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﴾12. Confundidos﴿



YoonGi

     Los siguientes tres días en la escuela, los dediqué a esconderme de Park JiMin. ¿En qué demonios estaba pensando cuando entré a ese maldito café a buscarlo? Ahora no puedo borrar de mi mente sus gestos, la conversación que tuvimos, la inocencia tan tonta y adorable a la vez con la que ve la vida. Ese día debí estar muy loco o muy distraído como para lanzarme de esa forma, pero aun así lo hice. Se supone que no debo involucrarme con nadie de la escuela por mi propio bien, salvo con BaekHyun, porque no tengo opción. ¿Pero JiMin? Es una persona cliché, del tipo que me desespera, pero ese día me dejé llevar por su cara de cachorro apaleado. Sí, debió ser eso, solo sentí lástima de su ignorancia y movió algo en mí, algo que me hizo sentir compasión por él y por eso le presté mi libro favorito, el cual ya doy por perdido porque no quiero volver a hablar con él en mi vida. No quiero ser su amigo, no quiero ser nada de él.

     Sí, fui débil y estúpido, me dejé llevar solo porque físicamente es lindo, pensé con la verga, lo admito. Aunque no me sentí mal en ese momento, ahora me arrepiento de haberme acercado, primero, porque me vi ridículo yendo a entrometerme como una señora de mercado y segundo, porque ahora Park JiMin no deja de mirarme, sonreírme y saludarme de lejos en la escuela. Siento que, de alguna manera, me sigue como un perrito faldero porque me lo he encontrado excesivas veces en los pasillos.

— ¿YoonGi? —Mi mirada se encuentra, nuevamente, perdida en el café vecino, ¿buscando qué? — ¡Min YoonGi! —. Vuelvo a la realidad, pues Baek no deja de gritarme como un idiota.

— ¿Qué chingados quieres? —dejo caer agresivamente mi puño sobre la mesa, haciendo sacudir los libros y el café sobre ella.

—Estabas explicándome los pares craneales y de pronto te fuiste, ¿está todo bien?

—Claro que está todo bien, idiota —siento mi cabeza doler, froto mis sienes como un reflejo extraño, me siento distraído—. Una vez más, ¿cuál es la función del nervio facial y qué áreas compromete?

—Van tres veces que te lo digo, YoonGi, pero dejaste de prestarme atención.

     Maldita sea, ¿qué me está pasando?

—Terminamos por hoy —cierro de golpe el pesado libro, lo cual hace enfadar claramente al idiota de mi amigo.

—Oye, estás raro hoy, en serio. Esto es diferente a cuando no duermes o cuando se te olvida tomarte tus medicamentos.

—Solo no dormí bien —contesto con molestia, detesto que se comporte como mi papá a veces.

—¿Seguro? ¿Tomaste hoy tu medicamento?

—Que sí, mierda, sí lo tomé ésta mañana y anoche también.

—Ya, no te molestes, solo me preocupo por ti, amigo.

—No te preocupes tanto, no eres mi papá —él suspira, viéndome con decepción, puedo sentirlo, es esa misma mirada que mi papá me lanza cuando hago algo que no le agrada.

—Pero sí tu mejor amigo, solo quiero que estés bien.

—Lo estoy, me iré a casa a dormir, me duele la cabeza. ¿Quieres que te lleve a la tuya?

—No, me quedaré un poco más a repasar. Promete que mañana estarás bien, te necesito para pasar este maldito examen y dejar de arrastrar esta materia.

—Ya veremos —le doy un zape bien merecido en la cabeza, pero amistoso, no importa porque es nuestra manera de llevarnos. Entonces, finalmente guardo mis cosas, dejo el dinero de mi café y me voy, caminando sin un rumbo específico, pues en realidad necesito estar solo un momento para pensar.

     Afuera, el calor es un poco sofocante y no lo soporto, me hace sentir más irritable que antes, siento una inmensa frustración en este momento y todo me fastidia, no me puedo concentrar. Para ser sincero, sí olvidé tomar el medicamento esta mañana, pero eso no significa que solo por tener un poco de depresión y olvidar el medicamento, ya me vuelva un inútil. No, esto que me pasa tiene que ver con otra cosa, la cual tiene nombre y apellido.

     No quisiera adjudicarle a ese niño cliché tanto de mi malestar, pero es que no entiendo por qué me he concentrado tanto estos días en evitarlo precisamente a él, cuando generalmente evito a todas las personas sin discriminación alguna, sin darme cuenta ya lo hago automático, porque así soy yo.

     Pero el hecho de que esté gastando tanta energía mental al grado de irritarme, solo por estar pensando en JiMin, eso me intriga. ¿Me incomoda su persona? Sí, en cierta manera, es demasiado rosa para mi gusto. ¿Lo odio? No específicamente, no ha hecho nada para molestarme, solo ha estado ahí siendo torpe y llorón en mi presencia. Trato de razonar, volviendo a mi argumento de que JiMin es el tipo de persona con quien me aburre relacionarme, pero supongo que he de seguir pensando con el pene, pues cuando cierro los ojos, su sonrisita boba y sus ojos llorosos están ahí, al igual que su impresionante culo y su cintura pequeña.

     Maldita sea. ¿Por qué carajos tuve que meter la nariz donde nadie me llamaba? Pude haber dejado al chico llorando ahí, que siguiera sufriendo y llegara a rescatarlo su amigo con complejo de madre. Es más, en la escuela bien pude haberlo ignorado e irme a otro lado, sin importarme una mierda si se perdía en su primer día. ¿Por qué simplemente no dejé pasar eso? ¿Por qué le presté un libro? ¿Por qué tuve que darle razones para buscarme?

     Si a Park se le ocurre abordarme en los pasillos, no tengo idea de qué hacer o decir. Lo menos que quiero es ser amigo de alguien tan sentimental como JiMin. Seguro es ese tipo de persona que le gusta platicar sobre sus problemas y pedir consejos, además llora fácilmente y yo odio ver a la gente llorar. ¡¿Pero por qué sigo pensando en eso?! ¿Por qué me genera tanta ansiedad? Al menos no tiene mi número de teléfono.

     Un pensamiento extraño y estúpido se me pasa por la mente: quizá me gusta. Mientras camino, viendo el cielo azul y yendo a ningún lado, dejo que me guíe ese pensamiento demasiado tonto y comercial de que "del odio al amor solo hay un paso", pero yo no lo odio, solo me desagrada, pero a la vez me doy cuenta de que siento una curiosidad extraña por saber cómo sería JiMin si le enseño lo que sé, si de pronto descubro que le gusta lo mismo que a mí y tal vez no sea un aburrido superficial y fantasioso, de esos que les gusta leer a John Green y creen en estupideces como el destino o las almas gemelas. O tal vez simplemente me sentí atraído porque no es la misma mierda gris y deprimente que todos los días vivo. Él tiene inocencia, tiene curiosidad, quizá podría solo acercarme un poquito...

     No. Yo no podría. Min YoonGi nunca da el primer paso para nada, nunca, mucho menos con una persona que me atrae. Me prometí a mí mismo que, por mi bien e incluso si muero solo, no volvería a acercarme primero, pues todas las veces que lo hice, las cosas se fueron a la mierda muy rápido y todas las ilusiones que tenía, se apagaron y ahora no permitiré que se vuelvan a encender. Jamás.

     Sin embargo, rompí esa promesa personal al dar ese primer paso con JiMin sin siquiera darme cuenta. Pero, ¿eso cuenta? No sé si acercarme a consolarlo en un momento de vulnerabilidad y ofrecerle mi amistad, cuente como un primer paso hacia algo más. No debería. Solo le ofrecí mi amistad, nada más.

     Sí, es eso. Piensa con la cabeza fría, YoonGi. Entonces, la conclusión es que solo le ofrecí mi amistad porque sentí compasión. No, no me gusta, no más que una simple atracción física que me puedo quitar de encima con una paja. No me gusta Park JiMin, solo podría tener, remotamente, una amistad con él. Punto.

     En este momento de mi vida, ni siquiera puedo pensar en tener algo romántico con nadie, así que debo cortar ese pensamiento arbitrario de "quizá me gusta". Además, si así fuera, todo saldría mal, estoy seguro. Primero, porque las relaciones humanas me dan una pereza inmensa y segundo, porque no estoy bien.

     Sertralina, mirtazapina, quetiapina, fluoxetina y montones de medicamentos más han sido mis acompañantes durante algunos años de mi vida, hasta la actualidad. A los quince años, las cosas se salieron de control en casa e intenté mandar mi vida a la mierda, así que mi padre me internó en el hospital psiquiátrico y lo que obtuve fue un diagnóstico de trastorno depresivo y ansiedad social, aburrida terapia y pastillas de colores que me hacían sentir dopado, a veces con la mente en blanco o adormecido, pero ayudándome a sobrellevar todo.

     Pero no siempre me han ayudado tan bien. Me han cambiado tantas veces de medicación, que he sentido que no vale la pena seguir tomándola, que me puedo ir a la mierda con todo y mi depresión y vivir hasta donde mi mente me lo permita, pero si aún sigo aquí es por mi hermano, por mis abuelos, por mi papá, por BaekHyun, incluso, pero a veces tengo días en los que simplemente me quiero desvanecer en el aire. ¿Ven? No estoy bien, por eso evito a la gente, porque sé que, si me acerco, todo saldrá mal. Seré juzgado y lastimado nuevamente, así que no vale la pena.

     Otra cosa que pienso, es que quizá el día que me metí sin permiso en los asuntos de Park, fue porque mis neurotransmisores decidieron trabajar adecuadamente y obedecer a los mandatos del medicamento, pero en la noche no pude dormir y al siguiente día todo seguía siendo gris y sin sentido.

     Así que, por mi bien, no puedo ser más que un amigo lejano de Park JiMin, no solo porque me molestaría mucho si decide juzgarme por quién soy sino porque, muy en el fondo, temería hacerle daño a su fragilidad con la actitud de mierda que a veces tengo.

     Él jamás podría entender lo que me pasa. Nadie puede.



JiMin

     Hoy es domingo y Jin trabaja en el restaurante hasta las ocho de la noche o a veces un poco más, así que no hay presión para hacer las labores o levantarnos temprano, por lo que HoSeok se ofreció a hacer el desayuno, mientras yo estoy tirado en el sofá, tonteando en redes sociales aún en pijama, despreocupado y tranquilo. También, hoy se cumplen cinco días desde mi desastrosa cita con JungKook y siento que ya lo he superado casi por completo, pero HoSeok sigue preocupado por mí y, de hecho, siento que esa es la razón por la que hoy se levantó con una actitud muy complaciente, mucho más que otros días, pero insistiendo con que quiere saber cómo estoy respecto a ese asunto de JungKook, a pesar de que ya le he dicho varias veces que estoy bien.

— ¿Estás seguro de que ya te sientes mejor? Sabes que puedes hablar de eso siempre que lo necesites, JiMin-ah —grita desde la cocina.

—Estoy mejor —contesto sin mucho entusiasmo, comienzo a irritarme porque no deja el tema, pero intento disimularlo y ser amable—. De verdad, pueden dejar de preocuparse, fue algo desagradable, pero ya pasó.

—Lo sé, pero me siento culpable todavía, debimos decirte desde el principio, yo debí contarte todo lo que pasó entre ellos, aunque Jin se enojara conmigo —él vuelve al comedor con el sartén y yo me acerco para ayudarle a servir todo. Pero lo que HoSeok me dice no me hace sentido, no cuadra con su actitud de antes.

—Pero tú me dijiste que no sabías exactamente qué pasó, porque estabas de viaje —me cruzo de brazos, de pronto la situación se pone incómoda, él hace una mueca y se sienta frente a su plato, solo viendo humear el desayuno.

—Lo siento —suspira y me mira con culpabilidad—. No te dije porque creí que no era un asunto en el que yo debía meter mi cuchara, creí que tal vez JungKook había cambiado, pero me equivoqué... nos equivocamos. Jin y yo somos tan responsables de tu dolor como JungKook. Perdóname por mentirte.

     Aunque me siento algo traicionado e irritado, esto me parte el corazón. Si hay algo que me duele bastante, es ver que otros se sienten culpables o tristes a expensas de mí. No me gusta ocasionar aflicción en las personas cercanas a mí, ni siquiera por accidente. Me siento frente a él y tomo su mano para llamar su atención.

—Hey, no pasa nada —sonrío para él, me corresponde, pero puedo notar que aún no está del todo feliz—. De verdad, no tienen qué preocuparse ya por ese asunto. Estoy bien, comprendo que todo lo que pasó fue inesperado y que Jin también se siente mal por eso, pero ya no me siento triste. Tal vez solo un poquito enojado con JungKook, pero ya no me importa como al principio. Jamás podría enojarme con ustedes por esto, no te discuples, Hobi hyung.

—Gracias, pequeño. Eres tan lindo y puro, JiMin. No entiendo cómo puedes tener un corazón tan noble en este mundo tan cruel, te hace falta malicia, ser más rudo y enojarte más.

