Bro #2
El mundo es tan incierto, lleno de tantos misterios que en los que cada días puedes llevarte una gran sorpresa. La naturaleza es un sin fin de investigaciones que no pueden llegar a conocer la totalidad de su esplendor. El ser humano desea saciar su curiosidad, resolver todos los misterios que lo rodean cuando el mismo es uno de ellos. Cada persona es diferente a la otra, tanto en su personalidad y su pensamientos, nunca se llegar conocer una persona en su totalidad. Siempre puede haber una nueva sorpresa.
Y vaya sorpresa se había llevado Stiles. Por primera vez su mente quedó totalmente en blanco en toda su vida. Derek -Sourwolf y #BestBroEver- Hale, le estaba dando el beso de su vida. No es que haya besado a muchas personas pero aquello debía ser ilegal. Sentía sus defensas derrumbarse y sus piernas temblar, toda la bronca se había esfumado y lo único que podía escuchar en su cabeza era el rápido latir de su corazón.
Era su Bro, como un hermano de otra madre o eso es lo quería hacerse creer. Puede que muchas veces haya admirado el cuerpo del mayor cuando este no se daba cuenta. Era su hermano, no podía mirarlo de esa manera pero sus ojos no podían evitar el apreciar la formada figura y sentir suspiro escaparse de su pecho. La excusas del frío era cierta pero tenía que admitir que también le gustaba sentirse rodeado por aquellos fuertes brazos, cálido y seguro era la sensación que inundaba su pecho. Debía admitir que el aroma del lobo, a pino y a cuero, le resultaba embriagante. No negaría el hecho que escuchar la grave risa, el verlo sonreír y como sus ojos se iluminaban, su corazón latía con mayor rapidez y llenaba su pecho de una sensación agradable. Le encantaba que le diga "Sti" y los abrazos espontáneos en lo que se tenía que quejar por la fuerza. Mentiría si dijera que nunca había se quedó hipnotizado por aquellos orbes verdes, que nunca ha mirado sus labios con deseado de besarlos o que nunca fue el nombre del mayor el cual susurraba mientras se tocaba imaginando que ese hombre lo hacía suyo. Era inútil negar que no sentía nada por Derek pero sentir aquello por a quien considera como su familia lo confundía.
Era todo una mentira. Él mismo se había convencido de que el mayor era como un hermano, él fue el de la idea de Bro. Se negaba lo que en verdad sentía, no quería verlo de esa manera porque sentía que nunca le correspondería, que nunca sería una oportunidad y simplemente decidió conformarse con tenerlo a su lado. Había supuesto que nunca podrá corresponderle pero en ese momento tenia Derek besándole con hambre.
Literal o en sentido que sea, el mayor avasallaba al menor con sus labios, lo había deseado tanto el besarlo que ya no podía controlarse y estaba devorando al castaño. Stiles simplemente se dejaba hacer, le gustaba sentir el dominio de Derek sobre él. Sentir el calor que desprendía el lobo y la manera posesiva en que lo tomaba no hacía más que derretir su cuerpo.
-Derek...- Susurró una vez que separaron por la falta de aire, el mayor sintió un escalofrío recorrerle la columna y no pudo evitar gruñir al oírlo así. El menor abrió sus ojos encontrándose con los ojos de Derek brillando en azul y en vez de asustarlo, gimió despacio, dedicándole una mirada sumisa.
Sintió su cuerpo chocar contra su armario y el cuerpo del moreno apresándolo en abrazador calor. Las grandes del mayor se apretaban con fuerza a la cadera del menor. El beso expresaban tantas cosas pero aun calaban todo sus deseos, Stiles levantó tímidamente sus manos que fueron acariciando el torso de Derek sobre la ropa para terminar enredado sus dedos en la sedosa cabellera negra.
El lobo mordió el labio del castaño quien tembló involuntariamente sacándole una sonrisa al mayor, tenerlo así de sumiso, temblando por él no hacía que instarle a seguir pero quería controlarse, no quería que todo sea rápido, deseaba que el momento se grabe en la piel de Stiles. Su lobo no conocía que era ir lento o el ser suave, aullaba por hacerlo... fuerte y duro pero sobretodo, marcar al menor.
Además de sentir un infierno por sus deseos juntos a lo del lobo, su corazón latía con rapidez por poder probar los suaves y finos labios, los mordisqueaba y chupaba a gusto haciendo jadear al menor. La lengua se aventuró a cruzar los labios de Stiles como si fueran la última barrera que le quedaba por atravesar, rozando la del castaño y comenzando a dominarla y a hacer que el contacto entre ambos se hiciera más profundo.
Derek comenzó a mover su cadera contra al castaño, provocando una fricción que los dejaba sin aire a ambos. Stiles podía sentir lo duro que estaba el mayor y el saber que era por él le hizo ahogar un suspiro. Sus manos se colaron por debajo de la remera, recorriendo la blanquecina piel del menor, que parecía ceda ante sus manos. Los dedos acariciaban todo lo que estaba su alcance, provocando escalofrío en Stiles quien sentía aquel tacto quemarle. El moreno quería grabarse, mostrar que todo aquello era suyo, que cada lunar sólo podían ser besados por sus labios y acariciados por sus manos.
El gruñido se hizo presente al sentir que la ropa empezaba a estorbar, el lobo tomó por el dobladillo la remera deleitándose por la piel que empezaba a quedar expuesto, mostrando aquellos lunares que parecían esperar a ser devorados. La imagen de Stiles frente a él, ruborizado, su respiración acelerada, sus labios entre abierto y rojos por los demandantes besos, toda aquella piel expuesta solo para él -Eres hermoso- susurro despacio, su voz había salido grave y ronca. El color rojo en el castaño se hizo más fuerte, y su mirada se apartó de aquel azul que brillaba con intensidad, aquel que recorría todo su cuerpo devolviéndole una mirada llena de hambre.
"Debería estar asustado" fue el pensamiento que cruzó en su nublada mente una vez que la caliente respiración de lobo chocó contra su cuello. Pero aquellas ideas de miedo desapareció con su escalofrío, la lengua del moreno recorrió su cuello hasta llegar a su oído donde dejó escapar un gruñido de excitación. Un camino de beso le hizo temblar ligeramente suspirando por las ligeras mordida. Su cuello estaba siendo marcado por aquellos labios que hace poco le había quitado el aire y puede que al siguiente día le eche la bronca pero ahora aquello se estaba volviendo su debilidad. Un punto sensible que nunca supo que tenía y que ahora el lobo marcaba como suyo, provocando escalofrío al rozarle con la barba.
Las manos de Stiles empezando a descender, deseando también poder sentir a Derek. Aquellos hombros anchos y fuertes eran acariciados por tímidas manos que buscaban abarcar lo más posible de aquella fuerte y firme piel. Los músculos del moreno parecían relajarse ante su tacto y le pareció escuchar un gruñido que parecía un ronroneo. Siguió el recorrido, tocando el firme pecho del Lobo, deleitándose de ser quien pudiera tocar aquella masa de músculos, el único que podía ser rodeado por aquel fuerte cuerpo y dejarse embriagar por el calor y el aroma salvaje de este.
Derek sentía como su lobo deshacía ante las tímidas caricias el humano, anhelando más, más contacto entre sus cuerpos. Sus frente estaban juntas y sus respiraciones se mezclaban, gruñidos y suspiros era lo único que se podía oír de su labio que deseaban volver a estar juntos.
Stiles no pudo evitar jadear al sentir las manos en su trasero las cuales masajeaba y apretaba con fuerza mientras su cadera se presionaba contra la suya, suave movimientos le quitaban el aire cuando sus entrepiernas se rozaban. El mayor levantó al menor quien se rió de sorpresa y mientras se abrazaba al moreno, este seguía provocando una deliciosa fricción entre sus cuerpos.
-Stileees...- Gruñó el moreno sobre los hinchados labios del susodicho, era la voz del lobo bañada de deseo y lujuria, el castaño trago saliva ante el hombre que tenia frente, quien parecía querer devorarlo. Literalmente. Se relamió los labios, pudo ver los colmillos asomarse y como ojos brillaban con más intensidad.
-¿De-Derek? ¿Eres tú?- Se aventuro el menor a preguntar, el mayor respiraba entrecortadamente y de su garganta solo salían gruñidos cargados de deseo. No pudo evitar temblar de miedo al sentir los dientes rozar su cuello-. ¿Vas a lastimarme?- Pregunto con temor, no lo veía los ojos pero sintió como este enterró su nariz y aspiró, llenándose del aroma dulzón del castaño para terminar dejando un suave beso.
-Nunca te haría daño- Su voz salió apagada, le costaba apartarse del cuello del menor, lugar el cual sería su favorito en adelante. El olor a café y a menta de Stiles se sentía mucho más fuerte haciéndolo gemir de placer. -. No me lo perdonaría- Agregó besando la sien del menor y llevándolo a la cama donde lo recostó con el mayor cuidado mientras su mirada recorría todas las marcas que había hecho y sonreía satisfecho.
Las manos del moreno volvieron recorren el cuerpo del castaño, aquella imagen de Stiles: bajo su cuerpo, totalmente ruborizado, respirando pesadamente y temblando bajo su tacto. No podía evitar sonreír y repartir beso en pecho lampiño del menor. -No sabes cuantas veces te imagine así- Susurraba contra la piel, mientras sus manos jugaban con los pezones haciéndole gemir. -. Tan mío-
Aquella posesividad en lobo no le sorprendía, había leído en Internet y en los libro de los Hales sobre el comportamiento de los hombres-lobos. Sumamente celosos y posesivos con aquella persona a la que consideraban su futura pareja. Y volviendo a funcionar su cerebro que había sido fundido ante los besos, todo cobraba sentido. La actitud de Derek, su humor con Malia, las noches de lunas llenas... el lobo lo había elegido como su potencial pareja y eso no significa un simple noviazgo, no se acercaba en nada. "Para toda la vida" era la frase que se repetía en su mente y el temor invadió por completo su cuerpo. "¿Acaso Derek quiere todo una vida junto a mi?" Se cuestionó al ver cómo se desarrollaba la situación. El mayor lo había llamado como suyo, eso en parte hacía sentir a Stiles eufórico pero la aterraba en parte iguales.
-¿Soy tuyo?- Preguntó con temor el menor viendo que el mayor detenía los pequeños besos extrañando la calidez de aquello labios, la mirada del moreno parecía cargada de deseo, profunda con cierto brillo especial y sentía derretirse ante aquellos penetrantes ojos verdes.
-Solo si tú lo quieres...- La suavidad con la que hablo le hizo derretirse, sus palabras sonaban suaves a su oído con cierto cariño en ellas. El mayor acercó su rostro, acariciando con su nariz la del menor y llenándose del aroma café que estaba sumamente dulzón en ese momento, acompañado de una pizca de amarga de menta, siendo la combinación perfecta.
-¿Y tu... serias mío?- Correspondió la caricia con timidez, sin poder evitar que su voz temblara por su pregunta. La sonrisa del moreno le demostró que no tenía porqué tener miedo, recibiendo un casto beso.
-Nada más me haría feliz- El corazón de Stiles latió de alegría ante la confesión, aquella sonrisa se le hacía preciosa, la sonrisa de Derek Hale se le hacía irresistible y no podía entender porque se había negado a aceptarlo. El lobo aullaba de euforia, el castaño, SU humano le correspondía y a la mierda si era posesivo pero le encantaba que sea suyo.
Ya no eran necesaria la palabras, aquellos besos y profundas miradas era lo suficiente para comunicar lo sentían. La ropa empezaba a escasear y el mínimo contacto entre sus desnudos cuerpo no hacía más que quitarles el aire. El mero contacto de piel contra piel parecía arder como el infierno pero solo aumentaba el deseo de más. Derek movía sus caderas provocando fricción entre las erecciones, haciendo que el cerebro de Stiles se funda por completo.
Su piel volvió a arder al sentir los dedos del mayor recorrer su torso, no podía evitar suspirar cada vez que sentía el contacto cercano, tan íntimo. La vergüenza de estar desnudo frente al enorme lobo (que incluso sin llevar nada puesto parecía mucho más peligroso y...excitante) le hacía sentirse poca cosa, además que lo tenía el lobo en su entrepierna no era normal. "Ese tamaño no es normal" pensó tragando saliva, en parte ansiaba poder sentir al moreno al igual que ese tamaño le resultaba intimidante, deliciosamente intimidante. Pero la seguridad lo envolvía al solo ver como el lobo lo miraban con anhelo, incluso vio cómo se humedeció los labios con la lengua antes de besar y morder su cintura, un quejido lastimero escapó de sus labios.
Su cuerpo tembló al sentir las lentas caricias sobre la parte interna del muslo, el mayor miraba con una sonrisa como la piel del castaño se erizaba ante el mero contacto. Stiles respiraba con dificultad, estaba demasiado nervioso a la vez que ansioso, era algo totalmente nuevo y el hecho de negar que también estuviera jodidamente asustado seria ridículo.
-No tengas miedos- Ahogó un gemido al sentir la fuerte mano sobre su miembro mientras que la otra acariciaba su mejilla. Tres dedos de presionaron contra su labio inferior y sabiendo el porqué, los recibió empezando a jugar con ellos, lamiéndolos y succionándolos con esmero sacando un gruñido de excitación del lobo.
Saco los dedos de aquella boca que lo volvía loco de diferentes maneras y empezó a deslizar lentamente su mano sobre la polla del castaño, que jadeo al sentir la enorme mano rodearlo acompañado de un beso en la punta.
-Solo relájate- Susurró con voz ronca sobre la dolorosa erección de Stiles, el aliento caliente provocó un escalofrío que lo recorrió de pies a cabeza. Unos dedos fríos acariciaban sus muslos, haciendo un juego tortuoso que venía acompañado del placer de sentir los labios de Derek rodearle y besarle.
-Derek...- Gimoteo al ver como el lobo lo engullía por completo y un dedo empezaba hacer presión en su entrada. Aquella lengua lo hacía sentir en la gloria, se sentía totalmente incómodo ante la intromisión pero el placer opacaba esa molestia y el dolor.
El mayor estaba extasiado con el sabor de Stiles, gruñidos de placer resonaba desde su pecho al degustar aquel sabor tan privado del castaño, puede que sea un poco amargado y toque bastante salado pero para lobo era perfecto. El escucharlo gemir, no hacía más que excitar su lobo quien ya quería entrar en aquel pequeño y delicioso cuerpo pero antes tenía que prepararlo, lo menos que quería era lastimarlo en su primera vez. Un segundo dedo saco un quejido del castaño pero con los movimientos correctos y con su lengua, terminó en ligero temblor de placer junto a un imperceptible suspiro.
Quería que fuera perfecto, marcarse permanente en su cuerpo, que sintiera con intensidad lo que sentía por él. Empujó más adentro, sacándole un jadeo al menor que cambio un gemido al apretar su lengua con el miembro de este. La voz del menor estaba bañada de placer, aquellos suspiros y gemidos que encendían de sobremanera a Derek, venían acompañados de pequeños balbuceos. "Me vas a matar..." fue una de las pocas palabras que Stiles llegó a articular al sentir el tercer dedo abrirlo y rozar un punto sensible que lo desarmó por completo, la manera que gimió el nombre del mayor fue demasiado y subió hacia el rostro para besarlo con hambre. El menor se estremeció al sentir su sabor en el beso pero no le evitó ponerse más duro y mover sus caderas, buscando más placer con aquellos dedos que le quitaban la poca cordura que le quedaba.
-Dios... esa lengua debería ser ilegal- Suspiro una vez que dejo de besarlo, una risa escapó de los labios del mayor al escucharlo. Sus respiraciones lo único que se escuchaban en la habitación, sus miradas no se habían apartado, transmitiendo todo aquello que no necesitaba palabras.
Los orbes verdes, los que ahora se habían vuelto su debilidad ante tal mirada intensa, le hacían una pregunta silenciosa. Los dedos se abrieron mostrando lo dilatado que estaba y sacándole un gemido. Solo un pequeño asentimiento con un pequeño gemido fueron la respuesta necesaria para el lobo.
Un beso suave callo el quejido de los labios del castaño al sentirse vacío pero un escalofrío recorrió su cuerpo cuando el mayor alineó su miembro en su entrada. No podía pensar nada más que estar con Derek, puede que haya negado sus sentimiento pero nunca negó lo bien que se sentía con la compañía del mayor, un calor especial que lo que hacía sentirse protegido, único y especial. Y ahora lo único que su mente deseaba era unirse tan íntimamente con el lobo.
El aire se escapó al sentirlo entrar lentamente y aquellos pinchazos dolorosos era olvidados por los labios del mayor sobre los suyos. Solo era un simple beso que lo desconectaba del mundo. El moreno se deslizaba lento dentro del menor, procurando no hacer ningún movimiento brusco y que se vaya acostumbrando. Era una tortura, una caliente y deliciosa tortura, el calor que lo envolvía le hacía perder el poco control que tenía en él y sobre el lobo, quien arañaba por enterrarse ya en aquel delicioso cuerpo que le pertenecía.
Un suspiro. Fue solo un suspiro que dio rienda suelta al lobo y de una estocada se enterró en el cuerpo del menor, quien siseo de dolor. Derek enseguida tomó su rostro en sus manos y lo beso pidiendo perdón, besando la lágrima que había soltado el castaño. No había podido detenerlo, ese simple sonido en el que apenas había susurrado su nombre fue como una inyección de adrenalina, la manera en la que su voz estaba teñida de placer y como decía su nombre, era la mejor melodía que había escuchado en su vida.
