Un apuesto joven de cabello alborotado platicaba con su par de amigos en el pasillo de una preparatoria, mientras esperaban que llegue la hora de su clase.

Y es por ello que estoy muy, muy feliz, decía Gokú, con una amplia sonrisa de oreja de oreja.

Ya decía yo, que algo debió pasar en estás horas que no supimos nada del otro, para que traigas esa sonrisota, lo que no imagine es que hayas conseguido la oportunidad que tanto buscabas con Ox, expreso Vegueta, con una sonrisa en su rostro.

Bueno, solo conseguí su amistad, pero por ello se empieza, ¿no?, contesto Gokú con optimismo.

Si, por ello se empieza Kakaroto, dijo el joven cabello de flama.

Ahora solo hacer tu mismo amigo, agrego Krilín con una amplia sonrisa.

Si, ello pienso hacer, ser yo mismo, solo dejarme guiar por mi corazón para conquistarla, expreso Gokú, cuando a lo lejos vio venir a la pelinegra. Allá viene mi muñequita, acotó.

Voy a darle el encuentro a mi Bulma, de seguro ya llego y debe estar mirándose su hermoso rostro en uno de los espejos de los servicios higiénicos, ya saben que ella siempre tiene que ver que su imagen este perfecta antes de entrar al aula, dijo Vegueta, girando sus pasos, para echar a andar en dirección contraria a la que venía la pelinegra.

Y yo voy a esperar a mi rubiecita, de seguro ya debe estar por llegar, agrego Krilín, retirándose también del lugar, pasando junto a la pelinegra. ¡Hola Milk! expreso el calvo, al pasar cerca de ella.

¡Hola! respondió con calma la pelinegra continuando su camino hacia el aula.

El maestro aún no llega, pronunció Gokú, al verla pasar cerca de él.

¡Ah! ¡Hola! dijo Milk con calidez, deteniendo su avance.

¡Hola muñequita! contesto Gokú, acercándose a ella.

Sin....

Te digo así, porque pareces una muñequita, y por lo mismo ese apodo va bien contigo, agregaba el apuesto joven de cabello alborotado, con dulzura.

¿No hay nadie aún en el aula?, pronunció la pelinegra, sin responder a lo que el apuesto muchacho dijo.

No, Vegueta, Krilín y yo, fuimos los primeros en llegar, es que teníamos tanto que platicar, que decidimos venir con media hora de anticipación, pero ellos fueron a buscar a sus chicas, respondió Gokú, con una cálida sonrisa.

Claro, contesto Milk.

¿Y qué tal pasaste las horas que restaron de la Navidad?, añadió el apuesto joven.

Fuimos a casa, descansamos un poco y luego fui con papá a dejarle flores a mamá al cementerio, y volvimos a casa, para ver una película mientras comíamos galletas y refresco....

Mientras la pelinegra hablaba, el joven de cabello alborotado no hacía más que mirarla como hechizado.

Al menos ya somos amigos, aunque yo no solo quiero tu amistad, quiero tu amor, pero sé que debo ser paciente, no quiero arruinar lo que estamos construyendo ahora, pensaba Gokú.

¿Y tú que hiciste las horas restantes de la Navidad?, pronunció Milk, sacando de sus pensamientos al apuesto jovencito.

Dormir por muchas horas, es que estaba muy cansado, y luego jugamos en familia videojuegos, papá y mamá versus mi hermano y yo, decía el joven de cabello alborotado sonriendo.

¿Y quienes ganaron?, acotó la joven en tono curioso.

Mi hermano y yo, aunque el mérito de la victoria es de mi hermano, yo la verdad estaba tan feliz que me la pase muy distraído, respondió Gokú.

Milk, solo sonrío ante su repuesta, al tiempo que un grupo de chicas se acercaban al lugar donde estaban los pelinegros.

Gokú hermoso, decían las chicas.

Entrare al aula, expreso la pelinegra, con la mayor calma que pudo.

Espérame, yo voy contigo, respondió Gokú, mientras sus fans los miraban a ambos.

Gokú bello, nos debes nuestra reunioncita de Navidad, dijo una de sus fans en tono meloso, mientras la pelinegra continúo su camino hacia el aula.

Sí, es cierto, la reunioncita, para darte tu regalito, agrego otra.

Pongamos de acuerdo ahora mismo Gokusito, decía una peliazul de cabello largo.

Chicas, lo siento, pero no habrá reunión de Navidad, a menos que en ella este Milk, pronunció el apuesto joven con calma.

¿Y por qué debe estar ella?, expreso con molestia Caulifla, aunque ya sabía la respuesta.

Porque ustedes son mis amigas, pero ella es la niña que amo, y lo que menos quiero es que por absurdos malentendidos pierda lo que acabo de avanzar con ella, dijo Gokú, con sinceridad.

Por mí no hay problema, y que bueno que tu relación con ella este mejor, pronunció Sayuri.

Por mí tampoco hay problema, agrego Vados.

Ni modo, si ya has logrado romper la barrera que ella puso entre los dos, como buena fan tuya, solo me queda, felicitarte y decirte que encantada que Milk sea parte de nuestra reunión de amigos por Navidad, añadió Cirys.

Opino lo mismo, aunque me hayas roto el corazón, eso si mi regalito me tienes que recibir, expreso Marón, con cierta nostalgia.

Pues yo no estoy acuerdo, Ox, no es parte del club de fans de Gokú bello, por lo tanto, no tiene nada que hacer en nuestra reunión, dijo con firmeza Caulifla.

Bueno, somos mayoría Caulifla, por lo tanto, en la reunión de Navidad pendiente puede participar Milk, si lo desea Gokú, pronunció Sayuri, mientras la nombrada, decidió alejarse del grupo.

Bien, ¡gracias! ¿Y para cuándo sería?, agrego el apuesto joven.

Para el fin de semana, ¿les parece?, añadió Sayuri, mirando a los demás.

Sí, respondieron.

Bueno, voy con Milk, expreso Gokú, bajo la mirada de molestia de Caulifla.

En tanto:

Lo dices en serio Vegui, decía una peliazul, mientras se miraba en un pequeño espejo, al tiempo que se colocaba brillo labial.

Claro que lo digo en serio linda, respondió el nombrado, haciendo una pausa para agregar: Mujer, ya estás hermosa, no es necesario que te coloques nada más, o llegaremos tarde a clases.

Ay, como eres Vegui, expreso la peliazul, sonriendo.

Solo digo la verdad mujer, tú eres hermosa, no necesitas colocarte tanto maquillaje, añadió Vegueta.

Lo sé, pero me encanta resaltar aún más mis atributos, pero estas en lo cierto, ya es hora de ir al aula, y más con semejante notición, Milk acepto la amistad de Gokú, aunque tú y yo bien sabemos que Gokusito no solo quiere la amistad de mi amigui, decía sonriendo Bulma.

Bueno, ello es algo que todos lo saben, hasta Ox, solo que ella fingía no saberlo, pero de seguro ahora ello cambiará, ¿no?, respondió Vegueta.

Esperemos que sí, contesto la peliazul sonriendo.

Pasillo:

Una rubia caminaba junto a un calvo hacia su aula, mientras platicaban.

Fue un milagro de Navidad, decía Dieciocho sonriendo.

Así es, contesto el calvo.

Entonces al fin podremos llamar a Gokú por su nombre frente a Milk, acoto la rubia.

Si, respondió Krilín.

Y Milk le dijo a Gokú el motivo de su rechazo, agrego Dieciocho.

No, le dijo que él debe de descubrirlo, contesto el calvo.

Aula:

Un par de pelinegros estaban sentados en asientos contiguos platicando, mientras sus compañeros que estaban dentro del aula los miraban y murmuraban entre ellos.

Ox le está hablando con cordialidad, murmuraban los jóvenes.

No hagas caso a nada de lo digan, ¡por favor! decía Gokú en tono de súplica.

No lo haré, no te preocupes, no pienso dejarme llevar por comentarios, respondió Milk, haciendo que el rostro del apuesto joven se ilumine de alegría.

¡Gracias! pronunció Gokú haciendo una pausa para agregar: ¿Qué me respondes a lo que te propuse?

Que vayas solo, es una reunión que tus fans quieren hacer pata ti, por lo mismo, lo correcto es que vayas solo con ellas, yo...., decía la pelinegra.

Comprendo, tú no eres mi fans, apenas estamos empezando una amistad, respondió Gokú con la mayor calma que pudo, al tiempo que un calvo y una rubia ingresaron al aula y se acercaron al lugar donde estaban los pelinegros, interrumpiendo la plática que sostenían.

¡Hola Milk! ¡Hola Gokú! expreso la rubia de cabello corto, posando su mirada en la pelinegra.

Me imagino que Krilín ya te lo comento, ¿no?, decidí darme la oportunidad de tratar a Son, expreso la pelinegra.

¡Qué bueno amiga! respondió la rubia de cabello corto.

A los pocos minutos, entraron Bulma y Vegueta, seguidos de su maestro, ante ello, el joven de cabello alborotado y el calvo fueron a sus lugares.

Tras más de 2 horas de clase, la hora del receso llego, el joven de cabello alborotado observaba desde su lugar a la pelinegra salir del aula, mientras sus amigos guardaban sus útiles utilizados.

¿No piensas ir tras de ella?, dijo el joven cabello de flama.

No, no voy a cometer los mismos errores, respondió Gokú.
Buena decisión, contesto Vegueta.

Estoy de acuerdo, agrego Krilín.

Días después:

El joven de cabello alborotado, que vestía un gi de color naranja, platicaba con un grupo de chicas en un pasillo, cuando vio venir por el pasillo a una pelinegra.

Entonces así quedamos chicas, dijo Gokú, antes de alejarse de sus fans, para ir junto a la pelinegra. ¡Hola Milk! ¿Yendo al taller?, acoto.

Sí, respondió con calma la joven.

Yo también voy para allá, agrego el apuesto joven.

Entonces, ¡Vamos juntos!, respondió con calma la pelinegra.

Sí, ¡Vamos juntos!, contesto Gokú, haciendo una pausa para añadir: ¿Qué harás el último día del año?

Iremos a Fripan con papá, respondió Milk, mirando la reacción de su amigo.

Viajarás, dijo el apuesto joven, sin notar que la pelinegra sonrió, mientras movió su cabeza de un lado a otro.

Sí, ¿Y tú?, contesto con calma la joven.

Mi familia hará una fiesta en casa para recibir el nuevo año, yo quería invitarte, pero como viajarás, ya serás para otra oportunidad, decía Gokú, con la mayor calma posible.

Si, será para otra oportunidad, respondió Milk, deteniendo su andar, frente al aula donde se llevaba a cabo el taller de artes marciales, al tiempo que una joven de cabello en puntas salía del aula.

Gokú hermoso, ¿es cierto lo que escuche?, decía Caulifla, mirando con molestia a la pelinegra.

Voy entrando, expreso Milk, mientras el joven de cabello alborotado asentía, y la joven de cabello en puntas la miraba con rabia.

¿Qué escuchaste Caulifla?, dijo con calma Gokú.

Que Ox no estará en la reunión postergada de Navidad, agrego Caulifla.

Pensé que no pensabas ir a ella, respondió el joven de cabello alborotado.

Ello pensaba, pero al no estar Ox, claro que estaré presente, contesto la joven de cabello en puntas.

Milk no es mala chica, deberías darte la oportunidad de conocerla, dijo Gokú.

¿Para qué?, no quiero ser su amiga, además ya falta poco para que acabe la preparatoria, y lo más probable es que no la vuelva a ver, respondió Caulifla, haciendo una pausa para acotar: Pasemos al aula, solo faltaban ustedes, el profesor estaba dándonos los nombres de nuestros oponentes para la práctica calificada de hoy.

El joven de cabello alborotado, prefirió no decir más y entro al aula tras la joven de cabello en puntas.

El maestro ya nos designó a nuestro oponente para la práctica calificada, dijo Krilín.

Ah, sí, ¿y con quién será mi compañero de practica?, expreso Gokú.

Diecisiete, pronunció Vegueta acercándose al grupo.

Horas después:

Mi número de celular, decía pestañando la pelinegra.

Sí, para mandarte un saludo por año nuevo, respondió Gokú con una bella sonrisa en su rostro.

Pensé que te la habías ingeniado para conseguirlo, expreso Milk.

Sí lo intente muchas veces, pero las únicas personas que sabían el mismo, eran Bulma y Dieciocho, y ninguna de ellas quiso dármelo, ya luego me resigne a esperar el momento adecuado para pedírtelo personalmente, agregaba el joven.

Y ese momento es hoy, dijo la pelinegra.

Sí, no nos veremos hasta el próximo año, respondió Gokú con cierta nostalgia.

No seas trágico, que el próximo año está solo a dos días, expreso sonriendo Milk.

Lo sé, pero para mí esos dos días serán eternos, por ello quisiera saber tu número de celular, para enviarte un mensajito, nada más, prometo no....

Bien, toma nota, dijo la pelinegra, interrumpiendo lo que el joven iba a decir.

Te escucho, respondió Gokú, con una amplia sonrisa en su rostro.

2 días después: "Casa Son"

Raditz observaba la cantidad de bolsas de regalo que estaba sobre un sofá, en la habitación de su hermano menor.

Vaya hermanito, sí que eres popular, decía Raditz sonriendo.

¿Ya llegaron los tíos?, expreso Gokú.

Sí, mamá por ello me mando a buscarte, respondió el joven de cabello largo.

En tanto:

Una pelinegra abordaba un tren junto a su padre llevando consigo una pequeña maleta, mientras pensaba: Creo que fue una buena decisión darle mi amistad, ahora que lo estoy tratando más me doy cuenta que no es mala persona, solo un tanto despistado, bueno, bastante despistado.

Hija, dame tu maleta, escucho.

Sí papá, respondió la joven.

Horas después: "Fripan"

La pelinegra abría un mensaje de texto que le había llegado a su celular, mientras sonreía, al leer el texto.

¡Feliz año nuevo muñequita!

Gracias por permitirme empezar este nuevo año con tu amistad.

S.B.S.E.E.T.C

Milk miro extrañada las letras que había escrito bajo el corto mensaje y sonrió.