Stella

Camino de un lado al otro nerviosa porque hoy he quedado con Coraline en un bar. No estaremos solas. También irán Damiano y Ethan.

Será la despedida de soltera de Coraline.

Y claro, estoy nerviosa porque todo el mundo beberá alcohol y yo no puedo tomar alcohol.

Estoy embarazada.

Y, además, estoy súper ilusionada por seguir con el embarazo.

Nunca he querido quedarme embarazada antes de tener una relación estable. Pero ahora, al ver que el test de embarazo ha dado positivo, he empezado a amar a la criatura que crece dentro de mí. Me he enamorado de este bebé desde que vi el resultado.

Siempre he tomado precauciones con Thomas, pero sé que las noches con alcohol se descontrolaban y... Teníamos sexo en cualquier lugar de mi casa.

Aún lo recuerdo, pero no con mucha claridad. No recuerdo usar ningún preservativo.

Y, por eso, ahora tengo un bebé en mi vientre.

Esta noche me verán de manera extraña porque no beberé nada de alcohol.

Me aterra la idea de que mi familia y mis amigos sepan la noticia algún día.

Tengo mucho miedo de ver su reacción.

Suspiro mirándome en el espejo. Veo mi cuerpo. Mi barriga siempre ha sido más grande que la de las otras chicas. Y dentro de unos meses será enorme.

Me pongo de perfil mirando mi cuerpo.

Suspiro pensando en Thomas.

Soy muy cobarde. Lo soy porque he creado un problema entre nosotros y no he tenido los ovarios de pedirle perdón ni de aparecer en su casa.

Miro hacia abajo recordando su reacción cuando le dije la noticia.

No parecía estar ilusionado. Estaba sorprendido de mala manera. Muy callado.

Y, si abría la boca, sus palabras eran muy frías.

Me dolió su pregunta.

Me dolió cuando me preguntó porqué no abortaba cuando le había dicho que iba a tener el bebé.

Eso me sonó a un no quiero que tengas al bebé. Sí o sí vas a abortar.

Entiendo que somos muy jóvenes, pero no me esperaba para nada esa pregunta.

Paso mis manos por mi cuerpo, encima de la camisa blanca algo desabrochada y mi falda negra de tubo, la cual me llega hasta un poco más arriba de mis rodillas.

Mi maquillaje es muy natural. Solo me he puesto máscara de pestañas y pintalabios un poco rosado.

Mis tacones, los cuales ato con sus cordones marrones alrededor de mis tobillos, son preciosos.

Salgo de mi habitación y bajo las escaleras.

Encuentro una furgoneta con los cristales tintados y el chófer, Constanzo, me saluda y abre la puerta corredera para que pueda subir.

Allí encuentro a Coraline, Damiano, Ethan y a alguien más.

Thomas.

El único sitio libre es el que está al lado de Thomas.

No me queda otra que sentarme allí.

Me saludan y no paran de decir que me veo muy hermosa.

Les doy las gracias sonrojada.

Thomas no ha abierto la boca.

Llegamos al bar y bajamos de la furgoneta.

Con la ayuda de Damiano, salgo del vehículo mientras sujeta mi mano.

Sonrío.

—Gracias, Damiano —digo contenta por tenerlo conmigo.

—No es nada, amore —dice con una sonrisa y me da un beso en la mejilla.

Entramos en el bar cogidos de la mano mientras Ethan, Coraline y Thomas están delante de nosotros.

Al entrar, la música nos da la bienvenida y Coraline empieza a reírse diciendo que si esto fuera reguetón, Dante estaría bailando.

Ethan ríe y se sonroja un poco cuando nuestra amiga menciona a su novio.

Thomas no baila y eso es realmente raro en él.

Aún así, nadie dice nada.

Saben que algo ha pasado entre él y yo.

Damiano me lleva hasta un taburete y ambos nos sentamos.

Me mira con dulzura y acaricia uno de mis brazos.

—¿Qué tal te encuentras? —me encuentra y cojo aire antes de sonreír.

—Bastante bien. No te voy a mentir.

—Me alegra saber que estás bien.

Besa una de mis manos y río un poco al verlo.

Nunca antes había sido así de tierno conmigo.

El camarero aparece en la barra y nos pregunta qué queremos pedir.

Todos piden, como no, alcohol.

Mierda.

Damiano pide por mí mientras me ve con una sonrisa.

—¿Un coctel de fresa sin alcohol? —me pregunta y me sorprendo un poco.

Stella, no te alarmes tanto. Tal vez quiere que no estés borracha y así eres tú la que conduce.

Mierda. El que conduce es Constanzo.

Asiento.

Pide una cerveza.

Me giro un poco y veo la mirada de Thomas. Me ve un tanto serio. También ve a nuestro amigo.

Los demás se divierten entre risas y tonterías.

Las bebidas llegan y todos se van donde hay mucha gente bailando al son de la música.

Nos quedamos Damiano y yo solos.

Mira a nuestros amigos y luego me ve a mí.

—¿Cómo vas con el embarazo? —me pregunta acariciando una de mis manos.

Me sorprendo y veo mi barriga aterrorizada por si el embarazo de unas pocas semanas ya se nota.

Ríe y besa el dorso de mi mano.

—Me lo ha contado Thomas. Y parece ser que nadie más lo sabe —me explica y sonríe un poco—. ¿Qué has decidido?

Suspiro y sonrío.

—Lo tendré.

—¿En serio? —me pregunta sorprendido y emocionado.

Asiento y controlo mis lágrimas.

—Un bebé en la familia —dice feliz y veo varias lágrimas en sus mejillas.

Río al ver su reacción y seco sus lágrimas con cariño.

—Eres muy adorable, Damiano —digo con ternura y ahora soy yo la que acaricio su mano.

—Tengo muchas ganas de conocerlo. O conocerla —dice y alza su mano para tocar mi vientre, pero la retira rápidamente cuando se da cuenta de que esto es un secreto.

Sonrío y Damiano controla sus lágrimas.

—¡Me emociono! ¡Me emociono! —exclama mientras baila aplaudiendo.

Río al verlo y Coraline aparece.

—¿Por qué estás emocionado? —pregunta con curiosidad y sonrío.

—¡Porque te casas mañana, Coraline! —exclamo feliz.

Los tres nos abrazamos a la vez y escucho la risa de mi amiga.

Está muy feliz.

—Oye, Stella —dice cuando paramos con el abrazo. La mano de Damiano está en mi cintura—. Tienes que hablar con Thomas.

Veo a Damiano y asiente mientras me ve.

—Tienes que hablar con Thomas.

•••

****

¡Hola!

Damiano AHHHH. Amo a este hombre.

Me ha encantado escribir esa escena en la que está con Stella.

¡Es muy lindo!

Hasta yo me he emocionado jeje.

¿Qué os ha aparecido el capítulo de hoy?

¿Stella hablará con Thomas?

Muchísimas gracias por darle tanto apoyo a mi libro. Significa mucho para mí. Gracias.

¡Nos vemos!