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Am i the bad guy? #3

Cada palabra, desde el insulto más pequeño hasta las más envenenadas de agresión, aquellas que serían como dagas al corazón, las más heladas que congelaría cualquier alma para que una simple brisa la destruyera, las brutales como si fueran puños continuos a todo el cuerpo, no importa cómo y con qué intención. Simplemente la aceptaría, recibiría cada una sin responder. Dejaría que destrozaran completamente mi ser.

Mi alma se volvería destruir pero esta vez, simplemente lo aceptaría. Quizás fuera la decisión más estúpida que había tomado en vida, mi propia naturaleza me castigaría por mi decisión pero solo quería su bien.

Incluso si yo tenía que sufrir.


Las heridas de sus manos habían comenzado a cerrarse, La respiración del mayor se compensaba pero su visión no había cambiado, aquel sentimiento todavía pugnaba en azul zafiro y no lograba manera de volver sin sentir esa rabia crecer en su cuerpo.

El lobo de Derek lobo gruñía, se retorcía de los celos y de la rabia, su cólera hacía que el cuerpo del moreno temblara, luchando por mantener aquel sentimiento salvaje de ir y arrancarle la garganta a la coyote, incluso aunque fuese su prima.

Limpió la sangre de sus manos, encontrado parte del piso del cuarto también manchado, no se había dado cuenta de lo difícil que había sido controlar al lobo. Usando todo el autocontrol que le quedaba, El mayor le logró decirle a la manada que el entrenamiento había terminado. Scott, a pesar de ser el Alfa estuvo de acuerdo. Derek sospechaba que solo lo acepto por lo que les pasó a Isaac e Ethan.

La idea de disculparse con ellos golpeaba su mente continuamente, habían sido sus objetivos para descargar la ira. Ya ni sabía cuanta veces los arrojó por el Loft."¿Pero qué les diría?" Se cuestionaba el lobo en los pensamientos, no encontraba las palabras correctas para justificar sus acciones. "Oye, disculpadme por ser el desahogo de mi celos" o "Perdón por haberos roto los huesos, estaba enojado...Vaya disculpas."

La puerta del Loft fue golpeada suavemente sacando al mayor de sus pensamientos, podía sentir la inquietud y la preocupación en el ambiente, pero lo que el mayor no entendía era por qué había vuelto o por qué no entraba directamente. Abrió la puerta para encontrarse con el rostro preocupado de Scott.

-¿En serio crees que es lo correcto?-preguntó sin usar su rango de alfa, sin ser un lobo, solo como un amigo.
-Es lo mejor...
-No me vengas con eso también. -El ceño del Alfa se frunció interrumpiéndolo y cruzándose de brazos. El beta agachó la cabeza, no encontraba cómo mantener su orgullo. Al menor le llamó la atención el gesto de sumisión, a pesar de ser el Alfa en la manada, Derek nunca se había mostrado tan vulnerable. Ya no metería en el problema, ya había liado suficiente y nada parecía mejorar-.Deberías disculparte con los chicos, sobre todo con Isaac, que fue tu beta...-dijo tras un suspiro. Sin decir nada más, se encaminó a su moto.Prefirió guardarse el sermón, si verdaderamente quería que el mayor aprendiera de su error, dejaría que lo hiciera solo.

Porque era un error, Era su error.

El moreno suspiró, sin saber qué hacer, se dirigió a su cuarto para empezar a preparar las cadenas. Hoy había luna llena y eso también provocaba que le fuera más difícil controlar al lobo. Junto a su cama encontró las cadenas que usaba cada noche de luna llena, nunca la había necesitado pero desde que había apartado al castaño de su lado, ya no podía controlar la transformación. Las cadenas estaban manchadas de sangre, no las había limpiado desde la última vez, busco las llaves para los grilletes y un recuerdo vino a su mente.

Cora entró al loft y un fuerte olor acónito la recibió, pero lo que más le perturbó fue el olor a sangre pero no cualquier sangre, la de su hermano. Las compras que cargaba se cayeron y subió las escaleras con el corazón en la boca.

-¡DEREK, ÁBREME DEREK!-gritó al entrar y encontrar la puerta cerrada. Escuchó un jadeo al otro lado de la puerta, un lento latido era lo único que oía pero nada más. Forcejeó Intentó forzar la puerta pero además estaba cerrada con llave, algo pesado le hacía contra fuerza. Rogando que no fuera el cuerpo de Derek, retrocedió y pateó la puerta.

El olor de la sangre y el acónito era mucho más fuerte, mezclándose y causándole náuseas. Todo su cuerpo se estremeció y un gran vacío se hizo en su pecho al ver a su hermano, encadenado a su cama. Cadenas bañadas en acónito rodeaban el torso del lobo, de su remera solo quedaban jirones bañados en sangre, dejando ver las heridas por la fricción de la cadenas y por las propias garras del lobo. El rostro de éste estaba bañado de su sudor, con los ojos cerrados, respiraba con la boca entreabierta, su piel estaba más pálida y sus labios resecos.

Maldiciendo e insultando a su hermano entre dientes, Cora liberó a Derek con sumo cuidado, todo estaba bañado con acónito, incluso el mueble que estaba contra la puerta. Derek no se resistió, estaba muy cansado para oponer resistencia y pedirle que lo dejara atado de nuevo, solo gruñía cada vez que volvía a rozar las heridas.

Rápidamente fue al baño a buscar el botiquín de primeros auxilios que había dejado el humano una vez y comenzó a tratar las heridas del mayor, ahora la delicadeza no le importaba y se lo hacía como castigo por sus acciones. Desinfectó todas las heridas y vendó las que sanaban con mayor lentitud.

-¿Era realmente necesario?-preguntó una vez que lo dejó en la cama del piso de abajo. El cuarto de Derek apestaba a sangre y el veneno estaba en todas partes, lo único que pudo hacer es dejar la ventana abierta, luego dejaría que su hermano se hiciera cargo.
-Es noche de luna llena-gruñó al intentar incorporarse, su hermana con un solo dedo lo volvió empujar.

-¿Y? ¿Me ves a mi encadenada?-Estaba enfadada pero en parte no podía evitar sentirse triste, veía las ojeras bajo los ojos de Derek. Su mente debatía en si debería pegarle o abrazarlo.

-Es diferente...-bufó molesto, sabía a donde estaba yendo la menor, no estaba de humor como para hablar de ese tema.

-Es diferente por tu culpa. -Que no iba andar con rodeos, que le iba ser brutalmente honesta a su hermano, incluso si llegaran a pelearse, para que se diera cuenta de su error.
-No es de tu incumbencia...
-¡Claro que lo es!-exclamó enfadada-. Si mi hermano es el que resulta herido, es de mi jodida incumbencia-
-Sanare, no imp...

-¿¡Acaso eres idiota o te pinto lo masoquista?!-Cora estaba hecha una furia pero de sus ojos no paraban de salir lágrimas. Derek trato de incorporarse y estiró un brazo hacia su hermana quien lo alejó de y manotazo-. ¿Qué hay de ti, eh?...¿Qué hay de tu alma? ¿Acaso también puede curarse?

Sabía a lo que se refería, suspiró para sentarse y volver a estirar la mano, La menor la tomó y se sentó al lado, apoyando su cabeza en su hombro. Derek la rodeo con su brazo, Cora ya no podía controlar sus hipidos pero ya no decía nada más.

-Es lo mejor para él...-Cora bufó ante la respuesta, rodó los ojos y le dio un codazo en las costillas a su hermano, donde tenía una herida todavía curando. El mayor solo siseó de dolor pero no apartó a su hermana.
-Derek, por favor... ¿A cuántos más les vas a decir esa mentira?- Su respiración se había calmado lo suficiente para que se notara su frustración-. ¿Por qué te torturas de esta manera?-

-Él merece a alguien mejor, no alguien con un alma destruida... merece ser feliz y no lo será a mi lado-

-¿Y qué te hace pensar que él es feliz sin tenerte a su lado?-Como si no se hubiera preguntado eso, un millón de veces, había visto lo herido que estaba el menor cuando decidió dejarlo ir pero deseaba que lo pudiera superar, confiaba en que lo haría. "Después de todo... no valgo nada"-. No pienses que no lo vales...- Dijo su hermana, sabía lo que Derek pensaba de él mismo- ...a veces dudé de cuánto amas a Stiles para no darte cuenta lo importante que eres para él-

-Me olvidará...-Dudaba de sus palabras, pero el recuerdo de Braeden en México golpeó su memoria, todas sus heridas en su corazón parecían volver abrirse.

-¿Lo estas compar...

-No, nunca lo haría...-le interrumpió el mayor, nunca la compararía con ellas, solamente con Paige...porque todo los sentimientos era verdaderos,puros. Con un nudo en la garganta, tomó aire para continuar-. Podrá enamorarse de nuevo, como cualquier enamoramiento adolescente, lo superará y seguirá adelante-

-¿Sabes que esto es más que un enamoramiento?- Derek se tensó, tenía sus sospechas pero no pensó que su hermana también lo pensara-. Es mucho peor que se lo niegues al lobo...No sólo te estas lastimando, también lastimas a Stiles. -Por eso se encadenaba, su lobo aullaba por estar con su humano y en luna llena le era imposible controlar ese deseo, ese instinto que él también sufría cada minuto.

Sus heridas no habían sanado por completo pero allí se encontraba, en la vereda del frente de la casa de los Stilinski, cuidado por los sueños del castaño como había hecho noches anteriores. El amanecer estaba solo a unas horas, eso había apaciguado a su lobo pero no podía calmar a su lobo, que olía el sufrimiento de su humano. Gimoteaba y aullaba para poder ir a borrar ese horrible aroma que era la tristeza, sentía arder su pecho por aquel deseo de eliminar aquellas lágrimas que quedaron impregnadas en la almohada del castaño.

Miraba desde la oscuridad del cuarto, el cuerpo dormido del castaño en aquellas cama que le traía tanto recuerdos, todas aquellas veces que lo tomó, en la que se pertenecían el uno al otro o el calor de sólo abrazos y besos, que los actos que demostraban su cariño. Ahora sólo estaba llena de emociones que abrumaban al lobo e instalaban el sentimiento de culpa en su pecho.

Se acercó con suma lentitud, tratando de guardar aquella figura en su retina, de recordar cada lunar en su piel, la esbelta figura bajo la luz del amanecer, de los lentos latidos del corazón que lo arrullaban. Quería grabar su figura como si fuera la última vez que lo pudiera ver y estar tan cerca. No se sentía digno de estar cerca, de poder acariciar la mejilla de aquella persona tan pura que le había demostraba que todavía podía ser feliz.

"Es imposible que yo pueda ser feliz" pensó. "Yo no merezco ser feliz, no con todo las vidas con las que cargo"

-Te extraño...-Su mano acariciaba la mejilla, por un momento le pareció sentir al humano despertar pero le daba igual ya, quería tocar la piel aunque fuera la última vez. Quería volver a sentir esa calidez que desprendía el muchacho, con su sarcasmo y con su sonrisa, que lo hacían sentirse vivo-. Me haces mucha falta...-comenzó susurrando, no quería despertar a Stiles con su lamentos, aunque sabía que su voz en parte calmaba al castaño-. Tu calor es algo que no merezco-. Lo sentía como una despedida, su pecho ardía por lo sentimientos que eran callado.


Sus ojos quemaban, la cadena estaba rota en sus manos, suspiró resignado al ver que necesitaría nuevas. No tendría que preocuparse por romperlas en la noche pero Cora le prohibió usar acónito pero él no podía controlarse sin el veneno. Aquello también se había vuelto una manera de castigarse, y sí, puede que se haya vuelto un poco masoquista.

Su lobo ahora lloriqueaba, no quería volver a sentir el metal bañado con aquella sustancia, no quería volver a sufrir por simplemente querer armar, por seguir sus deseos, por sólo querer estar con aquella persona que lo completaba.

Se sentía tan patético por tener tantos sentimientos que callar, poder impedirse a sentir y ser feliz. Por mentirle a la cara cuando su devoción era más que visible. "Es por su felicidad" se repetía una y otra vez pero una voz en su cabeza lo contradecía "¿Pero es feliz ahora?"

"Lo será sin mí"

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un latir desenfrenado, una mezcla de emociones que hicieron arrugar su nariz, logrando que su preocupación aumentara al reconocer la esencia. Era Stiles. El castaño olía enojo, a tristeza, a miedo... pero lo que más le perturbaba era oler su dolor. Un dolor que él había causado.

Escuchó como al entrar gritó su nombre, un escalofrío recorrió todo su cuerpo haciendo a su lobo encogerse, había ira en el tono de voz. Bajó lo más rápido posible y ahí lo encontró, una tormenta abrumaba al castaño con la adrenalina corriendo por todo su cuerpo, todos los aromas dejaban helado al mayor, quien sentía su garganta seca.

Se lo esperaba, lo había pensado y aunque deseara que no llegara a pasar, lo suponía. No haría nada para impedirlo, recibiría todo el desastre que provocaría la tormenta que era Stiles en ese momento. Porque se lo merecía. Recibiría casa disparo del arma que vio cuando el castaño le apuntó.

Les disparó 2 veces.

Al abrir sus ojos, vio al castaño temblando con el ceño fruncido y labios cerrados formando una línea. Ardía pero el dolor no era lo que esperaba. Miro hacia abajo, donde había impactado las balas pero no había herida alguna. Su vista se dirigió al suelo, encontrándolas en el suelo, a sus pies, comprimidas por el impacto.Balas de goma.

Stiles se le acercó levantando el arma, iba pegarle con la culata, el mayor sólo cerró los esperando un golpe que nunca llegó. Su corazón saltó de golpe al sentir dos brazos rodeándolo y un sollozo ahogado sobre su cuerpo.

El menor lo abrazaba de la cintura y tenía su rostro enterrado en el pecho del lobo, su cuerpo temblaba por el llanto, las lágrimas mojaban la camisa del mayor y podía escucharlo balbucear. "Idiota" era lo que escuchaba de la voz cortada del menor, su corazón se partíaasí, lo único que pudo hacer fue devolver el abrazo. Besó la coronilla del castaño, el aroma de su tristeza le hacía sentirse más culpable de lo que ya era. Susurro un "lo siento" para tener un "Estúpido" como respuesta.

-Que me dispares... ¿Fue idea del Sheriff, no?-preguntó Derek con suavidad al ver el arma en el suelo, Stiles sólo lo abrazó con más fuerza, un suspiro se escapó del moreno al volver a sentir la calidez de ese pequeño cuerpo.

-Sí...-empezó sin apartar el rostro del cuerpo del moreno-. Pero cambié las balas con acónito por balas de goma...-Trataba de hablar con la voz quebrada lo mejor posible, estaba enfadado pero no podía negar que se sentía jodidamente bien en aquellos fuertes brazos. Con toda la ira del mundo, lo extrañaba, extrañaba esa sensación de protección y el calor que desprendía el lobo.

-Debiste usar las balas con acónito...-

-¿Para qué? ¿Las noches de luna llena encadenado no te han sido suficiente?-Todo el cuerpo de Derek se tensó, su brazos se habían apartado del cuerpo del castaño, éste lo abrazó queriendo volver a sentir el calor del moreno.

-¿C-cómo lo sa...
-¿Crees que te ignoraba de en serio?-le interrumpió dejando que la decepción se notara en su voz, "¿Acaso Derek pensaba que lo podía olvidar?"se cuestionaba el menor sintiendo su pecho doler. El mayor no respondió, simplemente dejó su cabeza caer en el hombro del castaño, impregnándose de su aroma, sentía que si se apartaba de él, no podría volver a recordar aquella esencia que le devolvía la calidez a su corazón. No podía evitar temblar al sentir las manos del castaño acariciar su espalda mientras respiraba el aroma salvaje del mayor.
-Deberías odiarme...-Fue un susurro en que podía entender en cada letra el ruego de que no lo hiciera.
-Debería...pero no lo hago-suspiró el castaño, buscando el rostro del mayor pero éste lo abrazó con mucha fuerza, un quejido del menor hizo que agarre disminuyera pero aun así lo rodeaba como si se fuera escapar en cualquier segundo. Quería estar todo el tiempo que le fuera posible ahí, el presentimiento de que fuera la última vez le aterraba. Derek Hale estaba aterrado y Stiles lo sentía, el corazón desenfrenado del mayor sonaba fuerte contra su oído.

-¿Por qué? Yo te he lastimado...-Aunque quisiera disculparse, de decirle cuánto lo siente,cuánto lo ha extrañado y lo mucho que lo necesita, no encontraba las palabras. Cerrado y de pocas palabras era su maldición en ese momento.

-Eso debería preguntarte, ¿por qué?-Stiles se separó de él, Derek quería evitarlo, seguir abrazado solo unos minutos pero no podía negarle las respuestas. Ya no quería negar sus sentimientos. La mirada del mayor, derribó todas sus defensas, su enojo se evaporó en segundo. Ahí, a solo centímetros de él, estaba el gran hombre lobo, con el ceño fruncido pero los ojos vidriosos.

-Por tu felicidad...-Quiso reprocharle, volverle a gritar pero la mirada cargada de emociones de Derek lo calló-. Nunca serías feliz con alguien como yo, un alma tan destruida que tiene las vidas de otros en su camino, he olvidado como amar y siento... miedo de sólo pensar de que mi corazón lo vuelva sentir y sea destruido de nuevo... pero eres diferente, eras mi luz en la oscuridad de mi alma pero yo no puedo amarte, no serias feliz a mi lado, teniendo yo tantos demonios con los que luchar...-Un beso, ese simple roce que hizo que su corazón casi explotara, que su mente quedara en blanco y que su lobo aullara de felicidad y añoranza. Un beso lo calló.

-¿Y quién te hace creer que no soy feliz a tu lado?-Quiso sonar enfadado, pero su voz salió apagada, sentía de nuevo esa decepción de que Derek pensara eso de él. Pero la expresión del moreno lo desconcertó, le sonreía, le sonreía con cariño. Una enorme mano se posó en su mejilla, acariciándola suavemente.
-Yo no merezco a alguien tan perfecto como tu...-Stiles por un momento quiso reír fuertemente y golpearle por decir semejante ridiculez. ¿Perfecto?¿ÉL? Si así lo fuera, tendría a Lydia y a toda la escuela besando sus pies, Harris le pediría de rodillas que lo perdone por su incompetencia y Finstock... quizá podría pronunciar bien su nombre o al menos su apellido de una puta vez.
-Hablas como si fuera gran cosa...-El lobo iba hablar pero le tapó los labios con las manos-. No no, déjame terminar. -Derek asintió y dejó un suave beso en la palma que le hizo cosquillas acompañado por un suave escalofrío-. Soy tan humano como tú, todos comentemos errores, nos equivocamos, nos lastimamos, nos relacionamos, sentimos y pensamos... Yo también cargo con mis propios demonios, pero si me dejo hundir, si me rindo, si dejo que la oscuridad me rodee; ahí es cuando verdaderamente estaríamos fallando como personas. -Tomó aire para continuar, dejando sus manos acariciar el rostro del lobo quien cerró los ojos al contacto-. Nadie dijo que la vida fuera fácil, muchas veces uno tiene que enfrentar un montón de pruebas en las que parece que el mundo te odia y no eres más que la misma burla del destino... No todo tiene que ser superado solo, siempre habrá alguien para ayudarte.Quizás no lo veas al principio o te cueste aceptarlo, pero si en el mundo tuviéramos que resolver todos nuestros problemas solos... pues no habría sociedades, no habría familias, amistades, amores...Porque nuestros caminos siempre se conectan con los de alguien-

-Y dices no ser perfecto...-
-Si serás...Si de verdad quieres que sea feliz, déjame estar a tu lado, déjame estar en tu vida para que podamos combatir nuestros demonios...Juntos-suspiró, deseando con todo su ser que no fuera cierto-. Dijiste que no podías amarme, si fuera cierto... dímelo mirándome a los ojos y te creeré, intentaré ser feliz como tú quieres... sin ti. - Sentía su garganta doler con cada palabra, el miedo le invadía pero no importa lo que dijera, no quería irse de su lado.

-Te amo-

Esas simples palabras hicieron que su corazón volviera a latir, que su sonrisa iluminara la vida de Derek y que las lágrimas volvieran a golpear sus ojos-. ¿Tan difícil era? -preguntó a modo de burla mientras el moreno le besaba la frente-. Y ahora que lo aceptaste, lamento informarte que nunca más me separaré de tu lado-
-Por favor, nada más me haría más feliz-



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Los finales tristes apestan.

Mejor es todo rosado <3 (?

Así mi corazón shipper no sufre.

En fin, Gracias por leer <3 <3 <3

Saludos ~



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