—No con ustedes —le doy un pequeño empujón y acerco los cubiertos para que podamos comer—. Solo con JungKook y todos los que se le parezcan.

—Con eso basta —ahora siento que ya el ambiente entre nosotros se ha aligerado y podemos comer sin sentir un nudo en el estómago, dejando que el domingo fluya tranquilo, mientras nos encargamos de nuestras labores de forma holgada y con la música a todo volumen.

     Me alegra bastante que las cosas se hayan aclarado entre nosotros, pues mi conciencia está más ligera y, aunque aún tengo algunas preguntas incómodas que jamás le haré a Jin sobre su vida, lo mejor es que dejemos el tema de Kook por la paz.

     El tiempo que ha transcurrido desde ese caótico día, se ha sentido tan extraño como reconfortante. Sí, el nombre de JungKook se ha mencionado varias veces en la mesa mientras comemos, pero ya no me causa más conflicto. Por supuesto que estoy enojado y jamás aceptaré su propuesta de ser amigos. Me siento cómodo y feliz de haber tomado esa decisión, incluso si mi primer intento por encontrar al amor de mi vida fracasó, no pierdo la esperanza, sobre todo porque sigo alerta a las señales.

     Durante la semana, he estado más que atento a cualquier chico que pudiera ser el indicado, pero curiosamente no he podido dejar de pensar en YoonGi. Sin exagerar, me lo he encontrado repetidas veces a lo lejos en los pasillos y nos hemos saludado. Lo he notado tímido, pero supongo que es normal, él es introvertido y está bien, por lo que trato de no ser invasivo y esperar a que el destino me ponga en frente las señales que debo seguir, mientras vivo mi nueva vida de universitario libre, feliz y gay en Seúl.

     Pienso en eso mientras estoy intentando leer. Ya hemos acabado las labores y me quedé solo en casa, con suficiente tiempo y tranquilidad para estudiar y hacer mi tarea. Sin embargo, no puedo concentrarme como quisiera, pues mi mente me lleva de nuevo a ese día y las palabras tan certeras de YoonGi pasan por mi mente una y otra vez. Cuando pienso en él, siento que es tan inteligente y está tan despierto, que piensa con tanta sabiduría y puede ver todo desde otro punto de vista. Todo lo que me dijo el día de la desastrosa cita, me ayudó tanto y pude ver más allá de la molestia que me causó al principio. Realmente se nota que es culto y quizá la gente no lo comprende, por eso siempre está solo y tiene un amigo nada más. Tal vez él hace amigos de forma diferente, por eso era tan crudo al principio conmigo, pero luego de ese día, pude ver que realmente es una buena persona y no todo lo que he escuchado de él.

     Porque sí, me han llegado más rumores en estos días. Todos dicen que es un amargado, que odia a la gente, otros dicen que pone el pretexto de tener fobia social para no acercarse a nadie, que está en la carrera de Medicina solo por obligación, porque su papá es el rector. Imbécil, pedante, agresivo, ermitaño, deprimente, aburrido, con todos esos adjetivos espantosos lo han descrito, pero yo sé que no es así. Ese día, yo vi a un Min YoonGi amable y empático. Si fuera todo eso que la gente dice de él, jamás se hubiera preocupado por quitarme a JungKook de encima, no me hubiera prestado un libro ni aceptado ser mi amigo.

     Ahora mismo no puedo quitarme de la cabeza a YoonGi, incluso hasta tengo ganas de acercarme a él uno de estos días para conocerlo un poco más, pero temo perturbarlo. Quizá el único pretexto que puedo poner, es el libro que me prestó, el cual ni siquiera he tenido tiempo de leer por lo atareado que estoy por la escuela. Tal vez podría tomarme un descanso de la pesada lectura de anatomía y hojear un poco el libro.

     Me levanto de mi escritorio, estirando mi espalda algo tensa por la posición encorvada en la que permanecí. De la mochila, saco el libro y me tumbo en la cama, dispuesto a leer un poco. YoonGi no mentía, esto es muy diferente a lo que estoy acostumbrado a leer y me cuesta un poco entender el contexto, pero me gusta y supongo que él espera que lo lea, sería una falta de respeto no leer el libro favorito de alguien que salvó, así que continúo, haciendo un gran esfuerzo para concentrarme.

     Es interesante y tiene tonos bastante nostálgicos, me provoca sentimientos encontrados, añoranza, tristeza y enojo al mismo tiempo, en esas emociones me permito nadar, hasta que, de pronto, me doy cuenta de que ya he avanzado bastantes páginas, pero no puedo parar. Cuando ya mis ojos se están cansando, de pronto noto una frase que me es sumamente familiar... La leo una y otra vez, para asegurarme de que no estoy inventándola solo porque mi vista está agotada. ¿Será posible? ¿Es pura casualidad o es esto una señal?

     "Cuando el amor ha de ser inolvidable, las casualidades deben volar hacia él desde el primer instante..."

     A penas puedo contener el grito en mi garganta, porque esto no puede ser mera coincidencia. Años atrás, cuando conocí a NamJoon y le abrí mi corazón y mi curiosidad, él dijo exactamente eso cuando le pregunté cómo podría saber si alguien era para mí. Lo recuerdo casi como si fuera una película que puedo reproducir en mi mente cuando quiera, es algo que jamás podría olvidar porque marcó mi vida de una manera importante e incluso anoté la frase en una libreta, pero jamás supe el nombre del libro y ahora, justamente es el que tengo en mis manos y le pertenece a... a la persona indicada. ¡Esto es una maldita locura! ¿Podría ser más perfecto? Para nada, es como si el mismo destino hubiera preparado esa pista en mi pasado para presentarme en el presente al chico perfecto para mí. No podría ser de otra manera, estoy seguro, nunca estuve tan seguro de algo en toda mi vida. ¡YOONGI ES EL INDICADO! ¡LO ES, ES ÉL!

     Es todo, ya no puedo concentrarme más en otra cosa, solo en su bonita sonrisa sarcástica y sus profundos ojos oscuros, estoy volando en montones de nubes de ilusión por ese gran amor que me espera, pero ahora que he conocido un poco a YoonGi, me doy cuenta de que él es como este libro, al principio no lo entendí y me sentí desconcertado porque no estaba acostumbrado a personas como él, pero está lleno de tantas cosas buenas que la gente no conoce porque, como dicen, juzgan al libro por su portada, pero yo estoy seguro de que, si me acerco a él, lograré leerlo y descubriré el resto de la bonita persona que seguro es, porque de otro modo, ¿por qué me prestaría algo tan importante como su libro favorito? Todo parece tan irreal, pero a la vez me permito fantasear con él, con todas las cosas maravillosas que tiene por mostrarme.

     Min YoonGi, prepárate para ser el amor de mi vida.



     Casi no pude dormir anoche, pues mi cuerpo y mente estaban demasiado energizados como para conciliar el sueño y, aunque eso me dio tiempo de estudiar un poco más, pagué las consecuencias de estar despierto, pues allá abajo claramente escuché a HoSeok y TaeHyung coger como un par de perros en celo, extremadamente ruidosos e incómodos... Definitivamente me hice una nota mental: cuando yo tenga sexo, jamás haré esos sonidos tan desagradables que escuché en la sala.

     Cuando al fin el par de bestias se callaron a eso de las dos de la mañana, logré dormir un poco enfadado, pero no me costó despertarme, pues lo que me motivó a estar de pie fue la sensación de tener un remolino en el pecho, lo puedo nombrar como ilusión por ir a la escuela para poder ver a YoonGi, es una dulce intranquilidad, una hermosa ansiedad generada por mis deseos de ver al destino caminar por el pasillo de la escuela, dándome los buenos días y esperando por pertenecernos mutuamente. Con esas emociones, me siento más bonito cuando me miro al espejo e incluso me tomo el tiempo para arreglar mi cabello y ponerme algo de maquillaje suave, incluso con el naranja deslavado que no combina con mis labios ligeramente rosados, siento que me veo increíble. ¿Y cómo no? Es el amor que me está llamando y embelleciendo para esa persona especial.

     Ya con mis cosas listas, bajo las escaleras y encuentro a TaeHyung y a HoSeok bien entrepiernados en el sofá con una manta encima. De verdad que son descarados, como para pasar la noche desnudos y amanecer así.

     Al parecer, mis pasos al bajar alertaron a TaeHyung, pues se exalta cuando me ve. Tiene a HoSeok de su cucharita pequeña y a este babeándole el brazo. Me parecería una escena tierna si no los hubiera escuchado en pleno apareamiento.

— ¡JiMin! Qué pena que me veas así —Tae habla entre susurros, tratando de cubrir a HoSeok un poco más con la manta.

— ¿Quién está ahí? —balbucea y me da la espalda, por lo que retiro mi mirada porque en el movimiento, se destapó y por poco le veo el trasero desnudo.

—Es JiMin, mi amor, vuelve a dormir. Te despertaré más tarde para almorzar —dicho eso, HoSeok vuelve a quedarse profundamente dormido. Tae cuida no despertarlo mientras saca su brazo de abajo de la cabeza del pelirrojo. Se levanta cautelosamente y por un segundo creí que estaría desnudo, pero tiene puesto un pantalón de pijama azul. Menos mal.

— ¿Dónde está Jin? —me retiro hacia la cocina, sin perturbar más el sueño de Hobi, TaeHyung me sigue, ya vestido con una camiseta que estaba en el suelo, su cabello rubio está todo enmarañado y sus ojos hinchados por el recién despertar.

—Ni idea, no llegó anoche, la camioneta no está y tampoco bajó a regañarnos por el ruido.

— ¿Y dónde podría estar?

—No sé —se encoge de hombros sin importarle mucho y saca del refrigerador la jarra de agua fría, mientras yo busco qué desayunar.

—¿No te parece raro? Jin siempre nos avisa cuando va a llegar tarde del trabajo, que no llegara a dormir me preocupa un poco.

—Tranquilo, hoy es su día libre, seguro quiso salir a algún bar a disfrutar y se fue a coger con alguien. No tiene que avisarnos cada movimiento que hace, es mayor que nosotros, puede cuidarse solo.

—Bueno... no me parece convincente, pero tienes razón.

— Por cierto, ¿nos escuchaste anoche? —pregunta despreocupado, pero yo no puedo dejar de pensar en Jin.

—Sí, gimes como una jodida vaca y no me dejaste dormir —contesto con algo de molestia, pero él se lo toma a juego y su humor me aligera un poco la preocupación.

—Serás idiota —suelta una discreta carcajada y me da un empujón en el hombro—. Seguro tú haces como una actriz porno y digo actriz porque tu voz aguda ha de sonar como la de una chica. Seguro que en lugar de "hyung", has de gemir "oppa". ¿Seguro que no tienes vagina?

—Al menos no parecerá que estoy mugiendo —le regreso el golpe y ambos nos reímos de nuestras tonterías. Me gusta la amistad que hemos formado, a pesar de que su humor sea algo pesado a veces.

—Sí, como sea. ¿Qué haces levantado tan temprano, enano? Todavía falta algo de tiempo para que tomes el bus.

—Solo decidí madrugar este día, para alcanzar a desayunar bien ¿Quieres que te caliente algo?

—No, gracias. Cocinaremos algo más tarde, tú haz lo tuyo, Chim Chim —sonríe ampliamente, luego bebe su agua fría y se retira al sillón, lo siguiente que escucho es a HoSeok quejarse y a TaeHyung pujar al levantarlo y para llevárselo a descansar a su habitación y, por si las dudas, me pongo mis audífonos mientras hago mi desayuno. No tengo ganas de escuchar más sonidos sexuales por ahora. Al menos no ajenos.



     Comencé a preocuparme cuando se dieron las siete y media y no había rastro de Jin. ¿Debería preocuparme demasiado? No lo sé, TaeHyung tiene razón, Jin es un adulto independiente con absoluto control sobre su vida, pero es raro que no nos avisara que no pasaría la noche en casa. Mientras lavo mis dientes, le llamo un par de veces, pero no hay respuesta y eso comienza a alterarme más. No quiero parecer una mamá controladora, pero al menos de lo que llevo conociendo a Jin, él no suele desaparecerse y siempre nos invita a que compartamos nuestra ubicación por seguridad, especialmente cuando estamos en otro lugar además de la escuela. A pesar de lo preocupado que me siento, no me queda de otra, más que tomar mi rumbo a la escuela y estar al pendiente del teléfono.

     Antes de salir, rocío un poco de aromatizante porque este par de puercos dejaron a sala oliendo a sus fluidos. Una vez que quedo satisfecho, tomo mis cosas y salgo por la puerta principal. Cuando cruzo el pórtico, la camioneta de Jin se estaciona lentamente frente al portón y me siento aliviado de verlo llegar, pero mi felicidad cae por los suelos cuando veo al copiloto.

     JungKook.




VOLVÍ, BITCHES.

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