Stella

—Papá, allí —dice Felice señalando el escenario con una gran sonrisa.

—¡Sí! Papá está allí con los tíos —explico y empieza a saltar en mis brazos mientras ambas vemos el concierto.

Está muy emocionada viendo a su padre, el cual está muy cerca de nosotras porque la banda ha hecho todo lo posible para que las dos estemos cerca del escenario como si estuviéramos en la zona VIP.

Veo los dedos de Thomas pasando por la guitarra mientras se lo pasa en grande al lado de Victoria.

Salta a veces. Casi nunca salta en este concierto si lo comparamos con otras actuaciones.

Los cuatro están muy nerviosos porque están en uno de los conciertos más importantes de rock. Además, están en Las Vegas.

Esto es una completa locura para estos jóvenes que empezaron a actuar en las calles de Roma.

Y yo soy muy feliz porque estoy a su lado siempre que puedo, viéndolos triunfar desde que sacaron su disco Il Ballo Della Vita y después, su último disco Teatro d'ira: Vol. I.

He tenido una preciosa hija con Thomas que no puedo querer más y que ahora está siendo toda una fan al ver a su familia en el escenario.

—Who's searching for redemption! —canta Felice y ríe al ver a Victoria corriendo por el escenario sujetando su bajo.

Sonrío y bailo con mi pequeña intentando no chocarnos con las demás personas que se divierten al ver a Måneskin.

Felice habla ambos idiomas, italiano e inglés y, obviamente, entiende lo que dicen las canciones.

Las canciones de la banda pueden ser un tanto subidas de tono para Felice, pero no me preocupa que las cante.

No quiero ocultarle cosas. Además, no sabe qué dicen realmente las letras y tampoco sabe lo que es el sexo.

Es muy pequeñita, pero canta las canciones como puede y nos hace reír a todos nosotros cuando canta.

Intenta mover su cuerpo y su cabeza como lo hace su padre, pero acaba mareada. Acaba más mareada cuando copia a Ethan al verlo tocar la batería.

Se marea y se ríe siempre.

Felice está llena de vida.

—Thank you guys! —dice Damiano con sus tres amigos a su lado.

Mi hija suspira al verlos.

Río al verla.

No quería que se acabara la actuación.

Señala a Ethan corriendo detrás de sus amigos.

Sonrío y le doy un beso a mi niña en la mejilla antes de que esquive a la gente para poder salir de allí.

Ahora toca ir en busca de los chicos que se han vestido como la bandera de Estados Unidos.

Salgo del lugar con mi pequeña en brazos y, cuando estamos lejos de la gente, la dejo en el suelo.

Coge mi mano y camina a mi lado viendo el pasillo donde estamos.

Hay un hombre que vigila el lugar y no nos deja pasar hasta que le enseño la tarjeta que tengo colgada en el cuello.

Ambas seguimos caminando y suelta mi mano corriendo por el pasillo.

Está muy ilusionada por ver a su padre y a sus tíos.

—Cielo, mira, es aquí —le digo una vez que leo el nombre de la banda en una puerta.

Sonríe mucho y corre feliz hacia donde estoy.

Toca la puerta con su pequeña mano mientras sonríe esperando a que alguien responda.

—¿Eres una fan? —pregunta Victoria desde dentro.

Obviamente sabe quiénes somos sin ni siquiera abrir la puerta.

—No... —dice Felice cambiando la voz, pero no puede controlar su risa.

Toco su pelito rubio.

La puerta se abre y veo a Damiano despeinado y con una gran capa de sudor en la piel.

—Hola, bella —dice saludándome. Sonrío y se aleja de mí cuando le voy a dar un beso en la mejilla—. Estoy muy sudado como para que me toques. Tú estás muy limpita.

—Vale, vale —digo riendo.

Felice abraza la pierna de Damiano y mi amigo ve a la pequeña con cariño.

—Hola, pequeñita —saluda mi amigo agachándose delante de ella.

—¿Besaste a papá? —le pregunta Felice.

Victoria se ríe a carcajadas viendo a Damiano.

Tiene cara de no saber nada, de no entender lo que dice mi hija.

Río y entro en el camerino cerrando la puerta.

Thomas se gira y corro hacia donde está.

Dejo a mi pequeña hablando con Damiano.

Abrazo a mi marido estando muy feliz.

Siento su cuerpo caliente y sudado, pero me da igual.

—Lo has conseguido —digo feliz y le doy un gran beso en los labios.

Sus ojos se llenan de lágrimas y vuelve a abrazarme con fuerza.

Ha estado muy nervioso porque este acontecimiento es muy grande para él, pero sabía que podía hacerlo.

Måneskin ha abierto el concierto de The Rolling Stones este año y todos estaban realmente nerviosos.

Recuerdo que se estaban apoyando entre los cuatro antes de subir al escenario.

Beso sus labios sabiendo que los allí presentes nos están viendo.

—Que poco caballero, rubio —dice Damiano pasando cerca de nosotros para coger una de las toallas que ha cogido Ethan anteriormente.

Bebe agua y seca su cuello con la toalla.

—Dejando que esta donna te toque sabiendo que estás apestando y estás muy sudado —comenta Damiano.

Río y ruedo los ojos.

Espero que ambos no empiecen una de sus típicas peleas.

Veo a Ethan moviendo una mano delante de su propio rostro mientras seca su frente sudorosa con la toalla que tiene en la mano.

Su largo cabello está un tanto mojado.

Me acerco a él y sonrío mucho al verlo.

Parece que está mucho más cansado que los demás.

Normal. No para de moverse cuando toca la batería.

Sonríe mientras su pecho sube y baja.

—¿Qué tal te encuentras? —le pregunto y él se encoge de hombros sonriendo—. ¿Estarías mejor si estuviera mi hermano aquí?

Ríe tímido y niega moviendo un dedo.

Está mintiendo.

—No me esperaba nada de esto. Es una locura. Miles de personas nos veían —dice emocionado.

Tan emocionado que todas las conversaciones en este camerino han parado porque parece que va a llorar de la emoción.

Sonrío mucho.

Este chico es muy lindo.

Victoria abraza a Ethan y él hace el tonto colocando una mano en la pierna de su amiga, casi en su trasero. Intenta distraerse riendo para que no empiece a llorar.

Thomas y Damiano se unen al abrazo y gritan felices dando saltitos.

Felice aplaude y empieza a bailar muy contenta.

Måneskin ha conseguido muchas cosas y sé que conseguirá mucho más en el futuro.

—Entonces, entonces —dice Felice intentando expresarse. Thomas asiente mostrándole que le está prestando mucha atención—, mamá me dio un caramelo.

Reímos al oírla. Estamos derretidos al oír.

Thomas, Felice y yo estamos en un restaurante de comida rápida.

Victoria y Ethan han vuelto a Italia.

Damiano se ha quedado en suelo americano como nosotros, pero nos da la sensación de que se quedará más tiempo.

—¿De qué sabor era ese caramelo? ¿Era de aquí? ¿De Nueva York? —le pregunta su padre. Felice me ve para que le ayude a responder las tantas preguntas que le hace Thomas.

Elevo las cejas y ella sonríe al verme.

Asiente.

Saca un papelito del bolsillo de su chaqueta marrón.

Lo deja en la mesa y se lo enseña a Thomas.

—Naranja. Está muy bueno, ¿sabes? —responde. Le entrega el envoltorio del caramelo a su padre mientras se inclina en la mesa para poder llegar a la mano de Thomas. Sonrío feliz al verlos.

Le entrego una cajita llena de patatas fritas a mi hija y empieza a comer manchándose los dedos de grasa y de salsa barbacoa.

Thomas se gira hacia mí con una sonrisa.

Su mano se deposita en mi vientre.

Me acerco a sus labios y los beso.

—Algún día —digo y él asiente feliz.

Ve el envoltorio del caramelo de naranja mientras Felice está ocupada comiendo y manchándose las manos y la boca.

—Todo lo que me da, lo guardo como un tesoro —explica y hago un puchero intentando no llorar.

Toco su pelo largo rubio. Lo veo con cariño deseando tenerlo para siempre a mi lado y al lado de nuestra pequeña.

—Esto es basura para los demás —señala el papel debajo de la mesa—. Pero para mí es un regalito que mi pequeña quería darme para contarme alguna historia o cosa que le ha pasado.

—Thomas, eres adorable. Eres el mejor padre del mundo —digo mientras sonríe.

Una lágrima cae por su mejilla.

Abrazo a mi marido.

—Gracias —susurro abrazándolo.

—Pero me quedaré a vivir con Damiano en Estados Unidos —me alejo de él para verlo—. Es broma —ríe y me besa.

Río contra sus labios.

Acaricio su mejilla.

—Te quiero hasta siendo un obsesionado por Estados Unidos —comento. Ambos reímos.

¿Quién me iba a decir a mí que pasaría el resto de mi vida con la persona que empecé a amar antes de conocerlo en persona?

Soy muy feliz al lado de mi preciosa familia. Soy muy feliz gracias a Thomas.

•••

****

Holaaa.

Y oficialmente Stella se ha acabado.

Este es el final de este libro y no puedo estar más contenta al recibir vuestro amor.

Me quedo sin palabras al pensar en todo lo que ha pasado en estos meses gracias a vosotrxs.

Muchas gracias, en serio.

Amamos mucho a los protagonistas de este libro. Amamos a la familia Raggi.

Felice se ha convertido en el personaje más adorable de esta saga. Amamos a esta niña tan hermosa.

La relación entre Thomas y Stella ha ido a mejor y esto es una gran alegría.

¿Qué os ha parecido el final del libro?

¿Qué os ha parecido mi penúltimo libro de la saga?

Espero que os haya gustado como ha acabado.

Mil gracias por todo.

¡Nos vemos en los agradecimientos!