Beso la nariz, cada mejilla, la frente y luego los labios para repetir esas caricias varias veces a la espera de que Stiles se acostumbrara. El menor se sentía tan lleno, suspiros escapaban de sus labios antes los pequeños movimientos del mayor. Un jadeo mezclado de un gruñido ronco soltó el mayor al sentirse apresado por Stiles, quien quería sentir por completo al moreno.
Empezando a moverse lentamente, Derek saca su polla para volver enterrarse lentamente, viendo como el rostro del castaño se llenaba de placer, con sus ojos entrecerrados y su boca entreabierta balbuceando palabras sin sentido o gimiendo su nombre. Quería grabarse esa imagen a fuego, el tener al menor bajo su cuerpo, sonrojado y respirando con dificultad, apenas pudiendo hilar palabras y gimiendo su nombre. Dios, que aquello era la perfección para él, y era todo suyo.
-Mío...- Gruñó en cuello de Stiles dando un estocada profunda que saco un gemido al menor. Salía lento para enterrarse con fuerza, disfrutando tener la voz quebrada del menor en su oído mientras le volvía a besar y morder el cuello. El menor había rodeado las caderas del mayor con sus piernas, sintiéndolo más profundo y sus manos arañaban la enorme espalda del mayor.
Lentamente, sus movimientos iban cobrando velocidad, logrando que el placer en ambos crezca de tal manera que sentían que no respiraban el suficiente aire. Los labios del menor no paraba de balbucear y gemir de placer, aquellas palabras que apenas llegaba a pronunciar era una bella balada para el mayor (incluso si eran insultos dirigidos a él, insultos bañados en placer) y era una de las pocas veces que no tenía el mínimo interés de callar al castaño.
El tono de llamada destruyó la burbuja en la ambos estaban atrapados y no tenían deseo de salir. Stiles gimió de frustración mientras que el mayor gruño con los ojos azules logrando incluso que los vidrios de la ventana temblasen. El menor, quien debería sentirse asustado por escucharlo así por primera vez, se excito de sobremanera y tuvo que acallar un gemido agudo.
Derek arqueo una ceja al oírlo pero no evitó su sonrisa ladina, el castaño se ruborizó y trató de alcanzar su celular que estaba en la mesa de luz. El mayor lo manoteo antes que lo tome y gruño al ver quien llamaba. "¿Quién es?" apenas susurro el menor. El lobo quiso romper el aparato pero decidió que sería mejor marcar terreno ahora.
-Malia- Gruño entre dientes, mientras se concentraba en Stiles, lo único que podía evitar su lobo perdiera el control. SU ancla.
-¿Derek?- Escucho en la otra línea, sorprendida y quizás un poco enfada, su lobo reía. "En tu cara coyote".
-¿QUE quieres?- Escupió cada palabra ya que lo había interrumpido en pleno acto con su compañero.
-Necesito hablar con Stiles- comentó en tono plano.
-Está... ocupado- El castaño se ruborizo ante la mirada del lobo, aquella que primera vez se daba cuenta que significa que lo deseaba.
-¿En qué? ¿Podríamos pasarlo?- Acaso la maldita le había gruñido, él también sabía gruñir y además, parecía que su gruñidos le gustaban al menor.
-No- Fue su escueta respuesta acompañada de una fuerte estocada, tocando justo en punto que hizo gemir alto al castaño, quien inútilmente trato de callar con su mano, la cual fue apartada por el mayor. Stiles vio como el moreno negaba con la cabeza mientras le guiñaba un ojo.
-¿Ese es Stiles?- La voz alarmada de Malia lo hizo sonreír, Stiles en cambio llevaba un puchero que desapareció con una nueva estocada -.¿Que le estás haciendo?- Pregunto al volverlo a oír, sabía que no preguntaba porque tuviera asustada de que le hiciera daño.
-Le hago mío- Y tras eso cortó las llamadas, Stiles no sabía si sonreír o enojarse ante la actitud del lobo. Ahora comprendía el porqué la actitud del lobo cuando se traba de Malia. Estaba celoso y eso le encantaba. No iba negar que le gustaba la nueva posesividad de Derek sobre él -. ¿En qué estábamos?- Preguntó en voz baja y grave, haciendo sonreír al menor tomándolo de la nunca y acercándolo a sus labios.
-Me hacías tuyo- Susurró sobre sus labios para besarlo, invitando al lobo a retomar lo anterior, moviendo su cadera sintiendo el gran miembro dentro de él. El moreno volvió a retomar su movimiento con mayor fuerza y velocidad besándolo, acallando los gemidos que eran mucho más seguidos ahora.
Ya no le importaba que su voz sonara aguda, no quería callarse el placer que le otorgaba su lobo. Y si, es SU lobo, si Derek puede ser posesivo, él también. Su cuerpo temblaba de placer cada vez que el mayor machacaba su próstata con su enorme erección y sentía que el cual momento se derretiría.
Era tan caliente y estrecho que se sentía su lobo babear de placer, la manera en la lo envolvía y lo recibía acompañado de sus dulces gemidos, hacían sentir al moreno en cielo. Su exhalaciones era mediantes gruñidos, cada vez embistiendo mucho más rápido. Se sentía en éxtasis pero todo cambió cuando sintió su miradas brillar en un azul frío y sus garras crecer.
Stiles abrió los ojos para quejarse por haberse detenido pero cuando vio la cara de pánico de Derek, también se asusto un poco. Se estaba transformando en lobo y no podía controlarlo. Quiso apartarse del humano para no lastimarlo pero un suave apretón en muñeca lo detuvo. Boqueo tratando de explicarse o que lo dejara ir para no lastimarlo pero el menor solo negó con la cabeza.
El castaño sabía que estaba pasando, después de todo se había leído todos los libros de Deaton y los de los Hale para compre mejor a su Bro. El lobo quería reclamarlo, no había otra explicación lógica y solo había un método para el reclamo, y por más doloroso que llegara a sonar, él deseaba que el lobo lo reclame. No, que Derek lo reclame.
-Anudame- El mayor abrió los ojos sorprendió, en parte porque supiera aquello y por otro lado, que lo quisiera. Su lobo aullaba de felicidad, la comisura sus labios temblaban por una sonrisa pero arqueo las cejas, en pregunta silenciosa, quería estar seguro de esto. Stiles le dedicó la sonrisa más bella que vio en su vida junto un leve asentimiento, sintiendo la calidez extenderse por su pecho y lo beso.
Derek volvió a retomar las estocadas, esta era mucho más fuerte, sus jadeos eran apagados por los gemidos de su humano gimiendo su nombre, rogando por más, pidiendo más fuerza y él no era nadie para negárselo.
Escucho un auto aparcar frente a la casa de los Stilinski y el olor a perro del desierto le llego a la nariz, gruñendo fuertemente. Como si no le hubiera sido claro al teléfono, empezó a embestir más fuerte al menor haciendo que gimiera su nombre y gritara de placer. Solo unos segundos pudo escuchar las ruedas rechinar con el acelerador a fondo y desparecer el auto en cuestión de segundos.
-Eres mío Stiles- Le susurro besándolo y mordiéndole el labio -. Solo mío-
-Todo tuyo Derek...- Susurró el menor con dificultad y Derek sonrió satisfecho, le hubiera encantado que Malia escuchara eso pero le era suficiente que haya oído como clamaba su nombre.
Era el éxtasis, el placer recorriendo cada punta en su cuerpo, erizando su piel, sintiendo el leve temblor de su cuerpo y corazón bombeando como loco sin poder compensar su respiración. Sus cuerpos perlados por el sudor parecían ser tan diferentes pero en ese momento encajaban como si así fueran destinados a ser.
Arqueo su cuerpo sintiendo como el moreno daba de lleno en su punto, siendo golpeado con fuerza y corriéndose sobre su vientre. El mayor embestía erráticamente, estaba al límite, sentía los temblores de placer llegar a su cuerpo y su gruñido fue aumentado a un rugido al llegar al orgasmo, liberando su semilla dentro del menor.
Un quejido con un suspiro escucho de Stiles al sentir el nudo completarse, sus corazones palpitaban como loco y sus respiraciones eran agitadas. Besaba el rostro del menor para que olvide el dolor del nudo, mientras que pedía que lo mire con aquellos ojos llenos de emociones. Pero había una emoción en él que sentía arder con intensidad por sobre las otras y el no quiso callarla cuando sintió las palabras brotar con naturalidad.
-Te quiero Stiles-
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Holaaaaaaaaa
Me esta costando retomar la rutina pero he aqui un capitulo bien Sukhulento (?
Que me ha costado horrores, el smut no es lo mio :I
hadmoreno es para ti, como prometí, espero que te guste.
Tenia planeado subir otro shot antes de este pero todavía no lo termine u^u
En fin, veré si hacer una parte 3.
Saludos ~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro