Aproximadamente dos días habían pasado desde que Jungkook tuvo la dicha de dormir abrazado con Taehyung, con su hermanastro. Y era preocupante la manera en la que el adulto se hacía cada vez más ideas bizarras en su cabeza acerca de su hermanito, nadie notaba su conducta obsesiva excepto su padre quien por supuesto le apoyaba en su demencia. Él tenía sus razones y claro que la más importante era su hijo, siempre estaría dispuesto a apoyarlo en sus más oscuros deseos por su propio bien. ¿Qué le esperaría a Taehyung en una casa como esa con dos personas completamente fuera de sí? Sólo una tragedia, sólo el infierno, el propio infierno personal para Kim Taehyung.
—Llegaste tarde. —La dura voz de Jungkook finalmente se atrevió a hablar por primera vez desde que ambos venían de la escuela, el enojo era palpable entre ambos. —No es mi culpa, es la tuya.
—¡No tenías porque ir a buscarme hasta mi universidad! ¡Le dije a mamá que volvería a casa acompañado!
Jungkook le dedicó una mirada sombría a su hermano menor, parecía estar enojado pero eso no lo hacía inmutarse ni un poco.
—Son las seis con veinte minutos, sales exactamente a las cinco y media de la universidad y no tardas más que dos minutos en volver a casa. —Reclamó el azabache tajante sin dejar de observar al enojado castañito. —¿Qué estabas haciendo? ¿Y por qué aún estabas afuera de la universidad con ese chico?
—¡Jungkook! Ya basta, en serio. Le dije a mamá que tardaría, tú no eres ella para decirme que hacer o no. —Respondió dejando caer su mochila en el sofá, el mayor tuvo que enterrarse las uñas en el brazo para contenerse del terrible enojo que comenzaba a adueñarse de él.
—¿Quién es? ¿Es el mismo chico de la otra vez?
—Jungkook, si sigues pregunta-
—Te pregunté algo, Jeon Taehyung.
La mirada serena de su hermano sobre él lo hacía confundirse, a pesar de tener una expresión tranquila podía sentir perfectamente la aura tensa a su alrededor.
—Sí, es Seokjin. Ya basta con eso, por favor. No te interesa. —Pidió pasándose las manos en la cara con fastidio, cuando quiso subir las escaleras fue nuevamente detenido por su hermano.
—¿Por qué te quedas con él en la salida? ¿Por eso has estado llegando tarde, cierto? ¿Qué tanto haces?
—¡Ya basta! ¡Hablo en serio! No estés tomando atribuciones que no te corresponden para nada, Jungkook. No eres mi padre.
—No lo soy, claro que no. —Se apresuró a responder con una extraña sonrisa en su rostro, Taehyung sintió ganas de huir y hacerse bolita entre sus sábanas. —Soy tu hermano mayor, sólo quiero protegerte.
—Que seas mi hermano ahora, no te da el derecho de meterte en mi vida. —Le dijo soltándose de su fuerte agarre con brusquedad, Jungkook apretó sus puños con furia.
Seokjin se las pagaría muy caro, en especial por poner los ojos en su pequeño bebé. Oh, claro que lo haría.
—¿Cuánto tiempo vamos a estar aquí, mamá?—Le cuestionó Taehyung a su mamá mientras se dejaba acariciar el cabello, Euni detuvo todos sus movimientos angustiada por la pregunta.
—¿Por qué? ¿No te agrada estar aquí?
—No es eso, mamá. Es sólo que apenas conocí a Dan y ya estamos viviendo aquí, me parece muy rápido.
—Sólo es para que pudieran conocerse mejor pero tienes razón, cielo. —Asintió la mujer con una pequeña sonrisa de compresión, se sintió aliviada al saber que Taehyung aún la apoyaba en su idea de casarse. —¿Te parece si mañana nos vamos? Le diré a Dan, además supongo que extrañas a Hoseok, ¿Verdad?
El joven asintió rápidamente ganándose una risa por parte de su madre, ella sabía lo mucho que ambos eran unidos.
—¡Sí! Ya extraño a Hoseok hyung mucho.
—Entonces ya está, cielo. Mañana nos vamos. —Declaró revolviendo sus cabellos con dulzura, su lindo momento entre madre y hijo fue cruelmente interrumpido por un ruido desde la puerta que los hizo asustarse de la impresión.
—¿Oíste eso?—Le preguntó Taehyung escondiéndose detrás de su madre, frunció sus cejas y con un puchero en sus labios hizo que su mamá avanzara. —Ve tú, mamá.
—Qué miedoso eres, pimpollo.
—¡Mamá! ¡No me digas así!
Ambos se miraron entre sí y se unieron entre grandes carcajadas, Taehyung sólo necesitaba de su mamá para ser feliz.
Y Jungkook, bueno, Jungkook respiraba de manera agitada escondiéndose detrás de la pared. Observando todo, analizando lo que haría y por supuesto, acechaba a su presa.
—Busco a mi primo, olvidó su móvil en mi casa.
—¿Cuál es el nombre de tu primo?
La recepcionista ni siquiera miró a la persona que estaba de pie, con aburrimiento hacía garabatos en su libreta sin inmutarse de la presencia.
—Su nombre es Seokjin. —Se apresuró a responder rápidamente, trató de respirar tranquilamente pero no podía, estaba tan tenso que podría explotar.
—Oh, el joven Kim Seokjin. —Mencionó en voz alta la recepcionista, en ningún momento lo miró así que estuvo agradecido por eso. No quería cabos sueltos. —Sí, pase. El número de su apartamento es 233.
Agradeció con una pequeña sonrisa antes de subir por el ascensor de manera victoriosa, ¿Así de fácil eran las cosas? Si hubiera sabido que así de fácil se soluciona todo entonces Kim Taehyung estaría con él desde el primer momento pero claro que no podía. Nada podía arruinar su fachada, no aún.
Tocó el timbre de la puerta con insistencia, el sonido comenzaba a irritarlo de gran manera que si no fuera porque Seokjin abrió la puerta entonces el botón sería historia.
—¿Jungkook? ¿Qué haces aquí?
—Vengo a darte una mini visita y un grande consejo acerca de mi pequeño hermanito.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro