No entendía como había llegado hasta ese punto, todo había pasado tan rápido o quizás fue demasiado ciego para darse cuenta de que como iba terminar y simplemente se negó a creerlo, simplemente apartó la vista y siguió el camino que su cabeza le gritaba que saldría lastimado pero su corazón quiso volver a confiar.

Y nuevamente se volvió a romper, la confianza nuevamente se vio traicionada por los testarudos sentimientos de su corazón que de soñadores, llegaban a rayar lo ridículo y quizás se deba a que nunca experimentó una realidad en la que no sufriera por simplemente hecho de llegar a querer a alguien.

Era como si el mundo se burlara en su rostro, como si le mostrará que nunca podría ser feliz, que estaba destinado nunca podrá amar alguien ya que el sufrimiento vendría de la mano y toda la luz que llegara existir, sería apagada con un simple suspiro. Una pequeña llama de esperanza que no volvería a resistir de nuevo.

Y eso es lo que había pasado en ese momento, algo muy dentro de él se rompió, al igual que su alma se quebraba con cada latido doloroso de su muy herido corazón, mas sentimientos fueron liberados en una marea tormentosa, comenzando arrasar todo a su paso, sin poder luchar contra ello. Había explotado y no podría controlarlo, no cuando la cólera burbujeaba en su pecho, ahogándole en el vacío de su dolor y siendo quemado por la reciente ira que desencadenó al ver aquella persona que pensó que sería diferente.

Que equivocado estaba.

No debió confiar. No debió sentir. No debió amar. No volvería a hacer. Nunca más. Nadie más lo volvería a lastimar.

Aun así, las lagrimas caían por su mejillas, pequeñas y traicioneras, solo unas pocas valientes escapando de aquel verde que se oscurecía en el enfado y en dolor. Golpear al rubio fue casi insignificante, no sintió nada cuando sus nudillos chocaban con el rostro de Theo hasta que este huyó.

Los que si dolieron, fueron los golpe que soltó contra el castaño, su dolor explotando en su cuerpo, la rabia escapando en los gritos en los que voz rota se quebraba con cada segundo en la que la escena se volvía a repetir en su cabeza.

La lluvia se volvería un permanente recordatorio en el que su corazón nuevamente fue traicionado, de cómo la persona que amaba simplemente se burló de sus sentimientos, en su propia casa y frente a él, sin vergüenza alguna.

Solo 3 golpes, cada uno rompiendo lo que alguna vez llegó a latir y que ha considerado muerto para siempre. Porque cuando lo vio a los ojos, no había ni culpa alguna, no quiso saber qué era aquello que se reflejaba en el color whisky que tanto había querido pero a partir de ese momento, había tomado una decisión.

No confiaría en nadie nunca más.

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Ideas que surgen de la nada y esta se me apetece mucho hacerla un fic.
Creo que me mataría solo porque seria mucho angst.

El engaño puede venir de cualquier lado. Derek no tiene porque ser el "malo".

Saludos ~