Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XXVIII


              Tocan la puerta haciéndolo detenerse. Frank permite el pase y estira las comisuras al ver la nuevamente desteñida cabellera de Gerard asomarse por la puerta. Su cabello volvió a ser sólo negro, y eso le parece asombroso. El largo continúa siendo el mismo y la maya gris ha vuelto a ellos. Sigue luciendo jodidamente excitante en él.

— ¿Estás listo? —le pregunta apoyando la espalda de la puerta una vez la cierra. Frank suspira terminando de abrochar su maya y va a tomar asiento al borde de la cama para comenzar a calzarse sus guantes.

—Sí —murmura. Gerard entrecierra los ojos.

— ¿Seguro?

El tatuado ríe por lo bajo.

—Nervioso.

El mayor asiente tras suspirar.

—Nunca se me ocurrió preguntarte cómo te sentías antes de cualquier misión. ¿Te sientes así cada vez que vamos a una?

Frank cierra un ojo, dejando el otro abierto para dar una mueca y acabar con sus guantes. Sus dedos sobresalen, están horribles. Por eso no se molestó en decir algo cuando a Danger y a Lindsey les provocó pintarle las uñas de negro.

—Siempre siento que algo va a salir mal.

—Mmm... ¿Incluso cuando todo sale bien?

—Incluso, sí —se ríe—. Pero creo que es normal. Todo puede pasar allá fuera. Además, será la última misión.

Gerard resopla.

—No será la última. Sino que..., intentaremos desactivar otra bomba, y tenemos que hacerlo bien o... Eso... No es la última, Frank.

El menor vuelve a reír y ajusta sus zapatos. Piensa en levantarse, pero si lo hace va a estar caminando nerviosamente por la habitación. De todos modos, no evita comenzar a dar puntapiés en el suelo.

—Repetiremos la misión si algo sale mal, Gee. Todo... volverá al principio. Los números en la puerta cambiarán de nuevo, nos quitarán las ventajas con más razón, probablemente alguien muera, puedo ser yo, puedes ser tú, hasta... Danger, yo qué sé. Es jodido. Bastante jodido. Pensar en todo eso...

El pelinegro despega la espalda de la puerta para caminar hacia él, toma asiento a su lado y va posar una mano en su hombro.

—Eh, es la misión más jodida en la que vamos a estar, pero lo haremos bien —intenta calmarlo con un apretón, Frank suspira bajando la vista a sus manos entrelazadas—. Y si lo hacemos bien, nadie tiene porqué morir, ¿cierto?

Su sonrisa divertida le hace reír. Y más que reír, le hace querer besarlo. Pero se ha logrado mantener al borde de lo cursi. Sí, está enamorado de Gerard, y no quiere alardear o hacerse ilusiones, pero tampoco quiere tomar una actitud demasiado diferente a la anterior para con él, cuando ambos a duras penas se toleraban. Por otro lado, también quiere creer que al menos Gerard tiene un pensamiento diferente al del principio en cuanto a él. Gerard no es del tipo cursi, y Frank no quiere hacerlo sentir incómodo. Porque si es brutalmente honesto: se vuelve un dolor en el culo con lo imbécil enamorado que puede llegar a ser.

Se siente como el típico adolescente, y puede que Danger sea la única merecedora de tal información.

—Si algo malo pasa, sólo espero que no nos afecte demasiado —dice el tatuado—. Y me refiero al grupo entero. Tampoco podemos cerrarnos a la realidad.

—Claro que no —niega el mayor—. Frank... Tú... ah... ¿Sigues...?

—Gerard —el avellana arquea una ceja.

— ¿Sigues queriendo no morir? Digo, por... Bandit. Y Danger. No estás... cerrado a posibilidades, lo que quiere decir-

—Lo que quiere decir que daré mi mejor empeño para seguir aquí, y eventualmente poder sacarnos de aquí. Lo haría por Bandit, por Dang, y... claramente por ti también. ¿Y por qué no por mí y por Mikey también, eh? —encoje un hombro en tono divertido, haciendo al pelinegro soltar agudas risitas. Lo ve asentir.

—Eso lo prometiste.

—Lo prometí —asiente el avellana—. Y no sé si soy bueno cumpliendo promesas, porque realmente nunca tuve a alguien a quien hacerle promesas, pero lo intentaré. Que no esté cerrado a posibilidades no quiere decir que no lo intentaré.

Gerard sólo se limita a asentir de nuevo. Ambos callan mirando al suelo.

—... ¿Aquí es donde nos besamos y toda la mierda? —frunce el ceño girando a él. Frank ríe silenciosamente, cerrando los ojos y dejando su dentadura relucir. Gerard hace lo mismo, pero sólo palmea su espalda cuando el avellana remueve sus guantes de nuevo para restregarse el rostro. Luce verdaderamente cansado, y tiene la certeza de que luce igual, pero poco importa si ambos están acostumbrados a verse de esa manera.

Les parece increíble lo rápido que las cosas suceden. Lo rápido que todos parecen superar y avanzar... Y posiblemente olvidar también. Pero Frank no quiere olvidar. Y sabe que Danger tampoco, a pesar de todo. La castaña le comentó lo culpable que en ocasiones eso le hace sentir, porque no llegaron con el propósito de tomarse estima entre ellos. Les metieron una mentalidad distinta, algo más cruda, más riesgosa y/o perturbadora. Los Pasamontañas supieron jugar con ellos, porque fuera de las misiones; tienen una buena vida. Dentro de las paredes de metal oxidado, humedad y la comida de mierda; les dieron una buena vida.

Como un último banquete antes del verdadero final.

Ellos no pueden pelear en contra de eso.

En cualquier momento alguno subiría para avisarles que es hora de irse, por lo que antes de que eso pase Gerard se remueve en su puesto para encarar a Frank.

»Tal vez tú no has hecho promesas, pero yo sí. Y sólo pude cumplirlas hasta mitad de camino. No todas las promesas se cumplen, Frank, es... difícil, en ocasiones. Es por eso que muchas veces es mejor no hacerlas. Pero sin embargo-

— ¿Adónde quieres llegar, Gerard? —risotea el menor mirando por encima de su hombro izquierdo a un nervioso desteñido, que suspira al no tener otra alternativa que decirle lo que tiene en mente.

Se estira para escarbar en sus bolsillos y saca un papelito doblado en el que Frank posa la vista de inmediato.

—Necesito que me prometas... que si yo ya no estoy, y tú logras salir de aquí... Vas a encontrarla, Frank.

El avellana queda absorto por un segundo. ¿Se está despidiendo?

Gerard musita un "por favor", tendiéndole el papel y presuntamente ignorando su expresión de cabreo, dolor, ofensa y posiblemente terror y confusión. No lo comprende. Pero cuando el mayor insiste en que tome el trozo de papel, lo hace con duda, desdoblándolo para encontrarse con una dirección, e incluso un número telefónico.

"Centro de Adopción Greckenwall"

Frank jadea al termina de leer, doblando nuevamente el papel con dedos temblantes que amenazan con romper el papel en cuatro y convertirse en puños para de esa manera golpear con fuerza a Gerard.

— ¿Qué es esto? —pregunta con voz rasposa alzando el papel.

—Encuéntrala, Frank —repite en un murmuro. Chasquea con la lengua cuando el menor no relaja su semblante—. Mira, sé que tomará mucho dinero y papeles, pero las personas ahí son buenas, tienen buen servicio. A ella le gusta estar ahí, e incluso si toma un poco más de tiempo-

El tatuado no deja que finalice; bruscamente tira de su cuello, tomando su labio inferior con fuerza para entonces suavizar el agarre con su lengua. Las rodillas de Frank van a parar a cada lado de la cintura del mayor, quien va a posar las manos en su cintura.

—Yo no voy a encontrarla, tú lo harás —murmura el tatuado sobre sus labios—. Tú lo harás, y yo estaré ahí contigo —sus palabras salen entre dientes, se esconde tras fuertes besos que el ojiverde apenas consigue corresponder. Cae en el regazo de Gerard y desliza ambas manos hasta su clavícula, dejando un pequeño espacio entre ellos para mirarlo a los ojos—. Vamos a salir de aquí, yo te lo dije, yo te lo prometí. Tú estarás con ella de nuevo, y yo la voy a conocer y... seremos como la típica maldita familia americana que sale por un helado en los domingos, y... veremos películas hasta tarde, y... No me importa nada, Gee, nada. Yo... es más, yo no importo. Pero tú tienes que salir, ¿está bien? —el menor junta sus frentes, dando con sus puños levemente sobre el pecho del pelinegro y los dedos de Gerard se aferran su cintura, sintiendo la mandíbula temblar y sus ojos escozar ante las palabras de Frank— Yo no tengo nada allá fuera, Gerard. Ahora todo lo tengo aquí. Tengo a Danger y te tengo a ti. Y yo podría morir acá, pero tú... simplemente no puedes. Tienes que seguir cumpliéndole promesas a tu hija, porque la necesitas. Y ella te necesita a ti.

Cuando el desteñido se asegura de que ha terminado, es él quien tira del cuello contrario para poder besarlo. Aferra sus dedos a él y lo acaricia con esa fuerte parsimonia que a Frank le fascina. Ambos cierran los ojos, sumiéndose en ese simple beso como otros tantos que han compartido sin la necesidad de estar desnudos bajo una corriente de agua.

Sin darse cuenta, se han convertido en uno solo. Sin darse cuenta, han pasado a depender del otro. Sin darse cuenta, Frank significa para Gerard tanto como su hermano e hija significan. Y sin darse cuenta, han aprendido a amarse a escondidas. Porque sería un secreto que nunca revelarían, ni siquiera entre ellos...



Perdón por tardarme mil siglos en actualizar y luego venirles con capítulos cortos y mierdas :). Tampoco sé cuánto le falta a esto, pero ojalá que no mucho.

Y si siguen leyendo hasta acá, mil gracias<3.

Moni x.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro