Narra Zulema.

Una semana y media más tarde...

Aún no soy capaz de creerme todo lo que pasó, no logro entender cómo hay tanta maldad en el mundo. Pero el caso es que la hay. Aunque es como todo, hay gente buena y gente mala, con mucha maldad.

En el médico me hicieron algunas pruebas para asegurarse de que todo estaba bien. Obviamente se dieron cuenta de mi falta de hidratacion y de alimentación, es por eso por lo que me dejaron dos días allí para ver que en cuanto comiera lo normal y bebiera líquido todo iba a volver a estar normal.

Llaman al timbre de casa y Naira me mira haciéndome un gesto con la cabeza para que sea yo la que abra.

- Podrías ir tu - le digo y ella niega.

- Tú estás más cerca.

Abro la puerta y me encuentro a los padres de Ansu.

- Hola - digo sonriendo - Pasad.

Los dos sonríen y se acercan a mi a darme un abrazo.

- Queremos hacerte una propuesta - me dice Bori.

- ¿Y eso? - pregunto desconcertada.

- Es algo bueno o así lo creemos nosotros. - me dice Lurdes.

Yo asiento a sus palabras y los miro esperando a que me digan de qué se trata la propuesta.

- ¿Quieres venirte a Qatar con nosotros? - pregunta Lurdes.

Abro la boca y me quedo analizando las palabras.

- ¿Al Mundial?

- Efectivamente - asiente Bori.

- No me lo puedo creer - murmuro.

- Pues creetelo cielo porque a nuestro Ansu le haría mucha ilusión - comenta Lurdes.

- Zulema - se entromete Naira - No seas tonta y vete.

- ¿Pero y la cafetería? - pregunto y ella sonríe. Miedo me da.

- Está todo más que hablado - confirma, cierro los ojos por no decirle algo.

- No sé qué voy a hacer contigo.

- Como me quieres tanto, aceptar ir a Qatar.

Chasqueo la lengua y todos me miran esperando una respuesta.

- Está bien, me voy a Qatar - digo y aplauden - ¿Cuánto tiempo tengo para preparar la maleta?

- oh eso espera - dice Naira y se va corriendo a mi habitación.

Los padres de Ansu aguantan la risa y me miran sonriendo. No sé por qué pero esto me huele a que ya estaba un poquito planeado.

- Aquí la tienes - aparece con mi maleta - Te he metido de todo.

- Gracias supongo.

- No es nada - dice acercándose a mi y abrazandome - Disfruta y cuéntame todo lo que pase ¿vale?

- Tenlo por seguro.

Terminamos de despedirnos de Naira y de Diego, y los padres de Ansu y yo nos vamos de mi piso.

- ¿Sale hoy mismo el vuelo? - pregunto.

- Dentro de dos horas - responde Bori - vamos a nuestra casa cogemos las maletas y nos vamos. - dice y yo asiento.

Ya estamos en el aeropuerto, sus padres Lurdes y Bori, sus hermanas Angela, Djeny, sus hermanos Brahima y Miguel. Y aparte de nosotros también hay familiares de otros jugadores de la selección española, aunque la mayoría de los familiares ya llevan en Qatar algunas semanas.

En el avión me siento junto a Miguel, el más pequeño de los hermanos.

- Mi hermano tiene buen gusto - asegura y yo sonrío - Porque eres muy guapa.

- Gracias, tú también eres muy guapo.

- ¿No puedes ser mi novia? - pregunta y yo me rio por sus ocurrencias.

- Eres muy pequeño para mí.

- Pero en unos años soy más mayor. - añade riendo - Tú me esperas y ya está.

- Me han dicho que también te gusta jugar al fútbol - cambio de tema y él asiente con una sonrisa.

- Juego al fútbol, en el Barcelona también pero en las categorías pequeñas.

- Un día tendré que ir a verte - digo y él me mira con una sonrisa brillante.

- Si, que me haría ilusión.

Después de algo más de seis horas de vuelo llegamos a Doha, la capital de Qatar. Durante el vuelo Miguel y yo hemos estado hablando, jugando con la nintendo switch y también viendo algunas películas. Además, nos ha dado tiempo hasta de dormir un rato.

Aterrizamos en Doha y siento un cúmulo de nervios en mi barriga. Cogemos un taxi y pedimos que nos lleven hasta donde se están alojando ellos, que es un hotelazo.

- ¿Nervios, Zulema? - me pregunta Ángela y yo asiento.

- Un poquito.

En menos de lo que esperaba nos encontramos delante del hotel. Doha se ha convertido en una ciudad de mucho poderio económico al igual que toda Qatar.

- Venga vamos, Zulema - me dice Lurdes, asiento bajando del taxi.

Nosotros no nos podemos quedar en este hotel porque es única y exclusivamente para los jugadores de la selección española, dirigentes, entrenador y cuerpo técnico. Nosotros nos alojaremos en un hotel que según me han dicho la familia de Ansu, está a tan sólo dos calles de este hotel.

Entramos al hotel y me quedo impactada al ver a Luís Enrique. Nos va dando la bienvenida a todos.

- ¿Eres Zulema verdad? - me pregunta, asiento algo nerviosa.

- Sí, soy yo.

- Qué alegría que todo quedase en un susto, Ansu estaba muy preocupado - expresa, sonrío tímidamente.

- Gracias por preocuparte.

- No tienes que dar las gracias.

Luis se disculpa un momento y nos avisa de que va a ir a decirle a los jugadores que se acerquen hasta aquí.

Unos minutos después empiezan a aparecer todos y sonrío al ver a Ansu hablando con Gavi y con Pedri.

- Ansu, mira quien está aquí - dice Eric, que es el primero en verme.

Ansu alza la mirada y busca por toda la sala hasta que sus ojos me encuentran. Abre sus ojos bien abiertos y sonrío alzando los hombros.

Pedri y Gavi le dan un pequeño empujón para que reaccione y parece que sale de su transite, porque se acerca a mi a una velocidad rápida.

- Estas aquí - murmura.

- Estoy aquí.

- Conmigo - dice sonriendo.

- Contigo.

Me abraza con tanta fuerza pero a la vez con tanta delicadeza, que no sabría explicarlo.

Se separa de mis brazos y besa mis labios. Todos gritan enloquecidos y nos separamos del beso riéndonos.

- Ansuuuu - grita Pedri. - Déjanos saludarla.

Ansu pone cara de disgusto pero acaba aceptando, mientras él saluda a sus padres y sus hermanos, yo saludo a Eric, Pedri, Gavi y Ferran que son los que conozco.

A los demás me lo presenta posteriormente.

- Soy muy feliz de que estés aquí.

- Yo también estoy feliz por estar aquí.

- ¿Me vas a apoyar?

- Oh cariño, voy a ser tú fan número uno.