Habían pasado varias semanas desde que Yoongi y yo habíamos hablado por primera vez y, desde entonces, él había comenzado a aparecerse en la biblioteca. Iba hacia la sección de poesía y tomaba un libro por cada letra del abecedario. Ahora se encontraba por la L y se hallaba frente a mí leyendo "La Triste Historia De Tu Cuerpo Sobre El Mío" de Marwan. Yo lo le daba miradas rápidas por sobre mi libro y, cuando él se lamía la punta del dedo para poder pasar de página, yo -inconscientemente-pasaba mi lengua sobre mis labios.  

Me había acostumbrado tanto a su compañía que, a veces, olvidaba los terribles síntomas que me hacía sentir cuando lo observaba más de lo que debía. Y cuando nuestras miradas se encontraban y él me sonreía, yo no podía hacer más que apartar la mirada y fingir que leía.

Suponía que él también se había acostumbrado a mi compañía y a mi extraña forma de ser, porque, a pesar de mi frialdad y el hecho de que yo jamás iniciaba una conversación, él seguía viniendo todos los días a acompañarme. 

Mi día mejoraba con el simple hecho de verlo, desde que entraba a la biblioteca y hacía su recorrido hasta el pasillo de poesía, hasta cuando se detenía frente a los enormes estantes de libros que lo hacían lucir más pequeño de lo que era y contaba con sus dedos todas las letras del abecedario hasta recordar en cual se había quedado el día anterior. Y  luego, cuando pasaba a mi lado y dejaba el aire impregnado de café y cigarrillos, se sentaba frente a mí y me saludaba con un "bonjour, souris" y una hermosa sonrisa adornando su rostro. No importaba si yo no le devolvía el saludo o la sonrisa, él sabía que yo estaba feliz de tenerlo ahí conmigo. 

Y luego,  cuando la hora de descanso llegaba a su fin y ambos teníamos que irnos por diferentes caminos, él se despedía con un "nos vemos mañana, souris" y yo sabía que Jimin y Taehyung estarían en la puerta esperando por mí para atacarme con preguntas con respecto a Yoongi, mis síntomas y de lo que habíamos hablado ese día. Claro que se decepcionaban cuando yo les contaba que nos habíamos sentado el uno frente al otro, que leíamos nuestros respectivos libros y que, a veces, suspirábamos al mismo tiempo y nos reíamos de eso. 

-¿Qué eso no lo hicieron ayer?- decía Taehyung y Jimin lo miraba de mala manera. 

-Está bien- me decía Jimin-. Como dice el dicho, lento pero seguro. 

Pero yo no estaba seguro de eso. 

{...}    

que corto me quedó el cap, pero creo que me gustó ah que modestia la mía, vdd. Pero bueno, ya me hacía falta actualizar mis historias, estoy  feliz hoy, idkw jiji sean felices todos bc el yoonkook existe y es real