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Capítulo 2

Kim Taehyung analizaba los documentos que le habían sido entregados con total calma y seriedad. Su asistente, Park Jimin, le iba puntualizando varios detalles que ya se le habían informado antes de que se incorporara a trabajar en esa compañía, pero con mayor detalle.

— ¿Qué hay del equipo número uno de planeación? — Preguntó leyendo la ficha de los empleados.

— ¿El departamento de planificación publicitaria? — Taehyung asintió prestándole atención. — Estará a cargo de una subsidiaria de la corporación mayor y de todos los equipos bajo tu mando, esta es la que cuenta con mayor paga y beneficios. El problema es que como todas las agencias, especialmente de planificación publicitaria le ofrecerá una gran carga de trabajo.

— Estoy aquí para trabajar, es obvio que tendré grandes cargas de trabajo, la palabra misma lo dice, esa no es la información que me interesa saber en estos momentos. — Jimin asintió ante sus palabras, recordando lo que le había mencionado del señor Kim.

Su reputación lo precedía desde su empresa anterior, alguien tan conocido en el sector como su propio hermano, Kim Seokjin, heredero de la corporación Hype. Mientras estuvo trabajando en la empresa de su familia, la mayoría de sus trabajadores compartían la misma opinión sobre el hijo menor de los Kim. "Es espeluznante, pero asombroso en lo que hace." Estar bajo su mando directo era como una triste sentencia de muerte que todos querían evitar. Kim Taehyung era famoso por ser competente y apuesto, no obstante catalogado como un adicto al trabajo con quien las personas odiaban lidiar directamente.

¿Qué hacía el hijo menor de los Kim trabajando en una compañía en un puesto considerablemente bajo en comparación con aquel que llevaba en su empresa familiar? Los tres departamentos de planificación bajo su mando obtenían la mayoría de las ganancias de esa compañía, pero aun así, Jimin no comprendía muy bien qué hacía ahí. No era de su incumbencia, ciertamente él solo fue el asistente reclutado y directamente pedido por Taehyung antes de ingresar de forma activa a la compañía, mas no dejaba de sentir curiosidad al respecto.

— El equipo de planeación consiste en tres departamentos, planificación publicitaria, producción de anuncios y promoción de anuncios. — Taehyung desvió la mirada de los documentos que leían para mirar fijamente a su asistente, haciéndolo callar. Fue entonces que Park se percató de que era obvio que él ya conocía toda esta información desde antes de entrar. Algo nervioso, comenzó a reorganizar sus ideas. — Comienzan a trabajar a las nueve de la mañana.

— ¿Comienzan a trabajar o encienden sus computadoras a las nueve de la mañana? — Indagó Taehyung colocando un documento sobre la mesa. — El registro de actividad y consumo demuestra que el aumento de electricidad consumida inicia de las nueve en adelante, muchos marcan su entrada escasos minutos antes de las nueve. Si comienzan a esa hora, ¿no deberían estar en la empresa como mínimo treinta minutos antes para que tengan todo listo y arranquen con una productividad éxitos a partir de las nueve?

— Así es, tendría usted razón.

— Entonces esa es lo primero que le comunicará a los jefes de equipo. Todos los empleados deben entrar a la oficina entre las 8:30 y 8:50 a.m. A las nueve ya absolutamente todos deben estar trabajando, quienes recién lleguen a esa hora, ya están tarde en su horario laboral. — Jimin ensanchó los ojos, pero asintió ante esto tomando nota. — Vi algunos puestos de trabajo sin ordenadores y teléfono. ¿Con qué se supone que trabajarán?

— Eso...

— Comunícate con el departamento de logística. — Interrumpió las palabras de Park. — Ordena que abastezcan correctamente a los equipos bajo mi supervisión, para exigir resultados debemos proveerlo lo justo para cumplir con sus funciones. — ¿Qué hay de la aplicación de mensajería de la compañía?

— Todas están activas y aquí están sus credenciales. — Contestó Jimin entregándolo un documento más que Taehyung dejó de lado. — Quiero reunirme con cada uno de los del equipo de planificación publicitaria. — ¿Con cada uno? Normalmente los superiores se reunían solamente con el jefe de cada equipo, pero Jimin asintió. — Ahora pasemos a las cosas realmente importantes...

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— Creí que la compañía estaba intentando hacer la oficina más relajada y menos jerárquica por lo que todos hemos estado tratando de usar nuestros nombres en vez del apellido, pero el recién llegado ha comenzado a cambiar todo. ¿Realmente tenemos que ingresar al trabajo media hora antes? ¿Al menos la pagarán? — Preguntaba Jungkook un tanto molesto desde que la mañana entró. Primero cambiaron su escritorio, colocándole un teléfono que él no necesitaba en lo más mínimo, luego le hicieron firmar la nueva información que les fue repartida para que constara que todos fueron informados de los nuevos cambios. — ¿Te dijo algo cuando te mandó a llamar?

— Creo que lo mismo que le manifestó a todos. — Min Yoongi se encogió de hombros. — Un leve regaño por cosas diminutas, pero nada serio.

— Bueno, al menos en eso tuve suerte, no me ha regañado ni ordenado que haga nada. Al parecer lo de rangos bajos no somos de mucho interés. Parece que estaremos interactuando más con este nuevo director. Ni siquiera teníamos un director antiguamente, solo los jefes de equipo y el gerente.

— Sin él llegar, ya se aumentaron muchas ganancias al departamento y compañía únicamente por su nombre. De hecho... — Yoongi miró de soslayo a los demás trabajadores mientras hablaba en un tono bajo con su mejor amigo. — Escuché que nuestros clientes también aumentaron y eso es beneficioso para nosotros.

— ¿En serio?

— Sí, él es una gran leyenda que bajó de su torre de marfil para estar aquí, en el departamento de planeación. Así que por eso inventaron esta nueva posición para él. Debería haberse ido a otro lado o ser al menos uno de los ejecutivos. — Jungkook miró en dirección al pasillo a donde se veía las cubiertas ventanas de la oficina del nuevo director.

— ¿Para qué inventar un cargo que no existía solo porque sí?

— Las empresas no hacen nada nada más porque sí, lo hacen porque genera beneficios y eso es todo lo que importa. Dijiste que era bueno en lo que hace, ¿por qué no ascender más?

— Parecemos viejas chismosas, no quiero que el nuevo director empiece a centrarse en nosotros así que lo mejor será que te pongas a trabajar en silencio. — Esperó Yoongi al notar que Jungkook continuaba pensando y listo para hacerle más preguntas.

Durante la mañana y el resto del día, el ambiente estuvo algo tenso. Para cuando su horario laborar finalmente había terminado, Jungkook suspiró aliviado, estirándose en su asiento y muriendo por ir a casa. Para su mala suerte, no pudo simplemente retirarse dado que cuando se dirigía a la salida todos fueron a la reunión de bienvenida del nuevo director. Reunirse para beber hasta tarde siendo a partir del siguiente día incluso se tendría que levantar más temprano no era una idea que lo entusiasmase a él o a Yoongi.

— ¿Dónde se supone que está el nuevo director? — Indagó Yoongi al ver que todos estaban reunidos menos el motivo de la reunión en sí.

— Pueden beber y comer todo lo que quiera, el director tiene mucho trabajo con el que ponerse al corriente, pero nos ha dado su tarjeta. — Musitó Park Jimin acomodándose en uno de los asientos alrededor de aquella mesa baja. — Aliméntense bien.

— Bueno, me apetece comer todo el cordero que no podré comprar este mes. — Sonrió Yoongi sirviéndole un poco de bebida a Jungkook. — Oye, soy el mayor, deberías estar sirviéndome a mí o al menos prestándome atención.

— Creí que ese tipo vendría y lo veríamos como una persona regular cualquiera y no como el mismísimo ángel de la muerte encarnado. — Musitó Jungkook observando su teléfono sonar, leyendo el mensaje reflejado en la pantalla. Realmente era una oferta tentadora, pero mañana tenía que trabajar y con las copas ya bebidas, un encuentro de esa índole lo pondría en problemas. Por esto, simplemente volvió a bloquear el aparato que volteó sobre la mesa. — ¡Salud! — Espetó brindando con un Yoongi demasiado animado que le servía bebida al asistente Park.

Todos bebieron y comieron durante varias horas, terminando mucho más temprano de lo que Yoongi y Jungkook pensaron. Todo el departamento se levantó y marchó a la misma vez luego de que Jimin pagara la cuenta. Peinando su cabellera castaña, Jungkook se despidió de todos y tomó rápidamente un taxi que lo llevase a casa.

— ¿Necesita que lo lleven a casa, Park? — Observando el perfil del hombre de gris cabellera y pulcro traje que caminaba junto con él observando su teléfono. — ¿Le pido un taxi?

— Oh, muchas gracias, pero no será necesario. Vendrán por mí en cualquier momento. — Agradeció y disculpó con una sonrisa que Yoongi continuó observando durante varios segundos hasta que vio como una mano se agitaba débilmente delante de él.— Que tenga buena noche, jefe de equipo, Min. — Se despidió rápidamente sin darle mucho tiempo de decirle algo más.

Yoongi permaneció en su sitio contemplándolo subir a un vehículo elegante y de ventanas oscuras que imponía con solo estacionarse. Al parecer, Park Jimin estaba en una liga totalmente diferente a la suya, algo que era de esperarse. Con una sonrisa tranquila reanudaba su caminar, no vivía tan átelos de ahí, podría caminar durante unos diez minutos así que no tenía necesidad de pedir un taxi o sentarse a esperar el autobús. Llegar a su apartamento se sentía un poco vacío, no estaba Jungkook jodiendo, su antigua mascota tampoco y mucho menos estaba él.

Quitándose el traje del trabajo, se tiró en el sofá con su teléfono en la mano, pensando en si tal vez debía o no presionar ese botón de llamada que cada vez que bebía tan tentativo se volvía. Sin embargo, ni siquiera el alcohol lo llenaba del valor suficiente para ello. Fue él quien decidió terminar aquello que tenían, su inseguridad, tal vez celos que no soportaban ver como su pareja cada día era deseada por más personas. Sentirlo tan feliz sonriendo y pretendiendo ser algo que no era solamente para encajar con la sociedad, para alcanzar sus objetivos de vida. Quizás fue mi egoísta al pretender que todo siguiera no igual, pero al menos parecido cuando Jung Hoseok fue alcanzando la fama.

Abriendo el reproductor de videos, comenzó a admirar su último concierto de manera ilegal porque ni siquiera compró las entradas para verlo en vivo. Se resistió, pero ahora ahí estaba, sonriéndole a la pantalla mientras lo veía hacer aquello que tanto amaba. Solamente que su amor por su carrera era mayor que aquel sentido por él. Dejando el teléfono recostado contra una botella de agua acomodada en la mesita de la sala de estar, Yoongi se fue quedando dormido admirando esa sonrisa resplandeciente acompañada de alegres movimientos. Ahí, con un poco de alcohol de más en su sistema, sin tener la fuerza para ir a su habitación o al menos poner a cargar su móvil para el día siguiente.

Jungkook fue otro que había llegado a su casa, sin embargo, no entró. Todo lo que hizo fue sonreírle a la pantalla del teléfono antes de llamar a un taxi. Era todavía lo suficientemente temprano como para permitirse una pequeña escapada. A otra persona le hubiese dicho que no, tenía que trabajar al otro día, pero no había forma en que se negara a eso cuando siempre lo pasaba tan bien.

Le dio al taxista la dirección que le habían mandado y cuando llegó al sitio, asintió un poco sorprendido. ¿Un bar de jazz? Ese podría no ser muy su estilo, menos creyó que lo sería de quien lo había invitado ahí, pero al menos desde el exterior daba una buena vibra. Elegante, clásico y a su vez moderno con todas las luces rojas vibrantes que brillaban desde lejos. Difiriendo de lo que supuso, había bastantes personas esperando para acceder y solo ver eso le quitó todo ánimo de estar ahí. Algo desanimado envió un mensaje de texto, un minuto después, observó a aquel hombre salir con un estilo tan diferente al que mostraban la mayoría de las personas.

Un gorro en su cabeza de un verde vibrante que contrastaba con sus zapatos deportivos, pantalón de cuero negro, chaqueta del mismo estilo y una camiseta blanca. En su mano sostenía por su diminuto palo un caramelo que llevó a su boca por cortos segundos antes de retirarlo nuevamente y abrazarlo.

