Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

﴾3. Los primeros pájaros﴿






JiMin

Did you see my bag? Did you see my bag? It's hella trophies and it's hella thick...

     ¿Qué mierda? ¿Quién tiene esa música tan alta?

What you think 'bout that? What you think 'bout that? I bet it got my haters hella sick...

     Entreabro los ojos, fastidiado por el ruido, el sol me golpea directo desde la ventana y de inmediato me cubro la cara. Aún no pongo mis cortinas y es una tortura despertar con toda esta luz inundando mi cuarto. ¿Qué hora es?

♫Come and follow me, follow me with your signs up...

     Oh, es mi teléfono. ¿Quién mierda me llama tan temprano en sábado? ¡Son las malditas siete de la mañana! Ah... es mi padre, me lleva el carajo.

— ¿Hola?

¡Park JiMin! —Grita, casi causándome un infarto del susto—. ¿Por qué no te reportaste ayer? ¿Tienes idea de lo preocupada que estuvo tu madre porque no le hablaste en la noche? ¿Qué estabas haciendo? ¿Con quién estabas? Te mandé un montón de mensajes y no respondiste.

—Padre, cálmate, por favor —mi voz sale arrastrada por el sueño—. Pasé toda la tarde arreglando mi cuarto y quedé muy cansado, me quedé dormido en cuanto toqué la cama, discúlpame... no estuve al pendiente del teléfono...

¡No pongas excusas, Park JiMin! ¡Entiende que tienes que reportarte!

—Sí, padre, disculpa, yo...

Bueno, ya cállate mejor, antes de que me enoje más contigo —me interrumpe—. No olvides que hoy debes ir a la Universidad por tu nuevo horario, y te vas directo a casa. Y como me vuelvas a ignorar los mensajes o las llamadas, juro que te implanto un localizador.

—Sí, padre... —y cuelga sin decir más. Su amenaza se oye bastante seria, pero me da un poco de risa. Estando aquí, él no puede ponerme una mano encima y yo puedo rodar los ojos tanto como pueda, sin miedo a que me suelte un golpe por faltarle al respeto. Tan solo diré que sí a todo lo que diga, pero haré lo que me pegue la gana.

     Tras la molesta llamada, me obligo a levantarme porque es cierto, debo ir a la Universidad por mi horario, luego volver para darle los últimos toques de hogar a mi habitación y, más tarde, hacer algunas compras. HoSeok se ofreció para llevarme a comprar mis útiles escolares nuevos, así que el plan de hoy es preparar todo para entrar el lunes a la escuela y en la noche, ir con mis amigos y ver si el destino al fin se va a dignar en mandarme algunas señales que me guíen hacia el amor de mi vida.





—Ya te dije que te ves bien, JiMin. ¿Por qué insistes tanto en que te ves gordo?

— ¡Porque lo estoy, hyung! ¡Soy horrible!

—No estás gordo, no seas idiota —Jin me regaña, pero con una sonrisa llena de amor—. Con ese trasero vas a ser la envidia y hasta los chicos hetero se te van a quedar mirando, deja de ser tan inseguro de ti mismo. Además, incluso si fueras gordito, eso no tiene nada de malo, tienes derecho a ponerte lo que quieras y sentirte bonito. Eres bonito. ¿Quedó claro?

—No te creo, solo lo dices para no hacerme sentir mal, este pantalón me hace ver mal —hago un puchero y pateo el suelo con fuerza, cuan niño berrinchudo de cinco años.

—Ya, pequeño, te ves bien, no hagas tanto drama. Pero si te sientes inseguro, te puedo prestar algo de ropa —HoSeok entra a la habitación, luciendo su maravilloso atuendo que le queda perfecto a su cuerpo delgado. ¿Cómo quiere que me sienta bien, cuando él luce genial y yo no?

—No... Me dejaré esto. Solo estoy algo nervioso, es la primera vez que salgo así, ni siquiera tengo permiso de mi padre—me siento apenado, no me gusta ser una molestia para los demás, ellos tienen razón, estoy exagerando.

—¿Quieres que le llamemos? Puedo ser muy convincente y persuasivo —se ofrece Jin.

—¡No! Mi padre es demasiado estricto y me dijo desde el principio que no quiere que salga, pero yo quiero salir.

—Bueno, entonces por eso no hay problema. Nosotros te cubrimos, además no tiene que preocuparse por que te pase algo, somos responsables —HoSeok me rodea con su brazo y palmea mi espalda.

—Gracias, yo sé que son buenas personas, de lo contrario, mi padre jamás me hubiera dejado vivir con ustedes.

—Salvo si se enterara de que somos gays —ríe SeokJin—. Olvidemos a tu padre por ahora. ¿Te gusta el maquillaje?

—¡Sí!

—Entonces vamos a ponerte precioso, esta noche vas a debutar como homosexual fuera del clóset.

—¡Sí, arriba las palmas y a bailar, nenas! —Grita HoSeok, haciéndome sentir un poco de pena ajena por su voz aguda.

—No seas ridículo, no somos dragas, ahora quítate que voy a poner guapo a Minnie—le da un empujón y lo quita de la silla, donde luego me sienta de un empujón.

     Mientras ellos ríen y conversan, me dejo embellecer y disfruto de verlos tan naturales y felices. Me siento como parte de una familia nueva ahora, ellos son muy cálidos. HoSeok tenía razón, Jin es muy amoroso y protector, ahora me doy cuenta porque logró hacerme sentir en confianza muy rápido y ahora me está poniendo maquillaje, uno que voy a usar afuera donde todos me verán. Por primera vez, no ocultaré mi rostro maquillado como solía hacerlo en Busan.

     Estoy tan feliz, que podría gritar hasta quedarme afónico. Este es mi momento para sacar todo lo reprimido por años, nada ni nadie va a detener a este Park JiMin libre.





— ¡Apresúrate, Tae! ¡No tenemos toda la noche! —Grita Jin desde la camioneta.

— ¡Voy, voy! —Responde un TaeHyung apresurado, cerrando la puerta de su casa y corriendo hacia nosotros.

— ¿Estabas trazquilando a las ovejas para hacerte el suéter que traes puesto? ¡Son casi las nueve, Tae! —Pobrecito, recibiendo regaños como los de mi mamá—. JungKook debe estarnos esperando, espero que no se enoje con nosotros por tu culpa. Estás castigado.

— ¡Disculpa! —Rezonga Tae —. Pero algunos necesitamos más tiempo que otros para ponernos bellos, además Kookie siempre llega tarde a todos lados.

     Jin simplemente lo ignora y apresura la marcha al punto de encuentro. Conduce bastante bien para ir a una velocidad considerablemente ilegal en esta zona de la ciudad, por suerte no nos detuvieron en todo el camino. Y obvio esto es cosa del destino. ¡Nada podrá evitar que me encuentre con el amor de mi vida hoy! ¡Ni siquiera un policía de tránsito!





     Cuando el aire fresco de la noche veraniega acaricia mi rostro, una extraña energía se apodera de mí, volviéndome poderoso, como si la noche y cada una de sus estrellas me pertenecieran. Miro al cielo y luego mi reflejo contra la puerta de la camioneta de SeokJin, me sonrío a mí mismo y admiro lo lindo que quedé gracias a la buena mano de mi nuevo amigo.

     El pequeño edificio que se alza frente a nosotros, es el lugar donde empezaré a buscar las señales. El bar oscuro con luces suaves en el techo, nos da la bienvenida. A pesar de la escandalosa música pop, me gusta. Puedo oler el misterio en cada persona con la que cruzo mirada, camino tras HoSeok pero me distraigo con el entorno tan estimulante; las luces y las personas me desorientan un poco. Nunca estuve en un lugar así de abarrotado y ruidoso.

     Entonces pierdo el camino, no veo más a HoSeok y segundos después, termino chocando con la espalda de un hombre un tanto más alto que yo. Genial... ¡Recién llego y ya estoy haciendo el ridículo! El hombre alto se voltea y me mira preocupado al notar que estoy sobando mi nariz recién golpeada.

—¿Estás bien? —Me toma por los hombros. Cuando levanto mi rostro para ver de quién se trata, no puedo evitar sonreír como un estúpido. Es... es.... ¡es tan guapo! Y acabo de chocar con él, qué vergüenza. Pero... ¿será esta una señal? ¿Será este mi ser amado?

—Lo... lo siento, fue mi culpa, soy algo torpe y me perdí, no encuentro a mis amigos —me excuso titubeando y con las mejillas rojísimas.

—No te preocupes. ¿Quieres que te ayude a encontrarlos? ¿Cómo son? —él luce tan amable, su voz... es incluso más bonita que su cara. ¿Será que el destino está siendo amable conmigo, dándome a un chico tan bello para pasar juntos el resto de nuestras vidas?

—Eh... —volteo hacia los lados, nervioso. No sé si ir con mis amigos, o mejor quedarme con él toda la noche y descubrir si es mi alma gemela.

—¡JiMin! —Una voz aguda y familiar me llama—. ¡Qué susto nos diste! Oh... veo que ya encontraste a Kookie, el otro imbécil al que estábamos buscando.

—No me regañes, SeokJin, no llegaban y tuve que ponerme a socializar —se excusa él, al parecer... ¿es el cumpleañero?

—Bueno, ahora tu socialización es con nosotros, vamos a la mesa —nos toma a cada uno de la mano, llevándonos a la mesa—. Minnie, debes tener más cuidado, nos asustaste mucho.

Genial, me siento como un niño regañado que perdió a sus padres en el supermercado. Qué vergüenza pasar por algo así en frente de mi posible futuro novio.

—Lo siento, me distraje, pero no volverá a pasar.

—Más te vale, tontuelo —cuando llegamos con los demás, es momento de dar las presentaciones formales.

—Kookie, él es JiMin, nuestro nuevo roomie —dice Jin, lo cual me hace sentir nervioso porque él me está mirando mucho y sus ojos son muy bonitos. Me pone algo nervioso, pero me gusta.

—Mucho gusto, JiMin, es gracioso que justo me tocara conocerte por una torpeza —se ríe, me hace sentir algo avergonzado, pero en mi cabeza solo pienso: ¡Es el destino!

—Sí, perdón, no me fijé hacia donde miraba, pero me da gusto conocerte también.

—Bueno, quizá fue el destino, los torpes se atraen —dice HoSeok, burlándose.

—No digas tonterías, Hobi, se acaban de conocer —reniega Jin, veo que JungKook se sonroja, y eso me hace sentir maripositas en el estómago. Tal vez Hobi esté en lo cierto.

—Oye, todo puede pasar, además Kookie está soltero y cumpliendo veintiún años, no ha tenido novio en mucho tiempo —Jin le da un zape por seguir insistiendo, yo solo me sonrojo y sonrío, mirando de reojo a JungKook. Es mutuo, las sonrisas, la vergüenza. ¡Es él, es él! ¡Lo encontré!

—Cuidadito con que me andes corrompiendo al niño, Kook —Jin lo señala, interrumpiendo nuestras miradas coquetas.

—Ya, tranquilo, Jin. No muerdo, no le haré nada a JiMin —ríe el cumpleañero, es una risa de burla la que acompaña la palmada que le da a nuestro mayor en el hombro.

—Espero que así sea —le amenaza, no entiendo su comportamiento, la verdad. Entiendo que su rol sea el de cuidarnos, ¿pero no debería alegrarse si alguno de sus "retoños" se enamora?

—Bueno, no hagamos pesado esto, es el cumpleaños de Kookie... ¡Tenemos qué celebrar y estar felices! —Ese es TaeHyung, animándonos con su linda sonrisa y su vibra tan positiva.

     Cualquier cosa extraña que haya pasado en los minutos anteriores, se queda atrás cuando la mesera llega y nos toma la orden. Alitas picantes con papas, cerveza y un pequeño pastel es el menú de la noche, es el paquete que ofrecen para los cumpleañeros. Sinceramente, no me gustan las alitas, pero no pido nada más porque no quiero retrasar la orden y mucho menos incomodar a JungKook, porque él parece emocionarse mucho por la comida.

     A pesar de que Jin nos está mirando mucho, como si desaprobara algo que yo no entiendo, JungKook y yo nos seguimos mirando mutuamente. Mientras los demás platican, yo escucho y no dejo de fantasear con este chico que me puso el destino en bandeja de plata. ¡Está siendo demasiado fácil! Ni siquiera tengo que hablar de mí mismo, porque escuchar las historias de JungKook sobre su vida en la academia de baile es suficiente para que yo quede fascinado, embobado porque se nota que es un chico con mucho talento y carisma. ¡Es perfecto!

     Cuando la comida llega, todos empezamos a beber y a comer. Yo me inclino más por comer las papas y beber la cerveza, porque me da un poco de pena mancharme la boca y las manos frente al que será el amor de mi vida. Mientras como, disimulando mi disgusto por las alitas, JungKook pone una en mi plato.

—Come, hay para todos. ¿O es que no te gustan las alitas? —Me dice sonriendo... ¡Es tan amable! Yo... no puedo negar la comida, sería descortés.

—No, eh... ¡sí me gustan! —hablo un poco fuerte, Jin me mira mucho, pero yo lo ignoro, estoy más interesado en ver las fuertes manos de JungKook sirviéndome otras tres malditas alitas. Y bueno, debo comerlas, no quiero que me mire mal o se sienta rechazado en su cumpleaños. Supongo que esto es una señal más, quizá una prueba, el destino es tan extraño a veces. ¿Pero por qué poner a prueba mi pobre estómago?

     Bien, aquí voy. 

     Mientras me obligo a comer, trato de mantener mi atención en él para ignorar el disgusto por la textura del pollo y el sabor de la salsa que me traerá seguramente una indigestión terrible. A pesar de eso, mi corazón se acelera cuando contemplo de nuevo esa preciosa sonrisa que me hace sentir cosquillitas en la panza. Pero intento no ser demasiado obvio, aunque me estoy muriendo por lanzarme a sus brazos y preguntarle si le gusto, pero no debo aún, me vería demasiado fácil, se supone que primero debemos coquetear, luego tener una cita, después ser novios, besarnos, abrazarnos, ir más allá y luego tener sexo...

—Debo ir al baño —y lo que más temía, finalmente sucede. Siento un malestar terrible que opaca a las mariposas que volaban loquitas por JungKook. Es por esto que no como alitas picantes...

—¿Te sientes bien, Minnie? —Pregunta HoSeok.

—Eh, sí, solo creo que estaban demasiado picantes las alitas, ya vuelvo.

     Salgo corriendo directo al baño, antes de que me pase algo vergonzoso delante del amor de mi vida. Me miro al espejo, preguntándome si será prudente sentarme en alguno de esos sucios retretes. Mi estómago sigue doliendo, pero me rehúso. También me siento... un poco borracho. Mierda...

—¿Estás bien? —JungKook entra, llevando un vaso con algo efervescente en él—. Tardaste mucho y nos preocupamos. ¿Te hizo daño la comida?

—Eh... no, no te preocupes por mí —suspiro, conteniendo las ganas que tengo de vomitar. ¿Pero qué mierda me pasa? Nunca me había puesto así, quizás fueron los nervios o la combinación del picante, la cerveza y las maripositas alborotadas por JungKook.

—Ten, bebe esto, te ayudará —algo tembloroso, agarro el vaso y me tomo casi de golpe todo, el alivio es casi instantáneo.

—Gracias —suspiro, dejando el vaso a un lado. Entonces conectamos miradas, como allá en la mesa, pero ahora nadie nos desaprueba.

—Oye, ah... a Jin no le gusta la idea de que nos miremos mucho —se ríe—. Pero no puedo dejar de hacerlo porque eres muy bonito.

—No entiendo a Jin. Tú también me pareces muy bonito, tienes... linda sonrisa. —una vez que siento mi estómago más estable, me acerco un poco a él, sin tocarlo.

     Él se acerca más, yo permanezco estático, disfrutando de su dulce presencia inundando mis sentido y de su sonrisa encantadora guiándose directo a mi rostro. Sin darnos cuenta, nos acercamos demasiado, ahora mis ojos oscilan entre los suyos y esos delgados labios. Vistos de cerca, se ven... besables. Mierda... ¿Debería besarlo? No hemos tenido una cita todavía, a penas y nos empezamos a coquetear con la mirada.

     No sé qué estoy haciendo, tal vez es el alcohol que se me subió muy rápido. En un abrir y cerrar de ojos, nuestros labios se conectan en un beso con mucho potencial. Pudo haber sido un primer beso dulce y tierno, como en las películas, pero no, es más que eso. Hay un poco de lengua, culpa de él porque yo siento que me derrito y estoy algo impactado, no puedo moverme mucho. Cuando él toma mi cintura, me tomo la libertad de abrazarlo por los hombros, girar mi cabeza y abrir mi boca. Aunque soy un poco torpe porque es mi primer beso, logro perderme en la hermosa sensación. Él se comporta como si quisiera comerme, pero me siento bien, feliz, completo al fin.

     ¡Estoy dando mi primer beso, después de tantos años de espera! ¡Estoy seguro de que JungKook es el indicado!

     Intento separarme un poco para tomar aire, pero él se pega cada vez más a mí y esta vez muerde mi labio. No sé cómo, ni por qué, pero eso me provoca un peculiar calor todo mi cuerpo. Una especie de gemido sale de mi garganta cuando él me muerde otra vez, me siento sin control. Estoy al borde de tener una vergonzosa erección, no quiero que me pase esto en mi primer beso, mucho menos usando estos pantalones tan ajustados. ¡Pero es que sus besos son tan deliciosos, quiero más! ¿A esto se refería Jin con lo de "corromper"? Bah, exagerado, solo son besos con el amor de mi vida.

     No sé por cuánto tiempo permanecemos así, unidos por labios y dientes, solo sé que me encanta la forma en que el beso se acompaña de sus manos acariciando mi cintura, luego baja hacia mi trasero y... reacciono a eso, es demasiado. Le detengo las manos con brusquedad, nos separamos tomando algo de aire. Yo lo miro con algo de decepción. No se supone que en nuestro primer beso él deba tomarse el atrevimiento de tocar así mi cuerpo, eso no sucede en las historias de amor inolvidable.

—JungKook... todavía no puedes tocarme así.

— ¿Por qué? ¿No te gusto? Me besaste, eso significa que te gusto.

—No... Es decir, sí, sí me gustas —confieso muy apenado, no creí que se lo diría tan rápido—. Es solo que hay que ir lento. ¿No crees?

— ¿A qué te refieres? —Se aleja un par de pasos, eso me hace sentir temeroso de que se arrepienta de sus sentimientos hacia mí.

     ¡No, no te vayas, solo quiero ir más despacio! ¡Nuestro destino es estar juntos, las señales me guiaron hacia ti desde el primer momento!

—Bueno —suspiro e intento explicarme—. Soy nuevo en estas cosas, quisiera conocerte mejor antes de avanzar.

     No me malinterpreten, de verdad creo que JungKook es el amor de mi vida, pero no hallo qué otra excusa poner para explicar el por qué paré sus manos. Sí quiero que me toque, pero no aquí, no ahora. Todo debe suceder en su debido momento.

— ¿Por qué me besaste tú primero, si piensas así? ¿No se supone que los besos vienen después de conocer bien a una persona?

— ¿Yo... yo lo hice? —Mierda, estúpido Park, estúpido—. ¡Perdóname, de verdad! Seguro has de odiarme ahora, has de pensar que soy un promiscuo...

—Hey, cálmate, reina del drama, está bien —se ríe, de la misma manera que lo hizo hacia Jin, pero no lo siento como una burla—. Me gustó el beso y me gustaste tú. Sí quiero que nos conozcamos mejor, si así estás más cómodo.

— ¿De verdad? —Pregunto asombrado y aliviado.

— Sí —sonríe—pero una vez que me hayas besado, ya no hay vuelta atrás. Vamos, seguro los demás se preocuparán porque nos tardamos demasiado.

     ¡Yo sé que ya no hay vuelta atrás, porque estaremos juntos para siempre!





— ¿Está todo bien, JiMin? —Pregunta Jin, preocupado.

—Sí, todo bien —contesto, intentando ocultar el sonrojo que me dejaron los besos y las palabras de JungKook.

—Te indigestaste, no volveremos a pedir alitas picantes si te hacen daño —dice HoSeok.

—¿Pedimos algo más para ti? —con amabilidad, JungKook acaricia mi espalda sin que nadie se dé cuenta, nadie... excepto Jin.

—No, no se preocupen, solo comeré pastel. Gracias a JungKook me siento mejor —lo miro con una sonrisita demasiado boba, inevitable.

—¿Pasó algo más en el baño? ¿Algo de lo que nos tengamos qué enterar? —Jin mira inquisitivo a JungKook debido a mi sonrisa, quizá me delaté.

—No, relájate —le calma JungKook—. Solo me quedé con él mientras bebía el efervescente y se mejoraba.

     Puedo excusar mi sonrojo enorme gracias a que he bebido más alcohol del que estoy acostumbrado, porque no soy bueno mintiendo y le agradezco a JungKook el habernos cubierto. No sé por qué Jin actúa de esta manera, quizá luego deba preguntarle.

—Bien, entonces apurémonos a comer el pastel para irnos —reniega Jin, lo siento un poco tenso, mucho más que al principio.

—¿Tan pronto? —se quejan HoSeok y TaeHyung.

—Sí, mañana debemos ir todos juntos a comprar la despensa y JiMin debe prepararse para su primer día de clases.

—Se nota que ya te hace falta una verga en el culo, Jin, estás demasiado irritable y estricto el día de hoy —se burla JungKook, pero nadie se ríe y todos nos ponemos incómodos, sobre todo Jin.

—Deja de comportarte de esa manera, Kook —regaña Jin con severidad—. Creí que habías madurado.

—Yo maduré, no es mi culpa que a ti no te guste ver felices a los demás —le reta JungKook, de pronto el ambiente se pone demasiado tenso.

— ¡No peleen, chicos! —Interviene HoSeok, alzando demasiado la voz—. ¿Por qué mejor no nos vamos de una vez? Tengo sueño y Tae también. Pidamos el pastel para llevar.

     Matando así el momento incómodo, todos asentimos y pedimos la cuenta para pagarla. Agradezco que HoSeok interviniera, de otro modo no sé como hubiera terminado todo. ¿Qué clase de enfrentamiento extraño fue ese? ¿Por qué Jin de pronto cambió su dulce estado de ánimo? No estaba así cuando salimos, tal vez a esto se refería HoSeok cuando dijo que se comportaba extraño últimamente.

     Durante el trayecto a la casa de JungKook, permanecemos sentados uno al lado del otro, muy cerca, tanto que puedo oler su masculina y deliciosa fragancia, pero no nos tocamos porque todo está muy incómodo dentro de la camioneta. TaeHyung viene dormido en la parte delantera, HoSeok mira por la ventana, Jin conduce con mirada severa y puedo ver que aprieta la mandíbula.

     Luego de unos minutos largos y silenciosos, Jin se detiene frente a un complejo de apartamentos, al parecer es donde JungKook vive. Este se prepara para bajarse, no sin antes darle un apretón a mi rodilla y dejar sobre ella una servilleta con su número de teléfono escrito.

—Gracias por traerme, Jinnie —le habla como si nada hubiera pasado, pero el mayor ni siquiera le contesta.

—Adiós, Kookie, nos vemos luego —contesta HoSeok, tratando de ser amable.

—Claro, eso espero —al decir eso, me mira con una sonrisa extraña, insinuando algo mientras se despide de mí con un beso en la mejilla—. Escríbeme y tengamos una cita —susurra en mi oído y se va.

     En cuanto la puerta se cierra, Jin arranca la camioneta como si estuviera enojado con el acelerador y quisiera aplastarlo con todas sus fuerzas, pero nosotros sufrimos las consecuencias, tanto que ni siquiera puedo asimilar lo que acaba de pasar. Pero, cuando llegamos a casa, su humor cambia repentinamente.

—Bueno, mis niños, arriba que es hora de dormir —nos mira con una sonrisa que no alcanza sus ojos, está fingiendo, se ve cansado.

     Con esfuerzos, despertamos a TaeHyung y entramos a la casa arrastrándolo un poco. HoSeok y él optan por dormir abajo porque las escaleras son peligrosas estando ebrios. Jin sube a su habitación tan rápido, que no alcanzamos a darle las buenas noches. Tae duerme como un bebito, HoSeok ni siquiera tiene el sueño que fingió allá en el bar, así que es mi momento para hacer preguntas.

—¿Qué le pasa a Jin?

—Su humor no se encuentra estable últimamente —me explica sin mirarme a los ojos, le quita los zapatos a su novio y lo arropa con una manta.

—Eso pude notarlo, pero no entiendo qué fue eso que pasó allá en el bar, con JungKook. ¿Estaba celoso o algo?

—No creo que fueran celos, pero la historia de JungKook es algo compleja, ni yo mismo logro comprenderla porque fue algo que pasó cuando yo estuve de viaje. Si te soy sincero, creo que fue la razón por la que JungKook se mudó, pero no sé absolutamente nada, Jin no me contó y yo respeto eso.

—Pero eso es cosa de ellos. ¿Qué tiene de malo que Kookie y yo nos coqueteáramos?

—Tampoco lo sé —suspira, puedo ver que está tan confundido como yo—. Mira, si te gusta JungKook, tienes toda la libertad de salir con él y conocerlo, yo no te puedo advertir nada porque no sé nada. Jin y yo somos muy unidos, nos queremos, pero jamás me ha hablado de su pasado ni de lo que sucedió con JungKook. Es mejor que no escarbemos ahí si no queremos enterarnos de algo desagradable.

—Ahora ya no sé entonces si debería salir o no con Kookie. ¿Y si ofendo a Jin?

—Haz lo que tu corazón te dicte, Minnie —sonríe y revuelve mi cabello—. Pero te aconsejo que lo hables con Jin primero, tal vez a ti te cuente. Ya lo que pase después con JungKook, es cosa tuya.

—Gracias, Hobi —le doy un abrazo como despedida, le deseo las buenas noches y subo a mi habitación.

     A decir verdad, se siente muy extraño lo que acaba de pasar. ¿Por qué todo apunta a que Jin y JungKook fueron pareja o algo por el estilo? Quizá son ex novios y yo no debería meterme para no hacer todo más incómodo...

     Mientras me preparo para dormir, no puedo evitar mirar de reojo mi escritorio, donde dejé el número de JungKook. Me genera mucha curiosidad y miedo a la vez, lo cual es absurdo porque las señales fueron muy obvias desde el principio. ¡Y además nos besamos!

     No sé exactamente qué pensar, pero de todas maneras guardo su número y me lleno la cabeza de ilusiones. Tal vez lo de Jin no sea cosa grave, quizá lo puedan arreglar hablando. Estoy seguro de que así será, porque el destino quiere que así sea. Si JungKook y yo nos gustamos, quizá eso ayude a que ellos se arreglen y no vuelvan a pelear. ¡Yo podría ayudarlos!

     Ahora me siento mucho mejor. Puedo dormir tranquilo sabiendo que he encontrado al amor de mi vida y que todo irá bien con mis nuevos amigos, estoy seguro.






Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro