Me di un último vistazo en el espejo, tenía tiempo sin arreglarme tan elegante, ni siquiera me arregle tanto en la fiesta de compromiso de Kyle, así que si, no puedo recordar cuando fue la última vez que me arregle de ésta manera, ¿año nuevo? Quizá.

Hoy es la fiesta de noche buena en casa de los Houston, quise lucir diferente a como luzco normalmente así que me puse lo más elegante posible, Dios, no parezco la chica que corre en carreras clandestinas usando chaquetas de cuero, sonreí mirando al espejo, a veces es bueno salirte un poco de tu zona de confort.

Apliqué brillo labial por última vez y sonreí frente al espejo, suficiente.

Hace unas horas mi padre me llamó para decirme que quería pasar por mí en su auto, lo cual me pareció sumamente extraño, sin embargo acepte y después le mandé la dirección.

No sé cuánto tiempo tengo viviendo en éste lugar, pero sé que si es algo, y es bastante loco que mi progenitor ni siquiera ha puesto un pie en éste lugar, vaya, si que le pone atención a su hija de casi veinte años. Rodé los ojos, así es él, ¿qué esperaba?

Después de unos minutos mi celular comenzó a sonar, contesté.

—Ya llegué, baja—Habló mi padre con voz firme.

—Bien—murmuré simplemente y colgué.

Rodé los ojos, adultos, nunca pueden enviar un mensaje de texto, siempre tiene que llamar para todo.

Tomé mi bolsa y salí de mi departamento, después me dirigí al elevador.

Cuando salí del edificio, miré uno de los lujosos autos de papá y me subí.

—Vamos tarde—murmuró y comenzó a conducir.

—Tu fuiste quién llegó tarde por mi—rodé los ojos—Por cierto, estoy bien, gracias por preguntar "papá"—murmuré con sarcasmo.

Él soltó un poco de aire.

—Se ve que estás bien, ¿para qué preguntar?

Rodé los ojos, no tengo ni un minuto en el mismo auto que papá y ya estoy enojada con él, es que simplemente nosotros juntos nunca funcionaremos.

"Se ve qué estás bien" bufé, no tiene ni puta idea de lo que pasa en la vida de su única hija.

—¿Cómo sabes que estoy bien?—levanté la voz—tenías meses sin saber de mí y ni siquiera preguntas cómo estoy. Eres increíble Víctor.

Él rio sin gracia.

—¿Ahora me llamas Víctor?—preguntó soltando una carcajada.

—¿Cómo se supone que le llame "padre" al hombre que nunca veo?—solté. Y es que llevó mucho tiempo conteniéndolo.

—Destiny, cálmate, no sé por qué estás haciendo un escándalo, solo vamos a la fiesta de noche buena y convivamos en paz.

—Es fácil para ti decirlo, ¿Cómo sabes qué estoy bien?—Pregunté y giré a verlo.

Llegamos a un semáforo y él se giró a verme también. Miré sus grandes ojos azules iguales a los míos.

—Destiny—murmuró y se tocó los sienes sin paciencia—Eres una chica de veinte años a quien su padre le da todo, ¿cómo estarías mal? Eres afortunada hija.

—¡La vida no es solo dinero!—le grité y me crucé de brazos—No sabes nada acerca de mí, sin embargo me llamas cada vez que necesitas que tu querida hija haga aparición en alguno de tus eventos para que todos crean que tienes la familia feliz, patético.

—¿Dijiste la vida no es solo dinero?—rio—Hija, por el amor de Dios, te invito a vivir una vida miserable, sin el dinero que te doy, sin el departamento que te compró Kyle, sin el auto que te regalé, sin viajar a donde quieres cuando quieres, ni siquiera estás estudiando y te la pasas haciendo lo que quieres, no soportarías vivir sin el dinero que te doy, si tanto te molesta que solo te de dinero, te invito a que ya no recibas ningún centavo de mí, ¿qué harías? ¿Cómo pagarías tus necesidades?—Se giró a verme por un segundo y después siguió con su vista al frente y comenzó a darle al auto, el semáforo ya está en verde—Solo agradece y no te quejes.

Comencé a respirar más rápido por la frustración.

—Bien, pues ya no me des tu maldito dinero, ¿eso implicará que me des tu atención?—murmuré y sentí un nudo en la garganta por haberlo dicho en voz alta, y sé que aunque siempre finja, me lástima que una de las personas que me dio la vida no me procure en su vida. Y ahora mismo no me siento como la hija de perra sin sentimientos que he sido, la que creció antes de tiempo, no, ahora mismo solo soy Destiny, una chica de diecinueve años que necesita a su padre.

Él no habló hasta después de unos minutos.

—No sé cuándo hablarte, si todo el tiempo me has excluido de tu vida—murmuró.

Fruncí el ceño.

—Desde...—hice una pausa, no sé si mencionarla sea lo correcto, pero me armé de valor y hablé—Desde la muerte de mi madre tu fuiste el que se encargó de excluirnos de tu vida a mí y a Kyle.

—No la menciones—habló firme.

Fruncí el ceño.

—¡Ha pasado más de una década papá! ¿Cuándo vamos a hablar de ella? ¡No puedes evitarla en una conversación toda la vida, ella era mi madre, la madre de tus hijos y tu esposa!—sentí un nudo en mi garganta—Ella era la alegría del hogar, ella nos mantenía unidos, y cuando se fue se llevó todo, incluyendo nuestra unión, ¿sabes por qué? Porque tu te encargaste de sepultar en su tumba—una lágrima cayó por mi mejilla—a toda la familia.

Él tragó saliva.

—¿No vas a decir nada? Papá, te encerrabas en tu despacho a llorar por ella, te refugiaste en tu trabajo para no pensar en eso, pero mientras evitabas sufrir por ella alejabas a tus hijos cada vez más, Kyle le propuso matrimonio a su novia y tu ni siquiera te apareciste, me está gustando mucho un chico y tu ni siquiera lo sabías, prácticamente Kyle me crio, si no hubiera sido por él no sé qué sería de mí, la maldita soledad me hubiera matado, y entiendo, infiernos que entiendo que hayas sufrido, pero ¿y yo qué? ¿Y Kyle qué? Era nuestra madre, a todos nos dolió mucho, y a pesar de los años siempre dolerá, sin embargo a veces es necesario hablar de ella, era tan pequeña que tengo tan pocos recuerdos, sin embargo la amaba, y la sigo amando, y a veces necesito hablar de ella, me hace bien, me hace fuerte mantener su recuerdo vivo—unas cuántas lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas y rápidamente las iba quitando a cómo iban saliendo—¿Por qué nunca has querido hablar de ella? ¿Por qué no hay ninguna maldita fotografía de ella en toda la ridículamente grande casa? ¿Por qué no me cuentas más de ella? El recuerdo más vivo que tengo es cuando me contaba el mismo cuento una y otra vez.

Las lágrimas comenzaron a salir más y más, nunca le había dicho algo como esto a mi padre, nunca le había confesado como me sentía respecto a su abandono, o respecto a mi madre.

—Destiny... lo siento yo... la compañía es mi vida, trabajé desde muy joven, incluso más joven que tu para crearla, y sigo trabajando en ella.

—¿Y nosotros qué papá? ¿Qué hay de tu única hija?—Pregunté.

—Toda la vida me he preocupado porque nunca te falte nada, he trabajado duro y lo sigo haciendo, gracias a la compañía nunca les faltó nada a ti y a tu hermano, gracias a mi dedicación al trabajo tu vives como quieres, prácticamente trabajo para ti hija.

Negué con la cabeza y limpié mi nariz.

—No—dije y limpié una lágrima—No te atrevas a decir que trabajas para mí, perfectamente puedes dejar la compañía y te alcanza para vivir más de cien vidas sin trabajar.

Él tragó saliva.

—No es tan sencillo, la compañía es lo que soy hija, tu madre y yo trabajamos duro por ello—Sonrío melancólico.

Asentí y después me mordí el lado izquierdo de mi mejilla por dentro, posteriormente hablé.

—Supongo que también la compañía te impide llamarle a tu hija ¿no?—Negué con la cabeza en reprobación—Una llamada, una sola maldita llamada diciendo "¿Cómo estás hija?" "¿Qué tal todo hija?" Pero no, nunca hubo nada de eso papá—lo miré con resentimiento.

—Lo siento—Susurró, sé cuánto le cuesta disculparse, de hecho no recuerdo alguna vez que lo haya hecho.

—Eso no es suficiente—Negué y después me mordí el interior de mi mejilla.

—Es que...—frunció el ceño—No sabes cuantas veces tomé un celular y le piqué a tu número, sin embargo nunca marqué—admitió.

—¿Qué? ¿Por qué?—pregunté viéndolo.

—¿Hubieras contestado?—Preguntó, no dejó que contestara, siguió hablando—Sabes hija, me concentré tanto en el trabajo que los dejé a un lado, entonces después pensé que simplemente sería hipócrita de mi pare marcarles cuando es muy notorio el rencor que siente Kyle o él resentimiento que tu sientes.

Asentí.

—Se que no todo es tu culpa, sé que soy probablemente la hija más desobediente, y sé que Kyle es el hijo más rebelde, pero, ¿de qué otra manera ser? Me acostumbré a estar por mi cuenta, a no tener un padre que me regañe o mande, lo único que siempre tuve fue Kyle, y bueno, él siempre me seguía la corriente en todo.

—Te prometo que...—habló pero lo interrumpí.

—No prometas, sea lo que sea que querías prometer, hazlo, estoy cansada de promesas rotas—admití.

Él asintió mirándome a los ojos.

—Si no fuera porque tienes los ojos iguales a mí, serías completamente igual a tu madre—susurró melancólico.

Hice una media sonrisa.

—Por favor cuéntame de ella, el recuerdo más vivo que tengo es a ella contándome el mismo cuento una y otra vez, también recuerdo que era la persona más amable y ridículamente buena de todo el mundo—sonreí—pero, sé que hay mucho más que eso, ¿qué le gustaba hacer? ¿Qué le gustaba comer? ¿En qué era buena?—Pregunté.

Él asintió.

—Si, era ridículamente amable con todo el mundo, pero ¿sabes? A tu edad era la chica más rebelde, se escapaba de su casa para ir a verme—sonrió melancólico—también era la mujer más fuerte y valiente, al igual que tú, eso lo sacaste a ella—Sonreí orgullosa—Y bueno, amaba ir a bailar con sus amigas, también el color negro, al igual que tú—rodó los ojos—Era la persona más inteligente, definitivamente pieza clave para el éxito de la compañía.

—Quiero ser como ella—Sonreí y limpié unas cuantas lágrimas que cayeron por mis mejillas.

—No hija, ella era increíble, pero, tu eres mejor, porqué ella era demasiado sentimental, tu madre estaría orgullosa de ti—Murmuró asintiendo.

¿De qué estaría orgullosa? Quise preguntar, sin embargo no dije nada.

—La extraño—admití, y más lágrimas se colaron.

—Lo sé, cariño, lo sé—dijo—Todos lo hacemos.

Es loco que Víctor alias "papá" me haya dicho cariño, no estoy acostumbrada a eso, ni a que él me lo diga ni nadie, sin embargo no dije nada. Todo esto se siente tan raro.

Después de unos minutos llegamos a la mansión de los Houston, bajamos del auto y entramos por la puerta de más de dos metros de altura.

Tengo amargos recuerdos en ésta casa, por ejemplo la fiesta de Kath cuando un idiota intentó... tragué saliva y después sacudí la cabeza, hoy es noche buena, tengo que olvidar lo negativo.

—¡Quítense de mi camino! ¡Ya llegó mi mejor amiga!—gritó Kath y después corrió a abrazarme, casi me deja sin aire, Dios, le devolví el abrazo pero sin efusividad.

—Hola Kath—Dije cuando nos separamos.

—¡Alguien agárreme! ¡Me desmayo! ¡Me desmayo!—gritó.

—¿Qué pasa?—gritaron todos al unísono.

—¡Destiny se ve hermosa!—gritó y se puso una mano en la frente haciéndose la desmayada.

Sonreí rodando los ojos.

—Gracias, tú no te quedas atrás—le dije.

—Lo sé, luzco bella como una estrella, ahora vamos a la sala principal—dijo, caminé junto a ella.

Mi padre ya está saludando a toda la familia Houston.

Yo levanté la mano en forma de saludo, me da flojera darles a todos un beso y un abrazo.

—Es antisocial—Susurró Kath hacia sus tíos. Le pegué en el hombro quejándome—Vamos a mi habitación en lo que sirven la cena—sugirió.

—¡Alto Kath! Deja que me salude—dijo Zack y posteriormente se acercó a nosotras, me dio un fuerte abrazo—tenemos que volver a salir, la pasé increíble en la comida del otro día.

—Seguro—le dije devolviéndole el abrazo.

—Bien, ya vasta, vamos para arriba—dijo Kath rodando los ojos.

—Luces realmente hermosa Destiny—murmuró Zack con una sonrisa.

—Gracias niño bonito—le dije con ternura, Zack es como el hermano menor que nunca tuve, o sea no lo quiero como hermano, ni siquiera lo quiero, pero es tan tierno que si hubiese tenido un hermano menor, me hubiera gustado que fuera como Zack.

Él rodó los ojos.

—¿Niño bonito? ¿Qué te dije acerca de eso? Soy solo un año menor que tú, me haces sentir como un niño, demonios Destiny.

Reí.

—Ya vámonos—Dijo Kath jalándome y comenzamos a caminar hacia las escaleras.

Cuando llegamos a su habitación ella me dijo que iría al baño, yo asentí y me quedé observando el lugar.

JUSTIN PUNTO DE VISTA

—Ya van a ser las diez de la noche y aún no tenemos ni puta mierda de que haremos para noche buena—Dijo Alfredo rodando los ojos.

—Chaz, Christian y Ryan son unos traidores, Ryan se fue con su chica, y Chaz y Christian con otros amigos—Murmuré con amargura.

—Ni lo menciones—Contestó Alfredo molesto.

—¿Cerveza y pizza o Antro y música?—Le Pregunté a Alfredo.

—No tengo ánimos para salir de la casa, nada me hará salir de éste lugar, pizza y cerveza será—Contestó.

—Bien—dije encogiéndome de hombros.

El celular de Alfredo comenzó a sonar, ambos desviamos nuestra atención a éste y fruncimos el ceño.

Él contestó el celular y salió de mi vista, a los minutos regresó.

—Lo siento amigo, me largo—Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Qué mierda?—Pregunté—¿No qué nada te haría salir de la casa?

—Kath llamó, sus tíos hicieron una elegante fiesta, y bueno, eso no me importa, lo que si me importa es que me encantaría pasar noche buena con Kath—dijo encogiéndose de hombros.

Rodé los ojos.

—Eres un puto traidor.

—Lo siento, compra pizza, llámale a Desti... oh lo siento de nuevo...

Fruncí el ceño.

—Solo lárgate—le dije y le lancé un cojín.

Él salió, y a los segundos regresó.

—¿Por qué no vas conmigo?—preguntó emocionado.

Fruncí el ceño.

—No seas idiota Fredo, ¿qué haré de mal tercio? Ve y diviértete hermano.

—Le caes bien a Kath, los tres la pasaremos genial.

—Imposible, no me gusta esa mierda de hacerla de chaperón.

Él miró para todos lados y después se sentó.

—¿Qué haces?—Pregunté extrañado.

—No te dejaré solo hermano, amigos antes que chicas—dijo encogiéndose de hombros—Pero... si mi amigo Justin quisiera ir conmigo... si tan solo mi amigo Justin quisiera acompañarme a la cena del papá de Kath...

Rodé los ojos riéndome.

—Vamos idiota, me pondré la chaqueta—murmuré.

—Alto, somos unos idiotas, es una fiesta de noche buena, tenemos que ir elegantes—murmuró Alfredo.

Dios, es verdad.

Después de vestirnos de manera más decente, salimos y nos dirigimos al auto.

—Vamos una hora tarde—comenté.

—Porqué eres una diva, tardas horas con tu peinado—dijo Alfredo molesto.

Bufé.

Después de unos minutos llegamos a la casa de los tíos de Kath, Dios, esta casa no me trae buenos recuerdos.

Posteriormente nos dirigimos a la entrada y llamamos a la puerta.

—¡Hola!—gritó Kath y nos abrazó a ambos demasiado fuerte.

Dios, que energía.

—Hola—dijo Alfredo con una gran sonrisa.

—Entre, entren—dijo Kath.

Entramos a la casa, la cual es ridículamente grande, y hoy luce más espaciosa, será porque la última vez que la vi estaba llena de personas.

—Vamos a saludar a mi familia—Dijo Kath entusiasmada, después me miró—Justin, soy una idiota, pero, podrías traerme mi bolsa, está en mi habitación, segundo piso, puerta color rosa con brillantina, es la única puerta diferente, disculpa que te lo pida, es solo que me duelen las rodillas—dijo con cansancio en los ojos.

—Yo no veo nada en tus rodillas—dijo Alfredo, Kath le pegó.

—Si, si ves—le dijo y después me miró—Por favor Justin.

Fruncí el ceño, esto es basura.

—Si—dije de mala gana.

Posteriormente comencé a subir las escaleras, después a lo lejos miré una habitación con una distinguida puerta, una puerta tan... Kath.

Abrí la puerta, después la cerré y me giré para buscar en la cama a la bolsa, pero lo que vi de espaldas me sorprendió aún más.

Fruncí el ceño, esa cabellera castaña...

—¿Kath?—Dijo y después se giró por el ruido de la puerta y abrió los ojos en sorpresa—Justin...

Reí sin gracia.

—Patético, tú lo planeaste, ¿no es así?—dije con amargura.

Ella frunció el ceño.

—¿De qué hablas?—preguntó, y se levantó de la cama.

La observé de pies a cabeza, Dios, ¿cómo concentrarme? trae puesto un vestido negro ceñido a su cuerpo, y luce ridículamente hermosa, se marca demasiado su figura, y se resaltan sus pechos, Dios, tragué saliva, está hermosa, más que eso, y de la cara, bellísima, toda ella es una maldita obra de arte.

Fruncí el ceño y traté de concentrarme, no ayudó que ella se acercara a mí.

—Pues... maldición ya sabes, que viniera a éste lugar.

Ella frunció el ceño.

—No, yo no planee nada Justin—Murmuró desconcertada.

—Bien, entonces me largo—dije y me di la vuelta para marcharme, ella me tomó del brazo y me giró.

—¿Kath te invitó?—Preguntó.

—Más o menos, fue Alfredo, quien fue invitado por Kath—respondí.

Ella negó con la cabeza.

—No Justin, es muy obvio, Kath planeó todo esto—dijo calmada y después se sentó en la cama—Pero me gustaría aprovechar el hecho de que estás aquí para hablar.

—¿Y de qué vamos a hablar? ¿De lo mismo? ¿De cómo te burlaste de mi en las carreras?—Pregunté con sarcasmo.

Ella negó con la cabeza.

—No fue así, te lo contaré todo, necesito que te calmes y que me escuches, puedes tomar asiento si quieres—dijo palmeando a su lado.

—No, de aquí escuchó perfectamente—dije parado frente a ella.

—Deja de ser tan terco, Dios, solo toma asiento.

Fruncí el ceño y después me senté a su lado.

—Solo porque ya estaba cansado, no porque tu lo hayas sugerido—añadí.

Ella rodó los ojos.

—Bien, como digas, ¿ahora me escucharas o te encerraras en tu burbuja de negación?

Bufé.

—¿Sabes? Hay algo que no me queda claro, es gracioso como mencionaste algo como "odio las mentiras" sin embargo me mentiste.

Ella negó con la cabeza y sobó sus cienes cerrando los ojos, después los abrió y habló.

—Deja de reclamar y escucha, ¿bien?—Suspiró—Para empezar nunca te mentí, solo no te lo dije, no lo creí necesario, ¿bien? Yo...

—Alto—hablé—antes de que te excuses, quiero decir algo, algo que ha estado rondando por mi cabeza y tiene algo de sentido.

—¿qué?—preguntó.

—Para allá voy—suspiré—¿por qué iniciamos todo esto? ¿Acaso querías distraerme de las carreras? ¿Acaso todo lo iniciaste para distraerme y tu ganar las carreras? Porque muchas veces mientras corría tú estabas en mi mente, y después el chico misterioso—bufé—o sea tu, me ganabas en las carreras.

Ella frunció el ceño.

—Eres un idiota, un completo idiota, ¿de verdad crees en lo que acabas de decir?—preguntó ofendida.

Miré para todos lados menos a sus ojos, hasta que finalmente la miré a los ojos.

—No lo sé, tu dime.

—Justin, ya no sé cuál es tu maldito reclamo, que sea el chico misterioso o que te haya ganado incontables veces en las carreras, ¿te enoja que te haya ganado? ¿Es eso?—preguntó alzando un poco la voz.

—¡Por supuesto que eso no me enoja! Lo que me enoja es el hecho de que no me hayas dicho nada, que estuvimos innumerables veces en el mismo lugar y yo ni siquiera lo sabía, siento que me viste la cara, ¡me siento traicionado!—Suspiré con frustración—Con razón fuiste tan buena en las carreras de Malibú, y yo que me estaba preocupando.

Ella asintió poniéndome atención y después habló.

—Desde hace unos años inicié en esto de las carreras, Kyle corría al principio pero no le iba tan bien como me va a mí, una vez yo me subí a un auto y para que mi hermano no supiera que era yo, tomé un casco y me lo puse, después competí y gané, posteriormente busqué a Kyle y le conté todo, él me regañó pero después se sintió orgulloso. ¿Sabes? Fue la mejor sensación que había tenido en mucho tiempo, la adrenalina y la velocidad me hicieron olvidarme de todos los malditos problemas, de toda la mierda de basura que estaba a mi alrededor, simplemente me hacía sentir viva, entonces le dije a Kyle que competiría de nuevo, él al principio se opuso, pero al darse cuenta que no podría detenerme, entonces solo me apoyó, ambos decidimos cubrir mi rostro, y simplemente así seguimos, me acostumbré a correr con un maldito casco en la cabeza, después llegamos a las carreras donde tu compites, me enteré que querías un competidor más... competente, llegó a los oídos de Kyle que necesitabas competencia de verdad, entonces decidimos que yo te, ya sabes, te haría una buena competencia, entonces después de ganarte la primera vez, a Kyle y a mí nos gustaron esas carreras y dejamos las del lado sur, admito que desde el principio me parecía fascinante ver como yo te ganaba y tú te molestabas, pero, no tiene que ver con eso. Desde que entré todo ha sido acerca de la adrenalina que me hace olvidarme de mis problemas—Suspiró y continúo hablando—me hace olvidarme del hecho de que mi papá no me pone atención, de que mi madre se fue hace años y me sentía sola en la vida, y desde el principio me gustó estar con una sola cosa en la mente, ganar, ganar y olvidarme de todo lo demás.

Terminó de hablar y me quedé sin habla, no sé qué decirle, me siento idiota después de lo último que dijo, todo es acerca de olvidarse de sus problemas, me olvide de sus demonios pensando solamente en mí.

Me acerqué a ella y la abracé, la rodee con mis brazos y la apreté lo más fuerte que pude. Conozco solo un porcentaje de su vida y siempre sus argumentos me dejan sin habla, me doy cuenta que cada cosa que hace hay algo detrás de ello, siempre hay una razón.

Ella sonrió y deshizo el abrazo.

—¿No vas a decir nada?—preguntó.

—Yo, no...

Dios, no sé qué decir.

—Tranquilo, creo que fue mucho, ¿no? Solo olvida la última parte, de hecho mi padre y yo hoy se podría decir que arreglamos un poco las cosas—Susurró y después sonrió.

Fruncí el ceño.

—¿Y él dónde está? ¿No se supone que debería pasar estas fechas contigo? ¿Qué hay de la fiesta que me dijiste que hace?—Pregunté desconcertado.

—Hoy no la hizo, decidimos venir a la fiesta de los Houston, el tío de Kath y mi padre son muy buenos amigos, además de socios.

Asentí comprendiendo.

—Quiero conocerlo—solté de repente y por su expresión sé que la tomé por sorpresa—¿No quieres que lo conozca?–pregunté con el ceño fruncido.

—No es eso Justin, es que... siento que es demasiado, nunca... ningún...—Suspiró—ningún chico con el que... ya sabes... yo... ninguno ha conocido a mi padre.

Me levanté de la cama.

—¿Te molesta que sea el primero?

—No, de hecho... bien, puedes conocerlo, pero, no te prometo amabilidad, él es muy complicado, él no es lo que se le dice buena persona, tiene su carácter.

—Nena—bufé—Puedo lidiar con ello.

Bajamos las escaleras y llegamos a la sala principal donde están todas las personas, Destiny comenzó a voltear hacia todos lados.

—¿Y mi papá?—le preguntó a Kath.

—Destiny, Justin, ¡qué bueno que se arreglaron!—dijo Kath.

—Kath, te pregunté algo, ¿y mi padre?—preguntó de nuevo con confusión y decepción en el rostro. Le apreté la mano.

—Él... él se fue Dest... dijo qué pasó algo en la compañía y lo tuvo que atender. Dijo que lo despidiéramos de ti.

Destiny me soltó de la mano.

—No es justo, él lo prometió, prometió que cambiaría, dijo que pasaría más tiempo conmigo—dijo y después caminó a la salida de la casa.

La seguí y llegamos al jardín de la gran casa, la noche nos acompaña.

—¿Estás bien?—Pregunté torpemente.

—Él ni siquiera se quedó Justin, ya van a ser las doce, ya va a ser navidad, a él no le importó una mierda. No sé de qué me sorprendo ¿sabes? Era de esperarse. No espero nada de él y aun así logra decepcionarme.

Asentí escuchándola y después la abracé.

—Quizá fue muy urgente lo qué pasó Dest, tienes que comprenderlo.

Ella deshizo el abrazo.

—No, nada es más importante que yo, nada es más importante que su hija, maldita sea. Estoy cansada de que las personas más importantes en mi vida me decepcionen, y cuando comienzo a confiar sucede de nuevo.

Entonces la miré, la miré con la decepción y tristeza mezclándose en su rostro, la miré con la mirada clavada en el suelo sintiéndose perdida, una expresión que raramente se ve en ella, está triste, jodidamente triste, y lo único que quiero hacer es decirle que todo estará bien, quiero abrazarla y decirle que estoy aquí para ella y que no pienso dejarla sola, que no pienso ir a ningún lado.

La abracé de nuevo y esta vez correspondió el abrazo con más fuerza, después se mi vino a la mente Amara y la jodida mierda del bebé.

Maldita sea.

_______________________________________

No se si se hayan dado cuenta, pero los capítulos son largos, y así seguirán siendo. Entre 4000 y 5000 palabras.

Actualizaciones miércoles y domingos hasta nuevo aviso ;) (me explota la escuela)

Disfruten :)

Valewow❤️