— Pensé que me dejarías plantado.

— Si dije que venía es porque así lo haría, Jackson. — Negó con una sonrisa, siguiéndolo hacia la entrada en donde le permitieron acceder fácilmente sin tener que hacer esa larga fila. — Nunca creí que en un día entre semana un bar de Jazz estaría atestado de personas.

— No es exactamente un bar es todo un mundo del Jazz. Es una sala en donde en noches como hoy incluso hacen conciertos protagonizados por los mejores músicos de Jazz mundialmente. Este sitio engendró leyendas del Jazz como Duke Ellington, Lena Horne y muchos otros. Ha sido un escenario que ha visto desfilar celebridades y miembros de la alta sociedad para disfrutar el entretenimiento musical de vanguardia en medio del telón desde el final de su prohibición de la década de 1920 tanto aquí como en Japón.

— Vaya, realmente me estás impresionando un poquito.

— Estoy practicando contigo, estaré trabajando aquí durante unos meses y si me va bien, realmente mi cuenta de banco se beneficiará enormemente. — Rio acariciando levemente la espalda de un Jungkook miraba todo el local con su boca un poco más abierta de lo deseado. — Ven por aquí. — Pidió dirigiéndolo fuera del camino principal.

— Bueno, cuéntame más. Sabes que tengo que estar al tanto de esos lugares que solo conozco gracias a ti.— Musitó dándole una sonrisa ladeada mientras mordía su labio inferior.

— Durante algunos años afrontó problemas porque es una extensión del Club oficial ubicado en Tokio. Ya sabes, después de la guerra de nuestro país con ellos, nada japonés era muy bienvenido, pero gracias a su gran público que en la mayoría era estadounidense pudo mantenerse en pie. Aquí tenemos como misión traer de regreso el sabor de la Edad de Oro y recrear una escena social para los fanáticos adultos que lo disfruten y si tienes cheques extras para depositar mucho mejor, no obstante ese es un secreto entre tú y yo. — Se rieron mientras entraban a una especie de camerino y oficina temporal para Jackson.

— Siguen teniendo buenos patrocinadores y artistas ahora mismo.

— Sí, desde el 2005 esto ha vuelto a funcionar bien. Los artistas visitantes de talla mundial forman el núcleo de una lista regular de emocionantes actuaciones de jazz centradas en los adultos que se presentan en un lugar elegante y lujosamente decorado, coronado por un delicioso menú de cocina auténtica, además de la gran variedad de lugares, unos más privados que otros. Aquí ha estado reuniendo muchos empresarios y celebridades de Corea del Sur durante los últimos diez años y parece ir en aumento. Ya sabes, venden una fachada mientras hacen otra cosa públicamente. — Comentó Jackson pasando a colocarse la nueva ropa interior luego de quedar completamente desnudo frente a Jungkook. — Ya comienza lo bueno, así que no puedo seguir con estas fachas, de hecho, solo te estaba esperando.

— ¿Para que te viera justo de esta manera? — Inquirió acercándose hacia el cuerpo que dejaba todavía ver sus músculos, acariciándolos, inclinándose lentamente para besarlo.

— He estado demasiado cargado y estresado, creo que un poco de diversión y relajación mientras trabajo no me vendría mal. Pensé y fuiste la única persona que vino a mi mente, sé que te gusta conocer sitios lujosos y exclusivos. — Con una sonrisa, Jungkook asintió, dándole un beso un poco más profundo esta vez. — No necesitamos follar, con unos besos esporádicos de vez en cuando hoy me doy por bien servido.

— Entonces no me dejarás probar esto... — Musitó apretado su trasero.

— La verdad es que hoy no me apetece ir abajo y como tú amas ir arriba, con solo besos y máximo una paja me doy por bien servido. — Rio estirando sus manos hacia la entrepierna del menor. — No, de verdad, nada más quería verte un rato, mostrarte el lugar y desconectar un poco.

— Bueno, supongo que debo agradecerte por siempre pensar en mí. — Agregó Jungkook mirando sus alrededores.

— Toma, esta es tu entrada VIP para que experimentes exclusivamente lo mejor. Es una ubicación con excelente vista y privada que me permitirá visitarte con un poco más de libertad cada tanto. Adelántate, yo debo trabajar. — Con un asentimiento, Jungkook le dio un último beso a Jackson Wang, un algo más que amigo que conocía desde sus días universitarios y que hasta la fecha seguía frecuentando siempre que este estaba en el país.

Saliendo de aquel sitio, Jungkook fue casi escoltado por uno de los hombres que conformaban el equipo de seguridad hacia el lugar plasmado en su ticket, una especie de tarjeta en donde también anotarían todo lo que fuera a consumir. Por supuesto, después de contemplar la carta Jungkook dudaba mucho que fuese a pedir algo por su cuenta, pero al menos sabía todo lo que podía hacer con aquella tarjeta.

Creyó que se iba a aburrir, jazz no era exactamente el género de música que oiría o iría a ver, pero quizás por el lugar, el ambiente y todo lo demás, no estaba nada mal. Luego de un rato, un camarero apareció con bebida y algunas cosas para picar de parte de Wang, cosa que agradeció. Ya había pasado alrededor de una hora cuando se levantó para ir al baño ubicado de ese lado del salón para los VIP, a su regreso, justo cuando pasaba su tarjeta, vio al nuevo director de su empresa adentrarse en otro cubículo. Para su sorpresa, no estaba solo, de hecho, entraba sin poder mirar muy bien por donde iba debido a que toda su atención la tenía otro joven al que besaba elegantemente en sus labios.

Cuando lo contempló en la oficina le resultó un hombre extremadamente atractivo e intrigante al que simplemente miró. Ahora, al menos tenía una información más, Kim Taehyung también se sentía atraído por los hombres. ¿Qué hacía o para qué le servía conocer ese dato? No estaba muy seguro, pero sentía que debía atesorarlo.

Concentrarse fue un poco difícil, su curiosidad no saciada lo instigaba a querer saber lo que pasaba a únicamente una puerta de su privado. Quiso advertir u oír, pero le fue simplemente imposible. Se atrevió a pedirle al camarero que lo atendía si le podía informar cuando saliera o volviese a entrar, sin embargo este educadamente le dijo que de ese cliente no podía revelar información alguna, ni siquiera lo que él estaba pidiendo.

De algún modo, se las arregló para disfrutar las actuaciones del resto de la noche, por momentos reía cuando Jackson lo iba a visitar, intercambiaron uno que otro beso y en algún punto sus manos se acariciaron profundamente haciéndolo olvidar el interés que le despertó otra de las personas que esa noche allí se encontraban. Una vez que Jackson terminó de trabajar se quedó con él y al salir, lo hicieron juntos. Jungkook besaba a Jackson en el estacionamiento privado del lugar cuando alguien risueño chocó contra ellos.

— L-Lo siento. — Reía el sujeto. — Lo siento mucho.

Se disculpó un poco más serio cuando con una ceja enarcada Jungkook se volteó para verlo. Fue ahí que su mirada se encontró con la de aquel ángel negro que, con sus manos en los bolsillos de su pantalón lo miraba seriamente. Por un ligero segundo el ceño de Kim Taehyung se distorsionó un poco, pasando su mirada de su empleado al hombre que acompañaba a este. Jungkook vio a Jackson inclinarse rápidamente para saludarlo y solo por la incomodidad, él también inclinó ligeramente la cabeza.

— Director Kim... — Saludos cortésmente.

— Jeon.— Fue todo lo que dijo antes merodear a su acompañante por la cintura y dirigirse al vehículo que aguardaba por ellos sin volver a mirar hacia atrás.

— ¿Conoces a Kim Taehyung? — Indagó Jackson una vez que estuvieron solos, contemplando el auto negro alejarse.

— ¿Algo así? Justamente hoy comenzó a trabajar en mi compañía, es mi nuevo director.— Manifestó encogiéndose de hombros. — ¿Vamos?

— De acuerdo, vamos. ¿A tu casa o al apartamento de tu amigo?

— A mi casa. — Fue todo lo que formuló Jungkook mientras se acomodaba en el asiento y recordaba su recién encuentro con el señor Kim.

Hola por aquí, espero que estén bien y les esté gustando la historia aunque no haya pasado nada aún. 😂 Quiero que sea una historia "corta", pero ya me conocen, así que no daré mi palabra.

LORED

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