ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 11
—¿Por qué ese sinvergüenza no vino con nosotros? —preguntó molesta la joven mientras caminaba con uno de sus compañeros.
—Me disculpo por él —sonrió nervioso aquel chico de cabellos blancos—. Suele ser algo complicado.
—Natsu, no tienes porque disculparte. Es él el irresponsable.
—Eh... bueno —murmuró a lo bajo con un leve sonrojo en sus mejillas al haber sido llamado por su nombre.
Ahora mismo, ambos jóvenes se encontraban patrullando las calles cercanas a la agencia en donde ambos prestaban servicio. Aquel chico que lo acompañaba era Natsu, quien fue “obligado” por su “maestro” delusion, para que haga el trabajo que él debería hacer.
Caminaban mirando por los lados en busca de alguna actividad sospechosa de alguna persona o tal vez algún alboroto para ir a ayudar.
—¿Y cómo te fue con el señor? —habló el chico iniciando una conversación.
—¿Señor? —repitió con duda y fastidio— si te refieres a ese anciano infeliz, pues es un milagro de que aún no le de una patada.
—No digas eso por favor —dijo riendo a lo bajo.
—Me sorprende que seas tan educado y respetuoso con él ¿cómo lo soportas?
—Bueno —miró el cielo sonriendo, haciendo que el viento mueva sus cabellos albinos, luego posó sus ojos jade hacia la joven—, estoy agradecido porque me ha aceptado en su agencia. Es cierto que no es demasiado popular o reconocido, pero me hizo increíblemente feliz el que me haya reconocido.
Ella solo lo miró atentamente en silencio, intentando aún comprenderlo.
—Entiendo —fue lo único que dijo para ver la hora que se marcaba en su móvil—, creo que esta será la última vuelta y luego tendremos que volver para el descanso, Konoe.
—Si —afirmó sonriente—. Ah, pero ya te he dicho que me puedes decir Natsu.
—Oh... es cierto —hizo una leve mueca suspirando para luego corregir—. Natsu.
—Ves, así esta mejor —le regaló nuevamente una sonrisa—. Solo falta que también sonrías.
—Sigamos con el trabajo —respondió neutra ignorando lo antes dicho.
—Oh, vamos. Sonríe un poco ¿quieres? —insistió—. Estoy seguro que si sonríes te veras bonita.
—Si, si —dijo restándole importancia.
Mientras que seguían su camino y el joven intentaba convencer inútilmente a la chica, ella miró hacia uno de los callejones que habían en él lugar de patrullaje. En ello, pudo apreciar en el fondo a una mujer quien parecía tener alguna dolencia, ya que se estaba agarrando fuertemente la cabeza.
—Natsu —lo llamó sería haciendo que el chico la miré— ahí, mira.
Ella apuntó haciendo una seña con la cabeza. El joven albino observó el mismo lugar dudoso.
—Hum... lo mejor será ir a preguntar si se encuentra bien.
Asintió en silencio ante lo dicho y los dos se adentraron al callejón para acercarse a la chica que aún se encontraba agarrada de su cabeza, al parecer susurrando cosas a lo bajo que eran incompresible para los héroes.
—Señorita —habló amablemente el moreno llamando la atención de la chica— ¿se encuentra bien? De lo contrario, si lo desea, podemos ayudarla, somos héroes.
La mujer al contrario, se encontraba agitada y parecía molesta con el chico.
—¡Largo! —exclamó alejándose levemente— ¡No he hecho nada malo!
—No quería decirle eso, solamente pretendía ayudarla —habló con suavidad acercándose levemente.
—Natsu, no creo que sea buena idea...
—¡Te dije que te alejes!
La mujer, de su espalda, había sacado una pistola que apuntó hacia el albino haciendo que este se ponga alerta. _______ iba a acercarse junto a él, pero este alzó una mano indicándole que se quede atrás. Pero con aquella acción, la mujer entró en pánico, disparando el arma que tenía en manos hacia Natsu.
Pero él, rápidamente activo su particularidad, haciendo que sus manos se transformarán en espadas, cortando habilidosamente el proyectil.
—¿Qué...
Se había dado cuenta de que no había sido una bala, sino un dardo en el cual contenía un liquido extraño.
—¡No puede ser! —gritó la extraña histérica.
—¡Oye!
Cuando Natsu iba a avanzar, esta abrió los ojos algo de más, cubriéndose con una luz roja, que luego fue hacia Natsu cubriéndolo. Para que después el chico comenzara a gritar de una forma dolorosa.
—¡Natsu!
—¡No te acerques! —ordenó el chico antes de que ella avanzara más.
Rápidamente el desactivó su particularidad mientras se agarraba la cabeza y unos leves rayos salían de su cuerpo y otros que ingresaban en el producto de esa luz.
—¡Oye tú!
La hija de Yagi no se había quedado solo observando y llamó a la mujer, lanzándole una ráfaga, obligándola a moverse y así liberar a su compañero de aquella luz.
Cuando se había dispersado, el albino cayó al suelo desplomado. Tenía la respiración agitada además de estar sudando frío. Rápidamente la chica fue hacia su compañero para ayudarlo, pero al momento de intentar tocarlo, recibió una descarga eléctrica que la había hecho retirar su mano.
Agarró su mano con fuerza por el dolor que había sentido, eso ni siquiera se comparaba a los terribles calambres que sentía al sobre forzar su particularidad y eso que sentía como si sus músculos fueran desgarrados poco a poco. Pero esto, ni siquiera tenía comparación y eso que solo le había sido transmitido en la mano. Por lo que le había hecho preocuparse aún más el estado del chico, él, al haber recibido la descarga por todo su cuerpo y en un tiempo más prolongado.
—¡Natsu!
—Tú... solo llama a refuerzos y no vayas por ella... sola...
—¡Si pero...
Justo cuando iba a responderle, unos héroes más llegaron a escena, logrando que la chica comience a escapar.
—¡Héroes, ayuden a mi compañero, yo iré detrás de ella! ¡Llamen a más refuerzo! —exclamó comenzando a correr detrás de la joven aprovechando el momento.
—¡_________! ¡Te dije que no vayas!
Ella solo siguió corriendo detrás de la joven, la cual parecía tener un buen estado físico ya que corría bastante rápido, obligándola a utilizar su particularidad como impulso.
Ya al estar más alejadas y en un lugar solitario, la joven de cabellos rubios, giró bruscamente en dirección a la chica y de ella lanzó una esfera que rápidamente fue dirigida a __________.
Por suerte, gracias a su entrenamiento, pudo esquivarla con facilidad. Al ver que su ataque no funcionó, dejó de correr para enfrentar a la heroína.
—¡Déjame en paz!
—¡Haz lastimado a un héroe y te haz escapado, ahora debes hacerte responsable de las consecuencias!
Al terminar de decir aquella frase, la rubia comenzó a cubrirse con una luz violeta que de esta también se notaron pequeñas corrientes de electricidad.
—¡Fuera de mi camino! —advirtió la rubia.
—Tendrás que obligarme, extra.
Me enreferecia 🌚 si siguen la mayoría de mis fanfics sabrán quien es la woman loka. Ahr.
Lo prometido es deuda y aquí está (? Creo que así era alv xdxd
Bueno, hasta el próximo capítulo.
Separadores de: Editorial: CaveCrew → Editor: @haku-ssx
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