﴾48. Holding on to you﴿
YoonGi
—No tenías que tratarlo así.
— ¡Pero no me dejaba en paz!
— ¿Y qué esperabas? Es tu novio, sólo se preocupa por ti.
—Se preocupa demasiado, siento que me quiere absorber
—Entiendo que quieras cuidar tu espacio, pero tampoco tienes que gritarle, te vi de lejos y el chico estaba temblando como una gelatina. Tienes que dejarlo que se acerque a ti y contarle lo que te pasa.
—No creo que él pueda entenderlo, de todas formas.
— ¡Oh, ya basta Min! ¿Cuándo vas a dejar de pensar que él no tiene la capacidad para entenderte? Es un humano con sentimientos igual que tú y, por lo que me has dicho, le importas demasiado.
—Es demasiado infantil para entender mis problemas.
—Y no dejará de serlo hasta que le des la oportunidad de conocerte bien, no puedes huir de que te pregunte por tu vida, es tu pareja ahora.
—Pero...
—Pero nada, si no le vas a permitir que te conozca mejor, termínalo de una vez.
—No quiero terminarlo.
— ¿Lo amas?
—Sí.
—Pues discúlpate y explícale por qué te comportaste así. Lo vas a perder si lo aíslas de lo que te pasa, él comprenderá porque tu hermano es importante para ti. Tener pareja no es solo coger como conejos y salir a comer juntos, tienes que cuidar de ese vínculo. Además, él no se merece ser tratado así, eres su primer novio, deja de ser un imbécil con él.
—Lo haré, Baek. Gracias.
—De nada. Te cuelgo porque debo estudiar.
—No quemes tu cerebro en el intento, por favor.
—Vete a la mierda —como siempre, se burla y con eso concluye nuestra llamada.
Siento un extraño remordimiento dentro de mí, como si lo que le hice a JiMin hoy hubiera sido demasiado grave, como si me importara demasiado.
Porque me importa, ¿a quién engaño? Y es doloroso, frustrante y desesperante preocuparme por no herir los sentimientos de un tercero cuando jamás me ha importado, salvo con mi familia.
Pero ahora tengo a JiMin conmigo y estoy prácticamente obligado a decirle lo que me pasa porque tenemos un vínculo importante. ¿Lo estoy de verdad? ¿Tengo que rendirle cuentas de verdad? No me parece justo porque no quiero hacerlo, pero no puedo evitarlo porque sé que seguirá insistiendo.
Además, ya me siento atrapado por él y, aunque me desespere, su calidez y la forma en que se preocupa por mí me genera ternura, a pesar de que me siento un poco invadido por la intensidad con la que vive sus sentimientos y me exige respuestas. No es tan fácil darle lo que quiere, aunque por fuera se vea sencillo, a mí me cuesta, especialmente cuando se trata de mi familia.
El asunto de mi hermano me tiene tan enojado y ansioso, jodido en pocas palabras. No pude concentrarme en mi examen de hoy, es probable que lo repruebe pero no me interesa. De por sí, me costó mucho separarme de él esta mañana, llegar a la escuela para lidiar con la mierda de otros solo empeoró mi estado de ánimo. Y no es que yo quisiera ponerme agresivo con JiMin, tan solo que no soporto su insistencia. No entiendo por qué no puede respetar mis límites y mi espacio personal, un "no" por respuesta debería ser suficiente, pero él se aferra hasta las últimas consecuencias.
Sé que fui rudo con él, lo admito, no debí hacerlo. Baek tiene razón, no se merece ese trato solo porque yo la esté pasando mal. Me disculparé en su momento y hablaré al respecto. Creo que... no podría salir tan mal. Si reaccionó muy bien cuando le hablé de mi intento de suicidio y la depresión, algo como esto tal vez lo entienda también. Pero, por ahora, no quiero verlo. De hecho, preferiría no verlo el resto de la semana, solo que YeoSang está terco con la idea de conocerlo, así que cederé solo por él.
—Cuéntame.
—No.
— ¿Qué tiene de malo? ¡Quiero saber!
—Eres muy pervertido para tu edad y demasiado curioso por mi vida sexual. ¿Seguro que no eres gay tú también?
— ¡Cállate! ¡No lo digas en voz alta! —Yeo intenta taparme la boca, yo solo me río de él por su reacción. Está rojísimo de pena porque estamos en la heladería con mucha gente alrededor. Solo a él se le ocurre preguntar sobre el sexo en un lugar así.
—No tiene nada de malo ser gay, Yeo, lo he sido toda mi vida y lo seguiré siendo, me importa una mierda si la gente se entera.
— ¿Crees que yo también podría serlo?
—No lo sé, esa respuesta solo la puedes tener tú. ¿Alguna vez te ha gustado un chico?
—Sí, pero también me han gustado chicas.
—Entonces tal vez seas bisexual.
— ¿No es eso confuso? Es decir, el no poder decidir si me gustan los chicos o las chicas.
—Para nada es confuso, es natural. La bisexualidad es una orientación sexual y mucha gente lo es. ¿Te identificas así?
—Tal vez... pero no estoy seguro.
—No hay prisa por descubrir eso, Yeo, es algo que se dará naturalmente, así que no dejes que eso te angustie. Pero cuando suceda, no lo reprimas.
— ¿Crees que padre se moleste si resulto ser gay o bi?
—Lo dudo, la prueba de fuego ya la pasó conmigo. Si lo eres y decides decírselo, no será tan catastrófico como cuando yo se lo dije. Y si te llega a decir algo, me encargaré de darle su merecido.
—Solo me da miedo que me ignore como a ti cuando se lo contaste —noto que se pone nervioso, lo cual me asombra porque jamás vi a mi hermano expresarse de esa forma. Aunque esté apenado, me alegra que se abra así conmigo por primera vez.
—No lo hará, tenlo por seguro.
— ¿Y si mamá sospecha de algo y me hace daño?
—Si lo hace, la hundiremos en la cárcel a la muy hija de puta, hermanito, nadie va a ponerte un dedo encima sin cargar con las consecuencias.
—Eres el mejor hermano.
—Soy el único que tienes, así que no te queda otra opción.
Ambos reímos, disfrutando del helado y de la bonita vista de este lugar. A pesar del frío y del día gris, él decidió venir aquí porque es su lugar favorito en toda la ciudad.
—Invita a JiMin con nosotros al cine, quiero conocerlo hoy —insiste y luego se termina el helado con una prisa impresionante.
—Quiero que solo seamos tú y yo, por ahora, JiMin puede esperar.
—Lo prometiste, no seas aguafiestas. ¿Sí? Por favor.
—Como sea. Le llamaré, pero no hagas un escándalo ni lo molestes mucho. Es algo sensible.
—Lo prometo, ya vámonos —se levanta de la mesa, tirando de mi brazo como un jodido niño. Claro, porque es un jodido niño, al único que soporto y quiero.
Sé que le dije a JiMin que no lo quería ver hoy, pero esto es más por complacer a mi hermano, pues sé que me esperan mil preguntas que tengo que responderle. Solo espero que no lo arruine con conversaciones incómodas en frente de mi hermano. Es lo último que necesito.
Busco su número en mi agenda y le llamo. Me contesta al primer tono.
— ¡Amor! ¿Cómo estás? —Su voz me aturde.
—Bien, JiMin, ¿y tú?
—Extrañándote mucho. ¿Te sientes mejor?
—Sí, estoy mejor.
— ¡Me alegra mucho! ¿Quieres hablar ahora?
—Eh, no precisamente, es que iré al cine con mi hermano y quiere que vengas con nosotros.
— ¿Salir contigo y tu hermano?
—Sí, con mi hermano —puntualizo—. ¿No querías conocerlo?
—Claro que quiero conocerlo. ¿A qué hora iremos?
—Ya, llegaré a tu casa en diez minutos o menos.
— ¡Fantástico! Los espero. ¿Cuánto dinero llevo?
—Nada, yo invito.
—De acuerdo, aquí nos vemos. Te amo.
—Yo también, nos vemos.
La mirada de Yeo me hace ruborizar cuando cuelgo, pues está con ambas cejas levantadas y una sonrisa estúpida que no deja de fastidiarme.
— ¿Qué mierda miras?
—Hasta acá escuché los chillidos, pareciera que tienes novia y no novio.
—No me jodas, YeoSang —le doy un bien merecido pellizco en su mejilla.
— ¡Auch! Déjame en paz.
—Vámonos.
Me obedece y ambos nos levantamos para salir de la heladería.
No sé en qué clase de situación engorrosa me acabo de meter, pero ya no hay vuelta atrás. JiMin está más adentro de mi vida cada vez.
JiMin
No.
Puedo.
Creerlo.
¡Voy a conocer a su hermanito!
Maravilloso, eso es un gran paso. ¿No es así?
Esto alivia completamente mis tensiones, pues estaba muy preocupado por YoonGi a pesar de que me llamó para disculparse por hablarme tan agresivamente. Bien, todo marcha bien.
Y si decidió presentarme a su hermano, eso significa que estaré un paso más cerca de él y de su vida. Que me incluya en esto es demasiado dulce y considerado, hermoso y me alegra el corazón al cien por ciento, además de darme un gran alivio por la preocupación del día de ayer. Tal vez esta es su forma de demostrarme que todo está bien entre nosotros, así que voy más que listo para conocer a su hermanito.
Pero...
Son las tres y media de la tarde y se supone que debo estar en casa a las seis, según dijo mi padre. Mierda. ¿Pero cuánto puede durar una película? Espero que hayan elegido una que dure no más de dos horas o estaré perdido. Pero bueno... seguro no afectarán unos pocos minutos de más.
Mi padre podrá ser exagerado, pero realmente no creo que sea tan acosador como para contarme los minutos. De igual manera, si noto que se me hará un poco tarde, intentaré mandarle un mensaje para avisarle que me retrasaré porque estaba en la biblioteca o algo.
Estaba haciendo una lectura muy larga para la clase del doctor Kyunhyun, pero no es nada que no pueda acabar máximo a la una de la mañana. Cierro mi pesado libro y me despojo del pijama, me pongo mis pantalones negros algo ajustados. Busco una camisa entre mi clóset, pero algo más llama mi atención: esa camiseta que YoonGi me prestó cuando me salvó el día de la desastrosa fiesta, la de esa banda de rock pesado que me dediqué a escuchar por toda una semana.
Apenas la idea cruza mi mente, la llevo a cabo. Me coloco la camiseta un poco deslavada y me queda a la perfección a pesar de estar un poco grande. Luzco lindo vestido de negro, combina con mi cabello y hace que mi piel se vea más blanca, como la de YoonGi.
Me pongo mis converse negros también y encima de todo, un suéter blanco muy esponjoso para amortiguar tanta oscuridad en mi vestimenta. Afuera hace un poco de frío por la lluvia, así que voy a necesitar cubrirme.
Busco algo más con que mejorar mi aspecto, revuelvo entre mi cajita donde tengo el maquillaje que Jin me ha estado regalando y doy con el lápiz delineador de color negro. ¿Lo hago? Nunca me he delineado para salir, salvo el día de la fiesta que salió mal. Bien, lo haré. Debo lucir lindo para YoonGi, espero que le guste.
— ¿A dónde, jovencito? —Jin me sorprende, está parado en la entrada de mi habitación.
—Hola, hyung, voy al cine con YoonGi y su hermanito —respondo sonriente y sigo delineando mi ojo.
— ¿A qué hora volverás? —Se escucha un poco molesto, así que dejo el trabajo en mi ojo para prestarle atención.
—Temprano, lo prometo. Tengo toque de queda, ya no puedo regresar tan tarde a casa.
—Dame eso, lo estás haciendo mal —me quita el delineador y procede a hacer su magia—. ¿Cómo que un toque de queda?
—Sí, mi padre me regañó esta mañana, ya no puedo llegar más allá de las seis.
— ¡Seis! No puede ser, eso ya es tiranía.
—Lo sé —río un poco, siento picar un poco mi párpado debido a que no estoy acostumbrado al maquillaje en mis ojos.
—Pero qué más da, con tal de que puedas quedarte con nosotros, tendrás que obedecerlo por un tiempo.
—Es un asco, pero es cierto. Mientras pueda estar aquí haciendo lo que me gusta. Aunque la verdad es un exagerado, creí que sería libre por completo estando aquí.
—No comas ansias, pequeño, ya llegará la libertad total, pero debes primero pasar todo un proceso —pasa suavemente el lápiz por mi ojo y finaliza con un suave toque de su dedo para quitar el exceso que quedó en el rabillo.
—Gracias, hyung.
—Luces precioso, YoonGi tiene una joyita de novio. ¿Te está tratando bien?
—Muy bien —me sonrojo un poco al titubear, no sé mentir muy bien—. Es decir, tuvimos un pequeño altibajo el día de hoy en la escuela, pero estamos bien. Me invitó al cine y conoceré a su hermano.
— ¿A qué te refieres con un pequeño altibajo?
—Ehh, es que se peleó con un maestro que le dio una calificación injusta y se desquitó un poco conmigo, pero ya se disculpó y estamos bien.
La respuesta no lo convence, me mira sospechosamente a pesar de estar sonriendo un poco.
—JiMin...
Don't leave me, now believe, hashiridasu
Salvado por el amor de mi vida.
—Hola, amor.
—Estamos afuera, sal ya.
—De inmediato —cuelgo al instante y miro a Jin, le sonrío para que no me siga mirando con esos ojos asesinos que tiene porque no lo dejé continuar con sus preguntas.
—Si necesitas un consejo, sabes que puedes confiar en mí para pedirlo. Nunca te juzgaré, tenlo por seguro.
—Gracias, eres un gran amigo —le doy un rápido abrazo, guardo mi teléfono en la bolsa de mi suéter y empiezo a bajar las escaleras con él siguiéndome.
—Cuídate del frío, si vas a llegar después de tu hora, por favor avísame.
—Lo haré, nos vemos más tarde, hyung.
Cierro la puerta tras de mí y camino hacia el Derby blanco que esta vez no tiene la música reventando los vidrios. Abro la puerta del copiloto, pero me sonrojo al instante al ver a un chico delgado, muy bonito y con enormes ojos, sentado junto a YoonGi.
— ¡Hola! Perdón, me sentaré atrás.
—No, no —me responde el chico—. Ve adelante con mi hermano.
Abro espacio para que el chico salga y entonces me acomodo en el asiento y me acerco para besar a YoonGi en los labios a modo de saludo. Me recibe con poca disposición.
—Hola, amor —susurro suave contra sus labios y me despego, un poco apenado y con dolor en las manos. Otra vez siento su rechazo.
—Hola, JiMin. Él es YeoSang, mi hermano menor, tiene quince años.
El chico se coloca en medio de nosotros y me dirige una sonrisa que podría jurar que incluso tiene un poco de travesura, pero me agrada porque me recibió cálidamente, incluso más que YoonGi.
—Mucho gusto, soy Park JiMin.
—Min YeoSang, el gusto es mío, cuñado —me guiña un ojo, haciéndome sonrojar de inmediato. Vaya que es un chico enérgico y no se parece mucho a YoonGi, mucho menos a su padre. El único rasgo que encuentro parecido a ellos, es su piel sumamente blanca y tersa. El resto seguro son puros rasgos de su mamá.
— ¿Qué película veremos?
—Guardianes de la Galaxia —responde YoonGi, su voz plana y cansada, como la de esta mañana al teléfono.
— ¿Esa de Marvel?
— ¡Sí! ¿Te gustan esas películas? —Responde YeoSang, casi reventando mi oído con su efusiva felicidad.
—Con calma, hermanito —lo interrumpe YoonGi—. Seguro no será tanto del gusto de JiMin.
— ¡Claro que sí! —Miento, porque la verdad nunca he sido fan de Marvel—. Me han gustado desde pequeño.
—Siéntate en tu lugar y ponte el cinturón, Yeo —regaña YoonGi sin prestarme mucha atención. Luce un poco... distraído, un tanto fastidiado. ¿Seguro que está cómodo con esto?
YeoSang hace caso a regañadientes, instalándose de inmediato un silencio algo incómodo que no puedo comprender. Ni YoonGi ni su hermano hablan en todo el camino, haciéndome sentir un poco tenso y confundido. Pero, pese a eso, me siento feliz porque YoonGi me está incluyendo en su vida al presentarme a su hermano. Ya quiero conocerlo más, tal vez podamos hacernos buenos amigos a pesar de la diferencia de edad.
—Bajen y cierren bien su puerta —ordena YoonGi una vez que estamos estacionados afuera del cine. Hacemos caso y luego caminamos hacia la entrada. YeoSang se cuelga de mi brazo al momento que busco la mano de YoonGi para caminar a su lado. Así que camino con un hermano de cada lado, ciertamente impresionado por el acercamiento del chico.
— ¿Estás usando maquillaje? —Me pregunta el chico mientras nos colocamos en la fila para comprar los boletos.
—Sí, ¿te gusta? —Contesto, ruborizándome un poco cuando el afirma con su cabeza. ¿Cómo es que él lo notó y YoonGi no me dijo nada? Está ciertamente desconectado, no entiendo por qué me invitó y ahora no me presta atención.
—Yeo, ten esto y ve por palomitas mientras nosotros compramos las entradas —le ordena YoonGi, saca un billete de su cartera y se lo da a su hermano, quien lo recibe gustoso y corre a formarse en la otra fila.
—Me cae bien tu hermano —tomo su mano nuevamente y la acaricio entre las mías, necesitado de llamar su atención.
—No creí que le fueras a agradar tanto.
— ¿Está todo bien, YoonGi? —La incomodidad se hace presente en su rostro apenas escucha mi pregunta, pero no se aleja, simplemente hace una mueca y por fin responde mi pregunta.
—Se irá, JiMin —de pronto, su rostro se empieza a enrojecer. Oh no... ¿Va a llorar?
— ¿Quién se irá? —Al notar su fragilidad, tomo con más firmeza su mano.
—Mi hermano —responde con su voz quebrada—. Mi madre se lo llevará a Denver la próxima semana.
Veo cómo las lágrimas cristalizan sus ojos, pero no las deja fluir. Se limpia con la mano libre, intentando permanecer tranquilo. Pero yo me desbordo rápido porque me duele verlo sufrir de esa forma. Entiendo ahora que esta pudo ser la razón por la que se comportó mal conmigo hoy.
—Ven aquí —suelto su mano para ofrecerle mi abrazo, el cual toma con fuerza por unos cortos segundos y después se separa.
—Por eso estaba de malas en la escuela hoy, perdón, anoche nos dieron la noticia y pasé una noche de mierda.
—Shh, no te disculpes. Te entiendo ahora, no pasa nada —le hablo en voz baja y sonrío mientras tomo su rostro con ambas manos.
—Estaré con él toda la semana y tal vez no vaya a la escuela ni pueda verte tanto.
—Me parece bien, aprovéchalo tanto como puedas, por mí no tienes que preocuparte.
—Me insistió mucho para conocerte —dice mientras avanzamos en la fila—. Me alegra que se cayeran bien, él no suele ser así. Al menos no lo era con mis otras parejas.
— ¿Y eso por qué? —Pregunto sorprendido, pero ligeramente incomodado al escuchar "mis otras parejas".
—No lo sé, es una criatura extraña —se burla—. El chico antes de ti se ganó su odio desde que lo presenté. Nunca le cayó bien incluso cuando mi ex se esforzaba por ganárselo. Pero por ti sintió curiosidad desde que supo que el Señor Unicornio te pertenecía.
—Oh, eso... —me sonrojo al recordar—. ¿No le habrás contado de...?
—No, ni de chiste. Pero le gustan los unicornios y esas cosas coloridas, así que insistió en conocerte antes de irse.
— ¿Tu hermanito también es gay?
—No lo sé, lo más probable es que sí. Pero yo no le meto ideas, solo dejo que siga su curso y que él se dé cuenta si lo es o no.
—Es muy adorable, pero no se parece nada a ti.
—Es porque se parece más a mamá.
—Lo supuse, igual es muy lindo.
Avanzamos un poco más en la fila hasta que por fin nos toca. YoonGi compra las entradas y luego nos vamos a la otra fila para alcanzar a su hermano, quien tiene sus manos llenas con las palomitas y dos vasos muy grandes llenos de soda.
Entramos a la oscura sala medio llena y me siento al lado de YoonGi, quien toma mi mano y me voltea a ver de vez en cuando mientras los comerciales transcurren.
—Te ves lindo con delineador —susurra contra mi oído. Siento mi piel erizarse y un cosquilleo curioso en todo el cuerpo.
—Gracias —respondo en voz baja y doy un pequeño beso en su mejilla.
La película comienza, pero yo dejo de prestarle atención después de media hora porque a YoonGi se le ocurre la maravillosa y descarada idea de pasar su mano repetidamente por mi muslo. Me provoca varias veces con la oscilación de sus movimientos, hacia arriba y hacia abajo, desconcentrándome por completo, casi olvidándome de que su hermano está a solo un asiento de distancia de mí.
Intento concentrarme en seguir el hilo de la película y fingir que la estoy entendiendo, pero con esos toques constantes cada cinco minutos es imposible. Le ordeno que pare, pues tenemos a su hermano a un lado y además estamos en un lugar público. No quisiera salir del cine con los pantalones manchados, sería vergonzoso. Sustituye ese toque provocativo por un simple roce entre nuestros dedos y por fin calmo la excitación que me intentaba embriagar.
Ya con esto me queda todo claro. Ahora sé que YoonGi está vulnerable en cierto modo, no solo por toda la situación que arrastra, sino porque su hermano no estará y obviamente es muy importante para él, por lo que acabo de observar.
Entonces me necesitará más que nunca. Debo cuidarlo, acompañarlo, darle cariño y hacerlo sentir bien. No importa si no me explica por qué no me quería presentar aún con su padre, pues ahora lo importante es que ya estoy dentro de su vida y haré lo necesario por unir sus partes rotas y hacerlo feliz.
Justo como NamJoon hizo con Jin.
Aclaración: esta historia corre alrededor del 2014 y había que adaptar las películas a ese año jeje originalmente, en la primera versión de este capítulo, iban a ver los vengadores, pero no cuadraba por los años así que lo adapté :P
AgustDina
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro