﴾28. Still alive﴿
SeokJin
Sinceramente, esperaba que me tuvieran aquí más tiempo porque soy un cobarde, me niego a enfrentar el mundo exterior, pero tampoco sería buena idea que me internaran en un hospital psiquiátrico.
El médico que vino a evaluarme después de que se fue NamJoon, me hizo demasiadas preguntas y aunque parte de mí quería desahogarse y contarlo todo, logré abstenerme. Negué todo antecedente que pudiera vincularme a ella o que fuera una alerta roja lo suficientemente llamativa como para internarme. Cuando el médico me pregunto "¿Por qué lo hiciste?", yo le mostré el periódico que Nam dejó en la mesita al lado de la camilla y no dije más.
Se acordó que me quedaría una noche más para observarme y evaluarme, después me darían el alta y una receta con antidepresivos y pastillas para dormir. Cuando me quedé solo otra vez, volví a llorar desconsoladamente y deseé con todas mis fuerzas no haberlo hecho o, al menos, haber logrado mi objetivo para no tener que soportar todo esto.
Luego, JungKook llegó y nunca estuve tan feliz de verlo. Me abrazó y pidió disculpas, como si fuera responsable de lo que me hice, pero me encargué de quitarle de encima todo pensamiento que le hiciera creer que tuvo que ver en lo que pasó, que solo yo fui el responsable y nada más. No quiero que mis chicos se culpen por esto, ya suficiente daño les he hecho como para permitir que piensen eso.
Cuando los chicos volvieron a verme, me trajeron comida y flores para que mi habitación se viera bonita, incluso NamJoon se tomó la molestia de llevarme café y un libro para matar el tiempo. Yo solo pude llorar y abrazarlos mientras me mimaban, me daban ánimos y me prometían que todo estaría bien. Y aunque quiero creerles, realmente no estoy seguro.
Les rogué que se fueran a casa, que descansaran luego de la terrible noche que les hice pasar, pero ellos tan tercos y amorosos, estuvieron plantados toda la tarde en el hospital hasta que se hizo de noche y los obligué a irse a dormir. De todas formas, el personal capturó los teléfonos de todos en caso de cualquier emergencia, por lo que se quedaron tranquilos.
Y aunque no quería pasar la noche a solas, así sucedió. Por suerte, los narcóticos que me dieron me ayudaron a dormir sin tener pesadillas, caí dopado y al amanecer, nuevamente me di cuenta de que seguía con vida, miserable y trágica vida, pero esta vez rodeado de flores y dulces.
Por la mañana, una psicóloga me evaluó, me hizo varias preguntas tediosas y repetitivas que, sinceramente, me aburrieron porque fueron demasiadas. Estuvimos alrededor de dos horas hablando, pero yo no le conté nada más que lo superficial, no hablé sobre mi infancia, sobre mi madre, mi conflictiva familia y todo lo que pasé en esos años de vagabundez. Ella, aunque se notaba que no estaba convencida con mis respuestas, firmó mi alta, pero en el expediente ella escribió que me encontraba en un riesgo moderado de volver a atentar contra mi vida, por lo que me iban a prescribir medicamentos y sesiones de terapia obligatorias.
Vaya mierda, pero no tuve otra opción, solo le dije lo que quería escuchar: que lo haría, que trataría de apoyarme en mis seres queridos para salir adelante y mantendría una "actitud positiva". Por supuesto que ella notó que mentía, pero no pudo obligarme a decir la verdad o a ser transparente con mis emociones. He fingido toda mi vida algo que no soy, así que no me detuve en seguir ese patrón no muy sano frente a un profesional de la salud.
Cuando finalmente me dieron el alta por la tarde, todos llegaron para acompañarme afuera. Aunque lo creí algo innecesario, pude ver claramente por qué todos, incluso NamJoon, se pusieron al pie del cañón para llevarme hasta mi camioneta.
Afuera, rodeando el hospital, estaba lleno de periodistas, gente gritando y haciendo preguntas indiscretas y ofensivas sobre mi vida sexual, me llamaron puta, trepador, inmoral, delincuente... Odié realmente esa atención y aunque los guardias del hospital hicieron lo que pudieron para mantenerlos alejados, el camino hasta el vehículo se sintió como una marcha de la vergüenza.
Solo cerré mis ojos y dejé que HoSeok y Taehyung me abrazaran fuerte mientras lloraba, el camino a la casa se sintió eterno, pero realmente quería llegar para refugiarme en mi habitación y esperar a que todo se calmara. Sin embargo, ni siquiera en mi lugar más sagrado estaba en paz. Afuera, la gente colgó carteles de odio y llenaron de basura y huevos hasta donde alcanzaron a lanzarlos. Ver mi casa profanada me hizo sentir peor, inseguro, como si estuviera desnudo frente a una multitud que juzga mis cicatrices. Entonces me pregunté: ¿realmente vale la pena seguir vivo, con todo este odio a mi alrededor?
Aunque los chicos trataron de retenerme en la sala para darme consuelo y algo de cenar, no lo permití, solo corrí hasta mi habitación, le puse seguro y ahora aquí me tienen, recostado en posición fetal, ahogado en llanto y queriendo morirme otra vez. No puedo soportarlo, no creo que sea capaz de sobrevivir aquí afuera, no con toda esa gente mirándome y juzgándome.
En la mesa está el frasco con las pastillas que me dieron para dormir, cómo me gustaría tomarlas todas de una vez e irme definitivamente pero, por más tentadora que sea la idea, no puedo.
Por ahora, ya no me quedan energías ni siquiera para intentar morir.
JiMin
—Jin hyung, por favor abre la puerta, tu desayuno se va a enfriar —Hobi y yo estamos afuera de su habitación de la que no ha salido desde ayer, llevamos algunos minutos insistiéndole, pero no hay respuesta y eso nos preocupa.
Ambos nos miramos alarmados, pero logramos mantener la calma cuando escuchamos pasos y luego el sonido metálico del seguro de la puerta. Él nos mira con enfado, sus ojos están hinchados, quizá por tanto dormir. Estira sus brazos y toma la comida que le llevamos, pero cuando está a punto de meterse de nuevo, HoSeok le detiene la puerta.
—Hyung, ¿no quieres bajar a tomar el desayuno en el comedor?
—No —responde con su voz ronca.
—Eh, ¿irás a trabajar? —Pregunto con algo de timidez, pero al instante me siento idiota por preguntar algo tan tonto.
—Me despidieron —contesta disgustado—. Mi jefe me escribió esta mañana, ya no tengo trabajo. Que tengan buen día en la escuela.
Y con el mismo enfado, nos cierra la puerta de un solo golpe, dejándonos atónitos. Ambos suspiramos en silencio, sin saber qué hacer, pero al menos es una victoria que nos haya aceptado el desayuno, ya que no quiso probar absolutamente nada ayer que lo trajimos del hospital.
Ya casi es hora de irnos y YoonGi no tarda en pasar por mí, pero me siento culpable de ir a la escuela, no solo porque no tengo idea de lo que me espera tras el tema de la fiesta, sino porque realmente quiero cuidarlo. Pero, por suerte, tenemos a Nam.
— ¿Cómo está? —Pregunta NamJoon.
—Parece enfadado —suspira HoSeok—. Por favor, cualquier cosa que pase, llámanos. Intentaré llegar antes de que te vayas al trabajo.
—No se preocupen, estaré al pendiente de él, intentaré que salga al menos para asegurarme de que coma.
—Realmente te agradecemos que te quedes, no tenías qué, ya tienes tu propio departamento y aun así nos estás ayudando —Hobi tiene sus ojitos acuosos, así que acudo para darle un abrazo y contenerlo, todos estamos muy sensibles al respecto, incluso Nam.
—Para mí es un gusto ayudar, HoSeok. Además, el mismo Jin me pidió que me quedara.
— ¿En serio? —Le pregunto asombrado y Hobi también le presta atención.
—Sí, ayer que hablamos en el hospital, lo dejé que se desquitara conmigo y después creo que quedamos en una especie de... amistad.
—Bueno, eso me deja más tranquilo —dice HoSeok—. Asegúrate de que coma y tome su medicación.
—Váyanse tranquilos, ¿sí? Todo estará bien.
Finalmente, veo que Hobi aligera bastante esa tensión que tenía al principio y logra irse a la escuela. Cuando nos quedamos solos en la sala, no puedo evitar mirar a Nam con ojos perversos, haciéndolo sonrojar.
—Ya quita esa mirada perversa y dime lo que estás pensando, Chim.
— ¿Una especie de "amistad"?
—Sí, no pienses mal —me da un empujoncito.
—No puedo evitarlo, hay demasiadas señales alrededor. ¿Qué tanto hablaron ayer? Si se puede saber.
—Realmente hubo más reclamos de por medio que otra cosa, él necesitaba desahogarse —aunque me habla con palabras serias, sigue sonriendo, sé que hay algo más ahí.
— ¿Y por qué te pidió que te quedaras?
—Supongo que le caí bien —ríe tímidamente, haciendo notar sus hoyuelos—. JiMin, solo ve con calma con este asunto, no presiones a Jin ni hagas algún comentario al respecto, no quiero incomodarlo. Le dije que me quedaría a apoyarlo como su amigo.
—Está bien, lo siento —me apeno un poco al ver que habla con más seriedad, realmente no puedo cuestionar a Nam porque él sabe lo que hace, siempre ha sido prudente y sabio.
—No pasa nada. ¿Y tú cómo estás? No hemos tenido tiempo de hablar desde lo que pasó, me preocupa la situación en tu escuela después del tema de la fiesta.
—Estoy bien, hyung. YoonGi dijo que todo estaría bien y yo le creo, su papá es el rector, dijo que se encargaría de que no me pasara nada —trato de quitarle peso al asunto, realmente no quiero pensar tanto en eso.
—Bueno, pero de todas maneras si algo pasa, no dudes en llamarme, ¿bien?
—Está bien —le doy un abrazo fuerte y lleno de ese cariño tan bonito que él y yo nos tenemos.
Entonces, escucho un auto estacionarse afuera, pero la música no está tan alta como siempre. Aun así, sé que es él. ¡YoonGi está aquí!
YoonGi
—YeoSang, apúrate a salir del maldito baño, tenemos que irnos temprano —me encantaría patear la puerta del baño para molestar a mi hermanito menor, pero mi padre está en casa y seguramente eso lo enfadará. ¿Pero cuándo me ha importado? Da igual.
Y hablando del diablo...
—Yoon, ven acá —él está sentado tomando su desayuno, de solo verlo comer siento náuseas por culpa de los jodidos medicamentos.
—Se me hace tarde, no tengo tiempo —intento evadirlo, pero algo dentro de mí me dice "no seas un imbécil, es tu papá y te está hablando con buenos modos".
—Por favor, solo cinco minutos, mientras Yeo termina de bañarse —mi corazón es débil, así que termino cediendo y me siento a su lado en la mesa.
— ¿Ahora qué hice?
—No voy a regañarte, tranquilo —sonríe. ¿Cuándo fue la última vez que lo vi sonreírme así? Algo está tramando.
— ¿Entonces?
—Solo quiero hablarte, es que... bueno, te he notado diferente estos días.
—Si lo que te preocupa es la medicación, la estoy tomando como se debe, no me he saltado ninguna —le contesto, no puedo dejar de estar enfadado, como si me intentara juzgar.
—Ya te dije que no voy a regañarte —y él, con su infinita paciencia, me da mi merecido. ¿Cómo puedo ser tan imbécil con mi propio padre?
—Entonces dime, porque no entiendo a dónde vas con esta charla.
—Me refiero a que... bueno, no voy a dar más rodeos. Realmente me siento feliz de que te estés levantando temprano por ti mismo estos días, también has estado más paciente con Yeo. No quiero adjudicarle todo este cambio a los medicamentos, pero sí me siento orgulloso de ti.
Me quedo viéndolo a los ojos por un momento, estático y sin poder creer que me está reconociendo algo tan tonto como levantarme temprano. Aunque, si me pongo a pensar, realmente lo he estado haciendo solo para llevar a Park a la escuela. Quizá solo me hacía falta una motivación. ¿Es JiMin una motivación para levantarme de la cama? Extraño...
—No tienes qué contestar si no quieres, solo quería reconocértelo, quería también que supieras que estoy al pendiente de ti y me importas mucho, hijo.
—Gracias, papá —él se percató de ese incómodo silencio, realmente no sé qué decirle, no sé qué contestar cuando me hacen cumplidos.
— ¿Hay algo en especial que esté pasando? Es decir, alguna motivación extra, algo que te esté ayudando además del medicamento.
—Su nuevo novio, papá —entonces, YeoSang sale del baño, arruinando el momento emotivo con su estupidez e indiscreción.
—Si no estás listo en cinco minutos, te irás en autobús —si pudiera darle una bofetada en este momento, lo haría...
— ¿Novio? —Pregunta mi padre, mirándome con una sonrisa bastante tonta.
—No es mi novio, solo es un amigo de la escuela al que tolero más que a BaekHyun. A veces paso por él para ir a Universidad.
—Ya veo —sigue con esa sonrisita y me hace sentir avergonzado. ¡JiMin no es mi jodido novio! Ni siquiera sé si lo quiero para novio, solo sé que me gusta y ya.
—Y hablando de ese amigo, necesito hablar contigo sobre algo —incómodamente, trato de cambiar la conversación justamente hasta donde he querido todo el fin de semana. No me había atrevido a hablar sobre eso porque no encontraba la manera, pero creo que lo justo es que sepa de una vez, antes de que todo se descontrole en la escuela.
— ¿Sobre qué?
—Sobre Mingyu.
JiMin
A pesar de que estaba bastante nervioso por el tema de la fiesta, logré calmarme gracias a YoonGi. Durante el camino, se portó tan atento y lindo, me preguntó por mi moretón en la mejilla y también mostró preocupación por Jin hyung, lo cual me pareció sumamente tierno. Sin embargo, todo el trayecto estuve muy tentado a preguntarle sobre lo sucedido esa mañana en el hospital, porque cada vez recuerdo menos lo que me dijo, ya que estaba demasiado cansado por la noche en vela, solo me quedé con el dato de que tiene depresión, lo cual me preocupa mucho y quisiera preguntarle más. Sin embargo, no quise arruinar el lindo momento en el auto con mis insistencias, tan solo me enfoqué en lo bonito que sentí de saber que el chico que me gusta me preste atención, se preocupe por mí y por mis amigos, es simplemente el sueño de mi vida.
Cuando llegamos a la escuela, él mismo me acompañó hasta mi aula porque quería asegurarse de que nadie me mirara raro, también me dijo que si alguien me molestaba por el tema de la fiesta o me llegaba algún video o foto de mí esa noche, se lo hiciera saber. ¿Ven a lo que me refiero? Me cuida, se preocupa por mí, es tan lindo. ¡Lo sabía! Sabía que YoonGi era un ángel hecho persona, solo tenía que buscar profundo en él.
Por otro lado, estuve sintiéndome ansioso y a la defensiva durante el primer periodo de clases. SeulGi se enteró por TaeMin de lo que pasó y por supuesto que tuve que contarles a la hora del almuerzo lo que pasó con YoonGi, cómo me llevó a su casa y cuidó de mí. Sin embargo, no les conté lo que sucedió con Jin hyung porque es un tema bastante delicado todavía, solo les dije que fui con YoonGi al cine y la pasamos bien. Por supuesto, ellos no dudaron en hacerme burla, pero esta vez lo tomé con calma porque realmente me gusta la idea de que otros piensen que es mi novio.
Y al final del día, logré que se me olvidara el tema de la fiesta, pues nadie me molestó, afortunadamente. Solo hubo un par de chicos de mi clase que me preguntaron si también había vomitado en la fiesta, como todos los novatos, así que solo asentí y no conversé más sobre eso. No quiero recordarlo, ya hablé de eso suficientes veces y ya me atormentó más de lo necesario, así que ya no permitiré que eso me moleste, ahora lo único en lo que puedo pensar es en YoonGi y en apoyar a Jin hyung para se recupere pronto.
Aunque el tema de la fiesta ya dejó de inquietarme tanto, hay un tema que no puedo dejar de rumiar. Mientras estoy intentando estudiar en la biblioteca con mis amigos, la conversación con YoonGi afuera del hospital sigue invadiendo mi cabeza. Todo lo que puedo recordar es que me habló de su depresión y de la serotonina, creo recordar que quizá intentó hacerme un comentario agradable, pero mi cabeza estaba tan shockeada esa mañana, que no pude hacer ninguna conexión.
Para tratar de despejarme, decido levantarme para buscar otro libro en los pasillos. Por ahora, dejaré el tema que estaba estudiando, quizá si encuentro un libro de neuroanatomía, pueda refrescar mi memoria. Sin embargo, cuando estoy tratando de enfocar mi atención en la búsqueda de un libro específico, justo la persona que me tiene en las nubes aparece frente a mí. Se ve tan lindo, sentado junto al gran ventanal con ese libro y sus ceño fruncido, he aprendido de él que hace eso cuando está muy concentrado. Me encanta.
—Hola, YoonGi —me atrevo a interrumpirlo, quizá puedo pedirle ayuda para buscar el libro que quiero o, simplemente, buscar algún pretexto para conversar.
—Hola, Park —sonríe al saludarme y deja su libro a un lado, está prestándome total atención. ¡Me voy a desmayar por lo lindo que es!
—Estoy buscando un libro, pero no lo encuentro, ¿me ayudas?
—Claro, vamos —se levanta inmediatamente, dejando sus cosas sobre la mesa, ni siquiera le he dicho qué libro necesito y ya está caminando hacia el pasillo.
—Espero no haberte interrumpido, te veías concentrado.
—Nah, solo estaba leyendo una novela, nada académico.
—Menos mal, siempre que te veo estás concentrado leyendo algo.
—Y yo siempre que te veo, estás pidiendo ayuda —su voz tiene un toque de sarcasmo o burla que no logro diferenciar, pero de todas formas me río porque es muy ingenioso.
—Bueno, tal vez es mi esencia, no lo puedo evitar —él se ríe con mi comentario tonto, pero entonces se me queda viendo fijamente y no puedo contener el sonrojo, simplemente pasa.
— ¿Quieres salir conmigo el sábado? —Suelta la pregunta tan repentinamente, que me sorprendo al instante y estoy a nada de reírme como un loco.
—Sí quiero —le contesto con el aire un poco entrecortado debido a la emoción.
—Bien, pasaré por ti a las tres, ponte lindo, como cuando fuimos al cine.
Lindo... ¡Alguien traiga una ambulancia, porque me voy a desmayar!
—Claro —no puedo dejar de mirarlo ni de sonreír, seguro me veo como un idiota, pero no me importa.
—Ahora, ¿qué libro estabas buscando exactamente?
—Eh, lo olvidé —le contesto muy estúpidamente, porque en serio olvidé lo que estaba buscando, me he ido, ahora solo soy un idiota enamorado.
—No olvides respirar —se ríe de mí, porque en efecto estuve reteniendo el aire por lo eufórico que me puse, pero no lo puedo expresar aquí.
—Bueno, de todas formas gracias, ya recordaré lo que estaba buscando. Eh, entonces salgamos el sábado.
—Sí, nos vemos mañana, paso por ti a la misma hora.
—Claro, gracias, eh, nos vemos, YoonGi —estoy tan aturdido por mis emociones, que termino tartamudeando y para ya no quedar en ridículo frente a él, solo le doy una ligera reverencia y me largo lo más pronto que puedo.
No puedo creerlo. ¡Vamos a tener una cita! ¡Una segunda cita! Siento que estoy soñando pero, a la vez, me siento tan vivo, despierto y feliz.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro