Four
Jungkook hizo a un lado el libro de álgebra para la próxima clase que comenzaría en minutos antes de dirigirse a Jiwon.
"Quiero que vayas a mi casa mañana y así tendremos más tiempo"
La pelirrubia rodó los ojos.
"Ya te dije que no puedo"
"Aquí no me concentro, por lo menos allá estaremos solos sin que nadie moleste" acotó exasperado.
"Sigue siendo un No. ¿Crees que todo el mundo dispone de tu tiempo libre? Deja de ser tan mandón"
El menor soltó un bufido.
"Tú lo que quieres es que te ruegue y no lo haré" desbloqueó su teléfono como señal de que la conversación ya había terminado para él. "Las clases comenzarán pronto, deberías irte"
"Oye, ¿estás molesto conmigo?" hizo una mueca ante la falta de respuesta. "Vamos Jungkook, ¡no me ignores!"
La rubia le ahuecó las mejillas con ambas manos provocando que una boca de pecesito involuntaria apareciese, mientras el pelinegro le lanzó una mirada no impresionada ante su risa.
Estaba a punto de tocar su muñeca para apartarla cuando una tercera persona se aclaró la garganta.
Taehyung les miró con la ceja alzada antes de pegar una sonrisa que lucía tan natural como el color de cabello de Jiwon.
"No quiero interrumpir pero tengo que hablar contigo, Jungkook"
"¿Sobre qué?"
"Tiene que ser a solas"
La chica se paró de la silla alisando la falda de su uniforme.
"Descuiden, yo ya me iba de todas formas" contestó afable pasando por alto el brusco tono del recién llegado. "Nos vemos luego, Kook"
El pelinegro asintió. Taehyung guardó silencio hasta que la vio salir del salón de clases.
"¿Quién era ella?"
Contrariado por la pregunta, arrugó un poco la frente.
"¿Disculpa?"
"No me deberías de pedir disculpas a mi sino a mí hermano" rebatió cruzando los brazos. "¿Estás jugando con él acaso? Porque si es así..."
"No estoy jugando con nadie" contestó a la defensiva. "Tu hermano no me gusta"
Eso para el castaño fue como un yunque cayendo sobre sus hombros.
Yeonjun estaba fantaseando, era la primera vez que se fijaba en alguien de esa forma, la primera vez que lo llevaban a una cita... en la que Taehyung fue mal tercio, pero una cita a fin de cuentas.
Ahora estaba completamente enojado.
"¿No pudiste haberle hablado claro desde el principio?"
Jeon hizo una mueca como si esa hubiera sido una posibilidad descartada desde el inicio.
"Normalmente las personas intuyen si hay conexión o no desde la primera salida, pero él es un niño" sentenció indiferente. "Así que esperaba que tú le abrieras los ojos en ese sentido"
¿Estaba escuchando bien?
"¿¡Cómo puedes ser tan cobarde!?" gritó perdiendo el autocontrol que nunca había tenido.
"No es cobardía" contradijo. "No quiero hacerle sentir mal"
"No me importa, debiste de pensar en eso antes de invitarlo a salir" sacó el dichoso papel de su bolsillo estampándolo sobre la mesa. "Llámalo y díselo tú mismo. Más te vale ser amable sino quieres mi puño en tu cara"
Cualquier reclamo que Jungkook pudiera haber hecho se vio interrumpido por la entrada del profesor al aula, y el castaño tomó eso como luz verde para dirigirse a su asiento.
Jeon estaba visiblemente incómodo, ya sea por el papel que miraba receloso en su mano o la acerada advertencia de Kim.
Siendo honestos eran palabras vacías, ambos sabían eso. Jeon solo era algunos centímetros más altos que él pero su constitución atlética y masa corporal distaban mucho de las propias.
Taehyung defendería a Yeonjun de quien fuese, desde la distancia por supuesto. Quería a su hermano pero también apreciaba sus pómulos en buen estado.
Jungkook contemplaba aquel número de teléfono cuestionándose qué hacer.
Sus estudios individuales no estaban yendo para nada bien, habían demasiadas lagunas aún en su libro de matemáticas que no lograba resolver. Sus padres estaban fuera del país y se vio obligado a atender a sus abuelos paternos todo el santo día de ayer cuando llegaron de visita sin avisar.
No había seres sobre la tierra más sofocantes que ellos.
Aunque pensándolo mejor sí, sí que había y tenía por nombre Kim Taehyung.
Aveces se preguntaba qué versión tendría ese molesto ser sobre el acto de confesión de Yeonjun.
El chico le soltó una declaración desde lo alto de las gradas en medio de su entrenamiento de básquet, que si bien había sido vergonzoso a más no poder, debía admitir que el niño tenía los pantalones bien puestos.
Por esa pizca de admiración que sintió, decidió invitarle a salir. Y también porque no iba a convertir al crío en el hazmerreír de medio colegio al rechazarlo frente a todos.
Haciendo memoria, nunca nadie menor que él se le había confesado jamás, Kim Yeonjun había sido el primero.
Y ahora el castaño con complejo de gran hermano quería que lo llamase.
Todavía estaba reticente a ello pero sabía que era lo correcto.
Lo políticamente correcto sería tener esta conversación en persona, pero este fue todo el valor que pudo reunir.
¿Y si se ponía a gritar? ¿O llorar?
A Jungkook le dieron escalofríos, pero ya estaba dando timbre así que no era momento de arrepentirse.
"¿Hola...?" la meliflua vocesita de Yeonjun lo recibió del otro lado de la línea.
Se aclaró la garganta antes de hablar.
"Es Jungkook, hola"
"¡Oh, Jungkook! Me sorprende bastante tu llamada, no la esperaba"
Sus labios se curvaron debido al inocente descaro del menor. Le dejaría creer que no intuía que le había mandado el número anotado con su hermano.
"Sí... La verdad, yo... " joder, que difícil. Se pasó una mano por el rostro. "Solo te llamé porque no creo que..."
"¿Qué ocurre? ¿Estás nervioso?" soltó una risita. "Creo que sé lo que quieres decir así que déjame ayudarte. ¿Qué tal si tomamos un helado mañana, después del cole?"
El pelinegro tensó su espalda sobre el respaldo de su cama, apartando el teléfono del rostro suspiró pesado.
"¿Jungkook? ¿Sigues ahí?..."
"Sí, disculpa" se apresuró a responder. "Mañana no puede ser. Escucha, Yeonjun..."
"¿Y pasado mañana?" continuó insistiendo. "Es que la primera cita tú elegiste el lugar así que ahora es mi turno de invitarte"
El chico era dulce, le estaba costando un infierno decir lo que debía decir.
Cuando Jungkook separó los labios para dejar caer su respuesta negativa definitiva Sana, la empleada doméstica y responsable de que Jungkook no muriese por inanición, se paró en el umbral de la puerta.
"¿Joven Jeon? Disculpe la interrupción" vaciló un poco, y el pelinegro ya sospechaba que una mala noticia vendría tras eso. "Sus abuelos llamaron y dijeron que venían mañana"
"¿Otra vez?" preguntó hastiado.
"Sí, es que mañana también llegan sus padres"
Todavía peor, se dijo entre dientes. Sus padres que se encarguen por su cuenta, ver a sus abuelos dos veces por semana superaba su cuota autoestipulada.
La señora hizo una corta reverencia antes de marcharse.
"Sí, ¿Yeonjun? aceptaré ese helado mañana"
Acostado sobre su estómago, Taehyung hablaba con su mejor amigo mientras abrazaba una almohada.
"¿Entonces? Qué crees que deba hacer" inquirió mordiéndose el labio.
"Hombre, no sé... Has querido esto desde hace un tiempo"
El castaño bufó.
"¿Pero? Sé que algo quieres decir. Vamos, suéltalo"
"Pero creo que debes mantener tus expectativas a raya" soltó Hoseok.
"Se eso muy bien, gracias" repuso con un tono más serio. "Solo necesito apoyo moral de tu parte"
Casi podía escuchar a su amigo rodar los ojos.
Solo Hoseok conocía de primera mano lo mucho que le gustaba Park Seojoon; era inteligente, amable y educado. Siempre que le veía en los pasillos lo saludaba con una sonrisa y le preguntaba qué tal su día. Una vez incluso le compró el almuerzo
Eso significaba que estaban en la misma página, ¿verdad?
Su mejor amigo y él continuaron hablando de temas triviales relacionados al anime y el ridículo color violeta con que el director había tinturado su cabello, hasta que un Yeonjun pletórico irrumpió en su habitación y colchón.
"Hoseok, alerta de tsunami" era un pequeño código que había inventado para momentos como estos en los que su hermano hacía acto de presencia no deseada.
Yeonjun poseía una energía aplastante y envolvente, como una ola.
Del otro lado de la línea se escuchó una risa antes de su despedida.
Ni bien hubo colgado la llamada, el chirriante alarido del menor resonó en las paredes.
"¡He hablado con Jungkook, me llamó! ¿Puedes creerlo?"
La verdad es que no, no creyó que lo haría. Pero Yeonjun se estaba tomando bastante bien el desplante, mejor de lo que temió. Era un alivio.
"Vaya, eso es..."
"¡Genial!" interrumpió como de costumbre. "Y me invitó a tomar un helado mañana"
"¡¿Qué?!" Taehyung tenía la mandíbula en el piso.
"Bueno, en realidad fui yo el de la idea. ¡Pero él aceptó! Ese no es el punto" dio otro brinco sobre el colchón. Pobres muelles.
El castaño emuló su mejor sonrisa de felicitación de postal navideña antes de extender el brazo.
"¿Me prestas tu teléfono un segundo?"
Sin más reclamo que una mueca confundida, el menor hizo lo pedido. Hasta que Taehyung le devolvió el dispositivo y se fuera dando saltitos.
El mayor no perdió tiempo en levantarse y cerrar con seguro la puerta antes de marcar el dichoso número que había memorizado.
Cierto pelinegro estaba mullendo las almohadas de su cama, dispuesto a irse a dormir de una buena vez y tal deseo se vio interrumpido por la melodía robótica de su celular.
Número desconocido
Normalmente no contestaba, pero teniendo en cuenta que sus padres se encontraban fuera del país quizá podía ser una emergencia o un recado urgente.
"Habla Jeon Jungkook"
"Escúchame, imbécil. ¿Cómo que saldrás con mi hermano de nuevo?, eso no fue en lo que quedamos. ¿A qué estás jugando?"
Este era... ¿Taehyung?
Miró la pantalla de su teléfono por inercia antes de suspirar por enésima vez en los que iba de noche.
¿Todos los Kim eran así de insistentes? ¿Viene en la sangre o qué?
"¿No fuiste tú el que quiso que lo llamara?"
"Sí, pero..."
"Eso fue lo que hice" cortó tajante. "El resto no es asunto tuyo. Adiós, Kim"
Tras dejarlo con la palabra en la boca, bloqueó el número en su teléfono antes de arrojarlo a cualquier parte de la cama.
Había sido demasiado estrés por un día.
Se suponía que debía de actualizar ayer pero tomo pastillas para la ansiedad y estas me mantuvieron durmiendo el día entero, cuando desperté era ya muy tarde y tenía que visitar a mi papá.
Voy todas las noches, de hecho.
Tengan una buena tarde/ noche y cuídense mucho ^ ^
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