Capítulo 54 "¿Sabrás qué hacer?"
Justin Punto De Vista
Tan pronto como llegó la navidad se fue, después de la charla que tuvimos Destiny y yo en aquel jardín de la mansión Houston, ella se tranquilizó un poco y entramos a la casa, ella trató de olvidarse de todo y posteriormente celebramos en compañía de los demás.
Justo en éste momento me dirijo a la casa de los hermanos Hernández, pues ya pasó navidad y es tiempo de concentrarme en mis padres nuevamente.
Por cierto, mientras voy manejando me acuerdo de la cara de decepción de Destiny al no ver más a su padre, y realmente odio verla de esa manera, ella no merece eso, no merece que su padre la decepcione una y otra vez, definitivamente eso es basura, y en estos momentos quiero estar con ella, pero los Hernández me hablaron para un asunto importante, y bueno, Destiny está en buenas manos, me dijo que iría a tomar un café con Kath y Hope, y aunque no quiera aceptarlo, ella tiene derecho a pasar tiempo con otras personas y no solo conmigo, pero a veces simplemente quisiera quedarme todo el día con ella, hacer lo que sea, pero estar con ella. Soy un loco, ella me tiene realmente loco.
Sonreí de lado, mi bonita, salió un suspiro de la nada.
Pero bueno, ambos tenemos nuestros asuntos que resolver, cada uno lidia con sus propios demonios, y realmente me gustaría conocer qué demonios la atormentan aparte del hecho de que su papá no le presté atención, porque sé que hay más.
También me gustaría desahogarme y contarle mi plan de venganza, que quiero vengar a mis padres, pero sé que sería muy arriesgado, antes simplemente pensaba que no la quería en estos asuntos porque son solo míos, pero ahora la razón por la que no le digo nada es para protegerla, quiero alejarla del caos, ella merece algo de paz en su vida.
Llegué a la casa de los Hernández, y como era de esperarse me abrió la puerta Tara.
—¿Y tu hermano?—pregunté en cuanto la vi, ella me dio un beso en la mejilla y me invitó a pasar, entré.
—Siempre se retrasa, lo siento—Murmuró y me miró con sus grandes ojos.
Al diablo, cuando dije que ella tenía la mirada igual de penetrante que Destiny, definitivamente no se compara, nadie se compara a mi bonita, la mirada de Destiny te deja sin aliento y con intriga, desde el principio me hizo querer entrar en su mundo.
—¿Justin?—preguntó Tara y chasqueó los dedos.
Fruncí el ceño.
—Me fui por unos segundos—murmuré.
Dios, no sé qué me está pasando, es como los primeros días que conocí a Destiny, no podía dejar de pensar en ella, y ahora otra vez no puedo dejar de pensar en ella, pero ahora es diferente, antes mis pensamientos se basaban en ella desnuda debajo de mí, ahora simplemente es ella, su sonrisa, sus ojos, sus labios, la manera en la que frunce el ceño cuando digo algo que no le parece, incluso su mal carácter me agrada, porque juntándolo con él mío somos una maldita bomba, pero nos gusta explotar juntos, al menos a mí me gusta explotar con ella, sonreí, discutimos todo el maldito tiempo pero me encanta, enciende algo en mí que nunca había sentido, nuestras discusiones son adrenalina, pero demonios, la manera en la que nos arreglamos teniendo sexo, es el mismo cielo.
—¡Justin!—gritó Tara y volvió a chasquear los dedos, la miré.
—¿Qué pasa?—Pregunté.
—Pasa que estas muy distraído—dijo cruzándose de brazos—¿Se puede saber por qué?
—No, son cosas mías, ¿en cuánto llega tu hermano?—Pregunté cambiando de tema.
—Pensé que ya éramos amigos—murmuró ofendida.
—Pensaba en mi chica—dije simplemente alzando los hombros.
Ella frunció el ceño y después sonrió.
—Háblame sobre ella, apuesto a que es muy linda—dijo sentándose en el sillón color blanco.
Me senté frente a ella.
—Si, realmente es hermosa—suspiré.
—Estás realmente enamorado—dijo soltando una carcajada—Y ella también de ti.
Fruncí el ceño, si Tara supiera que Destiny ni siquiera es mi novia. Lo que Tara dijo es loco que lo dijera, ya que no conoce el tipo de relación que tenemos Destiny y yo, ¿debería decirle? No, no es de su incumbencia.
—Como sea, ¿A qué hora llegará tu hermano?—cambié de tema.
—En unos minutos, no tarda en llegar.
Asentí.
—Veo que no hablas mucho de Destiny, cambiaste de tema—murmuró.
—Me gusta mantenerlo para mí, es acerca de dos personas, el resto del mundo no tiene porqué meterse—Dije.
Ella asintió.
—Lo siento si fui imprudente al preguntar—dijo apenada y después se cruzó de piernas, de manera inconsciente las miré, sus bronceadas piernas.
—Solo olvídalo—Dije casual y después Pregunté—¿Qué pasó? ¿Por qué me citaron?
Ella vio el reloj y después bufó.
—Ya se está tardando—murmuró—Bueno, básicamente descubrimos grandes cosas, descubrimos que hubo ciertas ilegalidades en Royal Enterprises, hubo ilegalidades y bajó su precio, los dueños perdieron acciones, definitivamente hubo algo turbio ahí Justin, y tenemos que averiguar que fue.
—¿Cómo lo averiguamos?—Pregunté frunciendo el ceño.
—Después de año nuevo habrá una fiesta en la casa del máximo dueño, será una fiesta exclusiva, ya sabes, a mi hermano lo invitan a esos eventos, y planeamos...
—Entrar a su despacho—Terminó de decir Jack quien acaba de entrar y no me di cuenta.
—¿Qué?—pregunté—¿Están seguros de eso?—dije mirándolos a ambos—¿No habrá seguridad o algo?
—Su oficina está en el último piso, nadie llega ahí, y se supone que son solo invitados, personas conocidas y distinguidas, no te preocupes lo tengo todo controlado—dijo Jack.
—Bien, yo entraré a su despacho—hablé firme y decidido.
—¿Sabrás qué hacer?—preguntó Tara alzando una ceja.
—Por Dios, no sabes con quien estás hablando, por supuesto que sabré que hacer, buscar documentos importantes con sello de la empresa y mierdas de esas—dije mirándola obvio—Pero, solo necesito saber si están seguros de su información.
Jack asintió.
—Las irregularidades pasaron el mes que murió mi padre, quizá encuentres también algo en la fecha que murieron tus padres—Dijo Jack.
—Son muchos años de diferencia—murmuré.
—Pero los hijos de puta no descansan—dijo Tara. La miré, después a Jack.
—Bien, espero encontrar algo de nuestros padres, chicos, realmente ya quiero llegar al fondo de todo esto—admití.
—Sea lo que sea llegaremos al fondo de todo—Habló Jack decidido.
—Me mandan por mensaje toda la información, la fecha y la dirección—dije dirigiéndome a ambos.
—Yo te lo mando—dijo Tara, asentí.
—Bien, tengo que irme—murmuré.
—Alto—dijo Jack—Mientras tu vayas al despacho, nosotros estaremos abajo distrayendo.
Asentí.
—Lo tengo—murmuré.
—Bien—Dijo Jack—Por cierto, dejando el drama de lado, déjame decirte que será una fiesta de lujo, puedes llevar a tu chica, ¿Destiny? Si bien recuerdo.
—¿No es arriesgado? Digo, no quiero que ella se enteré.
—Mientras tú vas al despacho ella se puede quedar con Tara o conmigo, créeme, será bueno que la lleves, ya que pensamos quedarnos en el lugar unas cuantas horas para no levantar sospechas y bueno, estando solo con nosotros te aburrirás—comentó Jack alzando los hombros.
Asentí.
—De hecho no creo que sea buena idea—intervino Tara—Quiero decir, ella será la que terminé aburrida, aparte no creo que haya ido a uno de esos lugares elegantes en su vida, lo siento pero es lo que pienso—dijo encogiéndose de hombros—lo digo en consideración a ella.
Fruncí el ceño, Destiny creció en esas malditas fiestas elegantes, las cuales, si, odia, sin embargo conoce como la palma de su mano ya que su padre la obligaba a ir.
—¿Por qué lo dices?—fruncí el ceño—No la conoces.
—Intuición—contestó Tara.
—Estás en lo correcto al decir que le aburren, pero en lo segundo tu intuición falló, Destiny prácticamente se crio en esas fiestas, de hecho creo que por lo mismo le aburren. Sin embargo, estando conmigo no se aburrirá, nunca nos aburrimos cuando estamos con el otro—dije firme.
¿Qué le pasa? ¿Por qué dice que Destiny no ha ido a fiestas elegantes? Lo cual no tendría nada de malo, solté una risa sin gracias, esta niña rica llamada Tara trató de decir que Destiny no tendría posibilidades de ir a un lugar como esos, bufé, Destiny puede comprar tu maldita empresa.
—Justin, no quiero ofender, pero... éste tipo de fiestas son ligas mayores, está la gente más importante y millonaria de Nueva York, siento que ella no se sentiría cómoda, pero si la quieres llevar yo con gusto la paso con ella.
Sonreí. No tiene ni puta idea.
—Ella estará bien—Dije simplemente.
—Bueno, si es así entonces será un placer conocerla—Dijo Tara—Yo le puedo prestar uno de mis vestidos.
Jack frunció el ceño.
—Créeme, no será necesario—le dije a Tara—Nos vemos Jack—me dirigí hacia él y después salí del lugar.
Tara luce como una persona madura, sus últimas comentarios fueron extraños, algo materialistas o verdaderamente se estaba preocupado por la comodidad de Destiny.
Prácticamente dijo que Destiny no encajaría por no tener dinero, y si no lo tuviera no tendría nada de malo, pero Destiny si lo tiene y mucho, sin embargo es algo que nunca le ha importado.
Fruncí el ceño, a mí tampoco es algo que me importe, es basura, todos somos iguales.
Llegué a mi departamento y me encontré a Ryan y a Alfredo.
Rodé los ojos, parece que estos idiotas no tiene casa propia, se la llevan aquí, pero no me quejo, ellos son como mi familia, al diablo, son mi familia.
—Hola bro—Gritó Ryan.
—Le conté a Ryan lo qué pasó en navidad—Dijo Alfredo.
Después de navidad le conté a Alfredo todo lo qué pasó entre Destiny y yo, claramente evitando los motivos personales de ella, pero aclarando que realmente tenía sus razones.
—¿Ha si?—Pregunté simplemente.
—Si—contestó Ryan—Alfredo me dijo todo, y bueno, ahora me siento idiota por odiar a Destiny, pero seamos honestos, yo que iba a saber que ella tenía profundas razones—dijo encogiéndose de hombros—¿Crees que se sienta incómoda conmigo?—preguntó.
Alcé mis hombros como diciéndole "No sé"
—Por cierto, tengo que llamarla—murmuré, después saqué mi celular, en el cual comencé a teclear el número que me sé de memoria.
A los segundos Destiny contestó.
—¿Ya terminaron?—Pregunté.
—Justin, han pasado menos de dos horas—Dijo riendo.
—¿Y? quiero verte.
—Recuerda que necesito pasar tiempo con amigas también, tú mismo me lo has dicho.
—Si lo sé, pero, ya platicaron mucho ¿no?—Pregunté impaciente.
—La charla entre nosotras no tiene fin, así que probablemente le queden unas horas más.
—Tu ni siquiera sueles hablar mucho—me quejé.
Me la imagino rodando los ojos.
—Pero Kath habla hasta por los codos y bueno, ya sabes que ya me gusta escucharla.
Atrás se escuchó a Kath diciendo "¿Antes no te gustaba?" De manera ofendida.
—Bonita...—Susurré.
Ella soltó una risa.
—Está bien, ven por mí.
Sonreí. Bieber se salió con la suya, las perras de sus amigas no me la podrán quitar, lo de perras es sin ofender, solo para sonar más malévolos, quiero decir, Kath y Hope realmente me agradan. ¿Qué estoy diciendo? Tomé las llaves de mi auto.
—Eres un mandilón—Gritó Alfredo.
—Kath está con ellas—murmuré, él al segundo se levantó del sillón.
—¿Qué? Voy contigo—dijo.
Ja.
—Los dos son unos idiotas, yo esperaré paciente a Hope, ella tiene que tener su espacio, y lo gracioso es que Hope si es mi novia, no como ustedes pedazo de babosos que aún no son nada de las chicas—Dijo Ryan sentado en el sillón bebiendo una Coca-Cola relajado.
—Destiny y yo si somos algo, no sé qué pero lo somos, en cambio Alfredo, ni siquiera la ha besado—comencé a reír.
—Nos besamos en navidad, imbécil—murmuró enojado.
Rodé los ojos.
—Como sea, vamos a la cafetería por Destiny, y aprovechas para saludar a Kath. Es más, tengo un plan—dije sonriendo.
—¿Qué plan?—preguntó Alfredo mirándome extrañado.
—Solo vamos y sube al auto.
Después de algunos minutos de camino llegamos a la cafetería.
Entramos al lugar y rápidamente reconocí a mi bonita.
Llegué por atrás de su asiento y la abracé, ella apretó mis brazos y me dio un beso en la mejilla, después se levantó de su asiento.
—Me dio gusto pasar el rato con ustedes, debemos repetir esto—dijo entusiasmada.
La voltee a ver extrañado, luce diferente, fresca, no lo sé, feliz, parece una chica normal y dulce de diecinueve años, luce tan diferente a las primeras veces que hablé con ella, recuerdo que era la persona más malhumorada y amargada que alguna vez haya visto. Vale muchos dólares verla siendo dulce justo como está siendo en estos momentos. Me pregunto que la está cambiando.
Alfredo saludó a Hope y Kath, con ésta última se quedó más tiempo.
—Kath, ¿tú puedes llevar a Alfredo? Es que tengo planes para mí y para Destiny.
Kath asintió y Alfredo abrió los ojos sorprendido, me debes una hermano, sonreí.
—No hay planes, simplemente querías que Alfredo y Kath pasaran más tiempo juntos—dijo Destiny cuando se subió al auto.
—Ambas cosas, hay planes, y quiero que pasen más tiempo juntos.
—¿Qué planes?
—Tu y yo perdiéndonos por un rato en la ciudad—sonreí.
—¡¿Qué?!—preguntó ella sorprendida.
—Caminar por las calles, ir a un jodido club, después beber ¿por qué no? No lo sé, simplemente estar juntos.
Ella sonrió, después se lanzó a mis labios y yo con mucho gusto le correspondí.
—Eres jodidamente hermosa—dije con el ceño fruncido, sumamente concentrado en sus facciones.
Después de ir a un club y bailar y de andar por ahí, Destiny y yo comenzamos a caminar por las calles de Nueva York, dejamos el auto estacionado y nos dispusimos a solo caminar, la noche cayó junto con el inmenso frío, pero nos tenemos el uno al otro.
Ella tomó de su bebida y después me la pasó.
—No estas borracha, ¿verdad?
—No, solo tomé dos, Justin, no es gran cosa—dijo y me abrazó muy fuerte temblando.
—Tienes frío, hay que ir al auto—Le dije y la apreté fuerte.
—Nueva York en tiempo de frío es un maldito congelador—susurró. Asentí y después caminamos al auto.
Entramos al auto y comencé a conducir.
—Somos unos malditos locos, ¿cómo es posible que estuviéramos afuera con éste clima?—murmuré.
—Lo sé—dijo y comenzó a reír.
—La nieve apenas y me deja conducir.
Joder, hay mucha nieve, y la carretera es malditamente una batalla.
—Justin, ¿Qué pasa?—preguntó Destiny después de unos minutos.
Pisé el acelerador y al auto no avanzó.
—Espera—dije y seguí intentando.
—El auto no se mueve—susurró Destiny.
Quise decirle algo como "no me digas" en sarcasmo, pero, no quiero ser grosero. Solo volteé a verla. Y después suspiré con frustración.
—Atascados, estamos atascados nena.
Ella frunció el ceño.
—No puede ser—dijo mirando para todos lados.
Y la verdad no ayuda que haya tomado un camino bastante solitario, bueno, en realidad no sé si sea bueno o malo.
—Mierda, tendremos que esperar a que amanezca y el sol caliente un poco—murmuré derrotado.
—¡Es tiempo de frío en Nueva York! No creo que el sol derrita una mierda—gritó.
—¡Cálmate!—le dije.
—Lo siento, estoy enojada con la situación, no contigo—murmuró bajando la voz un poco.
—No pasa nada, solo aquí pasaremos la noche y mañana temprano nos vamos.
—¿Qué hay de hablarle a una grúa?—preguntó.
—Dejé mi celular en mi departamento cuando terminé de hablar contigo, ¿tu?
—Descargado—dijo frustrada.
[...]
—No, yo creo que la gallina nació primero que el huevo—murmuró.
Estamos sentados en los asientos traseros, ya pasó una hora.
[...]
—Con la peluca es Hannah Montana—Dijo cruzándose de brazos.
—Es una tontería, ¿cómo no la reconocen?
Miré el reloj de mano. Ya pasaron dos horas.
[...]
—¿Sabes? Cuando me peleaba con Kyle me iba a mi auto y me estacionaba en cualquier parte de la ciudad, sin Kyle antes me sentía perdida, él es mi única familia, ya que mi padre nunca ha estado, así que cuando me peleaba con él, sentía que era el fin del mundo—admitió.
—¿Ya no te sientes así? Digo, porque lo hablaste en pasado.
—Ahora es diferente, ¿Sabes? Puedo tardar días sin hablarle, o sea, ya no nos peleamos tanto, pero si lo hiciéramos sería diferente, es mi hermano y lo adoro, pero ya no es lo único que tengo—dijo sonriendo.
Y no sé por qué sonreí también.
—ha si, ¿Por qué lo dices?—Pregunté sonriendo.
—Tengo a Trevor y a Carlos.
Fruncí el ceño, esa no era la respuesta que esperaba.
—¿Y?—Pregunté esperando más.
—Obviamente lo digo por ti, ahora te tengo a ti—dijo sin expresión en el rostro y después acarició mi mejilla.
Esa caricia se sintió jodidamente bien, más que eso, hizo acelerar mi corazón como un jodido adolescente.
Me acerqué lentamente hasta juntar nuestros labios, esos labios que estoy tan acostumbrado a besar, esos labios que parece que nunca tengo suficiente, porque siempre quiero más, al instante sentí una electricidad indescriptible, sus suaves y húmedos labios comenzaron a moverse al ritmo de los míos, sentí su carnosidad y le di un leve mordisco, ella hizo una media sonrisa y yo hice lo mismo, después fruncí el ceño con concentración y seguí moviendo mis labios lentamente, y con una de mis manos la tomé del mentón acariciándola con suavidad.
Ella hará que una noche en medio de la nada se convierta en algo increíble.
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Valewow
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro