Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

﴾19. We like 2 party﴿


JiMin

—Ve a alistarte ya. ¿A qué hora vendrá tu amiga por ti?

—A las siete.

— ¿Qué esperas? ¡Corre! —Jin hyung le da los últimos toques a mi maquillaje y me da un apretón en los hombros para animarme.

     Mientras me visto para la gran noche, siento de vez en cuando un apretón en el abdomen, una especie de nerviosismo por lo que podría pasar hoy. A pesar de lo que me han dicho mis amigos y YoonGi sobre estas fiestas, trato de convencerme de que será un rato agradable y si no, al menos tendré a SeulGi y TaeMin que cuidarán de mí, eso fue lo que me prometieron porque ellos tienen más experiencia que yo en fiestas y bebiendo alcohol.

     Además, la expectativa de que YoonGi pueda ir a la fiesta me carcome por dentro. Mis amigos ya saben que es tan probable que vaya como que no, así que ellos me animaron a acercarme a él y cuidarme de lejos. Me siento mal por ellos, pues habíamos prometido permanecer juntos durante toda la fiesta, pero SeulGi insistió en que debía atreverme a salir de mi caparazón y atreverme. A ellos no les termina de agradar YoonGi, pero yo les conté hoy que es realmente un chico interesante y agradable, por más gruñón que pueda ser a veces. No me esmeré en explicarles todo eso del destino y de las señales, porque no tuvimos tiempo, pero después con más calma les contaré.

     Ahora lo único que me importa es estar lindo y esperar por YoonGi. Aunque si no va, de todas maneras intentaré pasarla muy ben. Me miro al espejo y contemplo lo lindo que quedé. Jin hyung me puso un lindo delineado plateado debajo de los ojos, algo de sombra sutil en los párpados, un poco de base para tapar mis granos y también me regaló un bonito brillo labial rosa que hace ver mis labios más carnosos de lo que ya son. Por primera vez en mi vida me siento realmente conforme con lo que veo en el espejo, creo que podría acostumbrarme a maquillarme y experimentar con mi apariencia, en realidad soy bonito.

Did you see my bag? Did you see my bag?

     Mi teléfono suena con el nombre de SeulGi en la pantalla. Es algo temprano, lo cual me parece extraño.

— ¿Aló?

Jimin, hubo un problema su voz se escucha preocupada, lo cual me altera un poco los nervios.

— ¿Qué ocurre? ¿Estás bien?

Me pincharon los neumáticos y no me abren el taller hasta mañana, creo que no podré ir a la fiesta. Mamá está furiosa por su auto y ya no me dejó ir. ¡Lo siento mucho!

     Mierda, ¿y ahora qué?

—No hay problema, SeulGi. Creo que me quedaré entonces en casa, no quiero ir si no vas tú.

Pero TaeMin sí irá. Le acabo de avisar y dice que pasarán por él unos amigos suyos de la facultad de Derecho.

—Sí, pero no estando tú, es capaz de irse a ligar y yo no quiero quedarme solo.

JiMin, tienes que ir. Dile a Jin oppa que te lleve, ¡no puedes perdértelo! Si YoonGi va, perderás la oportunidad de pasar más tiempo con él. Además, le dije a TaeMin que te cuidara en ese caso, no va a dejarte solo, te lo prometo.

—Me siento mal por ir sin ti

¡Tienes que ir! Es la fiesta de novatos, solo serás novato en la Universidad una vez, así que te ordeno que vayas y te diviertas mucho en mi nombre, vaya o no YoonGi, tienes que ir.

—Está bien, iré, pero de verdad te extrañaré esta noche. Lamento mucho que ya no puedas ir.

Pásala bien, Chim, el lunes me contarás cada detalle. ¡Nos vemos! —Y cuelga, dejándome con unos nervios terribles, con cero ganas de ir a esa fiesta, arriesgarme a que YoonGi no vaya y terminar solo el resto de la noche. Además, no quiero molestar a Jin hyung con estas cosas, a pesar de que él me haría el favor de llevarme.

     Pero entonces...

Did you see my bag? Did you see my bag?

     ¡No puede ser, es YoonGi!

It's hella trophies and it's hella thick

     Mierda, mierda, mierda, ¿por qué, por qué, por qué? ¡Reacciona, Park! Respiro uno... respiro dos... respiro tres... contesto.

— ¿Hola?

Hola, eh, ¿JiMin? —Su voz plana habitual se escucha del otro lado, pero para mí se siente como si me estuviera hablando el jodido presidente. Mi corazón brinca como loco, estoy respirando irregularmente.

— ¿Cómo te va? —Más nervioso y estúpido no puedo sonar, pero es que jamás me había llamado, solo mandado mensajes, me siento a punto de desmayar.

Bien, creo. Ehm, yo... ¿Irás a la fiesta?

—Creo que no —finalmente logro respirar bien, pero estoy agitado y trato de calmarme lo más que puedo para que no lo note.

¿Por qué no?

—Iba a... a ir con SeulGi, pe...pero se averió su auto.

¿Quieres que te lleve?

     Maldita sea, maldita sea, ¡hora de actuar!

— ¡Me encantaría! —Grito de emoción, pero de él recibo nuevamente una respuesta fría

Pasaré por ti en media hora, más vale que estés listo porque no pienso esperarte.

—Gracias, aquí te espero.

Nos vemos.

     Me quedo estático por un par de segundos, viendo al vacío, entonces cuando finalmente asimilo lo que acaba de pasar, suelto un grito muy agudo, corro por todo mi cuarto y me subo a mi cama a saltar de la emoción, arruinando el peinado que Jin me hizo.

— ¡Jimin! ¿Qué está pasando? —HoSeok toca un par de veces mi puerta, interrumpiendo mi euforia—. ¿Por qué estás gritando tanto?

     Me intento calmar un poco, pero tengo una sonrisa de idiota puesta tan profundamente en mi cara que casi me duele. Abro la puerta y HoSeok me ve con cara de espanto, pero se confunde cuando ve mi sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Qué pasa, Jimin? —Jin sale de su habitación, atendiendo al escándalo que escucha y también me mira con incertidumbre.

—Yo... Yo... Min YoonGi... Fiesta... ¡Aaaaaaah! —Suelto un chillido tan fuerte que los aturdo.

     HoSeok me toma de los hombros y me sacude para hacerme reaccionar. Tras gritar, respiro profundo, listo para decirles lo que me está causando una felicidad tan inmensa que no cabe en mi pecho.

— ¡YoonGi irá a la fiesta! ¡Vendrá por mí! —Ambos se voltean a ver y se ríen de mí, porque de verdad estoy actuando peor que un niño en navidad.

— ¿No vendría SeulGi por ti? —Pregunta Jin.

—No vas a creer lo que pasó, hyung. De verdad siento que el destino está a mi favor.

— ¿De qué hablas? —los rostros de mis amigos denotan lo consternados que están, como si les estuviera hablando en otro idioma, así que tengo que sentarme al borde de mi cama para calmarme y explicárselos con calma, pero termino acelerándome al hablar.

—SeulGi me llamó para decirme que su auto se había averiado, le pincharon los neumáticos y su mamá está tan enojada que no la dejó ir a la fiesta, segundos después recibí una llamada y... ¡Era de Yoongi! Contesté y me preguntó si iría a la fiesta pero le dije que no porque no tenía quien me llevara, se ofreció y ahora estoy volviéndome loco porque el destino puso las piezas en su lugar el día de hoy para que pudiera por fin convivir con YoonGi.

— ¡Respira, respira, JiMin! —Me regaña HoSeok, riéndose de mí.

—Lo siento —desinflo mi pecho y regulo un poco el ritmo de mi respiración—. ¡Pero es que esto es maravilloso! ¡No lo puedo creer!

     Jin me sonríe con orgullo y HoSeok se pone las manos en el pecho, mirándome con ternura.

—Es una pena que SeulGi no vaya a ir, pero me alegra mucho que vayas con YoonGi. Ahora antes de que te vayas, ven a cenar algo. Anda, niño hiperactivo.

     Ambos se ríen de mí el resto del tiempo, pero no me molesta porque estoy demasiado contento para enojarme. ¿Ven lo que pasa? ¡Es el destino! Es decir, me siento mal por SeulGi, pero quizá por una razón tuvo que pasar eso, quizá el universo la hizo cederme la oportunidad de ir a la fiesta para que yo pudiera pasar una noche inolvidable con YoonGi.

     Todo va teniendo cada vez más sentido.




YoonGi

— ¿Puedo ir contigo a la fiesta?

—No, YeoSang, eres muy pequeño y estas cosas son solo para estudiantes de universidad.

—Pero YoonGi~

—Dije que no, ahora vete a ver películas o lo que sea que hacen los niños de quince años los viernes por la noche.

—Mis otros amigos van a fiestas y yo no.

—Si vas a seguir aquí dándome lata, entonces ve a traerme un poco de agua.

     Mi hermanito menor me saca la lengua y, furioso, va a la cocina a obedecer mi mandato.

     No puedo creer que accedí a ir a esa estúpida fiesta después de lo mucho que me había rehusado a las anteriores, sin embargo, toda la semana estuve debatiéndome si ir o no. Fue esta mañana que me decidí, quiero creer que fue por culpa de JiMin, pero la verdad ya no lo sé.

     Quería mantenerlo como un secreto, ir discretamente para ver qué pasaba, pero en cuanto le dije a BaekHyun que iría a la fiesta, se encargó de dispersar el chisme con sus amigos y ahora me están bombardeando con mensajes para preguntar qué clase de alcohol quiero y cuáles juegos de beber me gustan. Por eso es que no me gusta salir a estos eventos, la gente asume que bebes, no les importa preguntar si lo hacen, solo te obligan a hacerlo. Y si bien nunca le he dicho que no a una cerveza, ahora no puedo por la medicación, pero eso es algo que definitivamente no le puedo decir a nadie.

     Ya van tres veces que me cambio de ropa y nada me convence, nada me queda bien. Pero me da igual ya, de todas formas nunca me ha importado mi apariencia y mucho menos tratándose de eventos sociales, me vale cuatro hectáreas de verga africana si le gusto a la gente o no. Al final, opto por una camiseta negra de Pink Floyd y debajo una térmica blanca de mangas largas para ocultar eso.

—Toma tu jodida agua, le escupí adentro, por cierto —dice mi hermano al posar fuertemente el vaso sobre mi mesa de noche.

—Necesitarás más que eso para matarme, niño.

— ¡Deja de llamarme niño! Ya soy un adolescente.

—Solo los más infantiles alardean de que ya les creció pelo en los huevos, niño.

     Como no sabe qué decir, solo se le pone roja la cara por el enfado y da un ruidoso desplante, corre hacia su cuarto y se encierra dando un portazo que seguro mi padre le reprendería si estuviera en casa. Adoro a mi jodido hermano, a pesar de que a veces sea molesto. Ahora que está creciendo, me busca más para conversar, pero en ocasiones no puedo dejar de molestarlo. De todas formas, él sabe que lo quiero y es lo más importante para mí.

     Miro la hora: seis treinta. El plan es ir temprano para irme temprano con algún pretexto, se lo dije claramente al tocino idiota, así que voy a apresurarlo, ya que es demasiado tacaño para pedir un taxi o el auto de su papá, tendré que pasar por él. Tomo mi teléfono para llamarle, me contesta al segundo tono.

¿Hola?

     Maldita sea, esa no es la voz de BaekHyun, es... ¡Park Jimin! ¡JODIDA, PUTA Y REVERENDA MADRE! ¿Por qué chingados lo llamé a él? Me quedo congelado, pensando por un segundo si le cuelgo o no, pero como soy imbécil, termino, otra vez, ofreciéndome para llevar a Park JiMin a algún lado. ¿En qué momento me descuidé tanto? Como sea, me preocuparé por eso más tarde, por ahora le llamo al tocino idiota.

Min.

—Tocino idiota.

¿Vendrás?

—Tenemos un problema.

No me digas que no irás, recuerda lo que te dije que te haría si te arrepentías.

—Si iré, pendejo. Me refiero a otro problema.

Escúpelo rápido, que me estoy afeitando.

—El chico Park irá con nosotros, tendré que pasar por él.

¡¿Qué?! ¡Lo sabía! ¡Sabía que no tardarías mucho en caer por él!

— ¿Quieres cerrar la puta boca? Lo llamé por accidente, todo por intentar llamarte a ti.

Aja~. Los accidentes no existen, Min.

—Como sea, pasaré por ti y luego iremos por él.

¡YoonGi tiene novio! ¡YoonGi tiene novio!

—Si vuelves a decir eso, dile adiós a mi cerebro superior salvándote el culo de repetir otro semestre.

Te veo entonces, Min.

     Perfecto, ahora no solo tendré que ir por Park, ahora también el Tocino idiota se burlará de mí por siempre. Solo espero que no empiece a decir estupideces de camino a la fiesta.

     Estando a punto de salir, siento que olvido algo. Volteo a ver la mesita de noche donde tengo mis medicamentos para la depresión. ¿Debería tomarlos esta noche o no? En la fiesta habrá alcohol y de seguro los idiotas de la escuela intentarán persuadirme para beber. Además, si me niego preguntarán por qué, y en este momento no necesito que nadie se entere de mi condición mental, no quiero la lástima de nadie y tampoco que me miren raro.

     Hace meses que no pruebo una sola gota de alcohol y no planeaba hacerlo hasta dejar el medicamento, pero entonces pienso: la única manera de sobrellevar la interacción social (la cual odio), es estando ligeramente ebrio. Supongo que no pasará nada si decido omitir el medicamento solo por hoy, así podré beber un poco y dejar de odiar tanto a las personas.

     Solo será por hoy.





JiMin

     Estoy impaciente. YoonGi dijo que llegaría en media hora y ya han pasado cuarenta minutos, lo cual no es muy usual en él, casi siempre es puntual. ¿Y si me deja plantado?

—Quedaste bellísimo, JiMin —Jin hyung está arreglando el desastre que hice con mi cabello por saltar en la cama— ¿Listo para conquistar a Min YoonGi?

—Me siento nervioso, hyung. ¿Y qué pasa si no le gusto? ¿Y si me deja plantado esta noche? Ya se tardó un poco.

—JiMinnie, tranquilo. Es una fiesta, todavía es temprano, la gente suele llegar tarde a estos eventos, así que no pasa nada. No debe tardar, sé paciente o de los nervios te hará daño la cena.

—Está bien, gracias, hyung.

     Entonces, la marca personal de YoonGi comienza a retumbar un poco los vidrios de la casa, aproximándose lentamente. ¡Al fin está aquí!

Did you see my bag? Did you see my bag?

     Llamada de "YoonGi hyung", se lee en la pantalla de mi teléfono.

— ¿Hola?

Sal antes de que me arrepienta.

— ¡Ya voy! —Grito emocionado y le cuelgo, casi tirando mi teléfono por la emoción.

     Torpemente me levanto de la silla donde me tenía Jin y corro por mi pequeño bolso a mi habitación. Me despido de mis amigos de la forma más fugaz que puedo, sin escuchar sus advertencias. Me bajo tan rápido las escaleras que casi me parto la madre contra el suelo (como siempre, mi trasero es un imán de golpes).

     Abro la puerta de mi casa con mis manos sudadas y temblorosas, ahí está el Derby blanco de YoonGi con la música más alta que la última vez que llegó así. Cuando me ve, baja los vidrios de su auto y el volumen de la música.

     Sin embargo, dentro de mí algo quiere arder en celos al ver que YoonGi no viene solo. En el asiento del copiloto está el chico con el que usualmente veo a mi futuro novio en la hora del almuerzo o caminando por los pasillos de clase en clase. No le había tomado mucha importancia porque estábamos en la escuela, pero ahora mismo no se siente nada bien verlos juntos. Sobre todo porque es guapo. Jodidamente guapo.

— ¡Vámonos, Park! —Grita YoonGi desde su auto con cara de fastidio.

     Cuando estoy a punto de poner un pie fuera, sentí a Jin tomarme del brazo y me voltea hacia él para ponerme los lentes.

—Ten, bobito, casi los olvidas. No los vayas a perder.

— ¡No tenemos toda la tarde, Park! —Otra vez la voz elevada de YoonGi, haciendo que Jin haga una mueca extraña, como si le desagradara.

—Vete —me ordena en voz baja— y, por favor, si necesitas un rescate, aquí vamos a estar. Llámame e iré por ti cuando sea necesario.

—Lo tendré en cuenta, hyung, gracias —sonrío para él y lo abrazo antes de irme

     Corro para subirme al auto de YoonGi, en el asiento de atrás obviamente, porque el copiloto, donde se supone que debería estar yo, está ocupado por ese chico de fino rostro y bonita sonrisa. Demonios, es más guapo de cerca. Esto no era lo que estaba esperando. Tenía en mente entrar a su auto, solo él y yo, estando a solas y sonreírnos tímidamente como cada mañana, conversar hasta la fiesta y pasar una linda noche, pero esto no es una buena señal. ¿O tal vez es un obstáculo? Sí, eso debe ser. Un obstáculo que tengo que vencer para llegar a YoonGi.

—Hola, hyung —a penas entro, el auto arranca con algo de agresividad, quizá hice enojar a YoonGi por tardarme tanto.

—Hola, Park.

     Mantén la compostura, Park, no seas idiota.

—Hola, YoonGi —intento sonreír cuando me ve por el espejo retrovisor, estoy fingiendo calma tanto como puedo, pero por dentro esto y así:



—Y dime, novato, ¿cuál era tu nombre? —Es el otro chico quien me habla y yo realmente no quiero contestarle, quiero sacarlo a patadas del auto.

—Park JMin, mucho gusto. ¿Y tú eres...?

—BaekHyun, amigo de este amargado de aquí —señala a YoonGi, riéndose, por lo que me obligo a sonreír también, intentando disimular que estoy celoso.

— ¿Y qué música te gusta escuchar?

— ¿Yo...?

—Sí, tú. Ya sabemos que nuestro Min escucha puras cosas del diablo y música depresiva. ¿Tú qué escuchas?

     ¿"Nuestro" Min? ¡Es mío, maldito usurpador!

—Tocino idiota —le insulta YoonGi—, si lo que quieres es persuadir al niño para poner a tu jodido grupito de drogadictos proxenetas, ni lo pienses. Mi auto, mi música.

— ¡Oye! —El chico le dio un golpe en la nuca y se empieza a reír—. Más respeto para BigBang, tus patrones. Además, tus grupos son también unos adictos y no lo ocultan, los míos al menos tratan de taparlo y verse decentes.

—Mi auto, mi música —vuelve a regañarlo, lo cual me da risa y a la vez siento un poquito de orgullo porque YoonGi está poniendo en su lugar al tal BaekHyun. Eso me da alivio, al menos me hace ver que ellos no tienen algo, porque estoy seguro de que YoonGi no trataría así a alguien de quien está enamorado.

     Durante el trayecto converso más con él, trato de incluir a YoonGi en la plática pero él se mantiene casi sin hablar. Es lógico ya que está conduciendo y debe ir enfocado, así que no lo molesto. Sin embargo, entre más hablo con BaekHyun, me siento mal porque no solo es más guapo que yo, también es gracioso y dice cosas que también hacen reír a YoonGi. ¿Cómo no podrá merecer más a YoonGi con esa sonrisa que tiene? Siento que estoy perdiendo puntos, siendo vencido en una competencia que no sé si es real, pero así se siente y mi corazón no deja de apretujarse entre más pienso que quizá a él es mejor prospecto que yo.

     El camino fue bastante largo, pero afortunadamente llegamos antes de que yo empezara a arder más en celos. YoonGi estaciona el auto afuera de una gran casa que parece tener grandes jardines, al menos así lo percibo desde donde estamos. No creí que la fiesta sería en un lugar tan lejano y con tanto terreno baldío por fuera, pensé que sería en una especie de salón o jardín, como en las películas americanas.

     Bajamos los tres del auto y nos quedamos en silencio mientras caminamos por el sendero que lleva al interior de la casa. Creo que el trayecto fue más tardado de lo que conté, porque cuando nos acercamos a la entrada, ya está oscuro. Nos quedamos parados un momento tras la reja de la puerta. Está abierta y cualquiera puede entrar y salir, pero por un momento parece que nadie quiere entrar. Entonces, es BaekHyun quien rompe el incómodo silencio y me hace irritar bastante.

—Esto no era fiesta de disfraces, niño.

— ¿De qué hablas? —Nervioso, jugueteo con el borde de mi camisa, pensando a qué mierda se refiere. ¿Está juzgando mi apariencia que tanto me costó apreciar?

—Entraré de una vez ya que ustedes, par de clones, seguro tienen mucho de qué hablar.

     Dicho esto, suelta una carcajada burlona y entra al lugar de donde ya se escuchan gritos y música muy alta. Cuando nos quedamos solos, yo miro a YoonGi con bastante pena. ¿Por qué el otro tenía que hacer ese comentario? ¡Muchos chicos en la escuela usan el cabello negro y lentes redondos! Imbécil de mierda.

—Eh, gracias por traerme, YoonGi. Hay que entrar, busquemos algo de beber.

—Vamos —nuevamente en silencio, caminamos por el jardín, acercándonos cada vez más a la casa de donde veo entrar y salir gente. Se ve repleta.

— ¿Tan genial soy para ti que ya estás copiando mi estilo? —Demonios, sí se dio cuenta. ¿Por qué tenías qué equivocarte de tinte, Jin?

— ¿Qué? ¿Por qué?

—Vamos, no te hagas el tonto. Hace poco eras una zanahoria descolorida y ahora eres un mini yo, con lentes y todo.

—Oh, eso... —sonrío nervioso, buscando la manera de decirle la verdad sin sonar idiota—. Jin se equivocó de tinte, iba a ser rojo pero resultó ser negro y... pues mis lentes los elegí sin pensarlo, la verdad. Tenía que usarlos porque no veo bien de lejos y tomé los que me hacían ver menos gordo de las mejillas.

—Te queda bien —dice rápidamente y yo me quedo atónito.

— ¿En serio?

—Sí. No te lo había dicho porque no suelo halagar a la gente, pero el color negro te hace ver bien y los lentes igual. Podría decirse que el estilo te queda mejor a ti que a mí.

—No lo creo, tú también tienes tu encanto.

—Lo sé. Ahora entremos —palmea mi hombro levemente y yo me estremezco por dentro por ese bonito contacto. Lo miro embobado porque no puedo creer que acaba de decirme básicamente que le parezco lindo con mi nueva apariencia. Sin embargo, no me puedo quedar con esto, tengo qué preguntarle antes de hacerme más ilusiones o no podré continuar.

—Espera —sin esperar más, busco las palabras y salen. Torpes, pero salen—. Eh, tú y Baek se ven lindos juntos, se nota que llevan tiempo siendo novios, por la confianza que se tienen.

     Maldita sea. ¿Por qué dije eso? ¿Por qué no solo le pregunté si eran novios y ya? ¡Soy tan estúpido, tan inseguro! La mirada de YoonGi me lo dice todo. Comienza a reírse a carcajadas, dejando ver sus tiernas encías rosadas, viéndose precioso pero no lo puedo contemplar como quiero porque estoy que me muero de vergüenza.

— ¿Crees que BaekHyun es mi novio? —Suelta otra carcajada y me empuja por el hombro. Luego de casi ahogarse de risa y hacerme sonrojar, continúa: —No seas estúpido, BaekHyun podrá verse afeminado, pero es más heterosexual que la misma heterosexualidad. ¿Por qué de pronto dijiste eso? ¿Te pusiste celoso, Park?

— ¡No! ¿Celoso? ¡Para nada!

—Yo creo que sí, Park.

— ¿No deberíamos entrar ya? —intento desviar el tema, no puedo seguir hablando de esto. He quedado en ridículo, por supuesto que me puse celoso, pero no voy a admitirlo porque eso me obligaría a confesar que me gusta y todavía no es momento.

—Como quieras —resopla, como si quisiera seguir riéndose, pero finalmente entramos a la casa.

     Al entrar detrás de él, casi me ahogo del montón de humo de cigarro que había en el interior, tengo que tapar mi nariz con la mano. Hay demasiada gente, entre el murmullo de la multitud y los gritos ocasionales, me empiezo a aturdir y a sentir incómodo. A penas son casi las ocho de la noche y ya parece como si fuera de madrugada por la cantidad de basura que hay en el suelo y lo perdida que se ve la gente. Es decir, sí sabía que a veces las fiestas eran salvajes, pero no creí que tanto.

     Envuelto ya en estrés, volteo a todos lados y de pronto ya no veo a YoonGi por ningún lado ¿A dónde se habrá ido? Tengo qué encontrarlo, pero no veo ningún rostro familiar. Ni TaeMin, ni BaekHyun, ni el resto de mis compañeros. No quiero entrar en pánico, pero es justo lo que me está pasando porque hay demasiada gente, poco espacio para moverse y estoy solo. ¿Por qué YoonGi me dejó? ¿En qué momento se perdió? ¿Lo hizo a propósito para enseñarme una lección, por ser un celoso infantil? Asustado y ansioso, camino entre el tumulto de personas ebrias como por media hora buscando a quien sea que conozca.

     Nada.

     De vez en cuando una chica loca y ebria (o tal vez drogada) levanta su camiseta para mostrarme sus pechos al pasar, varias personas me empujan e intentan darme alcohol. Siento una desesperación inmensa y unas ganas terribles de llorar e irme en ese momento. Me pisan, empujan, me ensucian con líquidos de dudosa procedencia, me jalan el cabello e incluso alguien intenta besarme, pero yo huyo de eso todo lo que puedo, sin encontrar una salida de este laberinto caótico de universitarios ebrios.

     Debo irme, no quiero estar aquí. Todo se salió de control, YoonGi no está, mi fiesta de novatos no es lo que esperaba, se arruinó por completo y comienzo a pensar que quizá esto fue un error. Quizá esta es la señal de que YoonGi no es para mí. ¿Volví a interpretar mal las señales?

     De algún modo, después de volver a ser empujado y pisoteado, logro llegar hasta un jardín donde no hay tantas personas, atravieso el camino hasta que consigo un lugar silencioso para poder llamar a Jin. Mis manos tiemblan, mi cabello y ropa apestan a no sé qué tantas cosas y mi rostro está tan sudado que puedo ver las gotas saladas bajar por mis pestañas. Necesito un rescate.

     Saco mi teléfono de mi bolso y busco el número de Jin con desesperación, pero mi vista se torna borrosa por un momento y me tambaleo ligeramente. Estoy un poco mareado por la tensión que me generan las multitudes, incluso tengo ganas de vomitar.

     Pero antes de que pueda llamar a Jin, escucho una voz familiar a lo lejos y mi cuerpo descansa.

— ¡JiMin!

— ¡TaeMin, idiota! —En cuanto lo veo, le doy un golpe en el hombro, pero luego lo abrazo por lo ansioso que estoy y me pongo a llorar.

—Hey, tranquilo Minnie, ¿qué pasa? ¿Por qué lloras? —Me pregunta, huelo su aliento claramente a alcohol, ya está algo borracho, pero al menos está conmigo.

—Me perdí, YoonGi estaba conmigo un segundo y después ya no, estaba por irme.

—No puedes irte, no lo harás. ¡Debes disfrutar la fiesta!

—Realmente no me siento bien, prefiero llamarle a Jin hyung para que venga por mí.

—No, ni de chiste, ven acá, te juntarás conmigo y con mis amigos.

—Hey no, no quiero —pero sin permitirme hablar más, me jala hacia un grupo de chicos que, asumo, son sus amigos y entre todos me toman de brazos y piernas. TaeMin les dice que me suelten, pero ellos no hacen caso.

     Comienzo a entrar en pánico, no sé qué van a hacerme. Trato de gritar, pero la voz no me sale. Lo siguiente que siento es el tubo de un embudo entrar en mi boca y me obligan a tragar el contenido de un vaso rojo. Escucho a TaeMin gritar "¡Les dije que no le dieran de eso, suéltenlo!"

     El líquido que pasa por mi garganta me escoce, es amargo y dulce a la vez, es alcohol pero no puedo diferenciar qué más tiene. Cuando me sueltan, caigo de rodillas en el suelo, comienzo a sentirme mareado. Busco a TaeMin, pero veo borroso. Intento ponerme de pie, pero mi cuerpo no me responde como quiero.

     Y entonces, oscuridad total.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro