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﴾8. El hijo del rector﴿

Niño estúpido le dijo mientras le quitaba agresivamente la camiseta, dejando vulnerable su torso. Con las yemas de sus dedos empezó a masajearle los pezones, completamente contra su voluntad, pero JiMin no sabía si tener miedo o excitarse porque ese tipo tenía un carácter tan ambiguo que le hacía dudar de sus propios deseos. Lo odiaba y quería que se fuera, pero también deseaba más de esas manos, necesitaba enterarse del sabor de sus labios.

     El intruso bajó la cabeza, soltando su caliente aliento sobre la piel de JiMin y succionó el pezón izquierdo, mientras que sus manos hacían su camino lento hacia abajo, trazando con sus pulgares una línea por el abdomen y tocando ligeramente sus caderas, haciendo que JiMin se retorciera de placer al sentir piel ajena en esa zona que tenía tan sensible. Él cedió sin pensarlo, a pesar de que le tuviera cierta saña al chico que le tocaba, pues las sensaciones inesperadas le apresaban todo el cuerpo como fuertes enredaderas con vida propia, lo mantenían inmóvil, pero a la vez le propinaban un placer único: el de recibir ese contacto erótico que siempre soñó.

     Inmerso en su desesperación y anhelo por humillar a JiMin, el intruso le desabrochó los botones del pantalón, dejando a la vista su ropa interior azul y, sin avisarle, metió una de sus manos ahí donde el miembro estaba duro, a la espera de ser estimulado. Le bajó toda la ropa hasta la mitad de los glúteos, dejando a la vista el erecto pene del chico. Ocupó sus dos manos en él, una encargada de amasarle el trasero redondo y suave, y la otra torturándolo con el pulgar presionando el glande rojizo, que se humedeció prematuramente por la situación tan inesperada. Fuera de sentirse ultrajado, JiMin lo estaba gozando, aunque se sintiera incorrecto.

¡Nhg! ¡Mmhh! ¡Si! jadeó desesperado, quiso mover sus caderas para obtener más de ello, pero el intruso lo obligó a quedarse quieto con sus manos algo rígidas encima de su cuerpo.

¿Te gusta la verga como a mí, niño de Busan? le susurró directo en la piel bronce del pezón y dio un apretón con sus dientes.

Sí, me gusta echó su cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados y la boca abierta, intentando respirar con normalidad, pero las manos del intruso no le dejaban en paz, seguía tocándolo y lamiéndolo a su gusto.

Ruega para que te coja, niño estúpido casi sonaba como si lo odiara, pero sonreía y se burlaba de él al masturbarlo lentamente.

¡Aah! ¡Mmh! Cógeme, por favor ya no podía más, el odio que le tuvo al intruso al principio quedó opacado por la necesidad de más contacto.

Lo haré, niño, pero debes hacer algo antes le jaló del cabello, obligándolo así a conectar miradas al fin. En el rostro del intruso había una sonrisa lasciva, rayando en lo malvado, mientras que JiMin solo emanaba deseo entre cada parpadeo.

     Desesperado, JiMin asintió, estaba dispuesto a todo.

Di mi nombre susurró el intruso directo en su oído.

¡Min! gimió JiMin, esperando acertar porque ya no podía más.

Mi nombre completo o te dejaré con las ganas.

N... No, no puedo recordarlo bien.

¿Ah no? Uhm, qué lástima de inmediato, el intruso soltó el miembro de JiMin, dejándolo inconcluso y frustrado, este se aterró cuando dejó de sentir el placentero calor ajeno.

     Su corazón estuvo por detenerse cuando el intruso se dio la vuelta y emprendió camino lejos de él. Todo se hacía oscuro para JiMin, luchaba por acordarse del nombre, pero cuando lo hizo, el intruso ya se había esfumado, evaporado en el viento como un fantasma.

¡Min! ¡Min! ¡No te vayas! ¡Min! ¡Min Yo...! ¡Min YoonGi! cuando se acordó, ya no quedaba nada más alrededor, solo profunda y tenebrosa oscuridad y soledad.





JiMin

     Despierto de golpe, empapado en sudor y con la respiración agitada. De pronto siento una humedad extraña entre mis piernas. Todo está oscuro, no puedo adivinar qué hora es. Aunque débil y atontado, me levanto de la cama. Todo está tan silencioso. Debí quedarme dormido sin darme cuenta, no sé cómo llegué a mi cama. En erráticos tanteos, enciendo la luz, pero al instante mis ojos sufren encandilados y debo sentarme un rato para salir de la somnolencia.

     Miro hacia abajo y entonces descubro el origen de la sensación de humedad. Maldita sea, ¿en serio? Tenía años que no me pasaba esto, creí que solo le ocurría a los pubertos que se calientan por cualquier cosa. Me deshago de la ropa manchada de semen y me coloco algo limpio, luego apago la luz nuevamente e intento volver a dormir hasta que mi alarma suene, pero entre la oscuridad recupero la lucidez y entonces los recuerdos del día anterior me llenan de dudas.

     ¿Qué me pasó? ¿Cómo llegué a mi habitación? Las imágenes pasan por mi mente con tanta nitidez como para revivir todas las desagradables emociones: me perdí en la ciudad, Min YoonGi me rescató, mi padre amenazó con regresarme a Busan, HoSeok me salvó, después de tanta tensión caí desmayado sobre la sala y de ahí ya no volví a saber de mí.

     Supongo que quedé tan agotado emocionalmente que mi cerebro decidió hibernar inesperadamente. Mejor para mí, así no tuve que lidiar con preguntas sobre todo lo que me había pasado.

     Por ese lado, ya todo me queda claro, pero mis pensamientos se desvían al extraño sueño causante de mi repentino despertar. ¿Por qué soñé con él? Ayer no podía recordar su nombre y ahora, como si fuera una revelación, esa información regresó a mí gracias a ese sueño húmedo. Min YoonGi. ¿Por qué soñé contigo? Recuerdo haberme sentido asustado y hasta con sentimientos de odio hacia él, pero de pronto se tornó tan erótico y peligroso, no quería que terminara, pero el sueño concluyó de la peor manera.

     Hacía años que no tenía una pesadilla, y, aunque tuve un poco de placer de por medio, el hecho de sentirme abandonado, solo y despreciado, me aterró. Me dio tanto miedo que él se alejara, pero no puedo entender por qué.

     No podré mirarlo a la cara ahora sin sentirme apenado, sobre todo porque cometí la estupidez de dejar mi mochila en su auto. Seguro estará pensando que soy un desubicado y un "niño estúpido", como le gusta llamarme.



— ¡JiMin, el desayuno está servido! —grita HoSeok desde abajo.

— ¡Ya voy, ya voy! —respondo con enfado mientras acomodo mi cabello frente al espejo.

     Mi cara está hecha un desastre por las ojeras. Fue casi imposible conciliar el sueño después de ese estúpido y vergonzoso sueño. Debí quedarme dormido alrededor de las tres de la mañana y ahora me siento jodido como si no hubiera dormido nada y eso que caí inconsciente desde que llegué a casa, a las cinco y media, aproximadamente. Aún puedo sentir el agotamiento mental de ayer, es mi segundo día en la escuela y no sé cómo voy a sobrevivir con este maldito cansancio.

     Bajo corriendo las escaleras, tan rápido que piso el borde del penúltimo escalón y el último tramo de las escaleras lo bajo en un doloroso resbalón que me hace lagrimear por el golpe en mi trasero.

— ¿Estás bien, JiMin? —Me pregunta Jin entre risas y se levanta de su silla para ayudarme a levantarme.

—Sí, solo fue un resbalón —me levanto gimoteando un poco por el dolor y sobo mi trasero, con dificultad camino hasta la mesa, donde hay un plato servido para mí, lo cual me parece extraño—. Creí que cada quien se haría su desayuno.

—Así es —dice HoSeok, jalándome del brazo y sentándome en una silla, me aguanto el maldito dolor del golpe porque no quiero que se compadezcan de mí —. Pero a veces variamos un poco en la rutina.

     En mi plato hay una considerable cantidad de huevos revueltos y la taza está al tope de café, es extraño de verdad. Al mirar el reloj de la pared, me doy cuenta de que es demasiado temprano todavía para irme a la escuela. ¿Para qué me apresuraron entonces? Pude haber dormido un poco más o haberle dedicado más tiempo a mi maquillaje para evitar que se me vieran las ojeras.

—Y bien, JiMin —Jin carraspea y me observa atentamente—. ¿Ya nos vas a contar con detalle qué pasó ayer? Específicamente, ¿quién te trajo a casa?

     Debí saberlo, esto es un interrogatorio. ¿En esta casa siempre acostumbran meterse tanto en tu vida personal? Bueno, tal vez no debería quejarme, ya que Jin se preocupa por mí de verdad.

—Oh... solo un chico de la escuela que me encontré mientras comía en el centro, se llama Min YoonGi.

— ¿Y por qué te trajo a casa?

—Ya te lo dije ayer —empiezo a molestarme, no me gustaba ser interrogado así, como solían hacerlo mis padres—. Me quedé sin batería, tomé un bus al centro para ver si podía llegar más fácil a casa desde ahí, pero entré en pánico y este chico me ayudó.

     HoSeok y Jin voltean a verse muy sospechosamente. Algo están intentando decirse con esas miradas y me hacen sentir incómodo.

—Hoy es tu cita con JungKook, ¿no es así? —Dice HoSeok.

     Ya sé por dónde van...

—No pensarán que dejaré a JungKook plantado solo porque conocí a alguien que me ayudó, ¿o sí?

—Nadie dijo nada sobre dejar a JungKook plantado. Solo queríamos saber si estabas listo para tu cita —ahora es Jin quien suena extraño, como si no me creyera.

     ¿Qué creen que soy? ¿Un chico fácil que se deja apantallar por cualquiera? ¡Claro que no! No importa que me haya ayudado en este aprieto. ¡El tal Min YoonGi es un patán, de todas formas! ¿Por qué querría yo cambiar al dulce JungKook por un imbécil como él?

—Claro que estoy listo, Jin. Te dije que le iba a dar una oportunidad a JungKook, además me gusta mucho. Cambiando de tema, ¿alguien me puede decir qué me pasó ayer? —suelto una risa algo avergonzado, pero prefiero hablar de eso que seguir incómodo por lo de YoonGi.

— ¡Te desvaneciste como toda una reina del drama! —El rostro de HoSeok se ablanda rápidamente en una sonrisa burlona, lo que torna más ligero el ambiente entre nosotros.

—Así es— se reía Jin mientras masticaba su desayuno —. Apenas colgaste, tus ojos se pusieron blancos y caíste al suelo. Creí que era grave, pero entendí que estabas agotado, así que te subimos a tu habitación para que descansaras.

—Muchas gracias por ayudarme. Lo de ayer fue terrible, no sé qué hubiera hecho sin ustedes.

— ¡Tu padre está loco, JiMin! — HoSeok exclama con sus brazos hacia el techo y me mira con los ojos bien abiertos—. Por un momento creí que te irías de verdad, ¡estaba tan asustado!

—Perdónenme, de verdad. No era mi intención que esto pasara. También gracias por cubrirme, HoSeok. Y discúlpame también Jin, tuviste que soportar los gritos de mi padre por mi culpa.

     Ahora me siento más culpable que nunca; pensar que Jin tuvo que soportar el carácter de mierda de mi padre por teléfono me hace sentir muy mal.

—Está bien —el tono de Jin se torna más imperativo —Pero no volveremos a mentir por ti, JiMin. Debes ser más responsable, podremos protegerte, pero ya eres un adulto, necesitas empezar a hacerte cargo de tus consecuencias.

—Lo sé, lo entiendo bien —me apeno un poco ya que él tiene razón sobre lo irresponsable que fui ayer.

— ¿Y qué harás hoy con JungKook? —Pregunta HoSeok, hablando con la boca llena de comida. Así que empiezo a comer también, ya un poco más ligero de malos sentimientos.

     Hablar de JungKook hace que mi barriga se llene de maripositas y mis mejillas se sonrojan.

—Umm, creo que iremos por café, dijo que me llevaría a un lugar especial.

—Hm, está bien, pero cualquier cosa que suceda, si te llegas a sentir incómodo o algo, enciérrate en el baño y llámame, hoy no trabajo en la tarde, así que estaré disponible si me necesitas —explica Jin, entiendo bien que esté preocupado todavía por mi cita con JungKook, es como si fuera a una cita a ciegas, con la incertidumbre de no saber si voy a encontrarme con un psicópata o con el amor de mi vida.

—No te preocupes, estaré bien. Tengo un buen presentimiento.

—Por el bien de todos, espero que tu presentimiento sea una profecía —bromea HoSeok. Por la cara seria que tiene, es obvio que conoce más a profundidad el drama completo de lo que sucedió entre Kookie y Jin, pero ya eso no me importa.

—Y si no funciona, siempre puedes pedirle a tu amigo YoonGi que te traiga a casa más seguido —comenta Jin, haciéndome morir de vergüenza. Mencionara su nombre invoca en mi mente ese extraño sueño húmedo que, sinceramente, no le quiero contar a nadie jamás, prefiero guardármelo para mí.

—Eso no pasará —ruedo mis ojos en protesta—. YoonGi pudo haber sido muy amable ayer al traerme, pero es un patán. No lo verán nunca más por aquí.

—¿Y hay algún otro chico que te llame la atención en tu escuela? —Jin insiste, ahora con una sonrisita que me enfada un poco.

—No, ninguno. ¿Y tú? Tal vez yo debería presentarte a algún amigo, Jin. Hay alguien... su nombre es NamJoon y vendrá pronto a Seúl, es guapo y está soltero.

— ¡Aish! Claro que no, soy una persona muy ocupada como para estar metido en una relación amorosa —contesta ligeramente enfadado, yo sonrío porque lo fastidié a propósito—. Además, siempre es lo mismo con todas las relaciones: te conocen, follan y te dejan. Soy un hombre demasiado valioso como para involucrarme de nuevo en ese ciclo, a mi edad es difícil.

— ¿Olvidas que yo ya tengo más de tres años con Tae? No generalices —le interrumpe HoSeok ese discurso dramático.

—Pero lo de ustedes es especial. A mí me toca puro pendejo que solo quiere follar, nadie se va a enamorar de mí nunca, caso cerrado, terminen su desayuno, que se hace tarde — y hace un puchero, cruzándose de brazos, indignado, molesto.

     Sus palabras lamentables me parten el corazón. Algo me dice que JungKook tiene que ver en ese tema, pero decido no indagar más, pues no quiero crear un debate y mucho menos molestar a mi amigo.

     Pensándolo bien, si el destino ha puesto a JungKook en mi camino, ¿podría poner a alguien para Jin también? O más bien... ¿podría yo contribuir un poco a que eso pasara? De todos modos, NamJoon rompió con Jackson hace más de tres años y todo está superado, y mi mejor amigo tiene planes de venir a Seúl si todo sale bien con sus entrevistas de trabajo... ¿por qué no? Tal vez ellos están destinados. No sería una coincidencia que NamJoon me visitara justo cuando ahora tengo un amigo que le hace falta conocer a alguien especial.

—Eres toda una reina del drama —HoSeok le da una palmada en el hombro—. Solo sé paciente y no los rechaces a todos. Y si te quieren coger, pues al menos disfrútalo, tú también puedes desecharlos luego de una noche.

— ¡Ay ya! Dije que era caso cerrado, dejen de molestarme, mocosos —Jin le planta un zape en la nuca y se levanta a lavar su plato vacío —Y tú alístate bien para ir a la escuela, tienes unas ojeras terribles, ponte un poco de corrector y algo de rubor al menos.

     Quedo un poco indignado por su comentario, pero me hubiera arreglado mejor si ellos no me hubiesen apresurado. Una vez que Jin deja el comedor, HoSeok se acerca para susurrarme algo:

—Sí deberías presentarle a NamJoon, no le haría mal conocer a alguien...

— ¡Te escuché! —Grita desde la cocina y deja caer una cuchara en el piso—. ¡Solo por eso no tendrás postre! ¡Es más, ninguno de los dos!

     Nos volteamos a ver intentando contener la risa, pero es imposible porque somos un par de hijos adoptivos estúpidos molestando a Jin, aunque me siento un poco culpable por hacer esos comentarios y reírme por sus reacciones.

     Al llegar la hora de ir a la escuela, Jin vuelve a llevarme y esta vez me da instrucciones exactas sobre qué bus tomar para poder regresar a casa. Mi teléfono tiene la batería llena y mi cartera tiene suficiente dinero. Nada podría salir mal hoy.

—No olvides buscar a ese chico Min y recuperar tu mochila. Ten un buen día.

—Gracias, Jin. Y... disculpa por las bromas, prometo que no tocaré más el tema, no quiero que te enfades conmigo.

—Ya, pequeño, no te preocupes más por eso, reaccioné de más, pero a veces sí soy muy dramático.

—¿Entonces no estás enojado con nosotros?

—¿Cómo podría enojarme con mis retoños? Para nada, todo está bien. Ahora vete o llegarás tarde. Te quiero, Minnie, espero que tu cita de hoy sea agradable.

—Gracias, nos vemos —antes de bajar, nos abrazamos y puedo sentir de verdad que Jin se preocupa y me quiere de verdad, es impresionante la cantidad de amor que está dispuesto a dar, se merece que alguien le dé lo mismo.

Definitivamente le voy a presentar a NamJoon, estoy seguro de que algo bonito pasará.



— ¿Y tienes novia, Park? —Me pregunta SeulGi mientras come sándwich.

     Estamos disfrutando nuestros almuerzos debajo de un árbol, sentados en el pasto. El día está hermoso y soleado, suficiente para ponerme de buen humor, aunque sigo somnoliento. Ver a mis amigos y poner atención en clases me hizo sentir mejor y, para mi alivio, no hay rastros de Min YoonGi en la escuela, el mal trago del día anterior ya ha quedado olvidado.

—No, no tengo novia. ¿Tú tienes novia, TaeMin?

—Claro que tengo novia, es la chica más hermosa de la facultad y tiene el trasero más delicioso que vas a ver en tu vida.

— ¡TaeMin! No seas grosero —le reprendí—. La estás viendo como un objeto, deja de comportarte como un simio.

—JiMin tiene razón— responde SeulGi —Además te quedarás con las ganas, porque yo sé que esa novia tuya ni te conoce. HyunA jamás te pondrá un ojo encima, está fuera de tu alcance. Acéptalo y muere solo o consíguete una muñeca inflable.

     Entonces empiezan a discutir como si fueran unos niños, a mí me causa gracia observarlos. TaeMin y SeulGi ya se conocían antes de entrar a la universidad. Ellos dos tienen una amistad como la de NamJoon y yo: se cuentan todo y se dan consejos, pero también se pelean por tonterías y se reconcilian rápido.

—Oye Park, ¿has pensado en pintarte de nuevo tu cabello? Lo traes del asco.

—Gracias por el amable cumplido, SeulGi —me siento algo ofendido, pero yo sé que debo retocarlo.

—No intentaba halagarte, de verdad lo traes del asco.

—Bueno, es que quiero cambiar el color, pero aún no sé cuál estaría bien. ¿Tú qué opinas?

—Yo opino~ —TaeMin canturrea como un niño pequeño y juega con los mechones en mi frente—. ¡Plata!

— ¿Plateado? Pero tú lo traes así, ¿no te molesta si me lo pinto como tú?

— ¡Para nada! Seríamos como gemelos, y podrías ir a trabajar en mi lugar y hacer mis exámenes, así no reprobaré nunca.

—Qué graciosito saliste, amiguito —hago una mueca de burla hacia él, pero me pongo a pensar en silencio sobre esa sugerencia de color.

— ¿Y por qué no tienes novia, Park? —SeulGi cambia el tema drásticamente, no sé si sea buena idea decir la verdad—. Con esa cara tan bella, ya deberías haber pescado un par de chicas.

—Lo... lo que pasa es que... mi padre es muy estricto y no me permite tener novia, al menos no hasta que termine la universidad.

— ¡Qué aburrido! —Rezonga ella—. Seguro te mueres virgen con esa familia que tienes.

— ¿Cómo sabes que es virgen, SeulGi? —Le reprendió TaeMin—. Que no tenga novia no quiere decir que nunca haya tenido experiencias sexuales.

— ¡Por favor! Mírale la cara, es una inocente palomita forastera que no sabe nada de este mundo.

— ¿Podrían por favor dejar de discutir sobre mi virginidad? ¡Además no hay tal cosa, la virginidad no existe! — Les jalo a ambos una oreja para acallarlos. Ellos se quejan, pero luego los tres nos reímos como idiotas, sin debatir nada al respecto.

     Pero justo un segundo después, siento atrás de mí una presencia familiar. SeulGi y TaeMin cesan sus risas y se quedan viendo a la persona que me acecha desde atrás. Min YoonGi.

—Hola, JiMin —su saludo es tan áspero, que me hace odiarlo más—. Olvidaste esto ayer en mi auto.

     Acto seguido, arroja sin ningún cuidado mi mochila sobre el pasto. Al verle su rostro no puedo evitar sonrojarme por el recuerdo del sueño donde él aparecía haciéndome cosas subidas de tono.

—Gracias, YoonGi. Disculpa por la molestia de ayer, yo... —tartamudeo como un idiota, estoy que me muero de vergüenza.

—Descuida, nos vemos luego —dicho esto, se da la vuelta y se aleja de nosotros, justo como en mi sueño.

     Un nudo en el estómago me atosiga de pronto, al igual que el calor en mis mejillas, cosa que mis amigos no pasan por alto e inmediato comienza el interrogatorio.

—Estaba por preguntarte por qué demonios no traías mochila el día de hoy, no me había dado cuenta de que no la traías —dice TaeMin y me mira con sospecha.

—Sí, también estaba curiosa por eso. ¿Y bien? —Cuestiona SeulGi —. Dime por qué demonios el hijo del rector Min vino a entregarte tu mochila y por qué te dijo que se veían luego. Mírate, ¡estás todo rojo! ¿Qué pasó?

—Eehh... es que... ayer pasó algo con él —me agacho al contestar, pero luego proceso la información en mi cabeza y entonces todo cobra sentido—. Espera, ¿me estás diciendo que YoonGi es el hijo del rector Min? ¿En serio?

—¡Sí, es cierto! Todo el mundo lo conoce —afirma TaeMin y yo estoy que me muero de vergüenza—. Pero no es la persona más amigable del mundo, he escuchado un par de rumores sobre cosas que le pasaron cuando era un novato, también sé que probablemente es gay o asexual, pero para mí que es asexual, solo mírale la cara de amargado que tiene, eso es porque no ha de coger nunca en su vida.

—Deja de decir idioteces, TaeMin —le regaña SeulGi—. Ser asexual no tiene nada qué ver con todo eso que dices. Deja de prejuzgar al hijo del rector, o te escuchará y usará sus influencias para expulsarte.

—Tú también lo estás prejuzgando entonces —me burlo de mi amiga, entonces nuestro humor tranquilo vuelve a instalarse.

—Bueno, ya, solo cuéntanos qué sucedió con ese chico.

     Tomo una respiración muy profunda, me abrazo de mi mochila y finalmente decido contarles, desde que me perdí hasta que él me llevó a mi casa y terminé colapsado luego de la llamada de mi papá. Ellos se sorprenden, pero omito las partes en las que YoonGi me trató como a una basura, no quiero que sepan que lo detesto, pero tampoco quiero que piensen que me agrada, así que trato de ser cuidadoso con mis palabras.

— ¡Te dije ayer que yo te llevaba y me ignoraste! —me regaña SeulGi.

— ¡Perdón! Creí que podría llegar solo, pero todo se salió de control. Te haré caso la próxima vez.

—Bien, más te vale. Por un momento pensé cosas sobre ti y ese chico, te pusiste muy rojo, como si te gustara.

— ¡No me gus...!

     Y en eso suena el timbre, soy salvado por la campana y ya no tengo que discutir nada. ¿Por qué el afán en decir que me gusta? La gente se puede sonrojar por muchas razones...

     Por más que lo pienso, no, nada, negativo, de ninguna manera YoonGi podría gustarme.



Para mis lectores viejos: notarán que este capítulo tiene nombre nuevo, pero es exactamente lo mismo, voy a tratar de ponerles nombres diferentes a todos esos que tienen pt.1, 2, 3, etc,. en caso de que se requiera, pero la historia seguirá siendo la misma con mínimos cambios en algunos detalles.

Gracias por seguir aquí.

AgustDina

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