﴾10. Min Chismoso YoonGi﴿
YoonGi
Llevamos en este café aproximadamente una hora, ya llevo dos tazas y tengo los nervios de punta. No logro hacer que BaekHyun se memorice, aunque sea, las respuestas del examen de esa materia que reprobó y debe recuperar este semestre o no podrá titularse. Sinceramente, ya me rendí, estoy fastidiado y con ganas de largarme a mi casa, pero es mi amigo y además está pagando mi café con tal de que le tenga paciencia para asesorarlo, tendré que soportarlo.
—Inténtalo de nuevo —suspiro en señal de fastidio, mi cabeza ya ha empezado a doler—. Nombra los lóbulos cerebrales y una función que cumpla, con que pongas eso en el examen pasarás con seis.
—De acuerdo —está tan rendido como yo, lo veo en su cara—. Frontal, funciones ejecutivas. Temporal, memoria. Occipital... ¿reacciones emocionales?
—Suficiente, ya no puedo más —cierro el jodido libro y me rindo—. Haz un acordeón, anótate las respuestas en los dedos o yo qué sé, pero ya llegué a mi límite.
—Oye, vamos, no seas tan cruel. Además, todavía tengo tiempo para estudiar, me quedan un par de semanas todavía para dar la prueba. Anda, te pagaré o te compraré más café y pasteles.
Qué penosa situación. Llegar al grado de comprarme café y comida ya es un signo de desesperación real en BaekHyun.
—De acuerdo, pero por hoy ya no puedo, estoy fatigado mentalmente.
—Bien, te daré la tarde libre porque tengo cosas por hacer.
—¿Una cita con tu dildo?
—Qué gracioso eres, me matas de risa —rueda sus ojos, lo cual me hace reír porque es divertido molestarlo.
—Bueno, nos vemos mañana, eres libre de estudiar por ahora.
—¿Te irás ya?
—No, terminaré mi café, leeré un poco y luego iré a casa.
—Entonces hasta mañana.
—Saluda a tu dildo de mi parte, tocino idiota —él vuelve a fastidiarse, pero al final ríe conmigo porque esa broma entre nosotros nunca se gasta, siempre seguiré molestándolo con eso y él siempre negará su naturaleza.
Cuando se va, logro sentirme más tranquilo. Aunque aprecie a mi amigo, ya he tenido suficiente compañía durante el día. Con la multitud en la escuela tengo para fastidiarme y querer pasar la tarde a solas en casa, pero BaekHyun insiste en que lo ayude a estudiar. La soledad es algo que aprecio mucho, necesito de un tiempo a solas cada día para no volverme loco en este horrendo mundo lleno de gente estúpida.
Me encuentro en una zona donde hay mucha concurrencia de gente debido a los numerosos establecimientos de café que hay. De hecho, es la misma zona céntrica donde ayer me encontré al zonzo de Park JiMin y lo llevé a casa porque parecía un perrito perdido... uno muy lindo e ingenuo. En fin.
Saco un libro de mi mochila y comienzo a hojearlo para buscar la parte donde me quedé, pero no logro concentrarme en absoluto, así que regreso mi mirada hacia la ventana. Desde el segundo piso donde estoy, puedo contemplar el lejano paisaje de la ciudad y en cierto modo, me da paz estar aquí, aunque esté muerto por dentro y las cosas no vayan bien en mi vida desde hace años.
Por allá a lo lejos, hay una pareja besándose (qué asco), un niño haciendo berrinches (qué asco x2), dos personas en una bicicleta, la pequeña plaza con su kiosco en el centro, un chico tocando el saxofón tranquilamente y recibiendo dinero de los transeúntes y... ¿es posible? Me veo en la necesidad de ponerme mis lentes para ver con más claridad y lo que me encuentro me deja muy sorprendido. El zonzo de Park JiMin, acompañado por un chico de cabello castaño y camiseta amarilla. ¿Será su novio? Interesante. Seguro será quien le quite la virginidad a ese maravilloso culo redondo que tiene, se nota que le hace falta una buena cogida para dejar de ser tan tímido y gruñón.
¿Qué? No me miren así, me enteré de su virginidad a penas esta mañana cuando le entregué su mochila y sin querer escuché las burlas de sus amigos, pero lo dejé pasar. Lo único que quería esta mañana era alejarme de la multitud de estudiantes ruidosos y ponerme a leer solo en algún rincón.
Generalmente no soy un chismoso, no me gusta meterme en la vida de las personas, porque la verdad me importa una mierda lo que les pase, pero la curiosidad puede más en mí, así que comienzo a observarlos.
Veo al chico Park y a su cita entrar al café que está justo frente al mío, así que, por pura curiosidad, bajo al lobby y me siento en la mesa junto a la ventana para poder observar más detalladamente. Los veo actuar cursis y me da mucho asco, ¡ugh! De verdad el contacto físico diferente al sexo me parece repulsivo e innecesario, por eso no suelo tener mucho contacto con las personas porque mi espacio personal es muy preciado para mí y me siento sofocado si alguien me abraza o se me acerca demasiado por más de un segundo. Ya he tenido problemas antes con mis parejas porque no me dejo abrazar ni tocar suficiente, por eso es que estoy solo y moriré solo. Sí, me considero un amargado y no me da pena decirlo y no, no me hace falta una buena cogida para dejar de ser tan amargado, en mí no aplica porque yo soy diferente al resto.
Como sea, sigo observando mientras finjo leer. Tras varios minutos de analizar su comportamiento, puedo deducir que el chico castaño es novio de Park. La camarera les lleva a la mesa una enorme rebanada de pastel con una bola de nieve encima y sus cafés. Comienzan a conversar por un rato, pero puedo notar cómo JiMin está tímido al comerse el pastel, seguro ha de ser de esas personas que no les gusta comer frente a otros o simplemente es un vanidoso y no quiere comer para no engordar.
Entonces algo extraño sucede. De pasar a estar sonriente y mimoso, el chico Park se cohíbe, noto que su semblante empieza a parecer el de alguien que va a llorar y... en efecto, lo hace. ¿Su novio habrá terminado con él? Intenta irse, pero el otro lo retiene y eso me hace hervir la sangre de pronto, no sé por qué. ¿Quién se cree para retenerlo de esa forma? Claramente JiMin está armando un escándalo innecesario, pero algo debió haber pasado para que reaccionara de esa forma, aunque bueno, de lo poco que he interactuado con él, parece que tiende a hacer un drama de todo.
Sin embargo, ahora sí parece realmente herido. Lo veo gritarle, todos los demás se le quedan viendo, luego se mete al establecimiento y el otro está que se arranca los cabellos, seguro muriendo de frustración. Probablemente se merecía esos gritos, entonces veo que el tipo ese lo sigue. ¿Qué no le ha quedado claro que el otro ya no quiere hablar? Patético.
De pronto, un pensamiento extraño pasa por mi cabeza: debería ir a rescatarlo por cuarta vez. ¿Por qué siquiera estoy pensando eso los? Seguro el chico me odia por las veces que lo insulté... pero si lo ayudo, tal vez podría disculparme, a fin de cuentas, es lindo y quizá luego me lo pueda tirar.
¿Qué? Bueno, a veces puedo ser un idiota sarcástico y sentirme muerto por dentro, como si la vida no tuviera sentido, pero también puedo experimentar culpa por lo que hago, no soy de piedra.
Estoy algo nervioso porque nunca hago por nadie esta clase de cosas, normalmente suelo evitar a la gente que sufre porque odio ver gente llorar, pero este chico Park tiene algo que llama mi atención.
Sin pensarlo mucho, dejo el dinero de mi café sobre la mesa, junto con un poco de propina, recojo mis cosas y salgo del café. La calle está transitada por algo de gente, por lo que paso desapercibido cuando cruzo al otro lado. El tipo sigue ahí, sentado en su mesa del principio, viendo cómo se derrite el helado sobre el pastel.
Cruzo miradas con el chico de la camiseta amarilla, el cual tiene la cara más amargada que he visto en el mundo, además de la mía que veo en el espejo todas las mañanas.
—Disculpa —le hablo, fingiendo amabilidad—. Estoy buscando a un chico, Park JiMin, quedamos de vernos para estudiar hoy. ¿Lo conoces?
— ¿Qué? —hace una mueca de desagrado e intenta irse, pero le obstruyo el paso. No es para nada feo, de hecho, me lo podría tirar aquí mismo, pero igual no puedo evitar sentir desagrado al estar frente a él.
—Sí, es bajito, cabello naranja y una cara de angelito, ¿lo has visto?
—No sé de quién me hablas —sí, claro, mentiroso de mierda—. Disculpa, pero tengo que irme.
Una vez ahuyentada la peste, me acerco a la barra donde hay una mujer algo mayor limpiando los escaparates.
—El chico está en el baño, jovencito. Al parecer rompió con el novio —comenta ella, al parecer estuvo atenta al chisme todo el tiempo, así como yo. Diablos, me odio en este momento por estar comportándome así.
—¿Podría hablarle, por favor? Lo llevaré a su casa, soy su amigo.
—Sí, dame un segundo.
La mujer sale de la barra y se dirige al baño donde al parecer buscó refugio el pequeño Park. Toca la puerta esperando respuesta y, un segundo después, esta se abre lentamente. Veo la pequeña nariz del chico asomarse y preguntar a la camarera si el otro chico ya se había ido.
—Ya se fue tu amigo, no te preocupes —le dice con un tono maternal, rayando en lo cariñoso, seguro le tiene lástima—. Pero ha llegado alguien más preguntando por ti.
—Gracias, lo estaba esperando —le contesta, lo cual me desconcierta un poco. ¿A quién mierda estaba esperando?
—¿Te encuentras mejor?
—Sí, gracias por preguntar —el chico sale del baño y su cara está hecha un desastre. Sus ojos están enrojecidos, supongo que lloró mucho y se nota que lleva maquillaje porque se le corrió. Tan patético... pero no puedo evitar sentir lástima por él.
—¿YoonGi hyung? —escucho mi nombre en su voz y me estremezco, estaba metido en mis pensamientos sobre su maquillaje, que tardé en reaccionar.
—Hola, vine a rescatarte otra vez.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro