Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

40

—Vamos, Thomas —me dice Levana sonriendo un poco mientras sujeta su maleta.

Veo mi casa y suspiro.

Han pasado muchas cosas aquí. Thomas, eres imbécil.

Levana me abraza antes de entrar en su coche.

Conduce hacia el aeropuerto. Mientras, me centro en las calles de Roma.

No volveré a verte, mi querida Roma.

Me voy de aquí.


Stella

Me llega un mensaje de Coraline cuando estoy jugando con Felice como solíamos hacer cuando era un bebé pequeñito.

Mi hija se ríe en mi regazo al sentir mis labios en su cuello, haciéndole cosquillas.

—Vamos a ver qué dice la tía Coraline —le digo con una sonrisa.

Cojo mi móvil y leo el mensaje:

«Thomas ha pasado por mi casa antes de irse. Me ha dicho que te de las llaves de su casa, es decir, de tu casa.

Stella, se va a Verona.

Su vuelo sale en una hora»

Me levanto del sofá rápidamente cogiendo a mi hija.

Felice se asusta un poco al sentir el movimiento brusco de mi cuerpo.

Se agarra a mi cuello y se esconde en este.

Le doy un beso en la cabeza antes de coger todo lo necesario.

Llaves, cartera y móvil.

Suspiro al recordar que mis padres y mis amigas casadas están ocupados hoy.

¿Dónde puedo dejar a Felice?

No puedo llevarla conmigo porque me aterra que conduzca muy rápido y que pase algo.

Salgo de casa.

—Cariño, mamá volverá pronto, ya verás —digo con lágrimas en los ojos una vez que ambas estamos en el coche. Me mira y asiente un poco moviendo sus manos sin decir absolutamente nada. Mueve sus piernas de arriba abajo manteniendo un ritmo sentada en su silla.

Sonrío un poco y conduzco hacia una casa.

Espero que se encuentre allí.


Sostengo el cuerpo de mi hija mientras toco el timbre numerosas veces.

Nadie aparece y esto me agobia bastante.

Vuelvo a tocar el timbre y la puerta se abre de inmediato cuando repito la acción.

Mi hermano aparece vestido con una bata de color marrón que sé que no es suya.

Nunca usa batas.

Su pelo está bastante despeinado.

Me mira estando de brazos cruzados y bosteza.

—Dante, quédate con Felice, por favor —digo rápido controlando el tono de mi voz—. Tengo que hacer una cosa. Luego te contaré todo.

Le entrego a mi hija y pestañeo una vez que veo hacia arriba para que mis lágrimas no salgan de mis ojos.

No quiero preocupar a Felice.

—Puedo quedarme con ella —dice sosteniendo a su sobrina sonriendo. Le da un beso en la frente mientras ella me ve mucho sin entender nada—. Ten cuidado, por favor. Te veo muy estresada.

Asiento.

Voy a hablar, pero escucho un sonido que viene de la planta de arriba de su casa.

—Joder. Espera... Espera un poco —se queja Ethan con voz grave. Se ríe después de hablar.

Escucho gemidos que vienen de la planta de arriba.

He venido en un mal momento, pero sinceramente me da igual.

Dante acerca la cabeza de Felice a su pecho y tapa uno de sus oídos.

—Dile a Ethan que Felice está aquí. Parad con esto —le digo un poco seria y él asiente sonriendo un poco.

—¡Ethan! —exclama y oímos como su novio responde con un ¿qué?, pero hay alguien más porque se escuchan unos gemidos.

Me despido de mi pequeña dándole un beso.

Señalo a mi hermano con un dedo cuando dice en alto que Felice acaba de llegar.

Tengo mucha curiosidad por saber quién está con ellos, pero no tengo tiempo para averiguarlo.

Debo conducir treinta minutos hasta llegar al aeropuerto.

—Estará bien con nosotros —me dice finalmente mi hermano sonriendo.

Le creo.

Felice me ve haciendo un puchero mientras entro en el coche.

Me despido de ambos con la mano y conduzco lo más rápido que puedo.

Próximo destino, pararle los pies a Thomas.


Aparco con lágrimas en los ojos y salgo del coche corriendo.

Entro en el aeropuerto. El estrés y los nervios me nublan la vista, o tal vez son las lágrimas.

Veo de un lado al otro.

Mierda. Hay mucha gente.

Menos mal que Thomas es muy alto y puedo diferenciarlo.

Camino rápido por las estancias del aeropuerto y me fijo mucho en el lugar de facturación.

Lo encuentro a pesar de que lleva una gorra negra y unas gafas de sol negras.

Sostiene una maleta y su cartera verde oscuro.

Corro hacia donde está y abrazo al chico que amo.

Lo abrazo con mucha fuerza.

Lloro en su hombro sintiendo como sus brazos están alrededor de mi cuerpo.

—¿Qué estás haciendo aquí? —me pregunta sonriendo un poco.

Niego. No quiero responder la pregunta.

—Thomas, vuelve a casa. Vuelve conmigo —le pido quitándole las gafas de sol para ver sus ojos.

Al verlos, paso mis dedos debajo de estos.

Tiene ojeras y varias lágrimas.

—No soy bueno para ti —dice acariciando mi mano—. Ni para nuestra hija.

—Para de decir tonterías, por favor —sigo llorando—. Ya basta. Vuelve. No te vayas. Te necesitamos.

Sonríe un poco mientras llora en silencio. Ve a su amiga Levana.

Abrazo de nuevo a Thomas con mucha fuerza.

No quiero que se vaya.

No quiero que nos separemos más de lo que ya estamos.

•••

****

Holaaa.

THOMAS RAGGI, NO TE VAYAS, POR FAVOR.

TU HERMOSA CHICA Y TU PRECIOSA NIÑA TE NECESITAN.

¿Creéis que se irá o se quedará en Roma con sus seres queridos?

Y, ¿qué pasa en la casa de Dante?

Algo pasa. Algo interesante JAJAJA.

Tengo que deciros que los dos siguientes capítulos son los últimos de este libro.

Nos despediremos del tercer libro de mi saga en unos días.

Ya me encuentro llorando AHHHHH.

¡Nos vemos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro