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IX

El edificio en llamas es todo lo que abarca la vista de Frank, de no ser por la franela que Tré le tendió cuando pasó por su lado probablemente estaría ahogado. Los minutos en el reloj corren y cada vez les queda menos tiempo. Desea poder chasquear con sus dedos y hacer que la jodida alarma deje de sonar y recordarle que, si no salen de ahí cuanto antes, van a arder junto al edificio.

Toma la mano de Danger cuando ella busca la suya y de un tirón la hace correr junto a él, nota lo débil que está cuando le pesa el caminar, pero se detiene cuando ella se detiene a unos metros de la salida y tira de su brazo.

— ¡Danger! —grita tirando de vuelta, ella apunta al cuerpo de un hombre boca abajo. Con sus fuerzas corre hacia él zafándose del agarre de Frank—. ¡¿Qué haces?! ¡Hay que salir! ¡Danger!

— ¡Hay que ayudarlo! —le grita de vuelta—. ¡Tiene pulso! ¡Toma su brazo!

— ¡Danger, no podemos llevarlo con nosotros, Billie nos va a matar!

— ¡A la mierda con Billie! ¡Todavía está vivo! ¡Toma su brazo, Frank!

Y a regañadientes le hace caso, porque el cansancio junto al dolor en su aguda voz lo hace estremecerse aun cuando no hay ninguna ráfaga de viento que los atraviese. Danger no lo va a dejar morir, y él no es nadie para decirle qué hacer y qué no, así que juntando fuerzas carga al hombre sobre su hombro izquierdo, con Danger guiándolo a la salida. La fuerte alarma taladra su cabeza, y cuando logran sentir la brisa de afuera siente alivio. Andy tiene su ceño fruncido, pero no halla tiempo para palabras cuando lo ve con el hombre sobre él, lo toma para llevarlo al auto.

Por un segundo busca a Danger a sus lados, no está. Para cuando el pitido de la fuerte alarma se repite constantemente avisando que el edificio explotará, gira para ver a Rafael corriendo en su dirección con Danger en brazos y el edificio estallando a sus espaldas. Ni siquiera notó cuando la castaña se desmayó al salir. Pudo haberla dejado morir y no darse cuenta.

Un mal gusto lo envuelve, remordiendo su consciencia. La mano de Gerard sobre su hombro lo hace caminar hacia los autos, e ignora a Ray cuando le pregunta si se encuentra bien.

*

Gerard suspira. Se pregunta por cuánto tiempo Danger se quedará mirando a la puerta de metal sentada de piernas cruzadas sobre la mesa del comedor y ese brazalete en sus manos. Bien puede asegurar que hace un buen rato se percató de él observándola desde la platabanda superior. Cuenta pausadamente hasta cincuenta. Planeaba hacerlo hasta cien, pero la ansiedad prevalece. Lentamente baja las escaleras y llega a su lado desde sus espaldas. Acaba de darse una ducha, lleva puesta esa camisa con la que Frank denominó su apodo, su abundante cabello está aplacado por la humedad y su mirada está perdida. Desvía la suya un par de veces, buscando qué es lo que ella ve.

—Billie me quiere matar —la escucha murmurar y luego soltar una risita—. Dice que es mi culpa que Oliver, Peter y Amy murieran hoy, porque salvé al hombre del otro grupo en vez de salvarlos a ellos. Matt me insultó, Frances también, y Andy... él no dijo nada. Tampoco hizo nada. Frank y Rafael me defendieron. Frank dijo que había sido su culpa, pero Billie no le creyó. Entonces dije que sí había sido mi culpa. Pero ellos murieron, y yo no puedo hacer nada al respecto, ¿sabes?

El desteñido muerde su labio. Danger suena realmente dolida. ¿Qué puede hacer en ese tipo de casos? Nunca fue bueno consolando a las personas. A Mikey no le gusta que sientan lástima por él y es la única persona que siempre le ha importado, por lo tanto, jamás ha tenido a nadie a quien pueda consolar. Pero parece que ella lo necesita, y si entrecierra sus ojos, puede imaginarse a una persona un poco más pequeña que ella, con dientes y manos aún más pequeñas y delicadas, pero con el mismo cabello castaño abundante y brillosos ojos cafés. No le sería difícil.

Va a tomar asiento en el suelo, cruzando sus piernas y sosteniendo sus rodillas con sus brazos. Ella no deja de ver del brazalete a la puerta constantemente, y Gerard sabe que quiere decir muchas cosas, pero que ni siquiera sabe por dónde empezar. Por reflejo observa a Frank llegar a una de las esquinas de la platabanda. Él sólo se queda ahí, y Gerard no hace el esfuerzo por hacerle saber que sabe que está ahí.

— ¿De quién es el brazalete? —pregunta cuando toma valor. Él ya sabe de quién es, más no sabe su punto de vista, y teme que el preguntárselo sea dar un mal paso.

—... Del hombre que maté en la penúltima misión. Tenía... los ojos muy azules, barba gruesa y... en su espalda decía "J. Leto". Fue lo que alcancé a leer antes de que Andy fuese a buscarme —ríe ladeando su cabeza—. Le pedí disculpas a un cuerpo inerte. Y luego me tuve que quitar su sangre de las manos. Me di asco.

Gerard frunce el ceño. ¿J. Leto? ¿Jared? ¿Danger mató a uno de sus colegas en DD? Es el único jodido Leto que conoce, descontando que tenía un hermano al que nunca conoció, y la descripción física le hace saber que habla de ese Leto. No eran muy amigos pero más de una vez se trataron por largos ratos. Suspira cerrando los ojos, luego se lo comentaría a Mikey.

Para cuando los abre, Danger tiene su rostro empañado. Sus dedos blanquecinos aprietan el brazalete y su mandíbula tiembla. Una vez le escuchó decir a Frank mientras hablaba con Ray que Danger no merecía estar ahí, fue en los primeros días. No le dio muchas vueltas, a su opinión todos merecen estar ahí, pero ahora está siendo testigo, y bien puede darle la razón al tatuado. Es un aura inocente atrapada en una jaula sin escape.

—Dang, tú no mataste a Oliver, Peter y Amy. Estaban a dieciséis segundos de que el edificio explotara, y con todo y eso pudiste convencer a Frank de salvar al otro hombre, por más que fuese del otro grupo. Estabas asfixiada, a penas podías caminar y te desmayaste cuando saliste, si Rafael no hubiese ido por ti o hubieses tardado más, tú pudiste haber muerto y Frank también. Por Dios, Danger, tienes quince años, Billie no puede sólo culparte-

— ¡Aquí yo no tengo quince años, Gerard! —carraspea entre dientes, haciéndolo callar abruptamente. En la platabanda, Frank presiona su mandíbula—. ¡Aquí no soy una niña, aquí soy otra más de ustedes! Es como si tú hubieses matado a alguien, o Frank, Ray, Mikey, aquí soy un número más, un color más. Ellos murieron, ¿y qué pasó? Se apagó un punto amarillo, uno plateado y uno rosado en un tablero, nada más. ¿No crees que es genial?

El pelirrojo desciende su cabeza, apenado de que ella tenga razón. Es tan diferente cuando lo escucha salir de alguien. Toda esta situación es mucho más de lo que ha llegado a percatarse, es mucho más serio, mucho más real. Mucho peor.

Suspirando se levanta del suelo y se acerca a ella hasta cautelosamente quitarle el brazalete de la mano. Es similar al de ellos, como un reloj, sólo que en la parte donde se ubicaría el reloj hay un punto de luz. Claramente ese está apagado, mientras que el de Danger ilumina púrpura y el de él rojo. Posa sus manos en sus hombros, aun así ella no lo mira.

—Necesitas descansar, Dang.

Va a replicar algo, incluso puede ver los vellos de sus brazos erizarse, pero sólo acaba por suspirar y bajar sus hombros. Entonces le asiente antes de deshacer el cruce de sus piernas y bajar de la mesa, Gerard no se sorprende que su cansancio se note incluso al caminar. Siente la necesidad de abrazarla, bastante fuerte. Pero sólo se queda parado, dándole un apretón en el hombro y sonriéndole con sus comisuras elevadas. Danger le regresa el gesto y comienza a caminar en dirección contraria.

— ¿Danger? —frunce su ceño, ella se gira—. Tu celda está subiendo.

—Ya sé, pero no creo que quiera dormir sola esta noche. Rafael seguro está despierto.

—Bien —le sonríe de lado, ella le regresa la sonrisa de nuevo y cuando está apunto de caminar, vuelve a llamarla—. Gracias por... salvarme... en la otra misión. Cuando casi caigo al abismo.

Ahora es ella la que frunce su ceño.

— ¿Salvarte? Yo no te salvé.

—Le dijiste a Frank que lo hiciera, aun cuando él me iba a dejar morir. Gracias por no dejarlo.

La castaña se detiene a pensar, entonces su semblante se relaja y asiente.

—Te tardaste. Pero de nada.

Y tras sonreírle nuevamente se pierde entre uno de los pasillos. El desteñido borra la mueca de su rostro, echándole un vistazo al brazalete y tomando su puesto en la mesa, con dirección a la puerta de metal. Sólo tienen un número descifrado, el que ganaron en la misión pasada, un nueve solitario entre tantos cuadros con números indefinidos. Enloquecerían antes de poder salir de ese lugar.

—Te dije que era asombrosa.

Gira su cabeza para ver a Frank de brazos cruzados al inicio de las escaleras. Bufa una risa.

—Tú no me dijiste nada.

—Al menos lo insinué —responde apoyándose el borde la mesa a un lado suyo—. Se está convirtiendo importante en este lugar.

— ¿Importante? ¿Acabas de escuchar cómo se siente? Podrá ser importante para ti, y para Rafael, pero mientras el resto piense que ella mató a tres personas cuando realmente sólo fue a una y apenas puede dormir porque su mente no se lo permite, no será importante, Frank. Todo lo contrario.

Frank se ríe, y quiere golpearlo. Lo que dijo no tiene ni un ápice de gracia, ¿y el muy idiota se va a reír? Empuña sus manos exhalando fuertemente.

—Es porque ellos no la han escuchado intentando convencerse de que no es una mala persona entre lágrimas y sollozos. Desde el primer momento supe que Danger es más de lo que parece, Gerard. Vine aquí como un jodido ladrón de mierda cumpliendo un tipo de castigo con mi mejor amigo y terminé apegándome a una niña de quince años y a un idiota incompetente que suele buscarme sólo por sexo.

Gerard alza una ceja girando a verlo.

— ¿Me llamaste idiota incompetente?

—No sé qué haremos cuando el hombre del otro grupo despierte —suspira el avellana evadiendo su pregunta, más Gerard no relaja su semblante—. Billie dijo que podría tardar semanas, está sedado.

— ¿Me llamaste incompetente?

—Te llamé idiota.

—Me llamaste incompetente. No soy incompetente. Soy bastante competente.

—Supéralo, ¿quieres?

—No. Hace unas noches no hablabas sobre lo incompetente que soy cuando gemías debajo de mí, ¿o sí?

— ¿Siempre te tienes que comportar como un niño? Creí que la niña era Danger.

—Llámame incompetente de nuevo y voy-

— ¿Qué mierda vas a hacer, Gerard? —se posa frente a él. Sus manos van a plantearse a sus costados, dejándose inclinar hasta estar lo suficientemente cerca de su rostro y sentir su aliento. El desteñido no se inmuta—. ¿Me vas a violar de nuevo?

Gerard pone los ojos en blanco.

—Y sigue con que fue violación. Quítate —con sus manos lo empuja desde su pecho, riendo el tatuado da traspiés—. Piensa lo que quiera, no soy un jodido violador, sé lo que pasó, y no estamos en libertad como para que me acuses de algo como tal, por lo-

— ¿Siempre le tienes que dar tantas vueltas a todo? —el fastidio en el tono del avellana lo hace rodar los ojos nuevamente—. Era bromeando, Gee.

— ¿Por qué osas de joderme la paciencia todo el tiempo? Ahora me dices "Gee" —gruñe estremeciéndose. Frank sonríe apoyándose de la mesa, lo ve encaminarse hasta las escaleras.

—Fue una indirecta para decirte que me gustas, pero lo malinterpretas todo. Así no vamos a llegar lejos, ¿sabes?

—Siento lástima por ti. Sólo te quiero para sexo. No estamos en el escenario para establecer algo más allá de sólo eso. Me voy a morir y tú vas a sufrir, mejor despégate.

—Te prometí que no te dejaría morir. Cumplo mi palabra. Idiota.

Subiendo las escaleras le muestra el dedo medio como insulto, mientras que Frank se dedica a observar sus caderas contonearse a medida que sube cada escalón. Muerde su labio. Definitivamente no se rendiría tan fácil, a ese punto le resulta imposible. Rato después sube, según sus cálculos es pasada la media noche y a primera hora tienen entrenamiento, se busca alguna manera de defender a Danger si llegan a atacarla entre Matt y Frances, lo cual es bastante probable porque Andy —a pesar de su gran apariencia rústica—, sería incapaz de ponerle una mano encima.

Y al menos no recibió un golpe cuando le admitió a Gerard que gusta de él.


Nota: La historia está comenzando a girar en torno a Gerard, Frank y Danger, y personalmente me encanta. Espero que a ustedes también xx.

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