Me levanto y miro a mi alrededor.

No sé dónde estoy.

Ni recuerdo absolutamente nada.

Cuando me pongo en pie, me quejo al sentir dolor en muchas partes de mi cuerpo.

¿Por qué siento dolor?

¿Dónde estoy?

A mi alrededor solo hay árboles, así que intento recordar en qué lugar me encuentro.

Podría estar en uno de esos parques naturales.

—Dios mío, ¿estás bien? —me pregunta un señor mayor que usa un bastón.

Parece preocupado.

Miro hacia abajo y veo sangre en mis manos, la cual ya está seca.

En mi camiseta blanca hay más sangre.

Pestañeo asustado sintiendo dolor en mis piernas, mi barriga, mis brazos, mi cara y mi pecho.

—Querido, ¿qué te ha pasado? —dice preocupado mientras veo mi camiseta.

—No lo sé. ¿Dónde estoy?

No hace falta que me responda porque, a lo lejos, veo el local donde trabajo.

No me jodas.... No me digas que me han dado algo para dejarme inconsciente y me han pegado una paliza después.

—Me tengo que ir —le digo y él levanta un poco el bastón.

—¿No necesitas ayuda? —niego y sonrío un poco.

Me alejo del lugar y me doy cuenta de que estaba escondido detrás de unos arbustos.

Cojo mi móvil.

La pantalla está rota, pero sigue funcionando, o eso creo.

Ni siquiera he desbloqueado mi móvil.

Cuando entré en mi coche, me asusté al verme en el espejo retrovisor.

Mi rostro tiene heridas y hay mucha sangre en este, especialmente al final de mi nariz y en la comisura de mis labios.

Controlo mis ganas de llorar, pero al final lloro.

Todo el mundo me odia.

No estoy consiguiendo nada bueno en esta vida. Solo consigo desgracias.

Conduzco hacia mi casa.

En un momento tengo que parar de conducir para coger aire.

Me agarro como puedo al coche cuando estoy fuera de este, pero mi cuerpo se va cayendo al suelo.

Primero estoy sentado sintiendo una gran ansiedad.

No puedo respirar bien y estoy muy mareado, también tiemblo.

Y luego, todo se vuelve negro.

Siento que mi cuerpo se ha golpeado contra el suelo.

Stella

Voy en la parte de atrás con Felice en el coche de mi hermano.

Conduce y a su lado está su novio.

Siento una gran tensión en el ambiente.

Tengo que mirar a otro lado para no ponerme de los nervios al ver a estos dos.

Lo único que se escucha es la voz de Felice y los soniditos que hace.

Cojo mi móvil y busco algo para ver hasta que llegue a mi casa.

Deslizo el dedo por la pantalla viendo vídeos graciosos, los cuales no quiero ni verlos.

Fotos de familias famosas.

No hay nada que me interese ahora mismo, pero un nombre me llama la atención al verlo en tendencias en Twitter.

Le doy click al nombre esperando algo bonito.

—¡Joder! —grito.

Dante frena rápido y brusco por un segundo y el coche que va detrás toca la bocina.

Parece que se iba a chocar con el coche de mi hermano.

—Joder, no. No puede ser —digo y se me cae el móvil al suelo.

Lloro mucho y siento la mano de Ethan en mi rodilla.

Le ha pedido a Dante que pare de conducir.

Salen del coche rápido y me abren la puerta.

Me ven preocupados.

—Cielo, ¿qué ha pasado? —me pregunta Ethan desabrochando el cinturón de seguridad para que pueda salir del coche.

No respondo, solo lloro en su pecho cuando ya estoy fuera del vehículo.

Sujeta mi cuerpo para que no me caiga al suelo.

Me siento muy débil.

Veo a mi hermano con mi móvil en las manos.

—Mierda —dice viendo lo que tiene delante.

Un vídeo de las cámaras de seguridad de la discoteca que muestran el exterior del lugar.

Al principio se ve a Thomas fumando un cigarro apoyado cerca de la puerta del local.

Un grupo de unas cinco personas aparece. Son todos chicos.

Uno de ellos le da un gran golpe en la cara y mi novio cae al suelo.

El vídeo no tiene sonido, pero sé que se escuchan los golpes que le están dando. También se escuchan sus quejidos.

Uno de ellos mira a la cámara y habla con los demás.

Cogen a Thomas por los brazos, pero también por el pelo.

Y se lo llevan, pero antes de eso, le dan una gran patada en el estómago.

El cuerpo de mi novio cae al suelo como si fuera un muñeco de trapo.

Los demás lo cogen de manera brusca y vuelven a tirarle del pelo.

—Thomas —digo repitiendo su nombre—. Thomas.

—¡Serán cabrones de mierda! —exclama Dante enfadado y lloro más al oír la voz enfadada de mi hermano.

Otra vez los gritos de anoche no, por favor.

—¡Así no ayudas, Dante! —le grita Ethan.

No sé si siguen gritando, porque mi cuerpo se va cayendo, pero mi cuñado y mi hermano me cogen rápido.

Felice, espero que nunca veas este vídeo.

•••

****

Holaa.

Es a partir de aquí que nuestro Thomas cambia.

Cambia por lo que le han hecho.

Esas personas son unas gilipollas horribles que le han hecho daño a nuestro Thomas.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

A mí me costó escribirlo porque me lo imaginé absolutamente todo.

Hay que cuidar a este chico y a todos los personajes que queremos en esta saga.

¡Nos vemos!