Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

20

Narra Zulema.

Abro los ojos y sonrío al ver como Ansu todavía duerme encima de mí. Hay días en los que dormimos juntos, o bien en mi piso o bien en su casa.

El día está frío y nublado. Estamos en febrero y hace demasiado frío. Si por mi fuera no saldría de la cama.

Han pasado dos meses ya desde que España ganó el mundial. El recibimiento fue brutal, miles de aficionados españoles esperando en el aeropuerto, las plazas llenas, las calles llenas. Fue increíble.
Ver videos de cada uno de los momentos vividos aún me sigue emocionando.

- No te levantes - murmura Ansu, aún con los ojos cerrados.

- Ansu, no podemos estar todo el día como dos marmotas - digo y él niega acurrucandose a mi más.

- Solo un ratito más - pide sin abrir los ojos y con la voz completamente ronca.

Asiento y cierro mis ojos por unos minutos.

- Princesa, despierta - escucho a Ansu y poco a poco voy abriendo los ojos - Zulema.

- ¿Qué?

- Nos hemos vuelto a quedar dormidos.

- Todo por tú culpa que me haces todo el lío - digo y él se ríe. - ¿Qué hora es? - pregunto y se encoje de hombros.

- Puede que nos hayamos pasado un pelin - asiente haciendo que yo ruede los ojos - Son las una y media.

- ¿Cómo? Te mato.

- Lo siento - se disculpa riendo.

Me levanto de la cama y me acerco a la ventana. Esta lluviendo, genial. Se acerca a mi y me da un beso en la mejilla.

- Cámbiate que nos vamos a ir, Zulema.

- ¿A dónde nos vamos a ir? Si está lloviendo.

- A un lugar. Solo te digo que primero iremos a comer.

- Okey, no me sirve pero bien. - digo y él niega con la cabeza mientras ríe.

- ¿Un chándal vale? - pregunto mirando el armario.

- No, aunque te queda de puta madre, y te hace un culazo. Pero no es apropiado para la ocasión.

- Ni que fuéramos a ver a los reyes de España.

- Todo puede pasar - alza las manos y yo resoplo.

- Ya claro.

Después de una media hora en la que Ansu no ha parado de meterme prisa, salimos de mi piso y nos montamos en el coche.
Nos ponemos a escuchar música en la radio mientras vamos a no sé donde, porque no quiere decirme nada.

- Ansu, cuando pones la música esa en inglés no entiendo nada, porque va muy rápido y no me da tiempo a traducir - digo quejándome de la música.

- Quejas y más quejas - dice rodando los ojos - ¿Qué quieres que ponga?

- Rosalía - respondo y él niega.

- Rosalía, como no.

Acaba poniendo Rosalía y yo voy cantando y bailando como puedo, porque bailar en el coche es difícil.

Llegamos al restaurante y hago una mueca al ver que es de sushi.

- Ansu, otra vez sushi.

- ¿Cuánto hace que no comemos sushi? . - pregunta mirándome.

- Ansu comimos sushi hace dos días. Además, no sé la gracia que le ves a este pescado crudo.

- ¿Hace dos días solo? Pensé que habíamos comido hace más tiempo.

Ruedo los ojos tras oír su respuesta. Solo espero que la comida acabe rápido porque mucha ilusión no me hace comer sushi.

- ¿A qué te ha gustado venir a comer sushi otra vez? - pregunta cuando volvemos a montarnos en el coche.

- Creo que en cualquier momento lo vómito.

- Que exagerada, Zulema.

- Exagerada no, es la verdad Ansu. Si yo con una hamburguesa ya estaba lista.

- bueno a ver si donde te voy a llevar ahora te gusta.

- Eso espero.

Unos veinte minutos o cosa así después llegamos a una especie de local. Bajamos del coche y Ansu abre la puerta.

- ¿Dónde estamos?

- En un salón recreativo.

- ¿Y eso es?

- Una sala de juegos.

- ¿Eso de allí es la bolera? - pregunto y él asiente.

- Así es, y es por donde vamos a empezar jugando.

- Pues vamos, empieza tú - le digo.

Coje una de las bolas pesadas y logra derribar tres bolos. Vuelve a tirar y tira uno.

- Tu turno princesa.

Lanzo la bola que va rodando lentamente hasta llegar a los bolos y derrumbar cinco.

- Nada mal - dice con la boca abierta.

- Soy una experta.

Vuelvo a tirar y derribó los cuatros bolos restantes. Estamos así hasta termina los diez cuadros, que es cuando la partida acaba. Y acabo ganando.

- Ahora vamos a jugar a otra cosa. - dice.

- Mira, que el nene se ha picado - digo y él niega rodando los ojos.

- Yo no me pico.

- Claro y yo soy pelirroja.

En las canastas de baloncesto también le ganó, cuando era pequeña solía jugar al baloncesto, es un deporte que siempre me ha gustado. Por el contrario, en el futbolin gana él.

Nos pasamos toda la tarde jugando a juegos y picandonos mutuamente.

Salimos del salón de juegos y justamennte empieza a llover fuertemente, una tromba de agua nos cae encima literalmente.

- Estoy empapada - exclamo, intentando escurrir la ropa.

- Estamos bonitos - dice Ansu.

La lluvia no escampa, es más llueve con más fuerza. Pero es que si nos metemos en el coche lo vamos a poner todo echo una basura, y no es plan.

- ¿Qué hacemos? - pregunto mirando a Ansu.

Él mira a su alrededor y sonríe.

- Hay un McDonald's cerca, vamos ahí.

Asiento con una sonrisa y vamos rápidamente hasta allí. Entró en el baño de chica a intentar que la ropa se seque con el secamanos. Lo mismo hace Ansu en el baño de chicos.

- Ya que estamos aquí, aprovechamos para cenar - dice y sonrío. - Te vas a salir con la tuya.

- Eso es obra del destino que no quería que acabase el día sin comerme una hamburguesa.

Él solo ríe y hace que a mi se me contagie la risa.

- Anda cometela ya, que encima te la vas a comer hasta fría. - dice.

- Si, papá. - digo guiñandole un ojo.

- Cuando quieras bebé. - dice y me pongo roja. - Ya no estas tan lanzadita eh.

- No me pongas nerviosa, que estoy muy bien disfrutando de mi hamburguesa.

- Ya habrá más momentos para ponerte nerviosa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro