Nine
El mismo método lineal de ayer se mantuvo, como habían acordado.
Las horas de instituto pasaron arrastrándose como siempre, las mismas aburridas clases que hacían a más de uno querer bostezar y las pláticas de ánimo por los exámenes de admisión que, en realidad, no animaban a nadie.
Jungkook tenía un poco más de suerte, y algunos días se ausentaba si tenía algún partido de básquet que jugar, como antier.
O se saltaba el último turno cuando le tocaba entrenamiento, como hoy; por lo que le había pedido –más bien, ordenado– a Taehyung que lo esperase junto a su auto y no se moviera de ahí.
El menor reprimió el insulto en la punta de la lengua al sentirse un niño pequeño mangoneado.
Sin embargo no le molestó tanto como debería haberlo hecho, semana atrás le habría gritado a Jungkook que se consiguiera una mascota a la que mandar a gusto. Hoy simplemente asintió y caminó hacia el parking.
Así es como era la personalidad de Jungkook, le saldrían canas verdes si reaccionase ante cada cosa molesta que este hace.
Una notificación hizo vibrar el teléfono en su bolsillo.
Yeon:
Oye taehyung, tienes novio o algo así??
Quién es para poder darle mi pésame?
👀
Este era otro igual de irritante que Jeon, no hay duda de que harían buena pareja.
Yo:
De dónde sacaste eso 🤨
Yeon:
Bueno... papá dijo que no vendrías con nosotros hoy tampoco
Yo:
Namjoon y mamá saben que estoy ocupado en un trabajo de clases
Yeon:
Por qué siempre soy el último en enterarse de todo? :-[
Yo:
El karma de los metiches
Su hermano le envió un gran odioso en letras mayúsculas que hizo a Taehyung rodar los ojos antes de devolver el móvil, esta vez a la mochila.
Cuando ya estaba lo suficientemente aburrido de dibujar garabatos en el suelo con la punta de sus zapatos, divisó al pelinegro acercarse.
Su apariencia fresca y sin el brillo del sudor sobre su piel indicó que se había duchado en los baños de la instalación. Tenía el pelo goteando sobre su ropa casual.
Del bolsillo sacó las llaves que desbloquearon al auto.
"Sube" dijo a Taehyung cuando pasó por su lado.
El menor torció el gesto, con profundos surcos entre las cejas y su nariz cuando un olor desagradable y mentolado llegó hasta él antes de abrir la puerta.
Jeon sentía la pesada mirada del castaño taladrándole el lado derecho de su rostro. Durante todo el trayecto pudo sentirla rondando sobre él.
"¿Estás enojado porque te hice esperar mucho?" preguntó condescendiente.
"¿Fumaste de nuevo?" soltó sin más. "Apestas a cigarro"
Ahora fue el turno de Jungkook de fruncir el ceño.
"Me duché antes de salir..." reprimió el impulso de llevarse una mano al cuello de la sudadera y acercarlo a su nariz.
Taehyung rodó los ojos antes de cruzarse de brazos.
"Está claro entonces que los jabones baratos no le prueban, Lord Jeon"
El contrario soltó un suspiro un poco harto de que Taehyung haga siempre de su estatus social una burla. Lo hacía sentirse como un adolescente caprichoso, lo cual no era.
Quería reprenderlo, o devolver el daño.
"¿Por qué siquiera te importa?" indagó por lo más singular a cambio.
Se mordió la lengua al querer corregir que en realidad, cargaba con sus productos de limpieza personales. Pero eso probablemente solo lo haría ver aun más snob.
La pregunta lo cohibió. Su compañero se encontró desviando la mirada hacia los edificios que perdían de vista tras la ventanilla.
Jungkook tenía razón. Por qué estaba haciendo de esto un drama como si él y Taehyung fueran viejos amigos preocupados entre sí.
Apenas eran conocidos que en tres años habían intercambiado ocho oraciones, con suerte. Y aunque en estos días su relación interpersonal había avanzado un poco, seguían existiendo escaramuzas.
No tenía derecho a inmiscuirse en la vida personal de Jeon.
Lo sabía y lo entendía, mas no podía quedarse sentado sin hacer nada mientras le veía atentando a su salud.
Su abuelo materno había muerto hace mucho, dejando a una hija de dieciséis años junto a una esposa dolida. Enfisema pulmonar, una obstrucción en los alvéolos pasmó su respiración de dentro hacia fuera.
Ese recuento lo dejaría pasar como un simple hecho desafortunado, de no ser por la pena que percibía en su madre cada vez que hablaba de ello.
La mujer había transformado ese dolor en motivación. Dedicó su futuro a la medicina, en una especialidad que le gustase y pudiera ayudar en la medida de lo posible a aquellos golpeados por la vida.
"Un mal hábito debe ser erradicado" contestó.
