Narra Zulema.

- Zulema, ya puedes ir saliendo de la cama, que llevas varios días sin salir de debajo del edredón - grita Naira. - No me hagas sacarte de la cama.

- Déjame Nai, no tengo ganas de nada.

- No puedes estar todo el día metida en la cama y viendo el mismo documental de Ariana Grande una y otra vez.

- ¿Quién dice que no pueda hacer eso?

- Yo te lo digo. Mueve tu lindo culo de la cama, si no te aseguro que seré yo misma quien a rastras te saque de ahí.

- Joder - bufo.

- Deja de llorar Zulema, quien hace eso no merece tus lágrimas.

- Confiaba en él Naira - digo rompiendo a llorar de nuevo. - Y me ha fallado.

- Ya está Zule tranquilizate. Quién no está para ti no lo está.

- No me lo merezco.

- Claro que no te lo mereces. Pero el karma actuará por su propio peso, deja de darle vueltas a todo y piensa en ti.

- Si es que encima la tonta soy yo.

- El tonto es él porque mira lo que se pierde, Zulema.

- La cara no me la va a volver más. - aseguro.

- ¿Tata qué pasa? - pregunta Diego acercándose a mi. - ¿Te duele algo?

- El corazón - respondo, y él se abraza a mis piernas poniendo un puchero en sus labios.

- Mami, vamos a llevarla al médico - le dice a Naira.

- No podemos llevarla al médico por eso.

- Pero le duele el corazón.

- Porque alguien le ha hecho daño.

- ¿A quién tenemos que pegar? - pregunta mirando sus puños, y yo rio.

- A Ansu. - le responde Naira.

- ¿Al tito Ansu?

- Si a ese mismo. - digo.

- Ya no quiero a tito Ansu.

- vamos a prepararle a la tita un desayuno bien rico - dice Naira y yo sonrío.

- Si, tita vas a comer el mejor desayuno que hayas probado en la vida.

- Me parece estupendo. ¿Me dejáis que suba a darme una rápida ducha, me quite estas ojeras de oso panda y me cambie de ropa?

- Sí - grita Diego alargando la i.

Naira asiente con la cabeza y antes de irse a la cocina me da un beso en la mejilla.

Me miro al espejo y me doy algo de miedo al verme. Tengo unas ojeras increíbles, el pelo todo desecho y feo. Un cambio de look no me vendría nada mal.

Después de darme una ducha que me ha sentado de gloria, me quito de una vez por todas el pijama y me pongo algo más decente, unos vaqueros y un jersey rojo.

- Ahora estás guapísima - dice Diego - ¿Verdad que si mami?

- Está espléndida.

Miro la mesa y veo cantidad de comida, que si galletas, tostadas, cuenco con frutas, dulces...

- Esto parece un banquete - anuncio riendo.

- Es calidad - dice Naira.

- Mami, ¿podemos ir al zoo? - pregunta Diego.

- Por supuesto. Terminamos de desayunar y nos vamos.

- Bien vamos al zoo tita.

Terminamos de desayunar y antes de irnos al zoológico dejamos todo más que limpio y organizado.

- Tita pon la música.

- ¿A quién quieres escuchar?

- A quién tú quieras.

- ¿Has escuchado a Pole?

- ¿Pole? ¿Quién es ese?

- Mira escucha - digo poniendo Tutto Bene.

- Los niños sonando en la tele y la radio
no tengo bandera, qué viva el barrio
de primero cantante
de segundo empresario.

- Esta guay, me gusta - asiente Diego cuando la canción acaba.

Los espacios del zoo están divididos empezamos entrando en tierra de dragones, la primera zona que quería visitar Diego.
Esta zona acoge animales de Asía Pacífico. La instalación consta de dos zonas integradas: en la mayor viven los dragones de Komodo, y en la otra los ciervos de Muntjac. Además habitan también: el gorrión de Java, la paloma de Nicobar y la dúcula bicolor.

Después seguimos por el Terrario, donde se encuentran los reptiles y anfibios.

En el Aviario se encuentran más de 70 aves de diferentes continentes. El ave que más nos ha gustado el Turaco de Senegal.

Después vamos a la granja, donde como bien su nombre indica están los animales de granja, cabras, ovejas, cerdos, caballos, asnos, burro, conejos, hámster.

A través de las galerías de primates vemos ejemplares de diversos monos que juegan a columpiarse.

En la calegria de titís vemos a los titís que yo no sabía que estos animales sudamericanos existian. Son parecido a los monos.

El palmeral es un conjunto de trece pajareras en la que habitan especies de psitaciformes. Lechuzas, guacamayo, cacatúa...

Pajarera de vuelo una cúpula de base ovalada donde hay aves que habitan en los pantanos.

Y ya después paseamos para ver los típicos animales de zoo.

- Que grande es el hipopótamo - alucina Diego.

Vemos las jirafas, hienas, hipopótamos, las gacelas, guacano, muflón, oso hormiguero, los elefantes, panda rojo, pájaro bobo, orangután, chimpancé, león marino, oso pardo, lobos, gorila, bisonte, suricatos, tapir, rinocente.

- Nos queda los mejores - dice Diego - el león y el tigre.

- Pues vamos que son de mis favoritos.

- Pues entonces con más razón. - dice Diego andando rápido.

Llegamos a ver el león y el tigre y echamos muchas fotos.

Esta siendo un día guay.

- Y ahora nos vamos a comer al McDonald's - dice Naira.

- Vámonos - dice Diego haciendo un bailecito.

- ¿Y ahora que hacemos? - pregunta Naira.

- Podemos ir a la playa y pasar un rato sentados en la arena mientras vemos el mar - opino.

Los dos asienten y para la playa nos dirigimos.

Estamos sentados en la arena, Diego está haciendo castillos de arena, Naira está leyendo una revista y yo tengo mi vista fijada al frente.

- Está sonando un móvil - comenta Diego.

- Es el mío - digo al escuchar la canción "Habana" de Camila Cabello.

Lo saco del bolso y miro por qué suena tanto. La respuesta, cinco llamadas perdidas de Ansu y más de veinte mensajes de la misma persona.

- Apaga el móvil va a ser lo mejor. - me aconseja Naira.

- La verdad es que si.

Desde ese día que me fui de la casa de Sira, no hay día que no me llame. No he respondido ninguna de esas llamadas tampoco he respondido a ningún mensaje y no tengo ningún pensamiento de hacerlo.