Dalia

Mi padrastro me habia dicho que podía tener un frigo bar en mi habitacion, pero me parecía demasiado ya, así que prefería tener un jarra con agua para hidratarme por las noches, pero ahora habia olvidado llenarla y casi caigo medio dormida por las escaleras al querer ir a llenarla.

Iba recordando todas las maldiciones que conocía en varios idiomas, pegarse en el dedo pequeño del pie, es como mil infiernos, estaba tan concentrada en mi dolor que cuando entre a la cocina no esperaba encontrarme con tal escena.

Jimin estaba sobre la mesa de la cocina mordiendo su camisa del pijama, Jungkook lo tenia sujeto de las piernas mientras se enterraba en él, Jimin se masturbaba, tratando de no gemir. Yo solté la jarra y ambos me miraron, trate de correr pero en mi estupidez pise un vidrio de la jarra, atravesó mi pantufla y se encajo bastante profundo.

Cuando me agache a mirar, Jungkook ya estaba enfrente mío.

—Tranquila.

No podía decir nada, seguía en shock además del maldito dolor en el pie, gracias al cielo Jungkook ya se había subido los pantalones. Me tomo de la cintura y me subió a la barra.

Note que Jimin recogía los vidrios y la jarra, luego salió de la cocina, mire de nuevo a Jungkook que estaba tomando mi tobillo.

—Au, au.

—Vas a tener que ser más fuerte porque tengo que sacar el vidrio.

—Es que duele —sentí el nudo en la garganta por el llanto.

—Tranquila, muerde esto —Jimin me dio una toalla limpia —aquí esta el botiquín.

—Bien, aquí vamos.

Quito mi pantufla que estaba llena de sangre, al igual que la media, dolía porque se movía el vidrio en el pie, después sentí una punzada, me aferre al brazo de Jimin, que me sostenía de una mano.

—Estarás bien, Jungkook sabe primero auxilios y es el primero en su clase de medicina.

Mi madre bajo con el ruido y miro horrorizada la escena, sentí el ardor del antiséptico y volví a sujetarme de Jimin.

—¿Qué paso aquí?

—Dali vino por agua, y se tropezó lastimándose con los vidrios de su jarra —Jimin contesto por mi mientras seguía siendo curada.

—Lo bueno, que Jimin y yo jugábamos videojuegos en la sala y logramos escucharla, listo ya quedo.

—Son tan buenos chicos.

—Haríamos cualquier cosa por mi hermanita, la ayudare a subir a su habitación.

—No es necesario.

Baje de la barra cojeando del pie, mi madre me ayudo a sostenerme para irme de nuevo a mi cuarto.

—Dile a tu esposo que si quiero el frigo Bar.

dejenme contarles de donde salio esto....

lo soñe XD