Capítulo 11: Eres insoportable
Un apuesto joven de cabello alborotado se encontraba sentado en su escritorio escribiendo de manera muy concentrada algo en su cuaderno, que ni sintió el momento en que su hermano mayor entro a su habitación y camino hacia el lugar donde él estaba.
¿Qué haces?, dijo Raditz, en tono curioso, haciendo que su hermano menor cerrara su cuaderno rápidamente y con una sonrisa nerviosa posara su mirada en él.
Nada importante, contesto Gokú, mientras sonreía.
¿Y por nada importante estás así de tenso?, acoto el joven de cabello largo, tratando de no sonreír por la actitud de su hermano.
Yo tenso, claro que no, dijo el apuesto joven de cabello alborotado, poniéndose de pie, al tiempo que agregaba: ¿Qué te trae por aquí hermano?
Vine trayéndote el mandil para tu práctica de laboratorio, contesto Raditz.
El mandil, expreso Gokú.
Sí, dijiste que lo necesitabas para mañana, ¿no?, agrego el joven de cabello largo.
Sí, lo necesito para mañana, dijo el apuesto jovencito suspirando, mientras pensaba: E esperado tanto a que llegue este día, hasta que al fin llego, mañana compartiré un momento con la bella Milk y ese momento tiene que ser especial, muy especial, aunque estoy consciente que debo ir paso a paso con ella, quiero mañana al menos arriesgarme un poquito más...
Hermano, hermano, pronunciaba Raditz.
Step by step, dijo Gokú.
¿Qué?, contesto sonriendo el joven de cabello largo.
¡Eh! ¿Qué pasa? respondió el joven de cabello alborotado.
Es lo que quisiera saber, ¿Qué te pasa hermano?, dijo sonriendo Raditz.
No me pasa nada, es solo que estuve pensando en que experimento haremos mañana en la clase de ciencia,....
Al día siguiente: "Preparatoria Dragón"
Una pelinegra caminaba por un pasillo, cuando de repente un par de hermosas jovencitas le dieron el alcance.
¿Vas al laboratorio?, dijo una de ellas.
Sí, respondió con pesar Milk.
¿Y pensaste en el taller de robótica?, hoy se cierran las inscripciones, pronunció una rubia.
Sí es cierto, dijo Bulma, haciendo una pausa para añadir: Nos hubiera encantado hacer equipo contigo en el taller, pero creo que no lo piensas tomar, ¿verdad?
¿Hasta qué hora se puede hacer el registro?, expreso la pelinegra con calma.
Hasta el mediodía, pero si gustas yo me puedo comunicar ahora mismo con la asistente del maestro de robótica para que registre de una vez, ya luego regularizas lo que falte, contesto Dieciocho.
Bien habla con ella, parece interesante ese taller, dijo Milk con calma.
Claro que es interesante,...., respondía Bulma, mientras caminaba junto a la pelinegra.
Laboratorio:
Ya Kakaroto, ponte quieto, pronuncio con firmeza un joven de cabello de flama, al ver a su amigo, ir y venir hacia la puerta de entrada del aula.
Es que me preocupa que no vaya a venir, porque tiene que hacer grupo conmigo, decía Gokú.
No creo que no venga, ella es muy cumplida, no por algo fue la mejor alumna de su aula, expreso Krilín.
Ello es cierto, dijo Vegueta, al tiempo que la nombrada entraba al lugar seguida por la peliazul y la rubia. Allí la tienes, agrego, mientras la pelinegra caminaba hacia una de las mesas de trabajo del lugar.
Yo me quedo en esta mesa, pronunció el calvo, mientras se colocaba su mandil, y con una sonrisa de bobo, miraba a la rubia acercársele.
Bien, yo ocupare la que está al frente de esta, expreso el joven de cabello de flama, mientras la peliazul se acercaba a él.
Yo voy donde mi muñequita bella, dijo suspirando Gokú, al tiempo que sus amigos recibían el saludo de las chicas con las que trabajarían.
¡Hola! pronunció Gokú, tras llegar a la mesa donde estaba la pelinegra.
¡Hola! respondió con seriedad la pelinegra, mientras se ponía su mandil.
Pareces un ángel, expreso el joven de cabello alborotado al ver a la jovencita, con el mandil puesto.
Ahórrate tus comentarios, pronunció con molestia la pelinegra, tratando de mostrar la incomodidad que sentía al tener que trabajar junto al apuesto joven de cabello alborotado.
Step by step, dijo Gokú sonriendo.
¿Qué?, contesto la pelinegra, enarcando una ceja.
Paso a paso, respondió el apuesto joven.
Se perfectamente lo que significa, lo que no comprendo, es ¿por qué lo dijiste?, no tiene sentido ello, agrego molesta Milk, al tiempo que sus demás compañeros entraban al aula.
Claro que lo tiene, dijo Gokú, haciendo una pausa para acotar: A veces hay que ir paso a paso para conseguir lo que se quiere en la vida, y ello es lo que pienso hacer contigo....
Ante las palabras que decía el apuesto joven de cabello alborotado, la pelinegra sintió cierta incomodidad, y decidió darle la espalda, mientras unos compañeros de ellos que habían escuchado lo que el joven de cabello alborotado dijo, empezaron a emitir sus comentarios.
Tú no pierdes tiempo Son, pronunció uno de ellos.
Además siempre tienes las palabras perfectas para hacer caer a la chica que te propones conquistar, agrego otro de ellos, siendo estas las palabras que hicieron que la pelinegra rompa su silencio.
Dejen de decir tanta tontería, expreso Milk con firmeza, mirando al par de jóvenes que dijeron ello, haciendo que estos, continúen su camino a la velocidad de un rayo hasta sus ubicaciones. Luego de ello, la pelinegra poso su mirada en el joven de cabello alborotado, para agregar: Y tú deja de estar dando motivos para que empiecen hacer comentarios absurdos.
Comentarios absurdos, yo no lo veo así, yo en verdad quiero conquistarte, dijo Gokú con dulzura.
Vaya que no solo eres cínico, sino además insoportable, respondió la pelinegra con firmeza, mientras sacaba un libro de su bolso, para segundos después empezar a leerlo.
No me digas eso..., decía Gokú, quedándose callado, al ver entrar al aula a su maestra de ciencia.
La maestra empezó a darles las indicaciones para la práctica del día, aunque Gokú no le prestaba la más mínima atención a esta, por pasársela pensando en la manera de llegar al corazón de la pelinegra.
El apuesto muchacho saco un cuaderno de su mochila, abrió el mismo, y con ayuda de un bolígrafo, hizo una raya, sobre algo que había escrito en una de las hojas de su cuaderno.
Luego de ello, guardo, nuevamente su cuaderno en su mochila, mientras miraba por momentos a la pelinegra, quién escuchaba atentamente, lo que su maestra decía.
Tras algunos minutos, la maestra termino de dar las indicaciones de trabajo, y empezó a comprobar la comprensión de las mismas, dirigiéndose a sus alumnos con algunas preguntas, siendo uno de los alumnos afortunados el apuesto joven de cabello alborotado.
¿Qué haremos en la clase práctica?, decía Gokú, sonriendo de manera nerviosa, mientras la pelinegra llevaba una de sus manos a su frente y movía su cabeza de un lado a otro, al tiempo que los amigos del apuesto joven, susurraban lo que deberían de hacer, pero este no lograba escucharlos. ¿Qué dicen?, expreso el joven de cabello alborotado girando su rostro, hacia el lugar donde estaba sus amigos.
Joven Son, para la próxima vez se quedará sin receso si no me presta atención cuando estoy hablando, pronunció con firmeza la profesora.
Bien profesora, ¡disculpe! estaré más atento, dijo Gokú.
Eso espero, respondió la maestra, posando su mirada en otro de sus alumnos. Joven Ouji, ya que estuvo tan entusiasmado por hablar, ¿podría usted decirnos que haremos en la práctica de hoy?
Por supuesto maestra, contesto Vegueta, haciendo una pausa para continuar diciendo el tema de práctica.
Luego de que el joven de cabello de flama terminara de hablar, la maestra dio la orden de que los alumnos empiecen hacer lo que ella había indicado.
Pobre Gokú, siento que el trabajar con Milk, no lo beneficiara mucho, pronunció Bulma, mientras sacaba unos materiales de unas cajuelas de la mesa que compartía con el joven de cabello de flama.
No lo creo así, Ox es una alumna aplicada, de hecho ella sola sacará adelante el experimento de hoy, pero como la nota es de equipo, mi amigo saldrá beneficiado, aún sin que haga nada, contesto Vegueta con calma, mientras ayudaba a ordenar los materiales a la peliazul.
Tal vez, pero no aprenderá nada, y el examen practica final lo tendrá que dar solo, respondió Bulma.
Cierto, aunque para ello aún falta, y Krilín y yo tendremos que apoyarlo para que lo pase, dijo el joven cabello de flama.
Son buenos amigos, expreso la peliazul.
Tú también lo eres con Dieciocho, ¿no?, contesto Vegueta.
Claro que sí, dijo Bulma.
Bueno, no nos distraíamos mujer que tenemos que hacer lo que la maestra dijo cuanto antes..., añadió el joven cabello de flama.
Sí, es cierto, contesto la peliazul.
Mientras el joven de cabello de flama y la peliazul, empezaban hacer el experimento que la profesora dijo, en otra mesa, un calvo y una rubia, se ponían de acuerdo en los pasos que deberían de hacer para que la reacción les salga como lo indico la maestra.
¿Estás seguro?, expreso la rubia de cabello corto, posando su mirada en el calvo, poniéndolo un tanto nervioso.
No me mires así, que haces que todo en mí tiemble, pronunció el calvo sonriendo.
¿Qué?, dijo Dieciocho, con calma.
Mejor sigamos tus anotaciones, tú eres mucho más aplicada que yo, de hecho anotaste todo lo que la maestra dijo de manera correcta, expreso Krilín.
Hay Krilincito, está bien, pero no debes ponerte nervioso conmigo, porque ello no nos permitirá trabajar bien, respondió la rubia de cabello corto con calma.
Sí, es cierto, pero ¿Cómo le hago?, es imposible no ponerme nervioso contigo, dijo el calvo, sonrojándose.
Eres muy tierno Krilín, pronunció la rubia, sonriendo, haciendo una pausa para añadir: Guiémonos de mi cuaderno.
Bien, contesto el calvo.
En tanto:
Una pelinegra realizaba sola el trabajo asignado, mientras el joven de cabello alborotado, la miraba embelesado, con sus manos apoyadas sobre la mesa de trabajo.
¿En verdad no me apoyarás en nada?, pronunció molesta la pelinegra.
¿Qué?, dijo Gokú saliendo de su ensueño.
Olvida lo que dije, agrego Milk, con molestia.
¿Te ayudo en algo?, acoto el apuesto joven, haciendo que la pelinegra lo mirara con molestia.
Hasta que te dignas ofrecerte hacer algo, contesto Milk con firmeza.
¡Disculpa! es que tu belleza me distrae, respondió Gokú con dulzura, mientras suspiraba.
Ahss, contigo es imposible, eres insoportable, dijo la pelinegra, con molestia.
Solo digo la verdad, pronunció el joven de cabello alborotado.
Has algo, ¡sí! añadió con firmeza la joven.
Lo que mandes muñequita bella, dijo Gokú, mientras la pelinegra trataba de contenerse, pues estaban en clase.
Lava esos frascos, que los vamos a necesitar, agrego Milk.
Bien muñequita, ahora lo hago, contesto el joven de cabello alborotado.
La pelinegra decidió no responderle nada, pues no quería ser nuevamente el centro de atención de sus compañeros por una nueva discusión con el joven de cabello alborotado.
Tras algunos minutos, Gokú se acercó a la pelinegra con los frascos que esta le había dado para lavar.
Aquí los tienes muñequita, pronunció el joven de cabello alborotado.
Deja de llamarme así, contesto Milk con seriedad.
¿Por qué?, ¿Qué tiene de malo?, eres una muñequita, por ello, te llamo así, dijo Gokú, incomodando a la pelinegra.
Coloca esto en los frascos y deja de hablar tanta tontería, respondió con molestia la joven.
Como mandes, niña bella, agrego el joven de cabello alborotado.
Idiota, cree que soy como las chicas con las que anda, a las que les habla bonito y las tiene a sus pies, no, claro que no, conmigo ello no funciona, pensó la pelinegra, mientras realizaba unas anotaciones en una hoja.
1 hora después:
La maestra se acercaba uno a uno a los equipos de trabajo, para ver su experimento terminado y recibir el informe del mismo.
Uno, dos, tres, cuatro, decía la maestra, tras contar los frasquitos que había sobre la mesa de los pelinegros.
Son de diferentes fragancias como lo pidió, expreso Milk.
¿Qué materiales usaron?, ¿y cuál es la reacción química que les permitió crear ellos?, agrego la maestra, mirando al joven de cabello alborotado, que poso su mirada en la pelinegra, al tiempo que sonreía.
Pues verá maestra....
Señorita Ox, quiero que me responda el joven Son, pronunció con firmeza la maestra, mientras la pelinegra bajo la mirada, y los demás jóvenes del aula empezaron a murmurar entre ellos.
Como diga maestra, pronunció Milk.
Joven Son, estoy esperando su respuesta, acoto la maestra.
Pues verá....
Pobrecito, decían unas chicas.
Eso le pasa por andar distraído con Ox, añadían unos jóvenes.
No hay forma de ayudarlo, expreso Vegueta.
Pobre Gokú, dijo Krilín.
Joven Son, volvió a insistir la maestra.
Le puedo decir los materiales, pero la reacción química y todo el proceso hasta llegar a los que hay en los frasquitos, siendo sincero lo hizo solo Milk, es que yo estaba un tanto distraído y ella decidió encargarse de esto, respondió el joven de cabello alborotado con calma.
Ya que es tan sincero al reconocer que prácticamente no hizo nada, me puede decir ¿Qué es lo que lo tuvo tan distraído?, expreso con firmeza la maestra.
Claro, mi bella compañera de equipo, dijo Gokú suspirando, haciendo que los murmullos se incrementen en el lugar, y la maestra sonriera por primera vez ante la respuesta del apuesto joven.
Idiota, pensó Milk, mientras miraba con molestia al joven de cabello alborotado.
Si su compañera de equipo no le va a permitir hacer su trabajo como se debe, lo mejor será cambiarlos de equipos, dijo la maestra, haciendo que la pelinegra sonriera al escuchar ello.
No maestra, eso no, prometo no volverme a distraer con la belleza de mi compañera, lo prometo, expreso Gokú.
¿Por qué hace eso?, ¿es tanto su capricho por mí?, pensó molesta Milk.
Bien, esta vez lo dejaré pasar, pero si hay una segunda vez, haré un cambio de equipo, dijo la maestra.
No habrá necesidad de ello maestra, lo prometo, estaré más atento, seré un buen compañero de trabajo...., respondía Gokú.
¡Qué bueno! ello será beneficioso para su equipo, expreso la maestra, mientras la pelinegra se tornaba pensativa.
Nuestro equipo se puede disolver, pensó Milk.
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