E N    S U S    P I E S

Entre personas irresistibles se entienden.

Tarde o temprano van a caer.
Y aunque juren odiarse, siempre van a ceder.
Tienen orgullo pero han perdido la fe
por eso van a caer.
No aprecian lo diferente
aunque lo tengan a sus pies.
No aprecian la humanidad
porque no la pueden ver.
No creen en el mundo
porque según ustedes
ya los traicionó una vez.
Entonces yo digo "¿y qué?"
tarde o temprano van a ceder
van a botar su orgullo
y van a crear otra fe
donde el mundo es rosado
donde las personas bailan a sus pies.

Las personas irresistibles
tienen la fuerza de vencer
pero se quejan del mundo,
como usted.
Aunque el mundo gire a sus pies,
dicen no tener a nadie
pero tienen a muchos lamiendo sus pies.
Sus pies, sus pies...
Si en verdad miraran hacia abajo
tal vez se darían cuenta que
están a punto de caer
por el risco de la codicia
al no apreciar la sensillez,
al querer más
sin saber porqué,
al decirse muertos
cuando no quieren perecer.
Se aferran a la tierra
cuando las lágrimas los ahogan
y gritan blasfemias
creyendo que los ignoran.

Entonces...
Entonces la agonía se vuelve sorda
harta de aguantarlos hora tras hora,
harta de cumplir sus caprichos
y de sacarle el brillo a la alcoba.

Miren abajo,
pero observen bien,
hay gente que muere a sus pies,
no los pisoteen otra vez
con sus pies, sus pies...
Están tan sucios que casi no los ven.
Y se hunde,
se hunden en la mugre que juraron no tocar.
Y se ahogan,
se ahogan en el fango de su propia idiotez.
Y tragan,
tragan toda la mierda que tienen en el alma,
la escoria que trajeron tanto tiempo en la garganta.
Pues la escoria son ustedes
y el basurero es Dios,
que por ingenuo los perdonó
y todos esperan su propia salvación
llenando de tierra sus uñas
y de sangre su honor.

Entonces...
Entonces todos viven en la escoria
porque el infierno ya explotó,
explotó a causa de la sobrepoblación.
Y sus pies, sus pies
están tocando el excremento
de su propia creación,
así que no se quejen
y vuelvan a creer,
sequen sus lágrimas
y pierdan nuevamente la fe.