Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

24

Stella

No paro de moverme de un lado al otro en mi nueva casa desde que leí el mensaje de mi hermano.

"Jorge ha aceptado la invitación. Te pasaré su número por si quieres hablar con él. Ya le he dicho la hora y le he mandado la ubicación"

Dante ha seguido con las prácticas en el hospital. Hoy es su último día allí.

Pronto se graduará en su carrera y empezará a buscar trabajo.

Le ha dicho a Jorge que Thomas y yo lo invitamos a una cena esta noche. Tenemos muchas ganas de verlo de nuevo y agradecerle lo que ha hecho por nosotros.

—Stella, tranquila —dice Thomas colocando sus manos en mis brazos.

—Tranquilo tú.

Reímos y nos abrazamos.

Estamos bastante nerviosos porque esta noche vendrá Jorge a nuestra casa.

Me da un dulce beso en los labios y me lleva a la cama cogiendo mi mano.

Nos acostamos allí mientras tenemos la cuna de nuestra hija a nuestro lado.

Felice está durmiendo.

La mano de Thomas toca mi vientre sin parar de verme.

—No hay bebé —digo intentando no reírme.

No es la primera vez que toca mi vientre después del parto.

Se ha acostumbrado a tocarlo. Tanto que se queda dormido siempre cuando lo toca.

Ahora tengo una barriga más grande que antes de estar embarazada, pero yo puedo con esto. Puedo hacer algo de deporte y, con suerte, se irá.

Ya sabía que mi cuerpo cambiaría cuando Felice siguiera creciendo en mi vientre. Pero no solo en ese momento, también después de dar a luz cuando le dé el pecho a mi hija.

Mis pechos caerán un poco, pero me da absolutamente igual. La importante aquí es Felice. Además, yo ya amo mi cuerpo tal y como es.

De nuevo, gracias, Dante. Gracias por enseñarme a amar mi cuerpo y seguir viviendo. ¡Que la vida son solo dos días!

Thomas ríe y esconde su rostro en mi cuello.

Besa un poco mi piel para luego sonreír contra esta y quedarse quieto sin mover un músculo.

Adora quedarse relajado con una mano en mi vientre y su rostro en mi cuello.

Siempre se queda dormido en esta posición o sino, me abraza estando detrás de mí.

—¿Vas a dormir? —le pregunto. Y él asiente contra mi cuello. Deja otro beso en este y sonrío.

—Despiértame cuando le toque comer a Felice. Yo te la traeré —dice con una voz perezosa. Se está quedando dormido.

Sonrío y acaricio su pelo.

Veo el reloj que está en mi mesita de noche.

Las 17:37.

Dentro de tres minutos habrán pasado 3 horas desde que Felice no come.

Debe comer cada tres horas y, si está durmiendo, tengo que despertarla.

Se despierta y, cuando siente que mi pecho está cerca de su boca, empieza a beber leche enganchándose a este.

Siempre sonrío cuando la veo y la oigo alimentarse.

Es muy adorable.

Puede succionar hasta quedarse dormida. Cuando tocas su cuerpo, parece que se despierta y sigue succionando hasta que se vuelve a dormir.

Dejo que Thomas duerma esos tres minutos y, cuando escucho la alarma de mi móvil sonar, lo despierto.

—¿Qué hora es? —me pregunta muy perdido y yo río al oírlo.

Pasa sus manos por su rostro y se levanta poco a poco para coger a nuestra pequeña.

Se acerca a la cuna y coge a Felice.

Besa su frente y sonríe viéndola.

—Vas a comer, preciosa. Tienes que estar despierta para comer lechita bien rica de tu mamá —le dice su padre y río al escucharlo.

Sonríe y se sienta a mi lado.

Me voy a incorporar, pero él me lo impide.

Acuesta a Felice justamente al lado de uno de mis pechos y levanta mi camiseta.

Mis pechos aparecen porque no llevo sujetador.

Thomas sonríe y suspira viéndolos.

—Son preciosos —dice y yo sonrío.

—Estamos con Felice, no te olvides —digo y acerco mi pecho derecho a la boca de mi pequeña.

Abre la boca y, rápidamente, comienza a succionar bebiendo leche.

Puedo escuchar su respiración y siento la fuerza que hace succionando.

—Es muy pequeña para entendernos —dice sonriendo mientras ve la escena.

—Thomas —miro a mi novio—, puedes comportarte así, pero contrólate.

Digo bromeando y él se cruza de brazos.

—No soy como tu hermano —dice algo molesto y me río.

Nadie es como mi hermano.

—Estaba bromeando, tontito mío.

Sonríe feliz y besa mis labios.

—Te quiero mucho —susurra para luego besarme de nuevo.


—¿Todo está bien? —le pregunto cuando coloca mejor los platos en la mesa.

Asiente y escuchamos el timbre.

Me sobresalto un poco y Thomas se ríe.

Le saco el dedo medio y me dice que soy como su amiga Victoria.

Río y camino hacia la puerta.

Acomodo mejor la parte de abajo de mi vestido y abro la puerta.

Veo a Jorge.

Lleva un traje de color azul marino y una camisa blanca debajo de este. En sus manos hay una botella de vino.

—Hola, Stella —dice con una sonrisa y no puedo evitar sonreír al verlo.

Me olvido de que no nos conocemos y le doy un gran abrazo como si nos conociéramos de toda la vida.

—Hola, Jorge. Por favor, pasa —le digo y él entra en mi casa mirando de un lado al otro. Cierro la puerta.

—Es muy bonita. Me gusta mucho su decoración —dice y sonrío más.

Me da el vino.

—Gracias —digo con una sonrisa y seguimos caminando hasta llegar al comedor.

Thomas nos espera con una gran sonrisa y sus ojos se humedecen.

—Amaré a Dante por esto —dice mi novio y me río al oírlo.

Dejo la botella de vino en la mesa y veo a Thomas caminando hacia Jorge. Abraza al hombre y veo la escena sonriendo.

—Me alegro de verte de nuevo, Thomas. Echaba de menos tus abrazos —dice Jorge riendo y ve a mi novio con cariño.

—Yo sí que me alegro de verte.

Después de cenar entre risas y conversaciones largas, Thomas se acerca a su tocadiscos, el cual estaba en su antigua habitación.

Es muy importante para él y ahora se encuentra en el pasillo que conduce al comedor.

Pone una canción mientras tiene una copa en la mano.

No soy capaz de reconocer la canción, pero los dos varones la conocen y empiezan a cantar entre risas.

Thomas se ha pasado un poco con la bebida, pero no me preocupa porque estamos en casa.

Deja la copa en la mesa y habla con Jorge indicándole como tiene que bailar.

El hombre se ríe al escucharlo e intenta bailar igual que él.

Sonrío al verlos y abandono el lugar.

Ya es hora de alimentar a mi hija.

—Felice, cariño —digo entrando en mi habitación y me acerco a la cuna.

Veo a mi pequeña moviendo sus brazos cerca de un conejito blanco que tiene a su lado.

Cojo a mi hija con cuidado sujetando su cabeza.

—Hola, mi bella —digo muy feliz de verla. Me siento en la cama y saco uno de mis pechos de mi vestido.

Lo acerco a la boquita de Felice y comienza a succionar cerrando un poco sus ojos.

Escucho unos golpecitos en la puerta de mi habitación, la cual está abierta.

Veo a Jorge con una copa en la mano. Nos está viendo con una sonrisa.

—¿Puedo? —me pregunta y sonrío dejándole pasar a mi habitación.

Se sienta a mi lado y ve a mi hija con cariño.

Me doy cuenta de que, con una mano, seca sus lágrimas.

—¿Estás bien? —le pregunto preocupada.

Él asiente y sonríe entre lágrimas.

—Stella, no sé qué habría pasado si no hubiera salvado a tu hija. Sería una pérdida muy grande, ¿sabes?

Me quedo sin palabras y controlo mis lágrimas imaginándome el momento.

—Yo perdí a mi única hija cuando nació. Pocas semanas después perdí a mi novia... Se suicidó porque no podía más con el dolor por la muerte de nuestra pequeña.

•••

****

Holaaa.

Saludamos de nuevo a Jorge y... me voy a llorar por lo que dijo al final del capítulo.

¡Qué triste! Este hombre tuvo que pasar por mucho y ahora está hablando con la mamá del bebé que salvó.

Tal vez Jorge se convierte en un personaje importante en esta trama. Estoy segura de que será muy importante.

Volveremos a verlo por aquí y por Dante, os lo aseguro.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

¡Nos vemos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro