
( 𝒴 ) 𝖚𝖑𝖊 𝖇𝖆𝖑𝖑
Eloise salió del Gran Comedor con sus tacones en sus manos, sus pies descalzos tocando la fría piedra, había estado bailando toda la noche junto a su mejor amigo Luke Wilson, un chico rubio, alto, de unos bonitos ojos verdes. Luke era aquel dulce chico que cualquiera en Hogwarts moriría por tener como novio.
Pero ella lo dejó en medio de la pista al ver a su hermana salir corriendo, la vio detrás de Ron Weasley, tenía un mal presentimiento en lo más profundo de su estomago.
Perdió a Hermione con la vista y comenzó a correr, sin importar que pequeños trozos de piedras lastimaran sus pies.
Al salir por completo, pudo escuchar a su hermana gritar furiosa.
—¡A la próxima invítame al baile antes de que alguien más lo haga!
Ron miró con molestia a Hermione y sus ojos fueron detrás de ella, cruzando la mirada confusa de Eloise. —¡Ni siquiera estamos hablando de eso! — gritó Ron de regreso, con la misma molestia que Hermione, pero en su rostro denotaba miedo y nervios.
Hermione gritó molesta, mientras veía Ron y Harry alejarse.
Eloise esperó unos segundos y caminó a ella, mientras Hermione se sentaba en la orilla de los escalones, con lágrimas en sus ojos escondió su rostro entre sus manos.
Eloise se sentó junto a ella y colocó la palma de su mano en la espalda de su hermana, provocando que esta se sobresaltara un poco.
—Lo siento... — dijo en voz baja Eloise.
Hermione se apresuró a limpiar las lágrimas que caían de sus ojos como cascadas, sus mejillas llenas de rímel causaron una punzada de dolor en el pecho de Eloise. —¿Qué... —. comenzó a murmurar Hermione, pero esta negó con la cabeza, empujando la niebla del dolor de su cabeza y enfocando sus ojos en Eloise de nuevo, esta vez eran un par de ojos furiosos — ¡Vete a la cama, Eloise! — gritó Hermione enojada.
Eloise saltó al ser sorprendida por esa rabia y frunció el ceño. —¿Cuál es tu problema? — rugió.
Hermione se puso de pie y señaló a su costado. —¡Vete! ¡Déjame sola!
Eloise se puso de pie y la miró molesta. —Solo quería ayudar, Mione.
Y con eso, Eloise comenzó a hacer camino a las mazmorras de Slytherin, el frío tocando sus pies una vez más, pero esta vez el viento la estaba haciendo abrazarse a si misma.
El ruido de pasos la hizo detenerse, temía de un Slytherin solamente, pero a estas alturas temía de cualquier Slytherin que estuviera ebrio.
Pero al dar media vuelta se encontró de frente con el príncipe de Slytherin. Los ojos grises penetrando más allá de los avellanas. Las manos de Eloise se habían clavado en el pecho de Draco cuando sintió el golpe venir, mientras que las manos de Draco habían volado a la curvatura de su cadera, intentando mantenerla de pie.
Y es que ella no supo si fue el alcohol que viajaba en la sangre de ambos, porque fue entonces que Draco la besó sin pensarlo un segundo. Atacó sus labios como si él estuviera hambriento, tras no comer durante semanas.
Eloise se empujó de él y lo miró directamente a los ojos, ambos estaban jadeando por alguna razón y su respiración se mezclaba en el hueco diminuto que había entre sus bocas.
—¿Qué te sucede? — preguntó Eloise, ella intentó sonar intimidante, pero su voz salió en un susurro.
Draco balbuceó palabras inentendibles y apretó la piel de Eloise. —Estoy... Granger, me encuentro caliente. — susurró sobre los labios de la castaña.
Eloise había estado con una sola persona en toda su vida. Luke. Lo hicieron porque Eloise quería estar segura de hacerlo con alguien que tuviera su total confianza.
—Soy una sangre sucia. — le recordó, esperando que él entrara en razón y se alejara, hiciera una mueca de asco o algo.
Sin embargo, Draco la empujó con fuerza contra la pared que estaba junto a ellos. —Granger, si eso me importara justo ahora no te estaría diciendo esto.
Eloise no dijo nada, pero Draco comenzó a besar su mandíbula. Ahora ella estaba caliente.
Ambos sedientos de sexo, de ser tocados sin cuidado.
Ella sintió su centro palpitar, al sentir las manos de Draco empujar la tela del vestido hacía arriba. —¿Solo una noche? — preguntó ella, dejando que Draco apretara sus piernas, los anillos de plata fríos pellizcando su piel caliente.
Draco se burló y asintió. —No me gusta repetir de plato.
Eloise asintió. —Si.
Y eso fue suficiente para que Draco la sacara de esa jaula que había hecho con su cuerpo y la tomará de la mano, llevándola a su habitación.
Ni siquiera sabían lo que estaban haciendo.
Ninguno de los dos tenía la menor idea de que al cruzar aquella puerta, Draco Malfoy se haría adicto a aquella piel, aquellos labios... Eloise no tenía la menor idea de lo que estaba a punto de cometer, pues ella se haría adicta a la forma en que Draco la hacía sentir cuando estaban solos en esa habitación.
Ambos sabían que estaban haciendo mal, pero eso no pareció importar, pues Draco la buscó una y otra vez en la puerta de su habitación, para llevarla a la habitación de él.
Llenarla y hacerla pedir por más.
Hacerlo jadear y maldecir en su oído.
Estaban cometiendo un pecado y guardando un secreto que ambos compartían.
Eloise Granger y Draco Malfoy se habían convertido en amigos con beneficios.
Un uso mutuo.
Mientras que Eloise lo buscaba después de los exámenes o durante sus sesiones pesadas de estudio con Hermione, Draco la buscaba después de sus entrenamientos de quidditch, luego de sus cenas familiares o un día pesado de clases.
Liberar tensión uno con el otro se fue convirtiendo en una adicción.
Porque oh, como disfrutaban sentir las manos del otro tocar la piel con fuerza y sin cuidado. No tener compasión con ella, era la cosa favorita de Draco, mientras que Eloise disfrutaba como Draco la follaba como si la odiara.
Y seis meses después del yule ball, Eloise se encontró con Draco, esa noche Draco fue claro con ella.
—De ahora en adelante soy 'Malfoy' o 'Tu maestro' —. comenzó a explicarle, mientras la veía sentada en la orilla de la cama, Draco se encontraba de pie, explicando cada punto del pergamino —. Si firmas me perteneces a mi... solo a mi-
—¿Y tú me perteneces a mi? — lo interrumpió Eloise.
Draco no respondió, él la miró molesto. —No hables si yo lo estoy haciendo —. dijo molesto, a lo que Eloise asintió —. No puedes mantener relaciones con alguien más sin antes consultarme, yo tampoco lo haré sin antes consultarte —. le dijo, para luego leer el siguiente punto escrito —. Tienes que tener una palabra segura, si dices cualquier cosa y no es tu palabra segura, no me voy a detener hasta escucharla, así que escoge una ahora.
Eloise asintió. —¿Puede ser un color? — preguntó y Draco asintió en respuesta. —Rosa.
Draco asintió y leyó el último punto. —No me voy a correr dentro de ti jamás — aclaró —, a menos que quieras que lo haga, pero entonces tendrías que tomar pociones anticonceptivas. — la miró esperando una respuesta.
—No tengo dinero para eso.
Draco frunció sus cejas. —No pregunte si tenías dinero —. le respondió —. Pregunte si quieres tomar esas pociones o no. Yo soy quien las va a comprar, estúpida.
Eloise se vio molesta y se puso de pie, para empujar a Draco por el pecho. —No puedes llamarme estúpida.
Draco la miró desde arriba y la tomó por los hombros, para luego empujarla a su sitio en el colchón. —Ya cállate, Granger. — respondió frustrado. —Solo responde, es simple.
—Si.
Draco asintió y resopló. —No comiences a fingir que no te fascina que te insulte. — murmuró con una pequeña sonrisita.
Eloise entrecerró los ojos. —Sabes que depende el contexto de la situación.
Draco hizo como que no escuchó y estiró el pergamino a ella. —Quiero y necesito tu consentimiento en papel —. le dio 'accio' a una pluma en su escritorio y la estiró a ella —. Pero eso no significa que vas a parar de dármelo cada vez que hagamos algo.
Eloise leía las palabras escritas en el pergamino que Draco le dio.
—Quiero escuchar de tu boca un 'si' cada vez. — continuó el chico.
Eloise asintió y sin pensarlo de nuevo, firmó cada pergamino que Draco había estado leyendo y explicando por las ultimas dos horas.
'Eloise Brynn Granger'
Le regresó el pergamino a Draco, quien lo miró unos segundos, asegurándose de que ella había firmado todos los pergaminos.
—Bien —. murmuró Draco, para luego elevar sus ojos grises a los de ella —. Entonces ahora quiero que te des la vuelta, porque haz estado provocándome todo este rato.
Eloise sonrió divertida. —Yo no hice nada. — pero a pesar de tener el comportamiento de una mocosa, ella se dio la vuelta en la cama y dejó que Draco la follara tan fuerte contra el colchón.
***
¡Hola! gracias por darle oportunidad a mi libro, espero te guste.
Y oigan espero no se hayan molestado por dejar con curiosidad en esas escenas y no dar detalles, pero es solo una introducción, ya tendrán sus detalles en los siguientes capítulos.
Att: —Fran 💖
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