Jungkook despertó dos horas después en una de las camillas de la enfermería de su escuela. Su cabeza dolía y sus ojos pesaban.

Estaba de más decir que Jungkook estaba confundido, no podía recordar cómo o cuándo llegó ahí. No había ningún encargado cerca de él, así que simplemente optó por esperar a que algo sucediera.

Esperó por una media hora e intentó levantarse; no obstante, su cuerpo estaba débil. Y volvió a esperar hasta que la campana resonó por todo el lugar.

Quince minutos después, Jimin y Taehyung, aparecieron en la enfermería con las lenguas de fuera y el sudor en sus frentes. Ambos parecían realmente preocupados por el menor.

-¡Jungkookie!- gritó el de sonrisa cuadrada, casi corriendo a su lado. Jimin sólo se limitó a seguirlo lentamente para poder recuperar el aliento.

La enfermería se encontraba cruzando el campus, lo cual era tonto ya que, si en algún momento había un accidente, se demorarían en llegar hasta ahí. El campus no era precisamente pequeño.

Taehyung lo abrazó como si de una madre preocupada se tratase y comenzó a atacarlo con preguntas.

-¿Qué fue lo que pasó? ¿has estado comiendo bien? ¿te dijeron algo las enfermeras? ¡Jungkookie, no quiero que te mueras!- lo tomó por los hombros y lo agitó dramáticamente.

-Hey, déjalo descansar- Jimin puso su mano sobre el pecho de de amigo y lo empujó lejos del menor-. Lo asustarás.

Jungkook le dio una mirada de agradecimiento al pelinegro y comenzó a jugar con sus manos. No podía recordar qué había sucedido exactamente, pero tenía la imagen de aquél pálido chico en su cabeza.

-Oye, Kookie- le llamó Jimin-, ¿cómo te sientes? ¿sabes qué fue lo que pasó?

Mal, pensó Jungkook.

-Bien- respondió-. Yo... no lo sé. En serio no sé qué me pasó.

-De repente te pusiste pálido y respirabas de manara dificultosa- contó Taehyung, como si Jungkook no hubiese sido quien se desmayó.

-¡Ah!- exclamó de nuevo el único teñido de los tres, como si acabase de recordar algo sumamente importante-. ChimChim y yo te hemos traído comida, aunque no sabemos si es permitido. De todas maneras, debes comer algo o volverás a enfermar.

Jungkook sonrió enternecido y agradecido al mismo tiempo, no sabía qué haría sin esos dos chicos.

{...}

Taehyung fue el primero en retirarse, alegando que debía cuidar a su abuela quien había enfermado unas semanas antes. Claro que no se retiró sino hasta haberle dejado muchas advertencias a Jungkook sobre volverse a saltar las comidas y, aunque Jungkook estaba seguro que no tenía nada en relación a eso, asintió y se lo agradeció.

Cuando por fin estuvieron solos, Jimin le dio una mirada un poco sospechosa. Él sabía que tenía algo que ver con aquél tipo y no iba a descansar hasta averiguar por qué su mejor amigo había tenido esa reacción al verlo.

-Jungkook- Jimin se colocó a un lado de él y lo tomó de la mano-, ¿conocías desde antes a ese chico? ¿te hizo algo? ¿es acaso que le tienes miedo?

Jungkook no pudo hacer más que negar rotundamente. Era la primera vez que veía a ese chico, así que el tampoco tenía alguna idea de por qué su reacción.

-No, Jimin. No entiendo qué fue lo que pasó en la cafetería, para serte sincero- miró su regazo y comenzó a arrancar los pequeños hilos que sobresalían de su sábana-. Yo... no podía quitar mi mirada de él y luego no puedo recordar más.

-Sí, porque luego perdiste la consciencia- le recordó el pelinegro.

Ambos se quedaron callados por un momento. La cabeza de Jungkook no daba para más de tanto dolor y tantas preguntas. Estaba confundido y su mente solo seguía trayendo de vuelta la imagen de aquél chico.

-Lo único que sé...- murmuró el menor- es que es la persona más preciosa que he visto en todo mi vida.

{...}

Ay, que cursi salí jiji no es lo mejor que he escrito, pero de alguna u otra manera esta historia debe seguir. Igual ya no tengo nada que actualizar nunca hago nada :( en fin, las cosas de la vida. Disculpen si hay faltas de ortografía o algo no tiene sentido, hago lo mejor que puedo.