03
Cierro los ojos sintiendo el aire fresco mientras estoy acostado en una de las tumbonas de mi casa.
Dejo que el humo salga de mi boca y aprieto mi libreta favorita contra mi pecho.
La abro y busco la página en donde he escrito la última vez.
«El amor se olía en el aire. Muy cursi, lo sé. ¿Pero a quién le importa?
No puedo sacarme de la cabeza a esta muchacha.
Debería de ir algún día con Ethan porque sé que irá a su casa. Podría verla y hablar con ella, pero tal vez me rechace»
Suspiro y voy varias páginas atrás. En ellas hay puras chorradas que escribía antes de conocerla.
En esta libreta escribo todo sobre lo que siento. Esta libreta está llena de mis sentimientos desde que Agatha me la dio hace un año.
Vuelvo de nuevo a donde estaba leyendo y me dispongo a escribir.
«Recuerdo que me dijo que me conocía. Estoy seguro de que me ha visto en la televisión y en internet con esa cara de loco que tengo.
Tocando la guitarra y estando en el suelo tumbado con su amiga a mi lado. Victoria disfrutando y yo, como si fuera un niño pequeño, disfrutando más que los demás miembros de la banda.
¿Me habrá visto bailando y haciendo las locuras más estúpidas?»
—Thomas, me voy —informa Ethan mientras se abrocha mejor su camisa anaranjada—. ¿Quieres que te lleve a algún sitio?
Me quedo pensando.
Dile que quieres ir con él, Thomas.
Camino hacia aquel sitio tan importante para mí. Un lugar en el que se respira mucha tranquilidad.
Entro en el establecimiento y Agatha se gira cuando escucha mis pasos a pesar de haber varios murmullos en la cafetería.
—¡Thomas! —exclama muy contenta y me abraza. Sonrío mientras siento el amor que me da.
—Te estaba echando de menos —digo mientras ella sostiene una de mis manos.
—Eso es mentira, guapetón —dice y río al oírla—. Solo echabas de menos este magnífico lugar, ¿verdad?
—No te enfades... Eso es verdad —bromeo y ambos reímos.
Caminamos hacia la barra y ella sigue hablándome.
—Y dime, ¿qué te pongo? —me pregunta con una sonrisa en los labios.
—Un batido de frutas estaría muy bien.
—¿Frutas al azar? —me pregunta cogiendo varias frutas. Una manzana, un plátano y unas cuantas uvas.
Asiento sonriendo.
Mi móvil vibra y lo cojo. Veo unas cuantas notificaciones de mis redes sociales, pero también un mensaje de Coraline.
«Estamos cerca de una tienda llena de discos. ¿Quieres que te compremos alguno?»
Sé que Coraline se ha ido con Victoria a pasar un tiempo juntas, solo ellas dos, pero aún así, Coraline siempre piensa en todos nosotros.
Me encanta coleccionar discos. En mi habitación hay una estantería llena de vinilos y también de discos.
Siempre los cuido mucho cada vez que limpio la estantería.
Son mis hijos.
Sonrío y respondo.
«Si está el vinilo de Back to Black de Amy Winehouse y me lo compras, te doy un abrazo enorme y te dejaré comer todas mis barritas de chocolate si quieres»
Amo comer barritas de chocolate. Es una comida que desaparece de la casa rápidamente. Es por eso que las escondo en mi habitación.
No os diré donde las escondo porque sino, ya no es un lugar secreto.
Agatha deposita mi pedido delante de mí y también deja al lado de este un bolígrafo en el que leo mi nombre.
—¡Agatha! —digo sorprendido y ella sonríe mucho—. Pero ese es mi nombre y mi apellido. En un bolígrafo.
Ríe al escucharme y asiente.
—Quería dártelo hace un tiempo, pero no volviste hasta hoy —sonríe y me mira con cariño—. Eres un cliente muy especial, mi querido Thomas.
Sonrío y me levanto del taburete. Voy hacia donde está y la abrazo con fuerza.
Quiero muchísimo a esta mujer. Se ha convertido en una persona muy importante para mí.
Me da un beso en la mejilla y sonríe sin parar, eso es lo que yo hago también.
Me dirijo a mi taburete, pero me choco con alguien.
No veo el rostro de esta persona, pero escucho su voz.
—Lo siento —dice y ambos nos vemos.
Sigue siendo preciosa como lo era hace tres semanas.
—Thomas —dice sorprendida y me mira sin parar—. Yo... Lo siento. No miraba por dónde iba.
—No te preocupes. ¿Estás bien?
Ella asiente y sonríe un poco.
Ambos miramos el techo pintado con diferentes colores preciosos. Volvemos a vernos y ella sonríe.
—Hace mucho tiempo que no nos vemos —dice. Sonrío y asiento—. ¿Qué tal estás?
Me sorprende que pregunte por mí y no por Coraline, por Damiano o por Ethan.
¿Le importo?
—Estoy bien. Estaba a punto de tomar un batido. ¿Quieres tomar algo? —pregunto y ella mira mi bebida.
Se encoge de hombros pensándoselo mejor y al final asiente.
Cojo mi bebida y nos dirigimos a una mesa que está cerca del sofá que hay para leer, escribir o dibujar con tranquilidad.
Ella ha pedido un batido de vainilla.
Me mira y deja a un lado su bolso de color verde.
Lleva un top negro que se adapta muy bien a sus pechos grandes. Unos vaqueros algo rotos en las rodillas y unos tacones negros.
Va preciosa.
Su pelo está suelto y lo toca un poco a veces. Esto me recuerda a Ethan. No para nunca de tocarse el pelo.
Sus párpados están pintados de un naranja precioso mezclado con un marrón muy claro. Sus labios están pintados de un color muy natural.
—¿Y tú cómo estás, Stella? —le pregunto y ella sonríe mucho.
—¿Te acuerdas de mi nombre?
Es imposible olvidarlo. Ahora te has convertido en una diosa que habita en mi mente todos los días.
—Claro que lo recuerdo —digo sonriendo.
—Eso es muy amable por tu parte. Estaba muy borracha cuando nos conocimos... Pero aún así me acuerdo de todo.
De todo... ¿Yo también me acuerdo de todo? Sí. Me acuerdo de absolutamente todo.
—Estoy bien —responde y mueve un poco sus manos en su regazo—. Pasaba por aquí porque este lugar es precioso. Es mi lugar favorito. Lo descubrí hace un tiempo y no puedo estar más contenta.
Me imagino a Stella pasando sus dedos por los libros que hay en las estanterías de este establecimiento intentando buscar un libro perfecto para leer en ese momento.
Su bella sonrisa aparece cuando encuentra un libro de poesía llena de amor.
Pestañeo parando de imaginarme a Stella.
Céntrate, Thomas. Ahora la tienes delante y tú andas imaginando cosas. ¡Mantén una conversación con ella!
—Es un lugar muy hermoso. Me encanta estar aquí. Además, no me esperaba encontrarte aquí —digo feliz.
Nunca pensé que volvería a verte.
—Hice bien yéndome de casa entonces. Me quedaría sola después de que los enamorados se fueran —ríe un poco refiriéndose a Dante y a Ethan.
Le da las gracias a Agatha cuando deja el pedido en la mesa. Al lado de este, hay una libreta.
Una libreta escrita por Agatha. Lo sé.
•••
****
Holaa.
¡Por fin sabemos qué tanto escribía Thomas en su libreta a todas horas!
Agatha se ha convertido en un personaje importante. La conocimos en Dante y ahora la tenemos por aquí. Una mujer que adora a Thomas y a Stella.
¡Ojalá encontrar una mujer así tan amable y tan buena!
THOMAS Y STELLA ESTÁN JUNTOS. SE HAN ENCONTRADO Y ESTOY GRITANDO AHHHH.
Adoro a estos dos jeje. Son muy lindos. Nos van a enamorar, os lo aseguro.
¿Qué os ha parecido este capítulo?
Muchas gracias por vuestro apoyo.
¡Nos vemos!
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