"Donde Clouds se vuelve una obsesión para Mark debido a un suceso, y Johnny vuelve a dar una propuesta"

-Física se puede ir a follar a su madre -bufó Taeyong, arrojando los libros a la mesa, causando un estruendo y que Mark y Doyoung lo miren, sorprendidos. -¿Para qué mierda quiero medir a un estúpido cuerpo en una estúpida caída al estúpido suelo? ¡No me sirve! La única fuerza que quiero conocer es la de Kim WonPil a su teclado, Jae y SungJin a sus guitarras, DoWoon a su batería y a la voz de Brian gritando que no le digan Brian -terminó suspirando, tras no haber tomado aire durante toda esa dicha.

-... Consideraremos que no te gusta física -rió Doyoung, acomodándose la corbata. -¿Necesitas ayuda?

-¡No! Porque sé que si leo los apuntes podré solo; pero no quiero, no me gusta, me aburre.

-¿Y si estudias con Day6 de fondo? -preguntó Mark. -Si lo haces bien, puedes cambiar de canción, y si no, no podrás seguir escuchando el arte de su música.

Taeyong estaba atento a sus palabras, asintió varias veces, en forma lenta.

-Eres un maldito genio, Mark.

El menor sonrió a su amigo, feliz por haberlo ayudado.

Pero toda esa felicidad se vino abajo, dejando que le suba el corazón a la garganta y lata como loco allí, cuando Johnny caminaba a lo lejos, con sus auriculares puestos, siempre, siempre puestos, tenía una camiseta sin mangas que lo estaba dejando en el cielo, por más que era holgada, metida en sus jeans rasgados -lo perfectamente apretados como para apreciar sus piernas- y sus brazos, tríceps, venas, manos haciéndole saber lo perdido que estaba.

Sentía todo su cuerpo tenso, era muy perfecto, un chico demasiado muy perfecto.

Deseaba haber comenzado con él de otra forma, aunque pensaba y decía... ¿No que habían tenido una cita? ¿No que Johnny le sonrió y trató tan bien a su madre?... ¡¿No que lo llamó lindo dos veces?!

Ya se encontraba sonrojado como tomate y había bajado su mirada hacia la mesa, sonriendo sin enseñar sus dientes.

Taeyong y Doyoung hablaban de física, sólo tenía presente eso, ya que no les prestaba demasiada atención.

Quería sacar su teléfono y hablarle a Johnny, o levantarse, caminar y sentarse en su mesa.

Pero algo le decía, por más que nunca haya pasado, que él quería hacer como si no se conocían, ni nada pasó ni pasaría.

Era un secreto después de todo.

꒰♡꒱

-Y Shin con Lee, pueden comenzar -el profesor cerró su lista, y se dispuso a escribir las consignas del trabajo en dúo, para la próxima semana.

Mark se levantó tomando sus cosas y dirigió su mirada hacia RyuJin, quién levantó su brazo y lo llamó para sentarse a su lado.

Sonriente lo hizo. -Juntos, nosotros.

-¡Lo sé! Me viene bien una nota alta este semestre -sonrió la chica. -No es que vaya a dejar que hagas todo tú, pero podrás enseñarme y ayudarme, supongo.

-Claro que sí -le devolvió la sonrisa, mientras abría sus apuntes.

Las clases en general, eran el momento estelar de Mark.

No sólo porque sus compañeros lo adoraban, o porque compartía la mayoría con sus amigos. Sino que era un momento donde se le hacía imposible pensar en Johnny como algo malo -ya que era necesario verlo para creerse que tal vez lo odie-.

Sólo tenían espacio en su mente las dos veces que le llamó lindo, y el simple hecho de haber salido y compartido una cena con él.

Todo el instituto moriría de celos.

Al fin y al cabo, junto a RyuJin quedó en terminar el trabajo una vez sonó el timbre; pues era una investigación y ocupaba dos semanas -más la mitad de la nota final-.

Con todo en su bolso, guardó algunas cosas en su casillero, y se encaminó a la biblioteca; tenía que ocuparse de su nueva meta. Formar parte del centro estudiantil.

Jaehyun y Doyoung le buscaron oportunidad de postularse; ya que los de su año aún no tenían edad para pertenecer.

Sacó una copia del formulario, y concentrado, tomó asiento en una de las mesas y comenzó a completarlo.

Habían muy pocos estudiantes, así que la opción de terminar su tarea y tener una tarde libre se veía muy favorable.

Hasta que la luz led intermitente de su teléfono, le llamó la atención.

Johnny ❤️❤️:

Hey.

¿Dónde estás?

Hey.

En la biblioteca.

¿Necesitas algo?

Que no te vayas.

Aquello lo tensó un poco, no mentiría. La sensación de que Johnny dejaría de hablarle luego de "estar a mano" con aquella cita tan incómoda, por no contar su secreto. Y aunque le partía el corazón, lo aceptaba.

Entonces, ¿Para que querría verlo? ¿Y en el instituto? ¿Con personas pudiendo ver?

Decidió negar y centrarse en su formulario de ingreso, no le daría vueltas al tema, así sólo lograría empeorar todo.

Pudo sentir como alguien tomaba asiento frente a su costado derecho, y no fue necesario levantar la mirada.

El perfume tan masculino y característico que ya había sentido antes estaba ahí; la luz del sol de la ventana dejó de darle debido a la altura de ese alguien; tampoco tardó en ver sus manos, sus tan preciosas manos con un anillo en cada una.

Era simplemente hermoso, y seguramente ya estaba sonrojado frente a él, pero como que si le fuera a importar.

No dijo nada, parecía que tenía que hacer tarea... ¿Le iba a pedir ayuda? No lo sabía, y eso le ponía nervioso.

Pero sólo se dispuso a continuar con lo suyo, como si su crush, ladrón de su corazón, de su respiración, de sus pensamientos y autor de cada sonrisa de su día a día esté a su lado.

La misma hermosa mano le acercó un papel con algo escrito.

"No es necesario decir nada, sólo te acompaño".

Tenía tantas ganas de responderle que su letra era hermosísima, y que amaba que quiera acompañarlo, pero se contuvo de cualquier acción que lo deje en vergüenza.

Y pronto, Johnny volvió a hacer algo que lo dejó confuso.

Le acercó uno de sus airpods, precisamente el derecho.

No sabía si tomarlo, si devolvérselo, si levantar la mirada para preguntarle qué quería que haga, pero al escuchar una melodía a través del dispositivo, optó por la primera.

Su sonrisa fue inmediata.

🎵Clouds -One Direction.

Adoraba esa canción, le daban ganas de terminar con alguien y demostrarle lo que se había perdido; salir con sus amigos y ser él por toda una noche.

El gesto que Johnny acababa de tener con él permaneció en su corazón, tal vez por siempre.

Al sentir su mirada encima, lo supo, simplemente lo supo, y aunque no fuera así, quería formar la letra del estribillo mirándolo.

Intentando decirle que estaba bien, y eso de que le guste One Direction era todo, menos malo.

-Here we go again, another go'round for all of my friends. Another stop night, will it ever ends? -formuló viendo a sus ojos, sonrojándose cuando Johnny le dedicó una sonrisa, y siguió cantando con él.

-Here we go again, another go'round for all of my friends. Another stop night, will it ever ends? If we're never coming back down. Yeah, we're looking down on the clouds.

Ambos rieron y siguieron cantando; seguramente las pocas personas que estaban no se dieron cuenta, o ya estaban contando que Johnny Suh habló con alguien que no era Yukhei.

Los minutos pasaron y Mark ya guardaba sus cosas, le faltaba literatura y ya podría irse a casa.

-Hey -llamó Johnny colocando su mano en el bolígrafo que Mark estaba a punto de tomar, haciendo así que sus manos se toquen.

Ante el contacto, el menor se separó rápidamente, tratando de ocultar -de nuevo- su rubor. Y ya que no veía, el rubio le dedicó una sonrisa con dulzura, Mark le causaba demasiada ternura, y por alguna extraña razón, quería verlo y estar con él todo el tiempo.

-Deberíamos repetir la cita, ¿Qué dices?

-¿E-eh? ¿Cómo? -negó. -¿Por qué?

El mayor notó la situación, y acomodó su garganta. -Es decir, no me sentí satisfecho; si vas a guardar mí secreto, mereces algo mejor.

-Oh... Está bien entonces, es imposible decirte que no, eres terco.

Rió. -Como sea, este terco te escribirá para vernos -se levantó. -Adiós, lindo.

Mark lo siguió con la vista, hasta que salió completamente del lugar.

-Lo dijo otra vez -suspiró.