Capítulo 11 "Tenemos un trato"
"Tenemos un trato"
[Departamento de Justin en multimedia y a un lado una canción acorde a la situación]
Había pasado una semana, una puta semana sin verla. Desde esa noche no podía dejar de pensar en ella, es que era imposible.
Aspiré una bocanada de aire luego coloqué mi cigarrillo entre mis labios aspirándolo y luego deje salir un perfecto aro de humo, desde el livin de mi lujoso departamento podía ver toda la ciudad y como desearía que ella estuviera aquí admirando la misma vista que yo, Acariciándola. Robándole besos. Y es que parecía un jodido adolescente ilusionado, esa mujer me gusta más de lo que pensaba joder.
¿Qué es el amor? Me pregunto, no la amo, no puedo, no aun, es demasiado pronto, demasiado rápido. En las películas esas mierdas románticas, películas de amor, decían que era la cosa más maravillosa, pero si es que estoy enamorado infiernos que duele, Porque ahora la extraño demasiado, pero es que no puedo estar enamorado, me gusta mucho, eso sí, quiero verla, Quiero tocarla, pero soy tan orgulloso que no voy a ir, no iré a su casa, nunca me rebajaría a tal cosa, soy demasiado orgulloso, y al ser orgulloso incluso con ella me confirma que no estoy enamorado, que solo quiero sexo. Nadie puede culparme, ella está hermosa.
Abrí las puertas corredizas saliendo hacia el balcón dejando que el aire me diera en toda la cara, dejo caer mi cigarrillo, Aplastándolo con la punta del pie, cierro mis ojos por unos instantes y me siento en una silla tipo cama que se encontraba allí, Pasando mis manos repetidas veces por mi cara y luego mi cabello jalándolo levemente frustrado.
El timbre sonó, debía ser Ryan, seguro olvido sus putas llaves, el dijo que vendría a las nueve pero si apenas son las siete y treinta, que extraño, el nunca es puntual, Pero hoy vamos de fiesta y si que lo necesito mucho, muchísimo, necesito salir, follar a una pelirroja y olvidarme de... ella.
abrí la puerta y me encontré con una gran sorpresa, abrí mi boca para decir algo pero nada salió de esta, no pude, mi corazón esta latiendo fuertemente.
—¿Me vas a dejar entrar?—preguntó con su dulce voz, abrí la puerta sin decir aun nada, la mire de arriba abajo. Tragando saliva. Joder. Miles de sentimientos se recopilaron en todo mi interior ¿Qué era todo esta mierda que estaba sintiendo? Yo no podía estar enamorado de ella, solo me gustaba, mucho, es que es tan preciosa con ese vestido veraniego.
Ella era baja, apenas y me llegaba por el hombro, nunca la había visto con sandalias bajas. Sonreí en grande estaba preciosa y ella vino a mí, eso tenía que significar algo. Me siento feliz . ¿Qué estoy diciendo?
—¿Qué haces aquí?—le pregunté cerrando la puerta tras de mi, después la observe con atención.
—Estaba por aquí y pensé en hacerte una visita—dijo con una sonrisa inocente. Preciosa.
Y si ella tan solo supiera todo lo que provocaba en mi, de que manera me afectaba.
Caminó lentamente moviendo sus bonito culo dejando que la observara mientras ella observaba todo a su alrededor, la última vez que estuvo aquí salió corriendo y no pudo ver nada. Sonrió. Se sentó cómodamente en el mueble y yo me quede allí como un idiota admirándola.
—¿Qu-quieres...?—¿Por qué mierda estaba tan nervioso? Solo era una mujer. Joder. Esta mujer me volverá loco—¿Quieres algo de tomar?—logre preguntar.
—¿Tienes vino?—me preguntó.
¿Vino? Esta mujer cada día me sorprendía más y yo que pensaba que el vino solo les gustaba a las mujeres mayores, pero me equivocaba como siempre respecto a ella. Joder es que quiero saber tantas cosas de ella. Preguntar tantas cosas. Saber todo.
—Si—susurré. Cruzó sus piernas. Esas bonitas piernas que yo había tocado hace una semana atrás. Mierda, me puse duro al recordar lo que paso hace una semana. Nuestra primera noche juntos.
—¿Quieres una copa?—ofrecí. ¡Qué tonto soy! Ella me pregunto si tenía vino, obvio que necesita una copa. Ella asintió lentamente. Tus deseos son órdenes quise decir, no lo hice.
Fui al mini-bar y saqué una botella de vino Prosecco, el mejor. Tome dos copas y las llene de aquel delicioso vino. Le ofrecí una y me senté a su lado. Ella bebió de la copa delicadamente y la observe. Sus bonitos ojos brillaban.
—¿Ahora me dirás que haces aquí?—pregunté serio.
—Ya te dije—contestó con calma y luego dió un sorbo a su copa
—Dime la verdad—dije con calma. Y es que sabía que quería decirme algo.
Ella dio un suspiro y miro a otra dirección, dejó la copa a un lado y se levantó, fue directo al living a observar la vista, abrió al puerta corrediza y salió al balcón.
Dios, hace unos minutos yo estaba pensando en lo mismo, mi fantasía se había hecho realidad. Increíble.
Dejé la copa a un lado medio vacía y caminé hacia ella.
La tomé de la cintura delicadamente y puse un beso en su hombro descubierto y es que fue inevitable, quería besar cada parte de su cuerpo, ahora mismo, aquí, en el suelo, hacerla gritar fuerte, hacer que se corra solo para mí.
—¿Ahora me vas a decir?—susurré lentamente.
Relamí mis labios. Y mire al frente a la preciosa vista que tenia, la hermosa luna brillante, perfecta, las luces de toda la ciudad encendidas y el sonido de los autos pasando es apenas como un susurro. El aire frío chocando con mi rostro. Hundí mi nariz en su cabello, huele delicioso, siempre lo hacía. Y me olvide de todo, quería estar así para siempre con ella. Solo con ella ¿Qué me está pasando? Solo me gustaba, me gustaba en mi cama, solo para mí, solo eso, me repetí a mí mismo. Y siendo honesto cualquiera estaría igual que yo, tiene un tipo de belleza que no se ve todos los días.
—Quiero que seas mi amante—soltó de la nada y la mire sorprendido ¿Su amante? ¿Hablaba enserio?
—Tu amante... —susurré extasiado con los ojos brillantes. Haría lo que sea con tal de mantener a esta mujer a mi lado.
—Pero tienes que saber que no tendremos ninguna atadura—se apresuro a decir—Seremos amantes aquí dentro y desconocidos afuera. Yo puedo salir con quién quiera al igual que tu, solo serán días de disfrute, simples noches de sexo y yo pondré los términos y condiciones—término de decir y la mire encantado, joder como me encantaba esta mujer, es perfecta.
Aquello que me está pidiendo es demasiado, mi corazón está acelerado. Amantes, susurró en mi cabeza, nunca he tenido una amante, nunca, solo chicas de una noche ¿ella lo había tenido? ¿Ella ha tenido más de un amante? No parecía pasar de los 20 años ¿Cómo mierda tan joven pudo haber tenido un amante? ¿Con cuantos chicos se habrá acostado? Y él solo pensar que haya tenido un amante hizo que me estremeciera. Joder. Aleja esos putos pensamientos.
Me concentré de nuevo en lo que acababa de decirme. "Quiero que seas mi amante" Y es que semejante idea me parecía increíble, disfrutar de ella. Besarla, Follarla, Follarla y Duro, todas al noches que quisiera. Cerré los ojos.
—¿Podemos comenzar hoy?—susurré lento de lujuria y es que imaginarme semejante idea, haciéndoselo cuando quisiera, dentro, en cualquier parte. Joder iba a correrme aquí mismo con solo mis propios pensamientos. Relamí mis labios y sonreí.
—¿Eso significa que tenemos un trato?—preguntó divertida.
Es tan segura de si misma y eso hace verla jodidamente caliente.
—Tenemos un trato—susurré
Sin saber en donde me estoy metiendo, joder ¿Si las cosas son mucho peor para mi corazón? No, ya me enamoré una vez y no terminó bien, jamás caeré de nuevo. Solo será sexo ¿qué puede salir mal?
Ella dijo claramente sin ataduras, ella podrá salir con otros tipos y actuaremos como desconocidos.
¿podré soportarlo?
Omnisciente PDV
Ni ella misma sabia por qué carajos le estaba proponiendo eso a Justin Bieber, ¿tal vez porque se quería divertir? Quizás. Pero eso se lo pensó y la idea fue tan tentadora, relamió sus labios. Joder este hombre iba a volverla loca, pero solo en el sexo. ¿Verdad?
Se acercó a pasos lentos hasta colocarse de puntillas y rozar sus labios, un leve gemido salió de la boca del rubio, lo afecta, mucho. Sonrió Destiny satisfecha.
Justin es medio alto, musculoso, sexy y encantador, la fantasía sexual de cualquier mujer, y es que Destiny no podía desaprovechar aquella oportunidad. Sin duda alguna Justin Bieber era el mejor en la cama. Un dios griego, la deja con deseo de más. Mucho más.
—vamos a la cama si no quieres que te lo haga aquí—susurró Justin en sus labios, Destiny sonreía. No parecía tan mala idea ¿Tenerla a la luz de la luna? Con la hermosa vista de Nueva York y todas esas luces. Parecía una de sus fantasías sexuales.
—Hagamozlo Aquí, ahora—Dijo ella, aquella mujer no lo podía sorprender más. Relamió sus labios. Joder ¿Se estaba cumpliendo una de sus fantasías? Durante la última semana no pudo dejar de pensar en follarla aquí, en esa silla, el arriba de ella o al contrario, como sea.
—No debes pedirlo más—susurró el rubio antes de comerle la boca.
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Votos y Comentarios para continuar y hacer feliz al Justin.
No olviden pasarse por mi novela "Read my lips" la cual actualizo mega seguido ❤️
Las quiero.
❤️
Valewow❤️
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