El misterio del príncipe mestizo...

Casi al final del verano, Hermione y Eloise fueron visitadas por miembros de la Orden del Fénix, ambas fueron transportadas a la mansión Black, la cual se encontraba completamente deshabitada, a excepción por un molesto elfo domestico que no paraba de insultar a ambas chicas.

¿Qué es lo que había sucedido durante el verano?

Hermione y Eloise estuvieron tan distantes. Apenas y se dirigían la palabra, pero es que Eloise era tan orgullosa como Hermione; sus padres habían notado esa repentina separación entre las mellizas. Tanto que incluso tuvieron una cena, bueno, usaron la cena como excusa para hablar sobre su relación y el qué la estaba empeorando, pero ninguna dijo la verdad. 

Ambas habían dicho que todo estaba como siempre, con la diferencia de que ahora estudiaban más, pues su último año estaba cerca y querían graduarse con perfectas calificaciones. 

"Conforme subes de nivel, la magia va siendo más complicada, papá". Había dicho Hermione, mientras cortaba la carne y miraba como Eloise enrollaba un poco de espaguetis en su tenedor.

Y al estar en aquella mansión nada cambio, Hermione era la primera en levantarse y no dirigir una palabra a Eloise en todo el día, a pesar de estar en la misma habitación, Hermione buscaba excusas para no acercarse a Eloise y ella hacía lo mismo.

Pero entonces llegó aquella tarde, la siguiente después de que Harry llegara. 

—¡Niños dense prisa! — gritó Tonks.

Iban a comprar las últimas cosas que necesitarían, pues a la mañana siguiente partirían a Hogwarts.

Eloise tomó su capa, pues afuera estaba haciendo frío y con eso bajó a la planta baja, donde ya la estaban esperando.

Sin embargo, cuándo Eloise siguió a Ron Weasley una mano se posó en su hombro; ella dio media vuelta y se encontró con la cara de Remus Lupin y detrás de él, la pequeña silueta de Hermione.

—Eloise, hay algo importante que debes saber —. comenzó a decir Remus, tomando por los hombros a la chica —. Es sobre una misión importante.

Las cejas de Eloise se fruncieron y lo miró sin entender. —Si se refiere a lo del ministerio, Hermione y sus amigos consideran que no soy lo suficiente confiable por ser Slytherin.

Un resoplido molesto se escuchó detrás, acompañado de una risita incrédula. —No todo se trata de ti, Eloise. — respondió Hermione molesta.

La castaña no dijo nada y siguió desde atrás a Remus, después de que él le hizo aquella señal con la cabeza. Los tres entraron a la cocina de la mansión Black, la cual estaba llena de los miembros de la Orden del Fénix.

Cuando hicieron notar su presencia todos guardaron silencio y Eloise pudo captar una cara familia. El profesor Snape estaba ahí presente.

—No. — dijo Molly, señalando a Remus con un dedo acusador.

—Es la única forma, Dumbledore lo ha ordenado. — dijo Remus, interrumpiendo lo que sea que fuera a decir Molly en ese momento.

Hermione caminó unos pasos junto a Molly, mientras Eloise continuaba sin entender nada de lo que estaba sucediendo.

Eso hasta que Remus habló. —Eloise... Dumbledore ha enviado a Snape hasta aquí, eso porque le ha dado una misión... una misión para ti. — pronunció con cuidado.

Eloise frunció las cejas y miró a Snape. —¿Qué misión, profesor?

Snape tomó aire, dejando la taza de café que se encontraba entre sus manos y la miró seriamente. —Se sabe que el joven Malfoy tiene alguna especie de tarea... — dijo él, utilizando su tono monótono —una tarea asignada por el señor oscuro.

Eloise sintió como su estomago se revolvía al escuchar el nombre de Draco y por un segundo, ella creyó que los habían atrapado. —Yo ni siquiera hablo con Malfoy.

—Nadie dijo que lo hicieras. — respondió Hermione con un toque de agresión.

Eloise miró mal a su melliza.

—Al estar en la misma casa que él, eres la más cercana a un Malfoy en estos momentos —. continuó diciendo Snape —. La Orden debe saber que esta planeando el señor oscuro.

Eloise apenas podía respirar. 

—¿Para qué quisiera él a un chico de 16 años? — preguntó Hermione incrédula.

Molly negó con la cabeza, llena de preocupación, y justo antes de que ella pudiera decir algo Remus se adelantó. —Eso es lo que Eloise va a descubrir.

Eloise negó con la cabeza, su cabeza dando vueltas, llena de confusión. —Él no... Malfoy jamás confiaría en mi.

Snape aclaró su garganta. —A pesar de ser una sangre- —. se detuvo al notar la mirada molesta de la señora Weasley —, lo que él considera ser impuro... — se corrigió —el joven Malfoy jamás demostró un desprecio hacía usted, tal como lo hacía con su hermana.

—¿Y qué pretenden? — dijo Eloise con molestia —. ¿Qué se supone que deba decirle? Oh, hola Malfoy, escuche que tienes una misión, ¿Por qué no vamos a caminar y me la cuentas? — dijo irónicamente.

—Ya... hablaremos de eso más tarde, señorita. — dijo Snape.

Remus negó con la cabeza. —Lo que sea que tengas por decir... es ahora Severus.

El profesor resopló y miró a Remus con poca paciencia. —Sedúzcalo, señorita. — escupió Snape de repente, tomando por sorpresa a todos.

—¿Qué hablas? — dijo Molly en voz baja, pero entonces elevó su tono con molestia —¡Es una niña! ¡¿Pretendes que ella sea una esclava sexual?! — señaló a Snape, luego a Remus. —¡¿Estas de acuerdo con eso?!

Remus no dijo nada, miró a Snape como si fuera lo más inteligente que había escuchado. 

—Señora Weasley... — comenzó a decir Severus. —La única forma en que un hombre puede ser tomado por sorpresa en su estado más vulnerable... es cuando se esta enamorado. 

Ella se negaba. 

Eloise retrocedió un poco, mientras veía a los adultos discutir, Hermione la imitó, observando la escena preocupada.

La castaña echó un pequeño ojo a su hermana, quien tenía los brazos cruzados y las palabras hirientes que recibió por parte de ese mismo ser humano se repetían en su cabeza.

Su hermana no creía en ella.

Su sangre.

La persona que consideraba su mejor amiga no confiaba en ella.

Su debilidad no confiaba en sus actos, palabras o cualquier cosa que la involucrara y eso le dolía en lo más profundo del alma, porque Eloise estaba segura de que podría cruzar una calle llena de autos con los ojos vendados, solo con Hermione a su lado.

Y el impulso corrió por su cabeza, tan rápido pero, eso fue suficiente para hacerla cometer lo siguiente.

—Si lo hago ¿confiaras en mi? — le susurró a Hermione.

Hermione la miró unos segundos, tomando aire de forma entrecortada y la miró unos segundos, pensando en su respuesta. —Yo... Eloise... no lo sé.

Eloise negó con la cabeza. —Si yo consigo traer información a la Orden, ¿tú volverás a confiar en mi? — preguntó de forma seria. Eloise jamás había hablado así en toda su vida.

Y con aquel asentimientos que le dio Hermione, acompañado de un susurró diciendo: 'si', Eloise se reintegró a la conversación de los adultos y habló: —Lo haré.

—¡¿Qué?! — exclamó la señora Weasley, llena de terror.

—Yo voy a hacer la misión de Dumbledore —. aclaró, para luego dirigir sus ojos a Snape —. Profesor, deme los detalles, por favor.

Y con el consentimiento de Eloise, Severus comenzó a explicar todo.

Desde que se sabía que Draco Malfoy tenía que hacer algo por el señor oscuro, hasta la parte donde le aseguraban que estaba protegida por la Orden del Fénix.

Y eso la hizo sentir, como que tenía una nueva oportunidad, para demostrarle a todos que ella podía ser confiable aunque perteneciera a la casa Slytherin.