16
Ansu Fati.
Llevo días en los que no sé absolutamente nada de Zulema, y estoy bastante preocupado. No sé si ha pasado algo, no tengo ningún mensaje ni ninguna llamada, algo que me parece bastante extraño, porque ella me prometió que estaríamos en contacto todos los días.
- ¿Por qué no pruebas de nuevo a llamarla? - cuestiona Gavi - Lo mismo le ha pasado algo en el teléfono.
- No creo Gavi, aunque voy a volver a intentarlo.
Marco su número y espero unos segundos hasta que escucho otra voz la dichosa voz que dice que él teléfono no está disponible.
- Llama a Naira tonto - me dice Pedri y asiento.
Marco el número de Naira y tarda bastante en responder.
- Ansu - escucho su voz al otro lado de la línea. - Hace días que no sé nada de Zulema - suelta y cierro mis ojos.
Pedri, Ferran, Eric y Gavi abren sus ojos mientras me miran. Estoy temblando y no sé que hacer.
- ¿No sabes nada? - pregunto.
- No, sólo se que salió a comprar varias cosas y desde ese día no volvió.
- ¿Llevaba el móvil encima? - pregunto.
- Si claro, pero a saber que ha pasado.
- ¿Ha pasado algo raro antes de eso?
- Que yo sepa no, bueno las fotos y eso que salieron de vosotros juntos.
- ¿Has llamado a la policía? - pregunto.
- No, ¿crees que debería de hacerlo? - pregunta Naira.
- Sí, creo que sería de gran ayuda.
- Pues ahora mismo iré a poner la denuncia.
- Ve contándome cosas, Naira por favor.
- Vale Ansu, te tendré informado.
Cuelgo la llamada y niego con la cabeza. Me encantaría ahora mismo poder coger un vuelo de vuelta a Barcelona y buscarla hasta encontrarla.
- ¿Creéis que puede tener relación con el pasado? - le pregunto a los chicos.
- posiblemente, Ansu - responde Eric.
- Tranquilo hermano que verás como se va a solucionar.
- Eso espero, porque como le pase algo a ella, se puede liar y bien liada.
Me voy a entrenar con el resto de mis compañeros de la selección y entreno con fuerza y con rabia.
Cuando estamos en el comedor para almorzar miro mi móvil y me aparece una llamada perdida de Naira, así que inmediatamente la llamo.
- Ansu, hemos empezado la búsqueda - me dice y asiento aunque no puede verme. - Estamos la policía y yo, pero no es suficiente. ¿Sabes de alguien que pueda ayudar?
- Naira soy Pedri, mi hermano Fer ayudará. - Pedri se anticipa a responder.
- Gracias, Pedri. - le contesta la colombiana.
- Naira, mi familia también ayudará - digo.
- ¿De verdad?
- Sí, estoy seguro que lo harán.
- Vale, emm dentro de una hora hemos quedado en la comisaría más cercana a nuestro piso.
- Vale perfecto.
Llamo a mis padres para contarles todo. Empiezo por el principio contándoles que tengo novia, cosa que no sabían y después les explico un poco por lo alto. Van a ir a ayudar junto a mis hermanos más mayores, Miguel el pequeño se quedará con la vecina que es muy amiga de mi madre.
Subo a mi habitación el primero llevándome algunas miradas de confusión, pero no tengo ganas de hablar. Solo quiero que encuentren a mi princesa.
Narra Zulema.
La mañana ha empezado calmada, nos han traído un bol lleno de galletas y un vaso de leche, que claramente no he comido ni bebido nada. Por el siemple hecho de que no me fio. En cambio, Violeta si que ha comido algunas galletas y un poco de leche, está embarazada y tiene que alimentarse.
Hay mucho jaleo y no hemos podido aún llevar a cabo el plan, ojalá se pueda hacer en cualquier momento del día, aunque esta difícil, parece que hoy anda por aquí más gente que ayer.
- ¿Y tú tienes novio Zulema?
- Si que tengo, se llama Ansu.
- Te brillan los ojos amiga al hablar de él. - me dice y sonrio al recordar a mi chico.
- Es un sol.
- Me alegro mucho, Zulema.
Escuchamos voces y las dos nos acercamos a la puerta.
- Nos van a descubrir - dice Julián.
- No hacemos nada en condiciones - le responde Iván.
Violeta y yo nos miramos confusas. Algo está pasando.
- Vamos a quemar la fábrica. - sugiere Julián.
- Están ellas dentro tonto, si nos pillan nos caería la de dios. Encerrados de por vida.
- No nos pillaran.
Estamos asustadas, llorando y sin saber que coño hacer.
Se escuchan sirenas de policías y ambulancias. Y muchos gritos. Y jaleo.
- Haz algo ya Julián. - grita Iván.
Empieza a oler a humo fuertemente, empezamos a escuchar porrazos, gritos, disparos. Y yo me estoy empezando a marear.
- ahora no Zulema, no te mares ahora.
- ¿hay alguien dentro? - gritan.
Violeta aporrea la puerta con fuerza y grita aquí varias veces.
- Os vamos a sacar de ahí, chicas.
El humo va subiendo y en breves instantes el fuego se empieza a ver por la habitación.
- Violeta, tengo miedo. - murmuro.
- Yo también Zulema, pero vamos a salir de aquí.
Me abrazo a ella mientras las dos lloramos a moco tendido.
De tanto humo me he quedado sin ver nada y he acabado desmayandome.
Escucho ruido y como me levantan pero no soy capaz de abrir los ojos.
Cuando por fin puedo abrir los ojos me encuentro en una habitación de hospital. Sonrío involuntariamente al ver que ya no estoy metida en esa puerca habitación.
- Zulema - escucho y giro mi cabeza para encontrarme con Naira.
- Naira.
Viene y me abraza. Las dos lloramos un poco y ella me limpia las lágrimas.
- ¿Sabes algo de Violeta? - pregunto.
- está bien pero le están haciendo pruebas. - responde dejándome más tranquila.
- Menos mal.
- Están ahí fuera los padres y hermanos de Ansu. - dice y yo abro la boca - Han ayudado a buscarte.
- Ay dios. Bueno diles que pasen.
Ella asiente y antes de irse me da un beso en la mejilla. Escucho unos pasos y unos instantes después se asoman dos cabezas por la puerta. Estoy nerviosa, no es la mejor situación para conocer a la familia de mi novio. Pero que se le va a hacer, habrá que afrontarlo de la mejor manera posible.
La mujer y el hombre entran y me miran sonrientes, sonrío de forma nerviosa y yo solo espero que no me lo noten mucho.
- Hola preciosa, soy Lurdes, la madre de Ansu - se presenta, acercándose a la camilla donde estoy.
- Encantada Lurdes soy Zulema, no son las mejores formas en las que me gustaría conoceros - digo y los dos niegan.
- Tranquila que no pasa nada, yo soy Bori el padre de Ansu.
Los dos se acercan a darme dos besos en la mejilla y un leve abrazo. Se sientan en los sillones de la habitación y me miran con curiosidad.
- Justo hoy nos hemos enterado de que Ansu tenía novia - me confiesa su padre.
- Aunque algo ya nos oíamos - dice su madre - Se le nota todo.
Hablamos un rato y también conozco a los hermanos de Ansu, que son igual de majos que él. Es una familia muy humilde y campechana. No presumen ni de dinero ni de lujos.
- Es mejor que nos vayamos ya para que descanse Zulema - habla la hermana de Ansu.
Todos asienten y se despiden de mí. A la media hora me quedo sobada.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro