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﴾29. I like it﴿



JiMin

     No puedo definir con pocas palabras todo lo sucedido en la última semana, fue una mezcla de demasiadas emociones y, la verdad, parte de mí no esperaba vivir tanto drama en tan poco tiempo viviendo en Seúl, pero no me arrepiento de estar aquí, a pesar de todo.

     Si bien, en la escuela nadie dijo una sola palabra sobre lo sucedido en la fiesta, me mantuve alerta, a la defensiva. Por más que YoonGi me dijera que todo estaba "solucionado", no pude entender realmente a qué se refería. Sé que es el hijo del rector y tiene sus influencias, pero tengo la sensación de que hay algo que yo no sé y los demás sí. Por eso, estuve inquieto, distraído incluso, no solo por lo de la fiesta, sino por el tema de Jin hyung. Además, sabía que no iba a poder ocultarlo de mis amigos por mucho tiempo. Por supuesto que TaeMin vio el periódico y no tardó en reprocharme por guardarles esa información, lo cual me hizo sentir algo invadido y no pude evitar llorar frente a mis amigos cuando me abordaron por eso. Pero, como siempre, terminaron entendiendo mis razones y consolándome, no podría pedir otros amigos mejores que ellos.

     Sin embargo, algo con lo que definitivamente no contaba, era con que la noticia llegara hasta mi familia, en Busan. A mitad de semana, mi padre me llamó furioso para preguntar por qué estaba yo involucrado con una persona como SeokJin, "degenerado", lo llamó múltiples veces, junto con un montón más de insultos horribles que solo me hicieron sentir indignado y atemorizado. Tuve que mentirle, por obvias razones, diciéndole que SeokJin fue difamado injustamente y que él en realidad tiene una novia y están en planes de casarse. Estuve discutiendo eso con él por casi una hora, tan estresado que no podía creer cómo en ese estado tan alterado, pude crear para él una historia que sonara verdadera. Le dije que otro restaurante en la ciudad lo quería emplear, pero que, al no aceptar la oferta, decidieron manchar su nombre con la peor reputación que se le puede dar a una persona en este país lleno de personas en su mayoría homofóbicas.

     Tras colgar, estuve llorando en los brazos de Nam y de Hobi por lo nervioso que me puse, pues mi padre me amenazó múltiples veces con regresarme a Busan o buscarme una casa de asistencia donde pudieran tenerme más vigilado, pero el destino obró en mi beneficio con demasiada fuerza para que mi padre se creyera todo lo que le dije, así que, por ahora, estoy a salvo de las garras de mi padre, lo cual agradezco porque ya suficientes cosas están pasando como para agregar el mal humor de un padre prejuicioso.

     Volviendo a Jin, a pesar de que su situación nos sigue afectando en casa, estamos tratando de hacer lo posible por él. Durante toda la semana, estuvimos limpiando huevos estrellados y basura que la gente despreciable arrojó, cada día aparecen carteles de odio nuevos y cada día los tiramos a la basura. Hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance para mantener todo limpio y no alterar a Jin, pero él parece no responder positivamente. A penas y ha comido lo mínimo, sabemos que se toma su medicación porque ya no lo escuchamos sollozar por las noches, lo cual quizá indica que está dormido, pero además de eso, no hemos podido hacer que salga cuando estamos en casa. No sabemos si se ha bañado, no responde ni siquiera los mensajes, no quiere hablar, lo cual nos tiene demasiado preocupados. Incluso JungKook ha faltado a un par de prácticas para venir a verlo, pero sin éxito.

     Se ha vuelto demasiado hermético, como si de nada hubiera servido todo lo que nos dijimos en el hospital, pero NamJoon asegura que es temporal, que estará bien, que solo necesita su tiempo para asimilar todo lo sucedido y que no debemos dejar de procurarlo aunque se niegue a hablar con nosotros.

     Pienso en todo el caos de la semana mientras espero a YoonGi aquí, sentado en la sala. Prometió que pasaría por mí para tener nuestra tan esperada cita. A pesar de que estuve ansioso por eso toda la semana, una parte de mí no puede evitar sentirse demasiado egoísta por salir a seguir las señales del destino, mientras Jin agoniza en el piso de arriba y NamJoon se encarga de limpiar la cocina.

     Entonces, unos pasos bajando la escalera me distraen de mis cavilaciones, es Jin... ¡Es Jin! Viene cargando su bata de baño, el celular en la otra mano y trae puestas sus sandalias. Se ve terrible, ojeroso, con el cabello grasoso por toda la semana que pasó encerrado en su cuarto sin bañarse ni salir.

—Jin hyung —le llamo con la voz quebrada por la impresión, pero él ni siquiera me responde, solo se mete en el baño lo más rápido que puede, dejándome con las emociones atoradas en la garganta. NamJoon acude ante el ruido y lee a la perfección mi cara de asombro combinada con tristeza, por lo que acude a abrazarme para contener mis emociones.

     Entonces, escuchamos el agua de la regadera y la música proveniente del teléfono de Jin, nos miramos asombrados de que por fin lo vemos hacer algo por primera vez en toda la semana.

—Quizá deba cancelarle la cita a YoonGi para estar presente cuando salga, me gustaría hablar con él.

—No —interviene NamJoon—. Has estado emocionado por esta cita toda la semana, quiero que vayas. Deja que yo me encargue de Jin por ahora, ¿bien?

—Pero... me siento mal. ¿No estoy siendo egoísta por salir mientras mi amigo me necesita?

—No eres egoísta, Minnie, estás viviendo, estoy seguro de que a Jin le gustaría que fueras, solo que quizá ahora no está preparado para hablar.

—Siento que ahora lo conoces más tú que nosotros —contesto algo desganado, un poco decepcionado de mí mismo.

—Claro que no, deja de preocuparte y de sentirte culpable. Vete, disfruta tu cita y siéntete feliz. El hecho de que decidiera bajar a bañarse es un gran avance, quizá después de refrescarse, quiera vernos. Quizá se siente avergonzado.

—Siempre sabes qué decir, eres tan sabio —le halago genuinamente, porque es Kim NamJoon de quien estamos hablando, el amigo más fiel y empático que he tenido en mi vida.

—No, solo soy un sentimental —se burla de sí mismo, ambos reímos ahora aliviados gracias al enorme avance que Jin hyung está haciendo el día de hoy.

     El sonido de afuera interviene de pronto el momento cursi que estábamos teniendo, la música usualmente pesada ahora suena diferente, pero sé que es YoonGi.

—Ve y no quiero que regreses aquí sin una sonrisa, te prometo que todo estará bien con Jin —él me empuja rumbo a la puerta, alentándome cariñosamente a salir de la casa.

     Al salir, mi estómago se revuelve por el montonal de mariposas que están volando, mi cuerpo está eufórico. ¡No puedo creer que esto realmente esté pasando!

 




YoonGi

—Bueno, ¿y cuándo lo traerás a la casa para conocerlo?

—A penas estamos saliendo, papá, no nos vamos a casar mañana —me están empezando a hartar sus preguntas, quisiera irme ya, pero es demasiado temprano.

— ¿Y te gusta como para que sea tu novio?

—No lo sé.

—De todas maneras, es bienvenido si lo quieres traer, solo no cometan actos de indecencia cuando yo esté aquí.

— ¡Papá, basta! —Termino por fastidiarme, siento mi cara toda sonrojada y él se ríe de mí, YeoSang se le une en la burla, así que no me queda de otra, me levanto de golpe rumbo al baño, mojando mi rostro con agua fría para dejar de sentirme tan acalorado y tan... tan entusiasmado por la maldita cita con Park.

     Tengo algo qué confesar: durante toda la semana no he dejado de pensar en él, incluso hice una lista de los lugares a donde lo quiero llevar y elegí una de mis pizzerías favoritas para llevarlo el día de hoy. No puede ser que esté portándome así, pero no lo puedo evitar. Además, anoche me puse terriblemente calenturiento y me masturbé tres veces pensando en JiMin, me quedé dormido después de eso y olvidé tomarme el antidepresivo.

     Dormí como un jodido oso en hibernación y no sufrí para levantarme por la mañana. Tiene sentido, después de todo, el orgasmo actúa a nivel cerebral, produciendo neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo y el descanso. Es pura química, lógicamente. El problema es que, a pesar de que satisfice esa necesidad fisiológica, no me puedo quitar de la cabeza la cara angelical de JiMin mientras dormía sobre mi hombro en el hospital, lo bien que se veía con mi camiseta la noche del a fiesta; y la tersa y suave piel de sus hombros desnudos mientras lo bañaba... Mierda, ¿por qué se me viene a la mente eso? Fue una escena trágica, no debería excitarme eso... sin embargo lo hace. Incluso no he parado de pensar en qué había debajo de esa ropa interior que no le quité por respeto a su dignidad, me siento como un maldito pervertido, como un jodido adolescente que no puede dejar de pensar en sexo, pero no solo en eso, sino en el resto de las cosas que lo hacen tierno, en esa inocencia cursi que carga como una bandera, en su manera tan atenta de ser, la forma en que se preocupa por mí y por los demás. Me hace sentir... extraño.

     Me gusta Park JiMin, no sé cuánto tiempo me durará este capricho, pero por ahora quizá solo deba dejarlo fluir y ver qué pasa.





—Hola, Park, te ves bien hoy.

     No miento, se ve jodidamente hermoso. ¿Cómo puede verse tan perfecto solo con esa simple camisa a cuadros? Concéntrate, Min, no pienses con las hormonas, piensa con la cabeza fría.

—Gracias, hyung —se ruboriza y baja su mirada, viendo sus pequeñas manos mientras yo arranco el auto y conduzco con rumbo a la pizzería.

— ¿Cómo está SeokJin? —Le pregunto, su tono de voz se torna algo triste y su sonrisa decae. Realmente me incomoda verlo triste, pero no es una incomodidad de querer taparle la cara con una bolsa para no verlo, es una incomodidad que me genera ganas de ayudarlo, de escucharlo.

—Pues... hoy por fin bajó a bañarse, en toda la semana no lo pudimos convencer de que saliera y hoy parece que lo hizo por sí mismo.

—Eso es muy bueno, no te preocupes, poco a poco saldrá de nuevo. Estaba tomando medicamentos, o eso me contaste. ¿Cómo le va con eso?

—No lo sé —suspira, otra vez con esa cara de afligido—. No sabemos si se los está tomando o no, yo supongo que sí porque en las noches ya no lo escuchamos llorar o caminar, de todas maneras me tiene muy preocupado, a penas come.

     Le revuelvo un poco el cabello, que está tan suave y brillante, y le ofrezco una sonrisa. A pesar de que quisiera contarle todo por lo que yo pasé después de rebanarme las jodidas venas, no es el momento, solo me haría quedar como la jodida víctima y odio ser visto de esa manera.

—Se pondrá mejor, ya verás, solo no dejes de hablarle aunque no te responda, confía en él, saldrá de esto y en su momento se acercará de nuevo a ustedes.

—Hablas con la misma sabiduría que Nam hyung, tienes tanta razón, espero que así sea porque me preocupa demasiado su estado.

     Aunque por dentro casi me retuerzo de fastidio cuando menciona al tal NamJoon, mantengo la sonrisa y él me corresponde el gesto en señal de que está más tranquilo y entonces conversamos de cosas triviales mientras escuchamos la música que traigo en esa vieja USB, toda llena de las cursilerías que me gusta oír cuando no tengo a nadie cerca.

—Eso suena bien.

— ¿Ah sí? Creí que solo escuchabas pop rosita y esas cosas.

—Sí, pero estoy abierto a escuchar cosas nuevas. Deberías prestarme esa USB para copiar todo lo que hay ahí. A veces me aburro de lo que escucho diariamente.

—Bueno, haces bien, no te hará daño cultivarte un poco también en la música, ten —sin pensarlo dos veces, impulsivamente, quito la USB y se la entrego, enciendo la radio para no quedarnos sin ruido porque sinceramente, a veces los silencios me ponen incómodo.

— ¡Gracias! —Su sonrisita escandalosa me contagia. ¿Cómo puede caber tanto entusiasmo en una persona? Actúa como si no hubiera pasado el peor fin de semana de su vida, pero no lo puedo culpar por intentar seguir adelante.

     Ya en el restaurante, nos sentamos hasta el fondo, donde hay poca luz, pero al menos estamos alejados de la gente y del ruido de la calle, sólo rodeados de la tranquilizante música y el olor a pizza recién horneada. Espléndido. Tengo mucho tiempo sin venir aquí, pero está tal y como lo recuerdo: paredes revestidas de madera, mesas pequeñas y acogedoras, música suave, todo reconfortante y seguro. Espero que JiMin lo aprecie tanto como yo.

     La mesera se acerca y nos da las cartas, pero yo ya sé exactamente qué pedir. Ni siquiera le pregunto a JiMin, solo pido, sé que le encantará la especialidad de la casa, o eso espero.

—Nos traes la especialidad, con pan de ajo y espagueti, por favor —le digo a la mesera y le regreso los menús, no los necesitamos.

—Por supuesto, ¿desean algo de tomar?

— ¿Qué quieres JiMin?

—Limonada está bien —y me sonríe, sus ojos desaparecen en dos finas líneas ante la mínima sonrisa, me siento... ¿embobado? Algo así, joder, hasta me siento estúpido por estar así después de tanto tiempo.

—Yo quiero Coca-Cola, por favor.

     La mesera asiente y nos deja solos, entonces JiMin empieza la conversación.

—YoonGi hyung, quisiera preguntarte algo, si no te molesta.

—Sí, dime.

— ¿Qué quisiste decir el otro día, afuera del hospital?

—Dije muchas cosas, ¿me lo puedes recordar?

     ¿De qué jodidos habla? Oh... esperen, ya recuerdo. ¡Se acuerda! ¿Por qué no pude ser menos imbécil ese día?

—Algo sobre una sustancia en tu cerebro, lo investigué. ¿Serotonina? Algo de eso me dijiste.

—Oh ya... —Carajo, ¿cómo se lo voy a explicar sin sonar cursi? Se supone que esa era la finalidad de tener esta segunda cita y ahora no sé qué decirle, estoy en blanco. Todos los estúpidos y cursis consejos de BaekHyun se borraron de mi cabeza en automático.

—Bueno... —Continúo con cierto letargo—. Es que... en pocas palabras, quería decirte que me siento... ¿atraído hacia ti?

     Sus ojos se abren y las mejillas se le tornan rojas, inmediatamente baja su cabeza y sonríe ligeramente, se muerde un poco su carnoso labio inferior... ¡Ya que se detenga o se me va a parar!

— ¿Atraído? —Finalmente responde, mirándome a los ojos—. ¿Qué tipo de atracción?

—Eh, no lo sé, esa que sientes cuando... cuando alguien es... cuando alguien es como tú.

— ¿Y cómo soy yo? —Insiste. Maldita sea, ¿será que no lo puede entender así nada más? No quiero decirlo, no puedo, estoy paralizado. Siento que me sonrojo, no puedo quedar en evidencia de esa forma.

—Pues, mierda, JiMin, ¿qué eres tan tonto como para no entenderlo a la primera?

     Automáticamente sé que me pasé de la raya porque su sonrisa se convierte en vergüenza, pero no sé cómo remediarlo. Joder, ¿tengo qué hacer esto? ¿De verdad tengo que ser directo? Quiero, pero no puedo. Mi cabeza está taladrándome con un constante "me gustas", pero no puedo exteriorizarlo, se queda trabado en mi garganta, formando un doloroso nudo que me cuesta un infernal trabajo tragar.

—Lo siento —me disculpo de inmediato y llamo su atención tocando su mano—. Es que... es difícil para mí hacer esto, ¿sabes?

— ¿Hacer qué? — ¡Maldita sea, ya entiéndelo sin que tenga que explicártelo! Bien, al parecer tengo que explicárselo con monitos o manzanitas.

—Expresarme, JiMin, es jodidamente difícil y me trae problemas constantemente, por eso tengo que intelectualizarlo todo o usar el sarcasmo para no exponerme, ¿me entiendes?

—Sí, lo entiendo hyung.

—Ya sé, hagamos una cosa —su mirada se torna emocionada y me sonríe un poco, parece que su vergüenza ya pasó.

— ¿Qué cosa?

—Saca tu teléfono —él obedece, yo también tomo mi teléfono y abro su chat.

— ¿Y ahora?

—Escríbeme con un emoji qué es lo que sientes por mí y yo te contestaré con lo que siento, ¿entiendes?

     Vuelve a tornarse rojo de sus mejillas y toma su teléfono, asiente y sonríe mucho. Entonces recibo su mensaje, que no es precisamente un emoji.


Me gustas mucho :)


     El corazón se me acelera al leer eso, no lo volteo a ver en ningún momento, sólo me limito a responderle lo más simple que puedo y sin exponerme mucho.


X2


     Al leerlo, JiMin se suelta riendo y guarda el teléfono en el bolsillo de su pantalón. Voltea a verme y cruza sus manos frente a su cara, yo solo le sonrío de vuelta y nos quedamos en silencio un momento, hasta que la mesera llega con las bebidas y nos interrumpe la... ¿la ensoñación? ¿El coqueteo? No sé qué mierda es esto... pero me gusta.

     JiMin toma su limonada y da un sorbo con el popote, sigue mirándome con una sonrisa tan grande que siento que se le va a quedar marcada de por vida si no la quita en este momento.

— ¿Y qué piensas ahora? —Le pregunto, con miedo de lo que siga, porque sé que esto será ca ótico.

— ¿Sobre qué? —De acuerdo, ya entiendo, pregunta lo obvio sólo para desesperarme.

—Sobre el mensaje que te acabo de mandar.

—Pues... ¿puedo asumir que esto es mutuo?

—Niño listo, ten cuidado porque la NASA te está buscando por esa tremenda inteligencia que te cargas.

     Se ríe mientras se cubre la cara de forma adorable, como queriendo ocultar toda la emoción que siente, incluso lo escucho ahogar un pequeño chillido, suena casi como un ratón.

— ¿Y qué haremos ahora? —Me pregunta una vez que se descubre la cara. Joder, no sé, nunca había llegado tan lejos en mi puta vida con estas cosas, es tan completamente nuevo que no tengo idea de qué sigue.

— ¿Conocernos mejor? —Respondo lentamente—. Y después veremos qué pasa.

—Sí, eso me agradaría mucho —su sonrisa se hace cada vez más contagiosa, incluso juguetea con sus manos, claramente está nervioso. Por curioso que parezca, ahora no puedo intentar adivinar lo que está pensando con solo ver sus reacciones físicas. Supongo que esta es una de las ocasiones pertenecientes a ese dos por ciento que no puedo acertar, asumo que la razón es que mi cabeza está abrumada de tantos pensamientos y sentimientos que no puedo entender.

     Le sonrío de vuelta y luego comenzamos a hablar de otras cosas, de la escuela, de la música que le pasé, esta vez con más confianza y risas. Supongo que decirle lo que siento (muy a mi modo) sirvió para aligerar la tensión, ahora me siento menos fastidiado con su conversación, incluso me parece en cierto modo interesante. Cuando se me canso un poco de hablar, me limito a escucharlo e intervenir de vez en cuando, pues no soy de los que les guste mucho gastar el tiempo hablando. En cambio, él es una jodida guacamaya que es capaz de contar hasta el mínimo detalle y pasar de un tema a otro fácilmente, olvidándose del anterior.

     Comemos y conversamos por alrededor de dos horas, incluso le compro postre para tener  pretexto de quedarnos un poco más de tiempo aquí. Llega un momento en el que terminamos abordando de nuevo el tema de SeokJin y me comienzo a sentir demasiado expuesto e identificado, así que hago lo de siempre para esas situaciones: intelectualizar todo. Le platico un poco sobre algunos libros de psicología que me gustan y le cito un par de frases que le pueden servir de ayuda respecto a cómo se siente en relación a su amigo, eso lo hace sentir mejor, eso creo. Incluso llora un poco cuando me cuenta cómo se siente y todo lo que desearía que pasara. Por lo que veo, es un chico bastante volátil en cuanto a emociones. Basta con un solo comentario para hacerlo fluctuar de un estado del ánimo a otro. Es altamente sensible y amable, se expresa de una forma tan positiva del mundo que, dentro de toda la mierda y toxicidad que hay dentro de mí, de pronto siento que nace una pequeña flor.

     Una flor colorida esperando crecer salvajemente. ¿Lo hará? ¿Crecerá a tal grado que se encarne en mí y ya no pueda librarme de ella? ¿Echará raíces dentro de mi ser e irá tan profundo que tal vez toque esas zonas oscuras y frías que no a todo el mundo le agradan?

     Eso me da miedo, no quisiera apegarme a él, sobre todo ahora que estoy tan jodido y tengo tanto en qué pensar. Los problemas que tengo ahora me acechan y justamente le tocó conocerme en una etapa oscura. ¿Se quedará si se entera de cómo soy? ¿Me rechazará como lo han hecho todos los que me conocen y no son mi familia?

     Quisiera no tener que hablarle más, quisiera no tener qué sentir estas cosas y huir como lo hago con todo, pero no puedo. Más bien, no quiero.

     Me gusta.

     Me gusta y estoy jodido. No sé cómo nombrar esto, no quiero una etiqueta de "novio" ni quiero que se meta en mi vida personal, no quiero que esté tanto tiempo conmigo que empiece a pedir de mí cosas que no puedo darle.

     Quiero y no quiero, me gusta y no me gusta.

     ¿Qué mierda hago ahora?






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