrás.

—Un brindis, ¿no? —dijo Amber tomando su copa.

—Por nuestros futuros, por lo que se llevará el viento a partir de hoy —dije mientras todos levantábamos las copas.

—Por el Club de los Sobrevivientes.