Jungkook bufó.
"Suenas como el líder de una secta religiosa ahora"
El menor soltó una pequeña risa que hizo su hombros elevarse.
Jungkook sonrió, llevado por el sonido contagioso.
Así la rigidez del momento se había dispersado, y un ambiente mucho más reconfortante se instaló en el auto.
Ambos lo agradecieron.
Taehyung tenía una sensación rara en la nuca y el cuello caliente, desde que habían llegado y hasta ahora –que casi estaban por terminar con todas las preguntas que conformaban el proyecto– Mina, la empleada de Jungkook, no había dejado de mirarlo con los labios curvados en lo que a él le pareció una sonrisa sospechosa.
"Solo ignórala..." refunfuñó el pelinegro a su lado... ¿Avergonzado? antes de girarse a la mujer. "¿No tienes algo que hacer?"
La chica parpadeó con su sonrisa en aumento.
"¿Uh? La verdad es que no" Jungkook le envío una oscura mirada que le hizo querer rodar los ojos. "Ahora que lo recuerdo debo organizar el clóset de la señora. Si me disculpan"
El menor la despidió con un ademán impaciente, que casi parecía aliviado de que se marchara.
Taehyung aún no podía creer que Jungkook estaba avergonzado por esto. O por cualquier cosa en general, simplemente no parecía ese tipo de persona.
"Está bien, no me molestaba de todas formas" concilió el castaño.
El mayor lo miró incrédulo.
"No mientas, sé que ella puede ser intensa aveces" contradijo comenzando a organizar y engrapar las hojas juntas.
Taehyung recogió sus cosas también, y las devolvió a la mochila. Todavía no podía creer lo sencilla que se había tornado la convivencia con Jungkook; habían avanzado como la seda en el trabajo, contrario a lo que creyó.
Con un último vistazo a la sala de estar que les rodeaba, cerró el zíper. El silencio de esta casa era intimidante.
"Oye, Jungkook" el contrario emitió un sonido con la garganta para hacerle saber que le escuchaba. "¿Dónde están tus padres? Ayer tampoco estaban... ¿O vives solo acaso?"
No le sorprendería si ese fuera el caso.
El mencionado le miró un momento, bombardeado por las preguntas inesperadas, a los ojos grandes y curiosos de Kim. No le gustaba divulgar su vida personal pero esto era algo que cualquier persona preguntaría teniendo en cuenta la posición de Taehyung y lo vacío que está este sitio aveces. Bueno, la mayor parte del tiempo.
"Están de viaje" alzó un hombro. "En algún lugar de Daegu"
"¿En serio? Mi abuela vive allá. Voy en vacaciones" soltó Kim más impresionado de lo que quizá debería, emocionado al parecer por la coincidencia, mientras Jungkook le devolvió su mirada plana. "¿Tú también tienes familia allá?"
¿Por qué estaba más preguntón que de costumbre?
"No" respondió escueto antes de cambiar de tema. "Me quedaré con el trabajo hasta mañana. También lo escanearé para quedarme con una copia. Si quieres te la puedo enviar después"
Kim notó el abrupto cambio de tema, sin embargo no dijo nada. En su lugar, había algo más que le ocupaba la mente desde anoche, y estaba nervioso por la reacción de Jeon.
"Sí, eso sería genial. Yo, er... He estado pensando" rascó su frente con un dedo, tratando de organizar sus palabras de modo que Jungkook no lo malinterpretase. "Creo que mutuamente podríamos ayudarnos. Por lo que he notado en clases, matemáticas te cuesta, y está claro que a mí no me va muy bien en Historia tampoco. Sin embargo, los números se me dan bien y tú eres bueno memorizando cosas"
El contrario arqueó una de sus cejas azabache, sopesando sus palabras.
"Entonces... Lo que quieres es... ¿Que estudiemos juntos?" expuso con total confusión.
Kim, de todas las personas, le estaba diciendo tal cosa. Era inaudito.
"¡Exacto!" vociferó contento de que entendiese su punto. "Es un ganar-ganar para ambos: yo te ayudo, tú me ayudas a mí. De hecho, pienso que los últimos dos días no han sido tan malos..."
"¿A qué te refieres con eso?"
Taehyung se aclaró la garganta. Aveces el tono neutro y seco de Jungkook le desesperaba un poco. No era así cuando estaba rodeado con sus amigos del instituto; y no buscaba convertirse en uno de ellos pero no se sentía del todo cómodo con eso.
"Lo que quiero decir es que hemos hecho un buen equipo. No nos toleramos pero a pesar de eso no ha sido tan malo..." dudó antes de enviarle una mirada de reojo. "¿O sí?"
Jungkook contestó con un suspiro cansado mientras hacía sonar las vértebras rígidas de su cuello.
"No es una mala idea" concilió en voz baja.
La inadvertida palmada que Taehyung pegó lo hizo dar un brinco.
Estaba con sus palmas juntas y una sonrisa muy grande y cuadrada en la cara.
"Bien, ahora que hemos establecido algo te pasaré algunos resúmenes digitales que he hecho. Nos servirá para después" sacó el móvil de la mochila, y por Line, seleccionó los archivos antes de pulsar en el contacto del mayor. "Listo, revisa tu teléfono"
Jungkook lo hizo, pero ninguna notificación estaba en la barra superior.
Taehyung frunció el ceño y miró su propia pantalla.
"Que raro..." musitó contrariado. "Este es tu número..."
Entonces el rostro de Jungkook se iluminó con una mueca de lucidez que no pasó desapercibida para el menor. Se había olvidado...
"Un momento ¿Me bloqueaste?" exclamó Taehyung indignado y furioso a partes iguales.
Jungkook se aclaró la garganta, pasando una mano distraída por su pelo y mirando a cualquier sitio menos a esos ojos que bien estarían haciendo un hueco a su cara si pudiesen, trató de disipar el pequeño pinchazo de culpa que sintió.
Pero sus razones habían estado completamente justificadas, en su defensa.
"No puedes culparme. Ya tengo suficiente con tu hermano acosándome por chat" replicó antes de enviarle una mirada acusadora. "Además, no creas que no noté el nombre con que me agendaste" bufó. "¿Imbécil culo arrogante? ¿Es en serio?"
La cara de Taehyung se puso roja de vergüenza, todo su enojo mermando a niveles inofensivos.
Bueno, estaban a mano, supuso.
Esto solo demostraba que había que pulir aún más la relación interpersonal para que la pequeña unión diera frutos y sacar algo bueno de esto hasta los finales y los exámenes de admisión.
"Mira, sé que todavía hay algunas cuestiones del otro que..."
"¿Algunas?" le interrumpió escéptico el pelinegro.
Kim rodó los ojos.
"Muchas" concedió a regañadientes. "Demasiado que no nos cae bien de ambos. Pero si vamos a hacer esto deberíamos poner empeño en llevarnos mejor" se encogió de hombros despreocupado. "De todos modos es solo por poco tiempo, después de eso no nos volveremos a ver las caras seguramente"
Si es que Jeon no cambia de opinión respecto a Yeonjun, se dijo internamente.
Jungkook asintió sin mucho problema, no lo iba a admitir en voz alta, pero también había notado mucho antes de que su compañero lo mencionara, el hecho de que ya no era tan insufrible como antes. Costumbre tal vez. O resignación, lo más probable.
"Me parece justo" como sea, esto era lo más sensato.
Las ecuaciones de trigonometría y funciones cúbicas lo tenían fumando más de tres cigarrillos al día. Eso superaba con creces su media usual.
Y Jiwon, que algunas veces le echaba una mano, decía que estaba muy ocupada como para asistirlo. Aunque Jungkook solo sabía que estaba haciéndose de rogar para que la llevase de fiesta al club que suele frecuentar con sus amigos.
Y eso era una mala, pésima idea, por varios motivos ¿Los principales? Sus tíos la controlaban con el rigor de un celador de cárcel, además el alcohol y la rubia no ligaban; dos tragos y despídete de su cordura.
Al menos con Taehyung le salía gratis, incluso si tenía que recurrir a la honda fuente de paciencia que solo usaba con sus abuelos.
El susodicho extendió una mano sonriente como forma de sellar el inexistente trato.
Jungkook le siguió la corriente. Sintiendo la tersura de su palma por segunda vez, delicada y suave pero sobre todo fría, como aquella vez en el cine.
El pelinegro alzó la vista, intrigado por la anormal temperatura. Quería preguntarle si el aire acondicionado le molestaba. Después de todo, casi era invierno.
Sin embargo, Kim ya estaba deslizando su piel lejos de la suya y la sonrisa fácil y cuadrada se transformó en una línea recta con el dedo índice en su contra.
"Ahora desbloquéame"
Hola por aquí!!
Espero se encuentren bien (^^)
Mis padres, ambos fuman desde adolescentes y hasta el sol de hoy no lo han dejado. Si bien es algo que no me gusta, respeto eso. Porque nadie tiene el derecho de decirles cómo manejar su vida, ni a ellos ni a ustedes, chicxs.
Claro, siempre es bueno escuchar consejos pero sin sentirse presionado
a ceder ante lo que el resto espere de nosotros.
Yo vivo bajo el concepto de "Hagan lo que quieran". Siempre que no perjudique a los demás, es válido.
Tienes una sola vida, úsala bien ;-)
Espero les haya gustado el capítulo y yo espero actualizar
más seguido esta historia xd
(•ө•)♡
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